Por una carta de Nani a Ana Matúa, supieron que su hermana Rita (la más bella de las cuatro hermanas, según ellas) tuvo la desgracia de casarse con un tahitiano borracho, drogadicto, proxeneta y «putibundo» que la obligó a prostituirse para satisfacer sus muchos vicios de chulo y drogado. Hasta que ella conoció a un misionero católico francés que se enamoró de ella, sacó a Rita de la prostitución, el misionero dejó los hábitos por no cumplir con el celibato, se fueron a París, se juntaron, y ahora tenían una preciosa y linda niña.
–Ves Ana cómo en bueno aprender a escribir para comunicarte con tu familia. Gracias a que tu hermana Nani fue más tiempo que tú a la escuela de Hanga Roa.