Esta tarde Maribel Sansano nos ha hablado
de la amistad en el Ateneo de Alicante. La ha presentado Maribel Bernal,
presidenta del Ateneo.
En su muy ameno e interesante diálogo más
que discurso nos ha aportado las bases de lo que es y debe ser una buena amistad.
Ella, conocedora del alma humana y de la matriz del corazón, ha disertado
profundamente desde la etimología de la palabra: AMISTAD, aportando nombres de
filósofos griegos, hasta de los tiempos actuales.
Maribel ha tocado un tema muy complejo,
ella sabe que la amistad verdadera no existe, existen los amigos de
conveniencia o de intereses. Dijo que
una de las cualidades fundamentales es el respeto, sin resto mutuo no puede
haber amistad duradera.
El
poder de un amigo se valora en virtud de su influencia y poder. Nos ha hablado de la amistad entre hombre y
mujer, y Alfredo dijo que esto era imposible; sin embargo, es posible sin es
sincera. Aunque no cree que sea posible la amistad entre parejas rotas.
Existen varios grados de amistad, la
amistad que perdura entre amigos de la infancia, los amigos antiguos íntimos de
cuyas familias somos parte (nos invitan a
bautizos, comuniones y bodas), los amigos circunstanciales (que duran
poco y se deshacen como el granizo) y los conocidos, la mayoría que decimos te
presento a un amigo, somos en realidad
conocidos, compañeros de ruta, de asociacionismo. Pero no entramos en
sus vidas privadas, en sus casas o no nos dejan entrar, o no es lo más
afortunado.
A veces, ofrecemos al amistad y esperamos
de ellos más de lo prudencial, entonces decimos que nos han defraudado. A
veces, exigimos obediencia ciega del amigo, y en cuanto nos contradice o se
niega a hacer lo que les pedimos entonces nos enfadamos.
Otras personas no ofrecen su amistada por
miedo a comprometerse.
Otras personas tienen un carácter
reservado, introvertidos, o con ciertos complejos con los que son difícil de
congeniar.
Cuando pasan los años nos damos cuenta de
aquellos amigos sinceros o de aquellos que vinieron a serlo por un interés
puntual.
Lo que si puedo aportar es que la
amistada es muy frágil, se rompe con el menor de los disgustos. No es como con
los padres o hijos con los que soportas el peso de la sangre.
En definitiva Maribel supo hacer que el
tiempo pasara corriendo, nos hizo participar, y aquello se convirtió en una de
esas tertulias en las que todos hablamos y dimos nuestras opiniones, y echamos de menos la
tertulia, en esto tiempos mediáticos de televisión manipulada desde los poderes
fácticos.
Enhorabuena Maribel, tienes que seguir
con tus charlas y reflexiones.
2010