Constanza de Ovando
(Córdoba, 1565 - Madrid, 1622) Sobrina del escritor Miguel de Cervantes Saavedra.
Era hija natural de Andrea de Cervantes, una hermana mayor del
escritor, y del gentilhombre Nicolás de Ovando, quien, en reparación a
la deshonra que había causado al incumplir su palabra de matrimonio,
donó a Andrea una sustanciosa recompensa y permitió que la niña nacida
de su fugaz relación llevara su apellido. Constanza, que pronto se
convirtió en la sobrina favorita del autor del Quijote, vivió durante
muchos años en compañía de su tío, dentro de ese extraño clan matriarcal
que constituyeron los Cervantes.
Entre los episodios
más notables que jalonan su peripecia biográfica, destaca (por lo que
tiene de continuidad de la conducta materna) su relación "escandalosa"
(para los criterios morales de la época) con el caballero Pedro de
Lanuza, hermano del justicia de Aragón Juan de Lanuza (que fue
decapitado por orden de Felipe II por haber prestado ayuda a su
secretario Antonio Pérez cuando éste huyó a Francia).
Al
parecer, una vez demostrada la nula intervención de Pedro de Lanuza en
el delito de su hermano, el amante de Constanza recuperó su dignidad y
sus derechos, lo que fue suficiente para que rompiera sus relaciones
amorosas con la sobrina de Cervantes y renunciara, previo pago de una
reparación cifrada en la bonita suma de mil cuatrocientos ducados, a la
palabra de matrimonio que le había dado cuatro años antes.
En compañía de su madre, su tío y otros familiares,
vivió unos años en Valladolid, en la casa ocupada por el clan de los
Cervantes en la nueva Corte. A su regreso a Madrid, volvió a
protagonizar un lance de amor y honor similar a los reiterados con
asombrosa profusión por su progenitora, su tía Magdalena y su prima
Isabel. Esta vez, el demandado fue un tal Francisco Leal, quien según un
documento judicial del 18 de diciembre de 1608 venía obligado a otorgar
a Constanza de Ovando, a título de reparación, la exigua cantidad de
mil cien reales.
Tras la muerte de su madre (1609) y
de su tía Magdalena (1611), Constanza se quedó sola junto al matrimonio
formado por Miguel de Cervantes y su esposa Catalina, ya que su prima
Isabel (supuesta hija natural del escritor) había roto relaciones con su
padre después de haber mantenido una larga disputa por la propiedad de
un inmueble.
Tras pasar por las diferentes
residencias que ocuparon sus tíos en Madrid durante los últimos años de
vida del autor del Quijote, hacia finales del 1615 o comienzos de 1616
se estableció por su cuenta en la calle del Baño, donde al parecer murió
en 1622, seis años después de que hubiera desaparecido su célebre tío.