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Málaga 24 JUN
1998
Los Reyes
completaron ayer su estancia oficial de dos días en la provincia de Málaga con
una gira por la comarca de La Axarquía y una visita a la localidad de
Archidona, en la zona norte. Don Juan Carlos y doña Sofía elogiaron el grado de
desarrollo de todos los pueblos visitados, agradecieron el calory el afecto recibico
por parte de los vecinos y animaron a los distintos alcaldes de la provincia
con los que se entrevistaron a seguir potenciando el turismo rural y los
recursos característicos de cada zona.
La visita de
don Juan Carlos y doña Sofía a Málaga ha sido apretada pero fructífera. Si el
lunes se dedicaron a la capital y a la ciudad de Antequera, en la jornada de
ayer las protagonistas fueron las localidades de Archidona, Frigiliana, Cómpeta
y Vélez Málaga -estas tres últimas, pertenecientes a la comarca de La Axarquía-.
El recorrido de los monarcas por la provincia ha estado plagado de detalles
humanos porque, según dijo el Rey durante su almuerzo en Vélez Málaga con los
31 alcaldes de La Axarquía, el motivo de la visita no era otro que una toma de
contacto con la gente. La anédota más tierna la protagonizaron los niños de la
Guardería San José, de Archidona, que entregaron a doña Sofía un sonajero de
plata para su futuro nieto. Archidona fue la primera localidad que recorrieron
ayer los monarcas acompañados, como durante toda la visita oficial, por el
presidente de la Junta, Manuel Chaves, el delegado del Gobierno en Andalucía,
José Torres Hurtado, y el ministro de Trabajo, Javier Arenas. Para el alcalde
de Archidona, el socialista Manuel Arjona, la visita de sus majestades ha sido
"una delicia y una llamada al entusiasmo en el trabajo". Después de
un recorrido a pie por el pueblo, los Reyes se dirigieron a la comarca de La
Axarquía, situada en la zona oriental de la provincia. La Axarquía no había recibido
una visita real desde los tiempos de Alfonso XII, que estuvo en Vélez Málaga en
1885 con motivo de un terremoto que asoló la ciudad. Don Juan Carlos y doña
Sofía estuvieron en Vélez en 1972, cuando aún eran príncipes.
La visita de ayer concluyó en Vélez, pero la toma de contacto con La Axarquía comenzó con la visita a Frigiliana y Cómpeta, dos de los pueblos más emblemáticos de la zona. En Velez los monarcas atendieron a una representación de los colonos de Larios, quienes entregaron al Rey una carta en la que exponían su dilatado pleito con la azucarera Larios, a la que exigen la cesión de las tierras que llevan trabajando durante más de un siglo. Visita al ingenio Frigiliana destaca porque ha sido uno de los primeros pueblos andaluces en desarrollar el turismo rural. Los monarcas llegaron allí sobre las once de la mañana, y recorrieron el casco antiguo, de época árabe, a pie y bajo un sol abrasador.
Aunque no estaba previsto en el programa, don Juan Carlos y doña Sofía quisieron acercarse a conocer el Ingenio Nuestra Señora del Carmen, la única fábrica de miel de caña que queda activa actualmente en la comarca. De allí fueron a Cómpeta, el pueblo más importante en la producción de vino moscatel y de pasas. Las visitas a estas dos localidades estuvieron llenas de anécdotas porque el entusiasmo de los vecinos obligó en varias ocasiones a los monarcas a saltarse el protocolo. Con todo, el recibimiento más multitudinario fue el que les ofreció la gente de Vélez-Málaga. Allí concluyó la visita real. Don Juan Carlos y doña Sofía inauguraron la Avenida Juan Carlos I, una amplia vía que comunica los núcleos de Vélez, Torre del Mar y Caleta de Vélez, y después almorzaron a con los 31 alcaldes de la comarca y se informaron de los principales problemas de la zona. El Rey, según comentaron algunas de las autoridades presentes en el almuerzo -que consistió en productos típicos de la zona como el ajoblanco o las berengenas a la miel de cña-, se mostró soprendido por el alto grado de desarrollo de la comarca y animó a los alcaldes de la zona a mantener el impulso del turismo, especialmente el de interior, del que el monarca se mostró gratamente sorprendido Tras el almuerzo, sobre las cuatro de la tarde, los monarcas regresaron a Madrid. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, comentó que los Reyes se habían mostrado "enormemente satisfechos con el recibimiento de la gente y con el alto grado de desarrollo de una comarca que quizá esperaban más deprimida".
La visita de ayer concluyó en Vélez, pero la toma de contacto con La Axarquía comenzó con la visita a Frigiliana y Cómpeta, dos de los pueblos más emblemáticos de la zona. En Velez los monarcas atendieron a una representación de los colonos de Larios, quienes entregaron al Rey una carta en la que exponían su dilatado pleito con la azucarera Larios, a la que exigen la cesión de las tierras que llevan trabajando durante más de un siglo. Visita al ingenio Frigiliana destaca porque ha sido uno de los primeros pueblos andaluces en desarrollar el turismo rural. Los monarcas llegaron allí sobre las once de la mañana, y recorrieron el casco antiguo, de época árabe, a pie y bajo un sol abrasador.
Aunque no estaba previsto en el programa, don Juan Carlos y doña Sofía quisieron acercarse a conocer el Ingenio Nuestra Señora del Carmen, la única fábrica de miel de caña que queda activa actualmente en la comarca. De allí fueron a Cómpeta, el pueblo más importante en la producción de vino moscatel y de pasas. Las visitas a estas dos localidades estuvieron llenas de anécdotas porque el entusiasmo de los vecinos obligó en varias ocasiones a los monarcas a saltarse el protocolo. Con todo, el recibimiento más multitudinario fue el que les ofreció la gente de Vélez-Málaga. Allí concluyó la visita real. Don Juan Carlos y doña Sofía inauguraron la Avenida Juan Carlos I, una amplia vía que comunica los núcleos de Vélez, Torre del Mar y Caleta de Vélez, y después almorzaron a con los 31 alcaldes de la comarca y se informaron de los principales problemas de la zona. El Rey, según comentaron algunas de las autoridades presentes en el almuerzo -que consistió en productos típicos de la zona como el ajoblanco o las berengenas a la miel de cña-, se mostró soprendido por el alto grado de desarrollo de la comarca y animó a los alcaldes de la zona a mantener el impulso del turismo, especialmente el de interior, del que el monarca se mostró gratamente sorprendido Tras el almuerzo, sobre las cuatro de la tarde, los monarcas regresaron a Madrid. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, comentó que los Reyes se habían mostrado "enormemente satisfechos con el recibimiento de la gente y con el alto grado de desarrollo de una comarca que quizá esperaban más deprimida".
* Este
articulo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de junio de 1998