sábado, 6 de agosto de 2022

Novela para el verano: San José, La Isleta, Las Presillas, Rodalquilar, Genoveses (Almería). LA DUREZA CURVA DEL SILEX

 


  

 Diponible en Amazon, impreso y ebook. 133 páginas


AUTOR: Ramón Fernández Palmeral 

Comentario crítico de Pilar Galán en LETRALIA

 Enla de la novela Al Este del Cabo de Gata, del mismo autor

.............................................................TEXTO PRIMERAS PÁGINAS..............................

Almería, febrero de 1991

 

Mi querida amiga:

 

El detonante que impulsó a Alicia Piedelobo,  de apellido sí de apellido silvestre y montaraz (Bombina para  sus amigos y conocidos) a abandonar, a  desertar de una Barcelona conflictiva y contaminada, fue, sin duda alguna, un día al encontrarse atrapada, encajonada, inmóvil una mañana de invierno en  un atasco descomunal gris y negro tizón en la Travesera de Gracia por una huelga de empleados del metro con antidisturbios dando palos, carreras de un lado para otro. Por un lado los muertos automóviles, taxis, buses (obuses humanos), tocando los cláxones. Los huelguistas rompiendo los cristales de los escaparates y de las pobres oficinas bancarias, a pedradas limpia y palos contra la policía. Bombina se aterrorizó, se dijo a sí misma cuál rayo que no cesa de rodaja de luna cortada porque una lágrima puede mover constelaciones «no puedo más, soy joven, o me quiero marchitar en este infierno de Cataluña…, y un sudor frío cruzó su húmedo coraxón, antes de tomar la decisión valiente de huir, de escapar, de correr, de evadirse de Barcelona y de sí misma. La huelga del metro, justa o injusta,  catapultó aún más su ánimo evasivo. Y ese día de terrrrrror urbano ella llegó tarde al trabajo y se llevó la bronca de su jefe, aunque  todos los empleados de la editorial “L” también habían llegado tarde; no obstante, un rayo iluminó, cruzó el día invernal color panza de burros grises huérfanos, una mañana convertida en un túnel sin alumbrado antes de la muerte, con la ilusión  derretida, desintegrada, acechante… huyó, se marchó, escapó, se evadió de las garras de la intolerable sociedad para entrar, tras abrir la puerta cerrada  de Alicia en el País de las Maravillas en un paraje soleado de norias y aljibes donde apenas habita una sombra de cardos borriqueros ni de azufaifos ni esparto sobres las increíbles dunas de Barronal  de Mónsul por La Peineta de Almería donde una vez rodaron la película Una historia interminable (verano del 83) basada en la novela del alemán Michael Ende autor de escritura infantil y fantástica. Pero, amiga mía, la presente historia  que te estoy escribiendo, no tiene nada de fantasías, es pura realidad, la verdad desnuda  como una piel despellejada en top less de fraguas cuales  bellos dibujos descascarillados en un plato de cerámica vidriada de Níjar con tradición árabe y una flor azul solitaria aguantado el cuenco. La relación conyugal, la institución matrimonial entre Alicia, alias Bombina, y Jordi Barral, alias el Imbécil, era contantemente  pisoteada, abofeteada, insultada, vilipendiada, abolida, era una labor de héroes mitológicos mantenerlo por conquistar la Cólquida, uno de los trabajos más peligroso de Hércules o el Héracles griego en Fisterre o el Cabo de Gata. Siempre en su mente (la de Alicia) aparecían fotos mentales del interesante ecosistema de arrecife de La Sirena, sin Odiseo navegante o el Ulises de Homero en La Ilíada. Por aquella época todo le iba mal a Alicia, a ese matrimonio de conveniencia,  su carácter, ese sentimiento incontrolado, esa idea de soledad  estaba cincelado en la tristeza, había naufragado en un mundo de lágrimas, y Bombina se había separado de Jordi Barral después de siete años y dos meses de casados civil y canónico, y sin hijos tras unos, algunos, arriesgados abortos caseros, nunca hay tiempo de tener hijos. Se empeñaron en tener cosas antes que hijos, hijos después de las cosas y de la hipoteca de un piso nuevo en San Ginés, después  los hijos, y de la letra del coche nuevo y la del televisor en color, porque nunca era el momento adecuado para fabricarlos, tenerlo y criarlos. Económicamente estaban en régimen de bienes gananciales.  Mi querida amiga: Bombina tuvo la suerte de haber heredado un cortijo en Almería por la reciente  muerte de su padre, viudo de su madre (de la madre de ella, ¡podre madre!, siempre las madres son las más lloradas), para poder largarse a la luz del Sur de la península. Por unos meses le había embargo la tristeza, buenos días tristeza, la melancolía, la angustia, la desolación, el desánimo y la congoja, agravada en tiempos dolorosos de la menstruación, que le hizo aficionarse a los porros de hachís, y hasta por algún opiáceo como analgésico...

 

Continúa en el libro "La dureza crvada del silex" 133 página. Disponible en Amazon

 

Ciertas fotos de la zona:

 Las Presillas Altas (Cabo de Gata)
Los Frailes, dos antiguos volcanes ( Cabo de Gata)
   Bahía de San José (Almería) 1983
  La Peineta y Mónsul (Cabo de Gata)
 La Isleta del Moro, Paraíso de pescadores lcoales (Cabo de Gata)

 Las Presillas Altas, domicilio de La Bombina

Referecias actores, escritoras y poeta que aparecen en la novela:

   Carmen de Burgos. (Colombina). (Nació en Rodalquilar) Fue amiga intima de Ramón Gómez de la Serna en Madrid)
   Dos actores conocidos en Almería, rodando una pelictula, (Almería es de cine)
    La escritoria Carmen Martín Gaite y el poeta José Ángel Valente reciben el Príncipe de Asturias de manos del Príncipe Felipe de Borbón.