lunes, 26 de septiembre de 2016

Y DON MIGUEL DE CERVANTES EN SUS DOS VECES IV CENTENARIO. OTRA VEZ RAMON PALMERAL EN LA PRIMERA TRINCHERA.

(Julio Calvet Botella)





Y DON MIGUEL DE CERVANTES EN SUS DOS VECES IV CENTENARIO.
OTRA VEZ RAMON PALMERAL EN LA PRIMERA TRINCHERA.

Los españoles y también quienes comparten por nacimiento la hermosa lengua española tenemos la gloria de ser hermanos en la cultura del mejor escritor de todos los tiempos, Don Miguel de Cervantes Saavedra, (1547, Alcalá de Henares, 1616, Madrid).

Esto podrá resultar pretencioso y grandilocuente, quizás exagerado también, pero querido lector, lo digo con toda mi alma, pues también comparto con él y con todos los hispanos, la gran cultura latina.

Y en todos los órdenes. Yo que friso, mejor cumplo ya del todo, los setenta años, en mi palmares vital cuento con un largo periodo de profesor universitario en la facultad de Derecho alicantina (UA).Y no me he cansado de repetir a mis alumnos, que nuestro origen jurídico es el Derecho de Roma, el Derecho del Lacio, y latino por tanto, como lo es toda nuestra noble cultura, y hemos de ufanarnos de ser descendientes de aquel emperador romano, Justiniano, que mandó  componer a los grandes juristas del Imperio oriental el “Corpus iuris civilis”, compendio de normas jurídicas, que como principios generales del Derecho, aun hoy es aplicado por los jueces hispanos, y esto lo puedo afirmar con propiedad,  por pertenecer a la Carrera Judicial española.

Y no lo es por menos, por ser así, compatriota, y compatriota universal de Don Miguel de Cervantes Saavedra.

2015 y 2016, son años en que conmemoramos el IV centenario de la publicación de la Segunda parte del libro Don Quijote de la Mancha, y el IV centenario de la muerte de su autor.

Yo tengo el honor de conocer a uno de los mejores cervantistas españoles.

Y éste para mi es Don Ramón Fernández Palmeral, o a Ramón Palmeral, que tanto vale. He dicho otras veces que para mi, Ramón, es como un hombre del Renacimiento, o de un Post-Renacimiento, que tan necesario y tan urgente reclamo: re-nacer. Escritor, biógrafo, poeta, pintor, creador de técnicas de reproducción bibliográficas en papel o en medios audio visuales… No les suena esto algo a hombre del Re-nacimiento ?

Claro, no quiero exagerar pues sé que a Ramón esto no le parecería bien, pues en él se une a todo su hacer y saber, la humildad que debe acompañar al hombre de valía y de verdad.

Yo me siento muy orgulloso de ser su amigo.

No podía faltar Palmeral, al IV Centenario del Quijote. Y con la facilidad de tener el trabajo bien hecho. Ya nos sorprendió con la segunda edición de su libro sobre la ruta de Don Quijote, llegando como el Hidalgo a descender a la cueva de Montesinos. Ahora lo hace con la publicación de su libro “IV Centenario del Quijote”, (I y II Parte), que amplia considerablemente su anterior edición artesanal (2004), y que ahora imprime Amazon y LULU (Francia), en mayo de 2016.

Y es un libro, el de Palmeral, revelador de muchas de las vicisitudes. No sólo nos habla del libro y de su autor, sino de intelectuales que rodean su obra de gran creación. Tras el Prologo, “En el pórtico del cuarto centenario”, que en septiembre de 2004, escribiera Manuel Parra Pozuelo, Profesor de literatura castellana, comienza refiriéndose a Mayans, primer biógrafo de Cervantes. Yo no alcanzaba a saber este extremo de Don Gregorio Mayans y Siscar, el gran intelectual nacido en Oliva (Valencia), pero por mis estudios me resultaba familiar pues fue el primero que como Rector en la Facultad de Derecho  de Valencia fue el primero en pronunciar la palabra “foral” en un discurso oficial, al aludir a la legislación civil especial, y cuya palabra cobró realidad jurídica en la época de la Codificación, que aunque mandada hacer en las Cortes de Cádiz, en su famosa Constitución, tuvo lugar en las postrimerías del Siglo XIX, creándose así,  en España,  un Derecho Civil común, y un Derecho Civil foral para determinadas regiones.

Luego Ramón, no se deja nada. A veces es abrumador, pues hay que leer despacio a Palmeral, ya que su enorme cultura y formación requiere una reposada lectura.

“IV Centenario del Quijote” (I y II Parte), de Ramón Fernández Palmeral es un libro que en esta hora centenaria no debe dejar de leerse. Hemos visto en las librerías múltiples publicaciones de la inmortal novela, con carácter conmemorativo. Incluso hemos visto una edición del Quijote  “corregida” o “adaptada”, con una redacción mas actualizada al castellano de hoy. No voy a juzgar este intento. Es posible que para algunos sea mas ameno o mas cómodo de leer, al fin de cuentas siempre es bueno leer el Quijote, pero yo prefiero recordar a Don Alonso de Quijano, el Bueno, con sus “duelos y quebrantos”, y su “vellorí de lo mas fino”, seguir atravesando La Mancha, esa tierra sin fin de las Españas, y sobre todo en estas horas de turbación.

Nos faltan hoy aquí, más Quijotes, porque hay muchos gigantes, que no molinos de viento. Gigantes de “poca monta”, pues solo son grandes en su “aprovechamiento”, so capa de defensores, acaso de solo “sí mismos”.

Antes de que acabe el año en que aún se conmemora el centenario de su Segunda Parte del Quijote (1615), y también concretamente de su fallecimiento (Madrid, 1616), y con la lectura  tan grande del libro de Palmeral, quiero dejar este recuerdo y sobre todo de mi consejo: no dejar de leer a Palmeral, en todo, pero ahora en su libro del Centenario del Hidalgo de la Mancha.

JULIO CALVET BOTELLA