La curiosa historia de las ánforas con el símbolo de las tres culturas halladas en Frigiliana
En la localidad axárquica, que este fin de semana celebra la XIII edición del festival, se conservan tres vasijas de grandes dimensiones con una simbología rayada alusiva a las religiones cristiana, musulmana y judía, que datan del siglo XVI
Una de ellas se encuentra en la pequeña plaza del Torreón, un adarve situado a escasos metros del Ayuntamiento, en la céntrica calle Real. Es la única que es visitable, ya que las otras dos se encuentran en domicilios particulares de ciudadanos de origen extranjero. Según explica el abogado e historiador local Pablo Rojo, estas vasijas, que tienen unas dimensiones de unos 80 centímetros de altura y un diámetro de más de un metro, debieron fabricarse a mediados del siglo XVI, entre 1530 y 1540, coincidiendo con la época en la que en la zona convivían los moriscos y los cristianos. «No era una convivencia idílica, como se ha querido transmitir hoy en día con el festival, era un constante tira y afloja, por un lado los moriscos seguían manteniendo sus costumbres y su religión musulmana, por otro estaban las tropas de los cristianos de Vélez-Málaga, y por otro el señor feudal, Rodrigo Manrique de Lara, que tenía arrendadas sus tierras a los moriscos y quería que siguieran allí viviendo», explica.
En este contexto, estas vasijas se debieron usar para almacenar víveres, como agua, vino o aceite, para los habitantes del Torreón, que era una construcción defensiva situada en la parte baja del pueblo. «El símbolo es en realidad sólo de dos religiones, por un lado está la media luna árabe, por otro la cruz cristiana, y como elemento central, la estrella de seis puntas, con dos triángulos superpuestos, que es un símbolo musulmán, aunque es cierto que los judíos también lo tienen, la llamada estrella de David, pero es que no hay constancia de que en esa época vivieran judíos en Frigiliana», sostiene Rojo. «Los judíos vivían en las grandes ciudades, no es un pequeño pueblo en un señorío feudal», apostilla.
En cuanto a la simbología de estos elementos religiosos rayados en la vasija, el investigador sostiene que existen dos hipótesis: que tuvieran un carácter ritual o mágico, con el objetivo de preservar los alimentos que se guardaban en su interior, o que fueran una firma o símbolo de los propios artesanos, que en todo caso, Pablo Rojo sostiene que tuvieron que ser musulmanes. La vasija del Torreón fue rescatada en los años sesenta del pasado siglo tras unas obras en esta zona del Torreón en una vivienda de una extranjera llamada Doña Marta. Esta señora, ya fallecida, la colocó en la puerta de su vivienda, y ahí continúa. Cerca hay otra muy similar, pero no tiene esta simbología religiosa rayada.
Rojo, junto a un grupo de vecinos preocupados por el patrimonio histórico, ha constituido la asociación Taha de Frigiliana. Hace unos meses pidieron al Ayuntamiento que traslade esta ánfora del Torreón al Museo Arqueológico para garantizar su preservación, «ya que está a la intemperie y puede ser objeto de cualquier acto vandálico», apostilla. Respecto a las otras dos ánforas de similares características, el abogado e historiador frigilianense asegura que ve «muy difícil» que sus dueños las cedan al Consistorio, «aunque tendría que intentarse desde el Ayuntamiento», apunta.
En su libro 'La Cabalgada de Frigiliana', publicado en 2012, en el que rescata un episodio hasta entonces inédito, ocurrido en 1548, por el que se expulsó a los moriscos de la localidad axárquica, Pablo Rojo da algunos detalles sobre estas misteriosas vasijas, de las que no se han encontrado ejemplos similares en ninguna otra zona del mundo. «Nos gustaría poder hacer un estudio de luminiscencia para datarlas de forma más exacta, por lo que vamos a pedirle al Ayuntamiento que nos dé una pequeña subvención a la asociación», comenta. «En Granada y en otras zonas del norte del África hay vasijas similares decoradas, pero que sepamos ninguna presenta juntos estos símbolos de las religiones cristiana y musulmana», sostiene, al tiempo que destaca que las vasijas de Frigiliana cuentan además con motivos florales y una rica decoración en la parte superior, «aunque su estado de conservación en general no es bueno», advierte.
Lo cierto es que la vasija del Torreón está siendo cada vez más conocida y reconocida por los visitantes de la localidad, que acuden atraídos por el espíritu de las tres culturas. Sin ir más lejos, el pasado 28 de junio, la presidenta andaluza, Susana Díaz, en una visita a Frigliana, se fotografió junto a la tinaja del Torreón, acompañada del alcalde, el socialista Alejandro Herrero. Esta pasada semana el que no dejó pasar la oportunidad de inmortalizarse fue el diputado socialista en el Congreso por Málaga Miguel Ángel Heredia.