jueves, 1 de octubre de 2020

Rita Matua, en Tahití

 

     Por una carta de Nani a Ana Matúa, supieron que su hermana Rita (la más bella de las cuatro hermanas, según ellas) tuvo la desgracia de casarse con un tahitiano borracho, drogadicto, proxeneta y «putibundo» que la obligó a prostituirse para satisfacer sus muchos vicios de chulo y drogado. Hasta que ella conoció a un misionero católico  francés que se enamoró de ella, sacó a Rita  de la prostitución,  el misionero dejó los hábitos por no cumplir con el celibato, se fueron a París, se juntaron, y ahora tenían una preciosa y linda niña. 

     –Ves Ana cómo en bueno aprender a escribir para comunicarte con tu familia. Gracias a que tu hermana Nani fue más tiempo que tú a la escuela de Hanga Roa.