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PROLOGO del Duque de Maura a "Años y Leguas de Gabriel Miró"
Admirador espontáneo de Gabriel Miró desde
que leí sus primeros escritos, transcurrieron aún algunos
años antes de que se me deparase oportunidad
para conocerle personalmente. Pero ya en 1914 me
unió con él, a través de la lejanía, un vínculo afectivo
que penetraba hasta lo entrañable» En La Vanguardia
barcelonesa y bajo el epígrafe JORNADAS Y COMENTARIOS
DE SIGÜENZA, habían aparecido estas reflexio*
nes sobre la actualidad política nacional de entonces:
— "En aquellos días de violencia, de odio y de es*
"truendo, no veía Sigüenza la figura del hombre abo*
"rrecido. Un humo de hoguera, de polvo, lo cegaba.
"Pero muchos rugían: ¿Es que no veis cómo mira,
"cómo se ríe y álzala frente? Todo en él es reto exe*
"arable... Vino el reposo, la claridad del aire. Y aquel
"hombre ya no estaba. Sigüenza pensó:—Se han
"cumplido los anhelos de la multitud, ¿no comenza-
"rán ahora los tiempos de la timidez de las almas fe*
"lices? Para nuestra dicha sobraba un hombre, el cual
"ha desaparecido.
vn
"—Ha desaparecido —decían algunos—, pero
"¿y si volviese?
"— Y cómo ha de volver —replicaban los otros—.
"¿Por ventura faltará quien codicie y pueda matarlo?
"No, no; ellos no deseaban su muerte; pero era
"tan posible que sucediese, que la aceptaban como
"un hecho; y el "hecho" lo naturalmente realizable,
"tiene una mitigación en la ética de las muchedumbres"...
9*Le parece a Sigüenza que la ausencia, que in-
"quieta y se siente de un modo complejo y agudo y
"hondo, llega a confundirse con la presencia. Cuanto
"más se apartaba aquel hombre, más se le miraba y
"se oían sus pasos y se pronunciaba su nombre. La
"emoción de este hombre traspasó toda una raza que
"se cuidaba de él más que de sí misma, y le amaba y
"le aborrecía, como nos queremos y maldecimos a
**nosotros mismos".
El hombre a quien aluden esos párrafos, era mi
padre. Periférico al igual que Miró, nacido en cuna
mediterránea, pero también capaz como él de sentir
y de servir desde Castilla la unidad nacional, actúa*
ba en la política española no menos incomprendido
que Miró en nuestra literatura.
Fraternizadores así entrambos en ética, en esté»
tica, y en infortunio, hubieron de estimarse recíprocamente.
Escojo al azar, dos pruebas documentales,
entre las varias que piadosamente se conservan en
vm
el archivo familiar de los Miró y en el mió, heredado.
Extracto de una carta fechada en Barcelona, calle
Diputación, 339, 3.0 el 3 de agosto de 1914:
— "Sin merecimientos, ni crianza, ni gustos para
"la política, no he sentido nunca las tentaciones de
"ella. Si alguna figura de caudillo, digna de ser un'
"gida por toda una raza, quería yo trazarme y sentir
"con recogida emoción de artista, la suya, señor, era
"siempre la que se me aparecía en el cielo de España.
"Y ahora que los hombres menuditos que bullían
"a sus pies se han apartado para fugar a grandes y
"queda Vd. como un bronce glorioso en una soledad
"histórica augusta, todavía destaca su contorno y se
"oye su palabra con más honda pureza.
"Han traspasado su vida todos los dolores de la
"excelsitud en nuestra patria. Los pobres hombres se
"regocijan cuando llegan a una cumbre. Usted es la
"cumbre misma.
"Precisamente porque ni siquiera yo ignoro que
"de su nombre se ha formado la más inagotable bu
"bliografía española de encendidos conceptos, de ala*
"banzos y odios, y porque sé que no sirvo para la ob-
"jetiva aplicación de ninguna "buena nueva79, me per-
"mito estas lineas devotas"...
Devotas, efectivamente, como escritas para un
caído en desgracia.
Durante el verano de 1921 el derrumbamiento
militar de la Comandancia de Melilla en los campos
IX
de A nual, conmueve a España entera, y obliga a requerir
el concurso político de Maura, que sólo se echa
de menos cuando sobrevienen apuros nacionales. Llega
él a la capital urgentemente convocado por el Rey,
en la madrugada del 13 de agosto; jura a prima tarde
de ese mismo día, por quinta y última vez, el cargo
de Presidente del Consejo de Ministros y, con fecha
de 14, escribe a Miró este tarjetón autógrafo:
"Querido amigo: Al traerme a Madrid los tur*
"bios remolinos de los asuntos políticos, hallé sobre
"mi mesa el descaminado tomito EL ÁNGEL, EL MOLINO,
"EL CARACOL DEL FARO, que me prometo leer en los furtivos
respiros del oficio al cual he necesitado re-
"tornar".
"No recuerdo si cumplí o tenía pendiente, en me-
"dio de mis veraniegas andanzas de un lado para otro,
"el propósito que formé de felicitarle por el otro to-
"mito (NUESTRO PADRE SAN DANIEL) donde las seque-
"dades, esquinas espirituales, incomprensiones afee»
"Uvas, y mansas, aburguesadas y decorosas iniquida-
"des del fiero egoísmo humano, aparecen retratadas
"con implacable fidelidad. Por lo mismo que la fina
"observación de Vd. extrajo de la cotidiana vulgari-
"dad aquel zumo, y que en delgados hilillos hizo el
"tejido de aquella historia su pluma de maestro, el
"efecto es intenso. Salúdale.'A. Maura!9
La obra de Miró predilecta de mi padre, fué F I GURAS
DÉLA PASIÓN. Cuando supo al evocador de ellas
x
víctima zarandeada de la cerril mogigatería sacrista'
nesca, quebrantó su hasta entonces invariable norma
de no entremeterse, ni aun terciar amistoso, como director
de la Real Academia Española, en polémica
ninguna literaria, y escribió y suscribió esta opinión,
con destino a la publicidad...
— "No me causa maravilla que las personas muy
"versadas en lecturas piadosas y en meditaciones reco-
"gidas y cordialmente efusivas acerca de la Pasión,
"lean con extrañeza las páginas de Miró y noten como
"irreverencia el acto mismo de tomar los asuntos por
"el solo lado estético, aun tratándolos magistral y de-
"licadamente. Paréceme a mí que no se lesiona con
"esto la piedad de los creyentes, puesto que la pluma
"profana no pierde el respeto un solo instante; y no
"acierto a reputar vedada a la pluma una artística
"reproducción en que los pinceles de los más afama-
"dos pintores se ejercitaron siglo tras siglo, por en-
"cargo y bajo el patrocinio de las mayores autor id a-
"des de la Iglesia".
Dirigió Maura la Academia Española con prestigio
inquebratado hasta el fin de su vida, porque no
puso nunca el ascendiente presidencial al servicio de
parcialidad ninguna, ni siquiera de la suya propia. En
el concurso abierto para optar al Premio Fastenraht
correspondiente al año 1917, compitieron nada menos
que veintidós obras, de las cuales sólo dos quedaron
finalistas, como se dice hoy en la jerga deportiva. Fué
XI
la una, FIGURAS DE LA PASIÓN, y la otra, cierta en verdad
muy estimable novela, típicamente galdosiana. Nadie
ignoró en la udocta Casa" que el Director otorgaría su
voto a la primera; pero no se le sumaron sino cinco
académicos más, contra los once que decidieron por
mayoría la adjudicación del premio.
Las Academias no son en España, ni pueden ser
en ningún país, voltariamente vanguardistas. Cuantos
pensadores siguen rodadas tradicionales, ascienden
hasta esas Corporaciones mucho más llana y pronta*
mente que los innovadores de ideas estéticas o de
modos estilísticos, sea cual fuere el valor personal de
cada uno y el mérito de sus producciones respectivas.
Si el modernismo de Gabriel Miró puso en guardia
hostil a la grey beata, ¿cómo no había de chocar
con la inercia literaria de la generación anterior a la
suya, que ocupaba aún las eminencias intelectuales
y sociales? Quienes, al par que él, alcanzamos la mayoría
de edad en los primeros años de este siglo,
no pudimos obtener, ni aun precozmente, medallas
académicas sino a lo largo de su segunda o tercera
década, y al término de esta última perdimos para
siempre al maestro del idioma, de cuya coetaneidad
con nosotros tanto nos envanecíamos. El transcurso
de un breve lapso más, habría bastado con holgura
(aun sin nuevas admirables aportaciones) para que
la Academia decana, renovada en la casi fatalidad de
sus individuos de número desde 1917, llamara a su
XII
seno al literato innovador por votación unánime y
aun reparadoramente aclamatoria. Puedo afirmarlo
asi con pleno conocimiento de causa.
Cierto que el daño inferido a las letras españolas
por la incomprensión cortical y retardataria de
nuestro público lector, era ya irremediable. Defraudado
como precursor de una nueva interpretación
estética de fas SAGRADAS ESCRITURAS, notifica Miró a
mi padre su desistimiento, con fecha 10 de marzo de
1918, desde su nuevo domicilio barcelonés en Bonanova,
7:
"Las FIGURAS DE LA PASIÓN —declara allí su
"autor — no significan para mí un libro más, sino el
"principio de un estado de conciencia literaria y la
"primera jornada de un camino nuevo y costoso. Por
"eso yo no busqué el premio académico como un tér-
"mino, sino como un sostén para seguir caminando.
"Porfiadamente lo quise y he sido rechazado, de modo
"que son imposibles más intentos".
Pero no soy poeta ni novelista, sino historiador
por vocación exclusiva y sé bien cuan frecuentemente
ocurre que los precursores humanos en cualesquiera
trayectorias del espíritu o de la acción, sucumban
desventurados antes de llegar a la tierra prometida,
al punto de que su máximo consuelo se reduce alguna
vez a poder contemplarla próxima.
La popularidad trivial, remunerad ora de los
triunfos fáciles, es moneda de vellón, presto dilapi-
XIII
dada. El oro de la gloria no se acuña sino laboriosa
y pausadamente en la Ceca del tiempo; y el tiempo
extremó con Miró la avaricia cronológica, cortándole
la vida en la plenitud de sus fuerzas físicas y de su
talento preclaro. Mas como, a fuer de veraz es, a la
larga, justo, está retribuyéndole ahora con la mere*
cid a gloria postuma.
No llegué a cruzar la palabra de silla a silla con
mi tocayo inolvidable, sino algunos años después de
haber sufrido él su consabido fracaso académico. Advertí
que todavía no se lo explicaba. Sus ojos, varonilmente
claros y serenos, miraban de continuo panoramas
y horizontes sin haber reparado nunca, no
por miopes ni por présbitas, sino por absortos, en las
ineludibles realidades de la existencia. Me apliqué a
persuadirle de que la profesión literaria no puede
ser ascética, como la religiosa, ni ejercerse lucrativa'
mente desde señera torre de marfil. El místico no
necesita sino de Dios, mientras que el escritor ha
menester de sus congéneres humanos para zona de
reclutamiento de amigos y contertulios, de modelos
vivos y de clientela remuneradora. Pero si la tónica
divina es perennemente misericordiosa, la del mundo
propende a la interpretación peyorativa, e indulgente
a veces con la mediocridad, extrema siempre sus rencores
con la excelsitud, y no perdona jamás los desdenes
de la altivez, por nobles que sean y justificados
que estén.
XIV
Alguna mella debieron de hacer mis razones en
su ánimo (mezclada no obstante con irreprimibles
ensueños temperamentales), puesto que el n de agosto
de 1920 me escribía así, desde su recién instalado
albergue madrileño, en Rodríguez San Pedro, 46:
"Querido y admirado Gabriel Maura: Acabo
"de regresar de Barcelona. Creyendo muy remotas
"mis realidades burocráticas, decidí trocarme en
"hombre de negocios. No es que la calentura de la
"llanada de Castilla me haya torrado el cerebro, ni
"que, a estas horas, me llegue el contagio de las qui-
"meras y ambiciones crematísticas de Balzac; sino
"que antes de avillanar o de cansar mi Arte, deter-
"mino emprender una nueva ruta. Seré Agente de
"Seguros Marítimos, de Automóviles, de Incendios,
"etcétera, etc., un año, dos años, y ya casi rico, siquie-
"ra con la mediana hacienda del Caballero del Verde
"Gabán, me apartaré en una vieja casa mediterránea,
"con parral y todo, y allí me llamaré, me buscaré
"a mí mismo, y todavía he de encontrarme.
"¿No me dijo Vd„ amigo mío, que el estudio de
"los negocios y de sus hombres, integraban su pulso
"y su horizonte de observación, sin impedirle el re»
"cogimiento emocional de historiador? Vea Vd. cómo
"ha sido Vd. casi responsable del brinco de mi vida".
No se logró al poeta mediterráneo transformarse
en hombre de negocios madrileño; pero sí en burócrata,
inscrito en nómina presupuestaria del Minis-
XV
terio de Trabajo, primero, y del de Instrucción Pú.
blica, después, con intima y acerba rebelión de las
potencias de su alma. La voluntad, punzada y dolo*
rida, impuso tenaz a las otras dos el acerbo sacrificio
para provecho común, como lo revela este párrafo de
una carta del flamante covachuelista, enviada el 19
de enero de 1922, a Prudencio Rovira, Secretario y
confidente casi filial de Maura:
"Mis libros comenzados, otros recién nacidos, y
"esos otros recónditos en nuestra sangre, que nos lia*
"man, que nos golpean de sien a sien, esperan que yo
"me encuentre a mí mismo".
Gabriel Miró, protagonizado por Sigüenza, se
encontró al fin a sí mismo, en una vieja casa mediterránea,
con parral y todo, emplazada en Polop de la
Marina.uPolop, moreno y apretado con su torre como
"un cántaro de asas chiquitínas y la corona antigua
"de su cementerio".
De la raíz emocional de ese encuentro nació este
libro que se titula AÑOS Y LEGUAS. He aquí cómo:
"Veinte años de distancia equivalían a la edad
"sensitiva de este paisaje suyo, porque sólo desde ha-
"cía veinte años comenzó este paisaje a pasar y en-
"vejecer humanamente referido a su vida. Ahora al
"verse, se contemplaban en el tiempo y se pertenectan
.
La belleza del terruño natal le entra al ausente
recién retornado, por los cinco sentidos. Los nombres
XVI
de la toponimia comarcana le saben a fruta, "fruta
"que aunque la lleven otros terrenos, no es como la
"del frutal propio'*.
Las flores caídas de un jazminero, dispersas en
derredor del tronco, "cuajan el aire con su perfume
de novia". "Las sienes y los párpados de Sigüenza se
"le traspasaban de olor. Se le precipitó la disnea de
"beber ese olor sensual de castidad." Este cántico de
Gabriel Miró al levante alicantino armoniza deliciosamente
lirismos pictóricos, colorismos poéticos, auras
salobres, regustos epicúreos, voluptuosidad erótica,
piedad filial, ecos arcádicos de égloga y toques goyeseos
de macabro impresionismo.
Pero el hado de este libro le destinaba a ser canto
de cisne, y en una de sus páginas late vaticinador el
angustioso presentimiento:
"Dentro del atardecer le tiembla descuidada»
"mente.la vida» Un fino olor de tarde ya cansada; una
"gracia de flores pálidas; un tacto, una respiración
"de paisaje que se estremece de delicias, delicias que
"contienen la inocencia y la sensualidad, la promesa
"imprecisa y la congoja de la brevedad de la vida;
"todo sucediendo se sin conceptos. Campo suyo en su
"sangre, de su sangre antes de que cuajara en su cuer-
"po de Sigüenza» y después que se parara en su carne
"ya muerta. Predestinada y tradicionalmente, campo
"suyo y eternamente".
Al releer ahora AÑOS Y LEGUAS he vuelto a sentir
XVII
tan lancinante como el primer día, un dolor inicial
de pérdida irreparable. ¡Qué estúpidamente destructora
es la muerte cuando aniquila un cuerpo humano
dentro de cuya envoltura carnal, alienta todavía un
gran espíritu!
Se atribuye a Napoleón este impávido comentario
a la nutrida lista de bajas francesas que registraba
el boletín de una de sus victorias:
"¡Diez mil hombrest... ¡Bah! Carne de cañón...
En una noche de amor lo resarcen las mujeres de
París."
La frase me parece cínicamente marcial, y el
criterio monstruosamente absurdo. No creo que la
cantidad pueda suplir a la calidad en contingencia
ninguna; ni que las estadísticas demográficas reflejen
con exactitud, por sí solas, las vicisitudes históricas
de un pueblo. Cifran ellas acaso, sin error numérico,
ni de proporción, las natalidades y las defunciones
cotidianas; no discriminan el logro o el malogro del
útil rendimiento humano en la vida nacional.
¿Qué sabio matemático sería capaz de calcular
cuántos millares de hombres han de nacer en un país
cualquiera, e incluso en todo el orbe terráqueo, para
que pueda surgir de entre la muchedumbre de ellos
un solo Gabriel Miró?
EL DUQUE DE MAURA.
Madrid, 13 de enero de 1946.
Escritor alicantino de novelas, relatos, ensayos y artículos. Su contacto: ramon.palmeral@gmail.com
lunes, 30 de julio de 2018
martes, 24 de julio de 2018
Miguel de Cervantes y Alicante. Por Ramón Fernández Palmeral
17. MIGUEL DE
CERVANTES Y ALICANTE
Miguel de Cervantes desembarcó en el puerto de
Denia (Alicante) el 27 de octubre de 1580, liberado y procedente de su
cautiverio de Argel. En Denia estuvo cinco días. Luego se fue a Valencia donde
estuvo un mes y desde Valencia a Madrid para ver a su familia., que habían
pagado el 90 % del rescate de 500 ducados de oro.
Todavía, muchos alicantinos/as, no han tenido
noticias de que entre finales del año
2004 y el 2005 celebraremos el IV Centenario de la publicación de la primera
parte del Quijote, puesto que el
mágico libro o molino de los libros, salió de la imprenta de Juan de la
Cuesta durante los primeros días del año 1605, y la segunda parte salió en
1615, diez años después. Parece ser que
el actual Gobierno de Zapatero está muy interesado en que este IV Centenario
sea sonado en el mundo entero, ya lo veremos, le vigilaremos.
Para que los alicantinos/as no nos quedemos
descolgados, me permito recordar que Alicante tiene el honor de haber sido
nombrada DOS VECES en El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
No hay constancia documental de que
Cervantes visitara o residiera en Alicante cuando fue recaudador, lo más cerca
que estuvo, posiblemente, fuera por Ruidera (límite entre Ciudad Real y
Albacete).
Considero necesario hacer una breve
introducción, para entender mejor por qué razón Cervantes habló de Alicante, y
la razón de ello lo tenía el comercio de
la lana de la oveja merina de Castilla en el siglo XVI. La lana de Cuenca y
Toledo salía por los puertos Alicante y Cartagena hacia Génova y Venecia.
La lana que iba para los Países Bajos,
principalmente Brujas, Ámsterdam o Inglaterra salía, evidentemente por los
puertos del Cantábrico. El comercio de
la lana y el vino eran las principales
riquezas de las dos castillas entre los siglos XIV al XVII, y el mejor negocio
lo hacían los países importadores, ya que después de manufactura, nosotros
comprábamos el textil. El puerto de
Valencia se había convertido en el centro de la exportación de la seda del
Levante, más tarde empezó el comercio de los cítricos y los productos de la
huerta como la de Burriana o la de
Orihuela. Tal fue la importancia de Orihuela
que en 1564 el rey Felipe II la separó del episcopado de Cartagena.
La lana de Aragón salía para Génova por los
puertos de Barcelona, la más cara y apreciada era la llamaban «lana fina de Albarracín»
de 19 micrones de espesor, más fina que la de Castilla, que se cotizaba al doble.
Examinada esta necesaria aproximación a la
economía del siglo XVI, pasamos a los
capítulos 39 al 41 de la I Parte del Quijote donde se cuenta la historia
de un cautivo en Argel, autobiográfica ya que el propio Cervantes junto a su
hermano menor Rodrigo, cuando regresaba a España desde Nápoles en la galera Sol
fueron hechos cautivos por el corsario Arnaute Mamí. El
tiempo narrativo del Cautivo es de 1589, nueve años después de la su
liberación de Argel (1580), novela que fue añadida posteriormente al Quijote
(cap. 39-41), y que según los comentarios del recordado murciano don Diego
de Clemencín: «la historia no tiene enlace con la acción principal del
Quijote».
Pues bien, en el capítulo XXXIX (39), (I. P.)
se nombra dos veces Alicante:
A)
...el uno
tomó el viaje de Salamanca, el otro de Sevilla, y yo el de Alicante
adonde tuve nuevas que había una nave ginovesa que cargaba allí lana
para Génova.
Unos párrafos más adelante vuelve a
nombrarla.
B). Embarqué en Alicante,
llegué con próspero viaje a Génova, fui desde allí a Milán, donde me acomodé de
armas y de algunas galas de soldado...
En la novela del Cautivo
se cuenta cómo un padre de un lugar de las montañas de León, que tenía tres
hijos, repartió su hacienda en cuatro partes: una para él y otra para cada uno
de los hijos. Y les aconsejó: Quien quiere valer y ser rico, siga, o la
Iglesia, o navegue, ejercitando el arte de la mercadería, o entre a servir a
los reyes en sus casas. Uno de los
hijos, es el cautivo, Ruy Pérez de Viedma
quien narra la historia en los tres capítulos.
Esta novela tiene semejanzas
con otras de Cervantes Los baños de Argel. La protagonista Zoraida,
corresponde en realidad con un personaje real Zahara (la más bella de las
mujeres), que según los comentarios de Martín de Riquer, se casó con el sultán
de Marruecos en 1576, luego se volvió a casar con el Hasán Bajá, y vivió desde 1580 en Constantinopla.
La gran sorpresa durante mis recientes
investigaciones sobre la obra de Cervantes ha llegado cuando he encontrado otra
vez Alicante, es decir, que Cervantes a lo largo de sus obras la nombró tres
veces, y no dos. La tercera alusión aparece en Los Trabajos de Persiles y
Segismunda, sobra póstuma que se editó en 1617, un año después de la muerte
del autor. Es en el Capítulo X del Tercer Libro de Los Trabajos de Persiles...,
donde le destapo un auto plagio, porque el «insigne Manco» no tenía la
costumbre de repasar sus libros, y es aquí
donde vuelve a repetir la misma historia que ya nos contó en el Cautivo,
y es en el siguiente diálogo cuando lo dice:
–No[s] cautivamos juntos –respondió el otro
cautivo-, porque yo cautivé [fui cautivo]
junto a Alicante, en un navío de lanas que pasaba a Génova...
Este diálogo es respuesta a las preguntas que
un alguacil les hace a unos pícaros cuando son detenidos en la plaza de un
pueblo manchego cuando mostraban a la gente un lienzo a modo de auca de la geografía de Argel. Uno de los alcaldes
o alguaciles, quien cobraba la alcabala por compra-venta en el mercado
callejero, descubre el fraude por las mentiras que contaban puesto que éste
había estado cinco años preso en Argel (como el propio Cervantes). Los dos
pícaros confiesan que eran estudiantes de Salamanca que tenían ganas de ver
mundo. Pero el alcalde les condena por usurpar la limosna a los
verdaderos pobres, con cien azotes y un remo en las galeras... Seguidamente, en otro diálogo, Cervantes
nos dará una lección de jurisprudencia sobre la equidad de la justicia y la
desproporción entre el delito y las penas, en boca de uno de los pícaros, que dirá: Los jueces
discretos castigan pero no toman venganza. Conseguirá por su plática que el
alcalde se compadezca de ellos, e incluso, los lleva a su casa, y allí,
paradójicamente, el alcalde cambia de opinión y se presta a darles una lección
sobre Argel: tal, que de aquí en
adelante ninguno le coja en mal latín en cuanto a su fingida historia.
Los dos falsos cautivos-pícaros
salieron a la mañana del día siguiente juntos con unos peregrinos, y escribe:
«Llegaron todos juntos donde un camino se
dividía en dos; los cautivos tomaron el de Cartagena y los peregrinos el de
Valencia».
Este lugar podía ser muy bien la Roda o
Albacete, ciudad, que por cierto no se nombra en El Quijote.
La ciudad de
Alicante recordó el III Centenario (1905) con una placa de mármol blanco del escultor alicantino Vicente
Bañuls Aracil que podemos admirar hoy día en la fachada del edifico de su
Ayuntamiento, donde vemos un busto de Cervantes. A mí me gustaría saber qué actos o
conmemoraciones se están preparando o se
van a celebrar para el IV Centenario, puesto que los actos ya debieron empezar
el día 26 de septiembre del 2004, que como ya he dicho, fue esta la fecha en
que se le concedió a Miguel de Cervantes el privilegio real para la publicación
de la I Parte del Quijote. Y sé
que otras ciudades como Aranjuez ya ha empezado.
El
27 de mayo de 1947 la ciudad de Denia (Alicante) celebró un solemne Te Deum en la iglesia parroquial, y le
puso el nombre de Cervantes al Paseo del Puerto. De esto hace ya 69 años.
Además actualmente se puede observar una escultura, que no sabemos quién es su
autor, ni cuando se construyó.
En diciembre de 2005 se impartió un Seminario en la
Universidad de Alicante titulada «El Quijote, libro abierto», un actividad
organizada por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria, para celebrar la
primera parte del Quijote, jornadas organizadas por el catedrático Miguel Ángel
Lozano Marco, y coordinado por el Dr. D. Jesús Pradells Nadal, y con la
participación de las ponencias de los profesores especialistas en la materia
como Ana L. Baquero Escudero, José Montero Padilla, José Montero Reguera, Rosa Navarro Durán, Eva María Valero Juan y el
propio Miguel Ángel Lozano Marco. Con la publicación de las actas del congreso,
por la propia Universidad en 2006 con ISBN: 84-608-0477-1. Publicado en un
libro que el Miguel Ángel Lozano, me hizo llegar por correo en fecha 14 de
septiembre de 2006. Leí el libro y es justo decir que todas las ponencias son
imprescindibles en un estudio profundo del Quijote.
Nota.-
Artículo nº 17 del libro "IV Centenario del Quijote I y II Parte" de venta en Amazon, autor Ramón Fernández Palmeral
viernes, 20 de julio de 2018
jueves, 19 de julio de 2018
Ramón Fernández Palmeral en Radio Torrox, sobre su libro "Reseña histórica de Torrox"
02-11-2016
En nuestra programación matinal nos hemos acercado al escritor y pintor Ramón Fernández Palmeral, quien ha publicado recientemente dos libros de interés local: "Reseña histórica de Torrox", y "La aldea del Acebuchal".
Ramón Fernández Palmeral nació en Piedrabuena (Ciudad Real) en 1947. A los cinco años pasó a residir a la provincia de Málaga, donde pasó su juventud. Allí estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Málaga, periodo del que datan sus primeras obras. Compaginó sus estudios artísticos con su formación académica. Estudió el Bachiller en el Colegio de la Cruz de Humilladero, y posteriormente cursó estudios universitarios de Geografía e Historia en Castellón de la Plana, y Derecho en Granada, pero no llegó a terminarlos, para dedicarse a su profesión. Después de haber residido en distintas ciudades de la geografía española, acabó afincándose en Alicante en 1990.
Además de novelista, ensayista y poeta, es un apasionado de la Historia, Gran conocedor de la historia de la Axarquía, ha publicado estas novelas sobre la Historia de Torrox, Frigiliana y Nerja.
• Reseña histórica de la villa de Frigiliana (2016)
• La aldea del El Abebuchal (colaboración con Vicky Fernández) 2016
• Reseña histórica de Torrox (Sept.2016)
• Reseña histórica de la Puebla de Nerja (octubre 2016)
Palmeral destaca que Torrox es "uno de esos pueblos antiguos y maravillosos de la Axarquía malacitana que tiene una historia que se remonta a los fenicios, pasando luego a ser la ciudad romana de Caviclum, con los visigodos se llamó Ciudad de Arcos, en tiempos árabes “Turrush” (Torres) y de aquí en una oralidad que conocemos como
En su libro reseña además los tiempos de las dos Repúblicas, la guerra civil, la posguerra y los maquis. Sin olvidar su industria azucarera, sus ricas pasas e higos, y el boom del turismo en los tiempos actuales, con una población de unos 16.000, incluido Torrox-Costa y El Morche y El Peñoncillo.
Personajes, escritores y poetas torroxeños en "Reseña histórica de Torrox":
El escritor selñala que Torrox "no es un pueblo que haya dado literatos, artistas o historiadores, ello se debe a sus pasado agrícola y, a ser un pueblo que tuvo que vivir para subsistir, más que dedicar el tiempo a la cultura o a las artes. Sin embargo he encontrado algunos nombres de torroxeños destacados, dignos de ser recordados":
Abdurrahines. Alguacil y regido de Torrox en la Reconquista.
Almanzor militar y político andalusí, caudillo del Califato de Córdoba y hayib o chambelán de Hisham II.
Alonso Serrano el Algasy. Inquisidor Bachiller, notario y escribano público, traductor del árabe e incluso repartido de tierra en tiempos de los Reyes Católicos. En 1501 fue nombrado notario para todo el obispado en lengua árabe.
Antonio Bueno Plaza, nació en Torrox 1922, poeta y ferviente autor de los sucesos de la villa. Autor del gran poema sentimental "María Plaza, mi madre".
Carlos Escobar Gutiérrez, nació en Torrox 1860, periodista en Madrid Jefe de Información Política de El Resumen, Heraldo de Madrid y Nacional. Falleció en Madrid en 1896.
Ciriaco Fernández Acevedo, cura de Torrox, que en 1773 escribió un informe imprescindible para conocer el pasado de Torrox.
Francisco Catalán de Ocón, nació en Torrox en 1727 fue nombrado Obispo de Urgel, Canónigo del Sacromonte y Presidente del cabildo Eclesiástico de Granada. Falleció el 8 de septiembre 1726. Autor de Constituciones la Real Capilla de Granada, 1758.
García de Mebillán. Condenado en 1550 por el Santo Oficio por la cabalgada de 1548.
García de Melilla, el Melí. Morisco de Torrox en la rebelión de 1569, era propietario de un trapiche de azúcar, que tras la rebelión se los confiscaron los cristianos por su rebeldía.
Esteban Mira Sevilla, nació en Torro 1882, se licenció en Ciencias Química en Madrid, y fue alcalde de Torrox en febrero de 1937.
Emilio Baeza Medina. Nació en Torrox, 1892 - Málaga, 1980) fue un abogado y político español del Partido Radical Socialista, primer alcalde de Málaga durante el período de la Segunda República. Se exilió y volvió a Málaga en 1953. Tiene una calle dedicada en Málaga: la calle Alcalde Baeza Medina, concretamente en la barriada de Ciudad Jardín.
Javier Núñez Yáñez, nació en Torrox en 1925, falleció en Nerja 2005. Escritor, poeta y cronista de Torrox y autor de la trilogía La caja de los Hilos, Nerja 1998 y 2001. Vendimia de poemas.
Juana López Manjón, aunque nació en Úbeda (J) 1920, se afincó en Torrox, autora De la tierra al cielo, sólo un vuelo.
Lourdes Fernández Lomas, poeta de Torrox, pertenece a La Aventura de Escribir de Nerja, autora del libro de Hojas vivas en otoño, de 1984.
Manuel Martínez Barrionuevo, nació en Torrox e 1857, hijo de un humilde herrero a los 15 años se marchó a Madrid, fue un prolífero novelista, poeta y autor dramático, autor de Mi infancia en Torrox. Murió en Madrid el 5 de enero 1917.
Manuel Márquez Mira. Nació en Torrox en 1904, fue ingeniero de Telecomunicaciones y político. Publicó Manuel Márquez Mira hombre de empresa, 1976. Un libro fundamental para la historia torroxeña. Murió en Madrid 1981.
Mohammad-Yacsadica, nació en Torrox, educado en Córdoba y en Elvira, jurisconsulto y filósofo: escribió varias obras que legó a la biblioteca del sultán y murió en 915, y 303 de la hégira.
Molesto Escobar Acosta, nació en Torrox en diciembre de 1879, en el seno de una familia adinerada, que le permitió una formación privilegiada al terminar las carreras de magisterio y derecho. Propietario de la cervecera "El Mediterráneo". Fue Diputado por Torrox, llegó a ganarle a propio Marqués de Larios. Su vida profesional le llevó a crear la serrería de mármol de Coín, la fábrica de ladrillos, Santa Inés, la fábrica de textil Muselina, aserraderos en Macael y Ronda.
Pedro José de Baeza Ortiz, nació en Torrox a comienzos del XVIII, fue rector de la Universidad de Granada entre 1737 a 1741, y en 1759 fue Canónigo de la Metropolitana de Granada.
Salvador González Bermúdez, nació en Torrox en 1957, poeta autodidacta, Primer premio del Concurso Nacional de Literatura Juvenil y otros segundos premios.
Salvador Márquez Galindo, nació en Torrox, investigador y estudioso de temas torroxeños. Autor del libro La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación. Análisis Histórico-artístico del Templo Torroxeño. Edición particular, 2010.
Tomás García Ruiz, torrero del Faro de Torrox que descubrió y excavó la ciudad romana de Caviclum entre 1909 y 1913.
Escucha la entrevista con Ramón Fernández Palmeral:
Ver todos los libros de este autor en pdf.
lunes, 9 de julio de 2018
Corrector de la segunda parte del El Quijote.
Descubren la identidad del verdadero corrector de la segunda parte del Quijote
El hallazgo se ha producido gracias a la documentación de un pleito de 1635
Actualizado:En las portadas de las dos partes del Quijote aparece el nombre de Juan de la Cuesta. Hasta no hace mucho, se creía que había sido el responsable de la impresión. Pero en 2008 se descubrió que este hombre solo estuvo al frente de la imprenta hasta 1607, siempre como gerente y nunca como propietario. Por tanto, él solo pudo tocar con sus manos la primera parte de la novela, que se imprimió en 1604. La segunda, de 1615, tuvo otro corrector, y su nombre acaba de ser conocido gracias a una discusión de vecinos, ese arte tan español como Cervantes.En 1635, María de Quiñones, propietaria de la imprenta en cuestión, denunció al Hospital de los Desamparados, que colindaba con su edificio, por abrir varias ventanas en una pared medianera. Aunque parezca una anécdota baladí, la documentación de aquel juicio nos revela la existencia de Jerónimo de Salazar, que declaró entonces que llevaba treinta años como corrector de imprenta en el lugar. «Inmediatamente llegué a la conclusión de que la segunda parte del Quijote la tuvo que corregir él. Es bastante improbable que en esa imprenta hubiese más de un solo corrector», explica Laura Puerto Moro, la investigadora responsable del hallazgo.
«Entonces, el corrector era el responsable de contrastar la lectura del original con las pruebas de imprenta. Era una persona que, en principio, tenía que tener una formación mayor que el resto de los operarios de la imprenta de la época, que debía saber gramática, ortografía, etimología… Pero todo esto siempre en teoría, porque la realidad nunca era perfecta», añade.
De hecho, según sabemos, los correctores podían añadir capítulos al libro por motivos prácticos o para agilizar la lectura. Y por eso hay diálogos del Quijote cortados por un nuevo epígrafe. También eran los responsables de unificar las normas ortotipográficas, de colocar las mayúsculas que, por lo general, en los manuscritos nunca se ponían.
domingo, 8 de julio de 2018
Homenaje a Nicolás del Hierro en Almagro, 11 de Julio 2018
Hola, cantigueros, en esta II edición de Almagro íntimo os invito al
recital- homenaje a Nicolás del Hierro que con la colaboración de Francisco
Caro y su selección de poemas
Para un examen íntimo: Doce poemas de
Nicolás del Hierro,
tendrá lugar el miércoles, 11 de julio de
2018, con los poetas que vienen en el cartel que os envío.
Este año tiene la novedad de que forma parte de la programación del
Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. La entrada es gratis.
Es mi deseo que el acto se pueda celebrar cada año o bienalmente al menos con
poetas, distintos o no, y un poeta homenajeado que no siempre será de la tierra. Por
supuesto recitaremos a los clásicos y puede ser una nueva cita veraniega con la poesía.
Estáis invitados/os.
Un abrazo,
Nieves Fernández
Intervienen los poetas:
Francisco Caro
Natividad Cepeda
Antonio Daganzo
Dyso
Juan José Guardia Polaino
Fernando López Guisado
Cristobal L. de la Manzanara
Carmen Manzaneque
Davina Pazo
María Pizarro
Nieves Fernández
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