miércoles, 8 de mayo de 2024

La Benemérita en la Guerra Civil, resultado 2.714 muertos y 4.117 heridos.

 

    ¿Qué fue de quiénes tenían por divisa “todo por la Patria” durante la Guerra Civil?  

     No hace falta ser un lince para deducir que en el bando frentepopulista no eran demasiado populares: “sangrienta guardia pretoriana”; “servidores del capitalismo”; “elementos de combate de la contrarrevolución”- los llamaban en el panfleto incendiario comunista “Mundo Obrero” y en el igualmente infame periódico: “El socialista”. Los españoles de bien, por el contrario, los veían como un cuerpo militar bienhechor, abnegado, y leal a España, que les separaba de la anarquía, de la expoliación y, en última instancia, de la fosa común. 

     Los beneméritos no podían hacerse ninguna ilusión sobre su suerte en el bando del Frente Popular, a menos de que fueran masones, o miembros del partido socialista o comunista, cosa esta última que abundaba en el Parque Móvil de la Guardia Civil en Madrid, por ejemplo. Los revolucionarios, -muy activos en España unos meses antes de la rocambolesca proclamación de la II República-, los  veían como seguros enemigos. Prueba de ello es que los partidos de izquierdas prometían en sus programas electorales disolver la Benemérita.

Guardias civiles del Parque Móvil de Madrid.

     Los vientos huracanados de la revolución se colaron en España nada más ser cesado el general Emilio Mola de la Dirección General de Seguridad, el 14 de abril de 1931, donde llevaba 14 ingratos meses entorpeciendo la labor de los revolucionarios que se movían por España. Fue salir por la puerta Mola e irrumpir en España todos los traficantes de miseria bolcheviquesMijail Kolstov, periodista el asesino de masas, hijo de un zapatero remendón judío ruso de Kiev, llegó en abril de 1931 a España como enviado de Pravda, (“La verdad”, qué cosas), y en realidad como ojo vigilante de Stalin. Como él, muchos agentes rusos más entraron en España, y la subversión marxista empezó a agitar a los obreros en las ciudades y a los campesinos en el campo de manera muy violenta, como tendrían ocasión de comprobar muchos guardias civiles en sus propias carnes poco tiempo después.

     Los agentes provocadores comunistas, organizaban mítines relámpago de tres minutos ante los obreros y los campesinos gritando cosas como ésta: “Que cada iglesia sea una hoguera; cada oficial del ejército un cadáver; cada losa de una acera la sepultura de un hombre decente”. (Pérez Madrigal. vol.III 1951: 17)   

     En la revolución de octubre de 1934 (primer acto de la Guerra Civil), la posición de la Guardia Civil había sido clara, como principal objetivo de los bestiales ataques de los revolucionarios, en especial de los salvajes mineros asturianos, que asesinaron a 111 miembros del Cuerpo, y a muchos de sus familiares.

El Parque móvil de la GC era un semillero de comunistas y socialistas. De aquí provenía el famoso capitán Condés, que gracias a su uniforme de guardia civil consiguió que José Calvo Sotelo saliera de su casa para ir derecho al cementerio. 

     Cuando el 18 de julio de 1936 se produjo la sublevación de parte del ejército español y de la media España poco o nada resignada a morir, la Benemérita quedó dividida entre los dos bandos en guerra; un 59% de sus efectivos (de un total de 32.477 hombres) en la zona del Frente Popular y el resto en la nacional. Eran una tercera parte del ejército, nada menos. Su importancia en el curso de la guerra iba a ser crucial.

    Apenas seis meses antes, nada más conquistado el poder en febrero de 1936el Frente Popular situó en el tablero a sus peones. Uno de los puestos claves era la dirección de la Guardia Civil, y en febrero del 36 fue colocado en ese puesto el general Sebastián Pozas Perea, (1876-México, 1946), militar africanista, masón y alejado de entusiasmos patrióticos. Este militar se dio a una frenética actividad entre febrero y julio de 1936, durante la “primavera trágica”, cambiando altos mandos de la guardia civil con objeto de mantenerla al servicio del Frente Popular.  

General Sebastián Pozas Perea. Inspector general del Cuerpo.

     De este modo, cuando estalló la guerra e inmediatamente se desencadenó la revolución en la retaguardia roja, se dio la cruel paradoja de ver en muchos  lugares a los guardias civiles repartiendo fusiles a la milicianada, entre la que había numerosos presos comunes. En Madrid repartieron 5.000 fusiles y abundante munición, y ayudaron a  asaltar el cuartel de la Montaña además de frustrar las demás iniciativas militares en otros cuarteles para sublevarse en la Villa y Corte. A continuación, el general Miaja los envió al frente de la sierra madrileña, a luchar contra los nacionales, junto a cientos de milicianos que gritaban: “¡Muera España!”, “¡Viva Rusia!”, además de: “¡Muera la Guardia Civil!”, y que combatían bajo la bandera roja bolchevique. A ver quién da más.

Guardias civiles y milicianos luchando en la sierra de Guadarrama contra los nacionales. Julio de 1936.      

     No es extraña pues la frialdad con la que fueron recibidos los primeros “pasados” de la Benemérita en la sierra de Madrid. El 1 de agosto el comandante Valero Pérez Ondategui, que intentó pasarse con medio centenar de hombres de la Comandancia de Ciudad Real por el puerto del León, fue tiroteado por ambos bandos, llegando solamente vivos a las líneas nacionales 11 guardias civiles, él incluido. Hubo un malentendido con la persona del otro lado con quien se trató la fuga, y a la hora de dar “el salto” todo salió mal. Por aquel frente también andaba el teniente coronel Royo Salsamendi, que tuvo problemas por partida doble: mandar a la purria de milicianos indisciplinados sin ningún espíritu militar que le había endosado el general Miaja, y la cantidad de “pasados” que tuvo su columna. Se “pasaron” tantos beneméritos que Royo Salsamendi dio con sus huesos en la checa de guardias civiles, la famosa checa anarquista Espartacus en Chamberí, y tuvo el terrible final que luego contaremos.

Guardias civiles repartiendo armas a los milicianos. En Madrid distribuyeron 5.000 fusiles.

     Gracias al testimonio del pater Caballero podemos ver cómo eran recibidos los beneméritos en los puestos avanzados nacionales en la sierra de Guadarrama. Desde el 27 de julio, el valiente cura castrense jesuita estaba socorriendo espiritualmente a los voluntarios nacionales en el Alto del León, machacados sin descanso por la aviación roja y las oleadas de milicianos que llegaban a millares desde Madrid:

24 de agostoSe pasan y se entregan doce guardias civilesconscientes de las represalias contra sus familias. Los habían concentrado con otros en Ciudad Real, luego en Bellas Artes, y los trajeron aquí a la Sierra como fuerza experimentadaRecibimiento algo seco y desconfiado. Aportan datos de interés. Se comunica enseguida al Puesto de Mando. Uno de ellos, que nota cierta desconfianza por nuestra partepide como favor ocupar inmediatamente el puesto de más peligro. Se le concede. Ocupa una de las peñas más atacadas. Al caer el día dejó de oírse su ametralladora. Lo recogieron desangrado, agotada la munición y con varios muertos delante por sus certeros disparos”.

Columna de guardias civiles llegando a la sierra de Madrid en agosto del 36

     Desde el 1 de agosto de 1936 hasta finales de ese mes fueron tantos los  beneméritos “pasados” al bando nacional en la sierra madrileña, que finalmente encarcelaron a su jefe y a ellos los retiraron del frente. En la sierra norte de Madrid, en Paredes de Buitrago, hubo aún otra  gran evasión de guardias civiles al bando nacional, el 2 de marzo de 1937. Se pasaron 44 guardias civiles al mando del brigada Andrés Martín, quien había solicitado con insistencia ser destinado a primera línea.

      La inquina contra la Benemérita entre la milicianada hizo aconsejable cambiar el nombre del Cuerpo , que desde el 30 de agosto de 1936, por decreto, pasó a llamarse “Guardia Nacional Republicana”. Fue un primer paso hacia su disolución definitiva, el 13 de agosto de 1937.

      En los duros enfrentamientos iniciales de la sierra madrileña los guardias civiles lucharon en ambos lados, pues cuarenta guardias civiles peleaban ya en la sierra, junto al coronel sublevado Ricardo Serrador, militar bravísimo de 60 años, que tomó y se mantuvo firme en el Alto del León durante semanas, sufriendo unas pérdidas humanas enormes por defender la posición contra un ataque frentepopulista brutal, muy superior en número y en material bélico. Al verse tan desbordados, un oficial de su tropa le preguntó si había previsto la retirada, y el coronel le contestó:

¿Retirada? ¡Sí! ¡Ya está previsto!¡La retirada para el cementerio! ¡Váyase a su puesto!”.    

     ¿Y qué ocurría en otros lugares de España? El general Pozas fue uno de los primeros en llamar al coronel Moscardó, el 20 de julio, amenazándole a gritos, con “no dejar piedra sobre piedra del Alcázar” si no le enviaba inmediatamente los 200 guardias civiles y las municiones que le pedía. A él y al general Riquelme les contestó Moscardó que “le daba asco cumplir la orden de que el armamento de los Caballeros Alumnos y Guardia Civil fuese entregado a la chusma para armar a ésta” (Causa General. 2009:412

      En el Alcázar se habían concentrado todos los guardias civiles de los alrededores, 690 en total, con sus familias, obedeciendo órdenes del teniente coronel Pedro Romero Basart, quien estaba al frente de la comandancia de la Guardia Civil en la provincia de Toledo. Es fama que defendieron con gran bravura la plaza y consiguieron gloria eterna que ningún Viñas ni ningún Preston logrará borrar; 55 de ellos murieron luchando, y sólo 6 de ellos desertaron (en total hubo 35 desertores, aquí lo contamos todo), tres de ellos a mediados de septiembre, dieron entrevistas a la revista “Crónica”. Uno de ellos declaró que tenía dos hermanos socialistas y que no quería pelear contra sus amigos y sus hermanos.

Tres jóvenes guardias civiles que desertaron del Alcázar a mediados de septiembre.

     También hubo numerosos guardias civiles luchando junto al general Aranda en el cerco de Oviedo. Sin ellos no se explica la homérica defensa de esa ciudad. Los infelices guardias civiles que no pudieron llegar a Oviedo a tiempo sucumbieron a los feroces ataques de los mineros asturianos, con ganas de revancha.  El tristemente célebre puesto de Sama de Langreo fue de nuevo destrozado por los salvajes mineros. Aquí voy a hacer un inciso de microhistoria, contando la fortuna increíble de un guardia civil salvado de una muerte segura en Sama de Langreo por un oportunísimo “guantazo”. Estando Ildefonso Jiménez Blázquez de servicio de puertas, se le acercó con malos modos una miliciana agitando bajo sus narices una hucha del “socorro rojo”. Nuestro hombre aguantó el acoso, pero al límite de su paciencia terminó por sacudirle “un guantazo” a la miliciana y fue por ello castigado y trasladado a Oviedo, lo que le salvó la vida.

     Me resulta imposible dejar fuera de este breve artículo a los esforzados beneméritos que participaron en la defensa del Cuartel de Simancas y el Santuario de Santa María de la Cabeza, con el capitán Santiago Cortés González a la cabeza en este último lugar, y que no tuvieron tanta fortuna ni tanta fama como los de Oviedo y Toledo.

     En Ávila el teniente coronel Almoguera, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil fue de igual parecer que el coronel Moscardó en Toledo. Leyó y releyó la orden que venía de Madrid, de entregar armas al populacho rojo y contestó, con calma:

     “Señoresesta orden es de una trascendencia gravísima. Nada menos me mandan que entregue a las masas del Frente Popular todas las armas que tengo incautadas¿Para qué? Comprenderán que, para resolverme a cumplir orden tan incomprensible, tan revolucionaria, me sienta también yo un poco revolucionario y me procure todo género de garantías”.

     Afortunadamente los escasos marxistas llegados de Madrid no le pegaron un tiro, y con habilidad logró ganar tiempo, hacerse con el mando  y proclamar el estado de guerra en Ávila, con tan solo 40 números de la guardia civil bajo su mando mantuvo la ciudad castellana a salvo de los frentepopulistas.

Guardias civiles sublevados en Ávila.  19 de julio de 1936

    Respecto a la situación de la guardia civil en zona roja tengo  que decir que nunca nadie tan innoble mereció una fidelidad así y la pagó peor.  Ser fiel al juramento hecho a las autoridades del Frente Popular fue un auténtico suicidio en demasiadas ocasiones, y no evitó la disolución final del cuerpo en 1937, tras un primer cambio de nombre, (Guardia Nacional Republicana) en la España roja.

    López Corral, al que nadie en su sano juicio puede acusar de sesgo derechista, señala que los guardias civiles sufrieron mucho más en la España roja que en la nacional. Los que estaban en puestos aislados y no quisieron entregar las armas a los milicianos perecieron todos defendiendo sus cuarteles. Los que colaboraron con el Frente Popular no fueron bien correspondidos, pues sus nuevos jefes no se fiaban de ellos, y no es extraño ya que eran los mismos robagallinas y pistoleros que los beneméritos habían perseguido durante años antes de que estallara la revolución.

   López Corral calcula la cifra total de bajas en el Cuerpo a causa de la Guerra Civil en 2.714 muertos y 4.117 heridos, pero desconozco si en ese número incluye también a los familiares y a los beneméritos retirados, que fueron también objeto de sañuda persecución y asesinato por parte de los rojos. La cifra de muertos en ese caso aumentaría exponencialmente. A este respecto sabemos que, en Badajoz, en agosto de 1936, murieron asesinados por los rojos 18 guardias civiles en activo y 14 guardias civiles retirados. Los guardias civiles destacados en Asturias que no pudieron llegar a refugiarse en Oviedo sufrieron finales atroces a manos de los mineros asturianos, aún más fieros que en 1934, que ya es decir. Pero es en Andalucía donde murieron la mayoría de ellos, más de 700, defendiendo sus cuarteles de las masas frentepopulistas.

     El terror rojo se cebó en ellos con ganas. El general Casas de la Vega, en su documentado libro: El Terror; Madrid 1936, da una cifra de 160 guardias civiles asesinados en Madrid, en la purga del Cuerpo y en crueles asesinatos de oficiales retirados a los que los delincuentes comunes, que engrosaban las filas de los milicianos, no perdonaban su anterior dedicación de impedirles robar y asesinar. En la Causa General se recoge, por ejemplo, el calvario sufrido por el brigada retirado Jose Azcutia Camuñas, asesinado el 10 de octubre de 1936 en la checa de la Guindalera, c/ Alonso Heredia, 9, donde fue objeto de toda clase de vejaciones por los milicianos antes de su asesinato:

 “Le fue colocado un gorro de papel, y fue obligado a ponerse firmes, como escarnio, desfilando ante él los miembros de la checa que le golpeaban ferozmente hasta el extremo de saltarle un ojo” -relata una mujer testigo de los hechos que compartía checa y padecimientos con el brigada retirado Azcutia. 

     Sabemos que, descartado el frente de la sierra como escapatoria, varios guardias civiles de servicio en Madrid buscaron refugio en embajadas huyendo del Terror Rojo, donde  algunos pasaron toda la guerra y otros más afortunados sólo seis meses, como cuenta el escritor Wenceslao Fernández Flórez de dos oficiales de la guardia civil que compartieron con él medio año de encierro en la embajada de Holanda, y que pudieron huir en la primavera de 1937 en barco desde Valencia, tras lo cual se reincorporaron inmediatamente a la España nacional.

Beneméritos prisioneros en la checa Espartacus, en Madrid.

     La mayor matanza de guardias civiles en Madrid, una “saca” de beneméritos en toda regla, se produjo en la madrugada del 19 al 20 de noviembre de 1936. Las víctimas fueron 51 guardias civiles que fueron asesinados en las tapias del cementerio de la Almudena, y, posteriormente, enterrados en el cementerio de Vicálvaro. Entre ellos iba el teniente coronel Royo Salsamendi. Uno de ellos pudo escapar milagrosamente; Severiano Sanz Zamarro, logrando desatarse y corriendo en la oscuridad como podía. Fue testigo de cómo bastantes de ellos se negaron a bajar del camión una vez llegados al cementerio de la Almudena, y se abrió fuego contra ellos allí mismo, junto al vehículo. Se les había engañado con la clásica mentira del traslado a Valencia o a cualquier otro lugar de la retaguardia roja. ¿Por qué los asesinaron? ¿De quién partió la orden? No se sabe a ciencia cierta. Es notorio que cuando llegaban los aviones nacionales a bombardear Madrid, los guardias civiles presos en la checa Espartacus se dedicaban a “vitorear y aplaudir”, según testimonios de sus carceleros, pero lo mismo hacían casi todos los presos nacionales de Madrid.

     Estos 52 guardias civiles fueron sacados de la checa Espartacus, situada en el convento de las Salesas Reales de Chamartín, en el número 18 de la calle Santa Engracia. Era una checa de la CNT, anarquista. Y servía para  purgar a los guardias civiles de la zona roja de toda España, denunciados por sus propios compañeros como desafectos al régimen del Frente Popular. La checa fue fundada por José Luzón Morales, elemento anarquista del que desconocemos su profesión. Este sujeto indeseable se suicidaría en una comisaría de policía de Toulouse, en 1948, donde había sido detenido al encontrársele en posesión de armas ilegales. Dirigía la checa “Espartacus” junto a Luzón, un guardia civil llamado Ambrosio Pasero Gómez (Toledo,1900-México D.F.,1972), típica criatura del Parque Móvil de la Guardia Civil de Madrid.

     Los 51 cadáveres de los guardias civiles fusilados fueron posteriormente colgados con ganchos de carnicero de las tapias del cercano cementerio de Vicálvaro y expuesto durante dos días, según testimonio de un sereno de esa localidad, apodado “el saluda”, que en los años 60 se lo contó al coronel retirado M.H.A. Fueron asesinados la madrugada del 19 de noviembre de 1936, y fueron enterrados el 22 de noviembre en una fosa común en ese mismo cementerio, próximo del de la Almudena, tras estar expuestos durante más de dos días a la maldad y a la curiosidad malsana de muchos miserables. Hoy, un monumento cerca del cementerio los recuerda. Esperemos que dure muchos años para recordar y honrar a esos honrados guardias civiles masacrados cobardemente por odios infames atizados por elementos incendiarios de las izquierdas.

Cementerio de Vicálvaro. Allí hay una gran fosa común de gente fusilada por los rojos en Madrid, durante el TERROR ROJO. 

 Monolito en el Cementerio de Vicálvaro que recuerda a los guardias civiles fusilados

     Para los guardias civiles que luchaban en el bando del Frente Popularla proximidad de las tropas nacionales era tan letal como para los prisioneros “facciosos”, puesto que muchos fueron asesinados para prevenir que se “pasaran” a los rebeldes y engrosaran sus filas. Así, sucedió en muchas ocasiones donde fueron ignominiosamente asesinados por sus compañeros de trinchera en pago por sus desvelos.

     La Guardia Civil compartió el negro destino de los españoles que cayeron luchando en el frente y en la retaguardia, pero con un innegable añadido de sadismo, de maldad, ¡más si cabe! Debido al uniforme que vestían y que concitaba unos odios muy profundos en las clases populares afines a la izquierda, ya que hasta que llegaron a los mandos de la Benemérita los aires de la logia y de la revolución marxista, la Guardia Civil siempre había tenido a gala defender el orden, la ley y la patria,  sobre todas las cosas.

      En el bando nacional, los guardias civiles corrieron mejor suerte, obviamente, pero los beneméritos que opusieron fuerte resistencia en el frente de batalla al bando nacional y cayeron después en manos de los nacionales no se salvaron del fusilamiento instantáneo. Esto sucedió en Málaga y en Guipúzcoa. En Beasaín, el 27 de julio de 1937, el coronel Beorlegui se enojó tanto a ver que la principal resistencia a su avance procedía de la columna de guardias civiles, que ordenó fusilarlos a todos una vez vencida la columna -nos cuenta López del Corral. (Cayeron 14 guardias civiles en esa ocasión). Tras la guerra, los guardias civiles que había luchado en el bando del Frente Popular sufrieron una purga. Algunos fueron readmitidos al cuerpo, otros apartados de él para siempre y los menos afortunados fueron fusilados.

      Debemos recordar también al famoso general Aranguren Roldán, que dirigía a la Guardia Civil en Cataluña. Este general, a pesar de ser católico practicante, decidió ser perrunamente fiel a Companys y al bando frentepopulista e hizo fracasar el levantamiento nacional en Cataluña y en todo el Levante español. Dos de sus hijos lucharon en el bando nacional y tenían acaloradas discusiones con su padre, quien, impasible, siguió decidido a “defender  el orden constitucional”, aunque tal orden brillara por su ausencia en España desde abril de 1931, y, sobre todo, desde que las derechas ganaran con una mayoría arrolladora las elecciones en diciembre de 1933.

     “En la España del Frente Popular no regían las leyes ni había amparo más que para el crimen”- dejó dicho el escrito gallego Don Wenceslao Fernández Flórez, juicio que corroboran cientos de datos comprobables de la terrible anarquía desatada en España por los partidos y sindicatos de izquierdas a partir de febrero de 1936. De hecho, el valiente dirigente de Renovación Española, Don José Calvo Sotelo, fue asesinado el 13 de julio de 1936 por elevar su voz en esa casa de meretrices en que se había convertido el Congreso de Diputados y hacer la contabilidad exacta de las cifras de la anarquía revolucionaria en España, que el gobierno del Frente Popular escamoteaba a la opinión pública mediante una censura asfixiante en los medios de comunicación

     Aunque el general Aranguren apoyó el golpe del coronel Casado contra los comunistas  en los últimos compases de la guerra, y declaró el Estado de Guerra en Valencia, Franco lo hizo fusilar solo veinte días después del 1 de abril de 1939. Es célebre la frase del Generalísimo Franco de que fusilaran a Aranguren aunque estuviese postrado en una camilla, lo que es lógico, dadas las desastrosas consecuencias que tuvo su cerril actitud para el curso de la guerra y para la vida de miles de inocentes ciudadanos y religiosos, masacrados sin misericordia alguna por los rojos en Cataluña, en Valencia y en muchos otros lugares del Levante español.

General Aranguren Roldán

     Al finalizar la guerra, Franco disolvió el cuerpo de Carabineros, de más de un siglo de antigüedad, por no haberse sumado al levantamiento nacional en su mayoría. También estuvo a punto de disolver la Guardia Civil. Durante muchos meses anduvo sobre su mesa el decreto de disolución de la Benemérita, tan importante había sido su contribución al fracaso del levantamiento nacional en sus inicios. El resto es otra historia que también merece ser contada.

      Acabo este artículo con el sentido y sincero deseo de que todos los actores de esta tragedia hayan encontrado la paz y el reposo que no tuvieron en vida, y dando un gran ¡Viva la Guardia Civil! merecido por todo lo que hicieron y hacen por guardar a España entera.

Fuentes:

Testimonios de M.H.A. coronel retirado de la Benemérita.

Bullón de Mendoza, A. Togores, L. El Alcázar de Toledo; final de una polémica. Editorial Actas, Madrid, 1996.

Padre Caballero. Diario de Campaña de un capellán legionario. Madrid, 1976.

Casas de la Vega, R., El Terror; Madrid 1936. Madrid, 1994

Causa general; la dominación roja en España.2009.

Fernández Flórez, W. En el artículo: “Frente de Teruel”, (1937). Crónicas de la Guerra Civil. Ediciones 98, Madrid 2022

López Corral, M. La Guardia Civil.  Madrid, 2009.

Pérez Madrigal, J. Augurios, estallidos y episodios de la guerra civil; cincuenta días con el Ejército del Norte, Ávila, 1936.

Pérez Madrigal, J. Memorias de un converso. Vol. VIII, Madrid, 1951.

guerraenmadrid.net  La gran evasión de la Guardia Civil por la sierra de Madrid.

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Tomado de la páginas: Reconciliación y Verdad Histórica

La cifra total de bajas en la Guardia Civil a causa de la Guerra Civil en 2.714 muertos y 4.117 heridos,

 


 Respecto a la situación de la guardia civil en zona roja tengo  que decir que nunca nadie tan innoble mereció una fidelidad así y la pagó peor.  Ser fiel al juramento hecho a las autoridades del Frente Popular fue un auténtico suicidio en demasiadas ocasiones, y no evitó la disolución final del cuerpo en 1937, tras un primer cambio de nombre, (Guardia Nacional Republicana) en la España roja.

    López Corral, al que nadie en su sano juicio puede acusar de sesgo derechista, señala que los guardias civiles sufrieron mucho más en la España roja que en la nacional. Los que estaban en puestos aislados y no quisieron entregar las armas a los milicianos perecieron todos defendiendo sus cuarteles. Los que colaboraron con el Frente Popular no fueron bien correspondidos, pues sus nuevos jefes no se fiaban de ellos, y no es extraño ya que eran los mismos robagallinas y pistoleros que los beneméritos habían perseguido durante años antes de que estallara la revolución.

   López Corral calcula la cifra total de bajas en el Cuerpo a causa de la Guerra Civil en 2.714 muertos y 4.117 heridos, pero desconozco si en ese número incluye también a los familiares y a los beneméritos retirados, que fueron también objeto de sañuda persecución y asesinato por parte de los rojos. La cifra de muertos en ese caso aumentaría exponencialmente. A este respecto sabemos que, en Badajoz, en agosto de 1936, murieron asesinados por los rojos 18 guardias civiles en activo y 14 guardias civiles retirados. Los guardias civiles destacados en Asturias que no pudieron llegar a refugiarse en Oviedo sufrieron finales atroces a manos de los mineros asturianos, aún más fieros que en 1934, que ya es decir. Pero es en Andalucía donde murieron la mayoría de ellos, más de 700, defendiendo sus cuarteles de las masas frentepopulistas.

     El terror rojo se cebó en ellos con ganas. El general Casas de la Vega, en su documentado libro: El Terror; Madrid 1936, da una cifra de 160 guardias civiles asesinados en Madrid, en la purga del Cuerpo y en crueles asesinatos de oficiales retirados a los que los delincuentes comunes, que engrosaban las filas de los milicianos, no perdonaban su anterior dedicación de impedirles robar y asesinar. En la Causa General se recoge, por ejemplo, el calvario sufrido por el brigada retirado Jose Azcutia Camuñas, asesinado el 10 de octubre de 1936 en la checa de la Guindalera, c/ Alonso Heredia, 9, donde fue objeto de toda clase de vejaciones por los milicianos antes de su asesinato:

 “Le fue colocado un gorro de papel, y fue obligado a ponerse firmes, como escarnio, desfilando ante él los miembros de la checa que le golpeaban ferozmente hasta el extremo de saltarle un ojo” -relata una mujer testigo de los hechos que compartía checa y padecimientos con el brigada retirado Azcutia. 

     Sabemos que, descartado el frente de la sierra como escapatoria, varios guardias civiles de servicio en Madrid buscaron refugio en embajadas huyendo del Terror Rojo, donde  algunos pasaron toda la guerra y otros más afortunados sólo seis meses, como cuenta el escritor Wenceslao Fernández Flórez de dos oficiales de la guardia civil que compartieron con él medio año de encierro en la embajada de Holanda, y que pudieron huir en la primavera de 1937 en barco desde Valencia, tras lo cual se reincorporaron inmediatamente a la España nacional.

Los 51 guardias civiles que fueron asesinados en el 36 en las tapias del cementerio de la Almudena


Beneméritos prisioneros en la "checa Espartacus", en Madrid.

     La mayor matanza de guardias civiles en Madrid, una “saca” de beneméritos en toda regla, se produjo en la madrugada del 19 al 20 de noviembre de 1936. Las víctimas fueron 51 guardias civiles que fueron asesinados en las tapias del cementerio de la Almudena, y, posteriormente, enterrados en el cementerio de Vicálvaro. Entre ellos iba el teniente coronel Royo Salsamendi. Uno de ellos pudo escapar milagrosamente; Severiano Sanz Zamarro, logrando desatarse y corriendo en la oscuridad como podía. Fue testigo de cómo bastantes de ellos se negaron a bajar del camión una vez llegados al cementerio de la Almudena, y se abrió fuego contra ellos allí mismo, junto al vehículo. Se les había engañado con la clásica mentira del traslado a Valencia o a cualquier otro lugar de la retaguardia roja. ¿Por qué los asesinaron? ¿De quién partió la orden? No se sabe a ciencia cierta. Es notorio que cuando llegaban los aviones nacionales a bombardear Madrid, los guardias civiles presos en la checa Espartacus se dedicaban a “vitorear y aplaudir”, según testimonios de sus carceleros, pero lo mismo hacían casi todos los presos nacionales de Madrid.

     Estos 52 guardias civiles fueron sacados de la checa Espartacus, situada en el convento de las Salesas Reales de Chamartín, en el número 18 de la calle Santa Engracia. Era una checa de la CNT, anarquista. Y servía para  purgar a los guardias civiles de la zona roja de toda España, denunciados por sus propios compañeros como desafectos al régimen del Frente Popular. La checa fue fundada por José Luzón Morales, elemento anarquista del que desconocemos su profesión. Este sujeto indeseable se suicidaría en una comisaría de policía de Toulouse, en 1948, donde había sido detenido al encontrársele en posesión de armas ilegales. Dirigía la checa “Espartacus” junto a Luzón, un guardia civil llamado Ambrosio Pasero Gómez (Toledo,1900-México D.F.,1972), típica criatura del Parque Móvil de la Guardia Civil de Madrid.

     Los 51 cadáveres de los guardias civiles fusilados fueron posteriormente colgados con ganchos de carnicero de las tapias del cercano cementerio de Vicálvaro y expuesto durante dos días, según testimonio de un sereno de esa localidad, apodado “el saluda”, que en los años 60 se lo contó al coronel retirado M.H.A. Fueron asesinados la madrugada del 19 de noviembre de 1936, y fueron enterrados el 22 de noviembre en una fosa común en ese mismo cementerio, próximo del de la Almudena, tras estar expuestos durante más de dos días a la maldad y a la curiosidad malsana de muchos miserables. Hoy, un monumento cerca del cementerio los recuerda. Esperemos que dure muchos años para recordar y honrar a esos honrados guardias civiles masacrados cobardemente por odios infames atizados por elementos incendiarios de las izquierdas.

Cementerio de Vicálvaro. Allí hay una gran fosa común de gente fusilada por los rojos en Madrid, durante el TERROR ROJO. 

 Monolito en el Cementerio de Vicálvaro que recuerda a los guardias civiles fusilados

     Para los guardias civiles que luchaban en el bando del Frente Popularla proximidad de las tropas nacionales era tan letal como para los prisioneros “facciosos”, puesto que muchos fueron asesinados para prevenir que se “pasaran” a los rebeldes y engrosaran sus filas. Así, sucedió en muchas ocasiones donde fueron ignominiosamente asesinados por sus compañeros de trinchera en pago por sus desvelos.

     La Guardia Civil compartió el negro destino de los españoles que cayeron luchando en el frente y en la retaguardia, pero con un innegable añadido de sadismo, de maldad, ¡más si cabe! Debido al uniforme que vestían y que concitaba unos odios muy profundos en las clases populares afines a la izquierda, ya que hasta que llegaron a los mandos de la Benemérita los aires de la logia y de la revolución marxista, la Guardia Civil siempre había tenido a gala defender el orden, la ley y la patria,  sobre todas las cosas.

      En el bando nacional, los guardias civiles corrieron mejor suerte, obviamente, pero los beneméritos que opusieron fuerte resistencia en el frente de batalla al bando nacional y cayeron después en manos de los nacionales no se salvaron del fusilamiento instantáneo. Esto sucedió en Málaga y en Guipúzcoa. En Beasaín, el 27 de julio de 1937, el coronel Beorlegui se enojó tanto a ver que la principal resistencia a su avance procedía de la columna de guardias civiles, que ordenó fusilarlos a todos una vez vencida la columna -nos cuenta López del Corral. (Cayeron 14 guardias civiles en esa ocasión). Tras la guerra, los guardias civiles que había luchado en el bando del Frente Popular sufrieron una purga. Algunos fueron readmitidos al cuerpo, otros apartados de él para siempre y los menos afortunados fueron fusilados.

      Debemos recordar también al famoso general Aranguren Roldán, que dirigía a la Guardia Civil en Cataluña. Este general, a pesar de ser católico practicante, decidió ser perrunamente fiel a Companys y al bando frentepopulista e hizo fracasar el levantamiento nacional en Cataluña y en todo el Levante español. Dos de sus hijos lucharon en el bando nacional y tenían acaloradas discusiones con su padre, quien, impasible, siguió decidido a “defender  el orden constitucional”, aunque tal orden brillara por su ausencia en España desde abril de 1931, y, sobre todo, desde que las derechas ganaran con una mayoría arrolladora las elecciones en diciembre de 1933.

     “En la España del Frente Popular no regían las leyes ni había amparo más que para el crimen”- dejó dicho el escrito gallego Don Wenceslao Fernández Flórez, juicio que corroboran cientos de datos comprobables de la terrible anarquía desatada en España por los partidos y sindicatos de izquierdas a partir de febrero de 1936. De hecho, el valiente dirigente de Renovación Española, Don José Calvo Sotelo, fue asesinado el 13 de julio de 1936 por elevar su voz en esa casa de meretrices en que se había convertido el Congreso de Diputados y hacer la contabilidad exacta de las cifras de la anarquía revolucionaria en España, que el gobierno del Frente Popular escamoteaba a la opinión pública mediante una censura asfixiante en los medios de comunicación

     Aunque el general Aranguren apoyó el golpe del coronel Casado contra los comunistas  en los últimos compases de la guerra, y declaró el Estado de Guerra en Valencia, Franco lo hizo fusilar solo veinte días después del 1 de abril de 1939. Es célebre la frase del Generalísimo Franco de que fusilaran a Aranguren aunque estuviese postrado en una camilla, lo que es lógico, dadas las desastrosas consecuencias que tuvo su cerril actitud para el curso de la guerra y para la vida de miles de inocentes ciudadanos y religiosos, masacrados sin misericordia alguna por los rojos en Cataluña, en Valencia y en muchos otros lugares del Levante español.

jueves, 2 de mayo de 2024

sábado, 27 de abril de 2024

ACOSO Y DERRIBO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

 

ACOSO Y DERRIBO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO

 Pedro Sánchez cancela su agenda para reflexionar sobre su futuro en el gobierno. En una especie de ejercicios espirituales.

Ahora resulta que el acoso y derribo a Pedro Sánchez   es culpa de la oposición. Porque él  nunca es responsable de nada. Nos dirá que su mujer Begoña Gómez  ha sido denunciada por venganza por a amnistía. Ella es inocente nunca se ha metido, supuestamente  en negocios de Aireuropa, ni ha ejercido tráfico de influencias. Hay que tener cara. Debes aplicarte la misma medicina que aplicaste a Rajoy: corrupción. Los de tu partido te apoyan evidentemente porque de lo contrario pierden sus empleos y sus miles de euros anuales. Elecciones ya. Limpieza y transparencia. La culpa no es de la oposición ni de Ayuso, sino de su mujer, una empresaria en el poder. 

La culpa es de tu mujer, empresaria a la sombra, supuesta testaferro.

El lunes pude decir: "-Yo a esa señora no la conozco de nada" 

El presidente debe comparecer voluntariamente en el Congreso y someterse a una moción de censura, o debe dimitir. Los silencios ni las declaraciones por plasma en tv no son buenas para su inocencia, credibilidad y claridad.

«Seguiré trabajando, pero cancelaré mi agenda pública para reflexionar y decidir qué camino tomar», anunció. La respuesta solo la tiene el presidente del Gobierno en estos momentos. Ni su entorno más cercano sabe que ocurrirá el lunes. Nadie, ni siquiera los ministros más cercanos a él, conocían sus intenciones de publicar una carta anunciando su decisión. Una carta que, además, escribió Sánchez de su puño y letra, según ha podido saber LA RAZÓN. Tras publicar Sánchez su decisión, el presidente reunió de urgencia a su gabinete de Gobierno, a sus ministros más próximos y al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Sánchez recibió ayer el apoyo de todos sus ministros, que en redes sociales salieron a su defensa y a enviarle «fuerzas». Habló más tarde con la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz, a quien unas nuevas elecciones generales no convendrían ante la debilidad extrema de su partido. Así, los mensajes enviados por dirigentes de Sumar apuntan a la urgencia de que no convoque elecciones, que opte por una cuestión de confianza o por proponer a otro candidato a una investidura.

El presidente da este paso después de comprobar una «campaña de acoso y derribo» contra su familia. Una «operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire» con el objetivo de hacerle «desfallecer» en lo político y en lo personal, en sus palabras. «Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor», confiesa Sánchez. «Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también», lamentó.

El presidente del Gobierno denuncia una estrategia de «acoso y derribo» que lleva «meses perpetrándose» y culpa a PP y Vox de ella. «No me sorprende la sobreactuación del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal», explica. Les acusa de ser «colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización de Manos Libres», critica.

Sánchez deduce que el señalamiento contra Begoña Gómez no es por «hacer algo ilegal», sino por ser su esposa. «Soy plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mí persona sino a lo que represento: una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática». Asegura, además, que su mujer colaborará con la Justicia y defenderá su honorabilidad.

La decisión del presidente de paralizar su agenda pública hasta el lunes pone en jaque también la celebración del Comité Federal del PSOE de este sábado para aprobar la lista a las elecciones europeas. De momento, no hay confirmación sobre este extremo, pero sí ha decidido cancelar su presencia en dos mítines de campaña en Cataluña. La apertura de campaña. Uno este mismo jueves junto a Salvador Illa en Sabadell y otro el domingo en Santa Coloma de Gramenet. Estos actos seguirán adelante. Ambos serán la primera demostración de apoyo al presidente del Gobierno. El clamor llegará por parte del PSC, de su militancia, que saldrá a defender al presidente del Gobierno.

 Pero la victimización de tu persona puede ser una estrategia de cara a las elecciones catalanas. Porque de Pedro el mentiroso no te puedes fiar. No siente ni padece.

 

Con las manos en los bolsillos en el Premio Cervantes

Eres como un crío mal educado, con las manos en los bolsillos, para no darle la mano al Rey, que es el Jefe del Estado. Como jefe del gobierno no puedes ir por libre diciendo: soy republicano. Ya lo sabemos, se nota un montón, pero los socialistas no se merecen estos desplantes.

Pero la victimización de tu persona puede ser una estrategia de cara a las elecciones catalanas. Porque de Pedro el mentiroso no te puedes fiar. No siente ni padece.

A nadie que gusta las malas noticias. Hay muchos lobos porque hay demasiados conejos.

 La Fiscalia tiene la obligación de investigar los supuestos delitos de Begoña Gomez, sea la mujer del presidente, de Barcenas o del carnicero del barrio. La justicia es igual para todos según la Constitucion. No puede ser que Begoña, de ser posible corrupta, se vaya de rositas, por mucha mujer del presidente que sea. España no se puede comportar como una Republica bananera. Ya sabemos que el presidente Pedro Sanchez manda en la Fiscalia, en el Congreso con la Ley de Amnistía, y sus desplantes al Jefe del Estado. Es lógico que Pedro se cabree, pero no puede ser inmune como si fuera un dictador. Su gestión es nefasta y debe asumir su responsabilidad. Elecciones ya ante de que España pierda su poco crédito internacional que le queda.

Esta movilizando a la izquierda socialcomunista y el lunes 29 dirá que se queda por los apoyos obtenido de los suyos y ni uno más.

A nadie le gusta esta situación, pero España no soporta más tiranías abusos de poder, corrupción y parches democráticos, Pedro vete va de una vez con Zapatero, eres nefasto, le darás un referéndum a Puigdemon. No se puede gobernar mezquinamente.

La oposición tiene la obligación de fiscalizar al poder y defender a 8 millones de españoles.

La izquierda es nefasta y siempre acaba marchándose por la venta. No se puede vivir con miedo, acobardado como gallinas. La gente tiene que manifestarse.

No nos merecemos tantas mentiras, y parches. Elecciones ya.

No hace caso a las manifestaciones de agricultores, a la contraamnistia, a la sanidad, al empleo, estamos en números rojos, cualquier dua nos invade Marruecos, nuestro enemigo potencial.

Cuando hablo contra el gobierno, me censuran en los medios.

De siempre se va ha visto el poder sectarista de movilización de la izquierda, como ahora en nuestras calles. Toda la derecha, es para usted a la que llaman ultraderecha -despectivamente-, es mala y autoritaria e intolerante. La mujer de un presidente no tiene ninguna función en nuestra constitucion. En España la Primera Dama en la reina Letizia que no se le olvide a Begoña, cuando se rompen las reglas,se rompe la convivencia que usted está polarizando con los indultos del "procés" y la amnistía a Puigdemont, y a mines de independentista, la paz social se le ha ido de las manos..

La vida política española está centrada en la figura narcisista del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su manera de gestionar el poder y la atención mediática. Ante esta actitud te crecen los enemigos, esto es ya irreversible. La forzada ley de Amnistía a Puigdemont te la ha jugado.

 Parece que hay una sensación generalizada de que Sánchez busca constantemente ser el centro de atención y generar drama en torno a su figura, es decir victimizarse. Es el drama del destruido, que como no puede convencer, ni dar órdenes al CGPJ para auxiliar a su mujer Begoña Gómez, en una posible lío judicial en que se ha metido, ahora una la pataleta del nene que lo tiene todo perdido. Lo que ea un asunto domestico español se ha ampliado al plano internacional, y los enemigos de España saben ahora más que antes. Y se convierte en objeto de memes, burlas y en brazos de radio como Jiménez Losantos.

El recurso de la lastima no es la solución, la solución pasa por convocar  elecciones generales, señor presidente.

No quiera usted convertirse en inviolable, intocable, impune, mientras en España se suben los impuestos, se cierran empresas, la alimentaciñn por la nubes, la vivienda en inalcanzable y por nada va a al cárcel como Rato, Conde o Urdangarin... ¿Dónde está la democracia? En los demás

En primer lugar, la referencia inicial a "¿Qué le pasa hoy al nene?", comparándolo con un niño que busca llamar la atención. Esta percepción se refuerza con la afirmación de que "es lo mismo que el pasa de Pedro Sánchez que quiere ser centro de atención", implicando que Sánchez busca constantemente estar en el foco de atención, incluso a expensas de generar conflictos o drama.

La referencia al revuelo causado por la "carta a la ciudadanía" de Sánchez, donde cuestiona su continuidad como presidente del Gobierno y denuncia una "campaña de acoso" contra él y su esposa (para que le perdonen los jueces como en repúblicas bananeras) , refleja cómo su estilo de liderazgo y comunicación está generando controversia y polarización en la sociedad española. Además, el hecho de que sus socios y la oposición estén reaccionando activamente ante sus declaraciones sugiere un clima político tenso e inestable.

La crítica contundente de The Economist, que describe a Sánchez como el "rey del drama", añade una capa adicional de análisis. Esto sugiere que su manera de manejar la política y la comunicación está siendo percibida negativamente tanto a nivel nacional como internacional, lo que podría tener implicaciones en su liderazgo y en la estabilidad del Gobierno español. Debería dedicarse a ser galán de cine en Hollywood y ganaría mas dinero.

En resumen, el tema desarrolla la percepción de que Pedro Sánchez está adoptando un enfoque dramático y centrado en sí mismo en su ejercicio del poder, lo que está generando controversia y críticas tanto en España como en el ámbito internacional.

Quiero ser presidente de todos los españoles a que me queráis.

Ardid y tramas

Algo está tramando al estilo socialista histórico, como  la revolución de octubre del 34, con levantamiento de los mineros de Asturias, Casas Vieja etc. Es decir, al estilo de Lenin o Stalin

Nunca jamás ya a dimitir como lo hizo Adolfo Suárez con todo elegancia.

Hoy hay que leer el articulo de  Francisco Marhuenda en La Razón. Nuestro caudillo populista desconoce lo que significó en Japón el sistema de poder del shogunado Tokugawa hasta la Revolución Meijí, pero no hay duda de que cuando lo descubra encontrará su auténtica vocación política. Lo que resulta asombroso es la reacción de los serviles periodistas sanchistas, cómo siento que exista este tipo de defensores de la mordaza y el pensamiento único, promoviendo manifiestos a mayor gloria del inquilino de La Moncloa. La izquierda política y mediática está en alerta antifascista para impedir el golpe de la ultraderecha que cuenta con el apoyo de los jueces y los medios de comunicación. Almodóvar, que es más sanchista que Begoña, dejó claro que no nos merecemos a Sánchez como nos no merecíamos en la alcaldía de Madrid a Manuela Carmena.

El lunes 29  puede salir Pedro Sánchez, diciendo -"Yo a esa señora no la conozco de nada". -porque el Embustero, es capaz y capataz. Y Bolaños saldrá llorando como Arias Navarro cuando se murió Franco.. Ahora resulta que investigar a la mujer del presidente se convierte en persecución cuando ha hecho lo que le ha parecido en la Moncloa a la sombra de su marido.

Pedro Sánchez ha tomado una decisión sorprendente al cancelar su agenda para reflexionar sobre su futuro en el gobierno. Sin embargo, lo que resulta aún más sorprendente es cómo intenta desviar la culpa de sus problemas hacia la oposición. Parece que nunca se considera responsable de nada. Se espera que explique que la denuncia contra su esposa, Begoña Gómez, es simplemente un acto de venganza debido a la amnistía. Sin embargo, es importante recordar que la inocencia de ella no ha sido probada en casos relacionados con supuestos negocios en Aireuropa o tráfico de influencias. Es difícil de creer y muestra una gran falta de autocrítica por parte de Sánchez.

Además, es crucial aplicar el mismo estándar de transparencia y rendición de cuentas que se esperaba del anterior gobierno de Rajoy en casos de corrupción. Es evidente que muchos miembros de su partido lo apoyan por temor a perder sus empleos y sus beneficios económicos. Pero lo que realmente necesitamos son elecciones que traigan limpieza y transparencia al gobierno. Culpar a la oposición, a Ayuso o a cualquier otro, no resuelve el problema central: la presunta implicación de su esposa en asuntos empresariales mientras él ocupa el poder.

La actitud de Sánchez, como si estuviera jugando a ser un niño malcriado con las manos en los bolsillos, es inaceptable. No mostrar el respeto debido al Rey, que es el Jefe del Estado, solo muestra una falta de educación y respeto hacia las instituciones. Como líder del gobierno, no puede permitirse el lujo de ir por libre, expresando sus preferencias republicanas de manera tan descarada. Esto no solo afecta su propia imagen, sino también la de su partido y sus seguidores, quienes no merecen ser representados de esta manera.

Parece que la victimización de Sánchez puede ser parte de una estrategia política, especialmente de cara a las elecciones catalanas. Sin embargo, no se puede confiar en alguien como él, conocido por su falta de sinceridad y empatía. Es hora de que asuma la responsabilidad de sus acciones y deje de buscar excusas en lugar de soluciones.

 Ya sabíamos de antemano que al oposición (PPP y Vo), haría todo lo posible para paraliza la Ley de Amnistía en un guerra democrática, o buscar todos los trapos sucios habidos y por haber. La crisis de Pedro Sánchez y el socialismo cutre ya llegado con el caso Koldo-Ábalos, Tito Berni, Illa, Armengol... mascarillas... Se le está haciendo una operación de cataratas para que vea mejor.

Ramón Palmeral

Administrador de Nuevo Impulso.net, revista digital independiente.

Abril de 2024

Cuando Carmen Sevilla y Gila estuvieron en Ifni (excolonia española) en 1957

 

Fotos: 





 

En 1957, la artista española replicó lo que Marilyn Monroe hizo en Corea y se plantó en Sidi Ifni para animar a la tropa junto a Gila. Es la única anécdota entrañable de una guerra sanguinaria y olvidada.

En 1957, Carmen Sevilla (1931-2023) hizo de Marilyn Monroe (1926-1962) y se plantó en un teatro de guerra para subir el ánimo de los soldados. El lugar, aunque pocos lo recuerdan ya, es la colonia española de Ifni, escenario de lo que algunos califican como “la última guerra que libró España”, y la perdió.

Carmen Sevilla rodeada de soldados destacados en Sidi Ifni en 1957. (Foto: EFE/Jaime Pato/aa)
Carmen Sevilla rodeada de soldados destacados en Sidi Ifni en 1957. (Foto: EFE/Jaime Pato/aa)

Hacía un año que Marruecos había conseguido su independencia, y ahora lo natural era deshacerse de los territorios coloniales que aún le quedaban a España en el Magreb. Además del Sáhara y Cabo Juby, Ifni era uno de ellos. Madrid apoyaba la descolonización de estas regiones, pero no regalarlas, ahí estuvo el problema. El desencuentro surgió por las aspiraciones territoriales de Marruecos.

Al mismo tiempo, se daba la circunstancia de que el sultanato se estaba presentando como aliado de Estados Unidos en la Guerra Fría, dejando a Franco en una situación comprometida. Mohamed V se aprovechó de esto, y en noviembre de 1957 dejó que el Ejército de Liberación (el brazo armado del independentismo marroquí) cruzara las fronteras del enclave de Ifni.

En el terreno militar, las cosas empezaron mal para España. Mediante una guerra de guerrillas, el Frente de Liberación logró cortar las líneas de suministro y hacer retroceder al Ejército. La mayor parte del contingente se atrincheró en Sidi Ifni, la capital, mientras que algunas unidades menores quedaron aisladas. El 23 de noviembre, el teniente Antonio Ortiz de Zárate trató de socorrer a los que resistían en Esbuia, pero murió cuando su convoy fue emboscado.

Así estaban las cosas cuando a Carmen Sevilla le llegó la propuesta. El Ministerio del Ejército quería que fuera a Sidi Ifni para actuar ante la tropa y darle ánimos. Llegó poco antes de las Navidades, a tiempo para celebrar la Nochebuena con los militares. La acompañaban Miguel Gila, que iba a contar algunos chistes, y otros artistas, aunque ella era la estrella, la más internacional, a la que más esperaban…

Fue como lo de Marilyn en Corea, pero, en lugar de Diamonds Are a Girl’s Best Friend, allí hubo fandangos, coplas, boleros y muchos “olés”. Como atestigua el reportaje del NO-DO, también algún paisano suyo que se atrevió a subir a bailar. Años después, la “novia de España” recordaba con cariño los llantos de algunos infantes, y cómo uno se le acercó y, en lugar de pedirle un autógrafo, le entregó una fotografía dedicada.

El momento más emocionante se produjo al filo de la medianoche, cuando pronunció unas palabras que se retransmitieron a todos los buques de la Armada: “Os traigo un abrazo a todos vosotros, de vuestras madres, de vuestras novias, de vuestros hermanos y hermanas, y os regalo en esta Nochebuena lo único que os puedo mandar, un abrazo desde un cuartel de Sidi Ifni”.

Carmen Sevilla y Gila visitando a las tropas en la guerra del Ifni-Sahara.
Carmen Sevilla y Gila visitando a las tropas en la guerra del Ifni-Sahara.

Al aterrizar de nuevo en Madrid, dijo sentirse emocionada por haber estado con unos soldados que se “jugaban su vida por el honor de España”. En concreto, de ellos hubo unos doscientos; de algunos se pudieron recuperar los cuerpos, y a otros se los tragó el desierto.

España acabó ganando esa guerra, pero, para no hacer enfadar ni a norteamericanos ni a marroquíes, que al fin y al cabo eran los nuevos aliados, no se le dio demasiada publicidad. Al cabo de once años, además, tanto Ifni como Cabo Juby ya eran marroquíes. En cuanto al Sáhara, quedó en una situación ambigua.

Por lo que respecta a Carmen Sevilla, con ese viaje se ganó los afectos del Ejército. La hicieron madrina de honor de la Segunda Bandera Paracaidista, y la invitaron a muchos actos castrenses. En 1997, despidió a uno de los contingentes que partía hacia Bosnia. 

 

 QR del portal "El Rincón de SIDI IFNI"




domingo, 14 de abril de 2024

"El duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil" , por Ramón Fernández Palmeral

 

 


El duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil

 

“Un noble al frente de la Guardia Civil”


 

Ramón Fernández Palmeral/en los 180 años de la fundación de la Guardia Civil

 

 

Introducción

Siguiendo mi artículo sobre los “180 años de la fundación de la Guardia Civil” en la revista Meer, publicado el 20 de marzo actual, considero oportuno ofrecer una breve reseña biográfica del II duque de Ahumada y V marqués de las Amarillas, un noble encargado de organizar el nacimiento de la Guardia Civil en abril de 1844, con objeto de complementar este ciclo conmemorativo de sus 180 años.

Como nuestro país, después de salir de una guerra civil carlista de siete años, carecía de total seguridad en las vías de comunicación asaltadas por bandidos, e incertidumbre en la vida rural y los campos, se impuso la necesidad preponderante de crear un Cuerpo armado de seguridad pública, no dependiente del ejercito sino de la autoridad gubernativa. Se eligió el nombre de guardias, ante el descrédito de nombres anteriores como celadores, gendarmes, milicias, miñones, mozos etc. Se eligió uno completamente nuevo como  de Guardia Civil se ha asigna a la reina Isabel II que no comprendía muy bien: “¿cómo una guardias armadas podían estar al servicio y bajo la obediencia de los poderes civiles?, pues de ser así ella, las llamaréis Guardias Civiles”.

jueves, 21 de marzo de 2024

"180 años de la fundación de la Guardia Civil", en la revista Meer/Internaciona, por Ramón Fernández Palmeral

 

 

180 años de la fundación de la Guardia Civil

«Todo por la Patria»

20 marzo 2024,

Al general Francisco Aguado Sánchez, en el recuerdo de su amistad, y a mi padre guardia civil de segunda clase.

Muchos son los historiadores y escritores que han investigado y escrito sobre la fundación de la Guardia Civil; el más destacado de todos ellos fue el general Aguado Sánchez, al que conocí personalmente en Aguadulce (Almería) en los años ochenta.

Exposición

Se sabe que un 20% de la población española tiene vínculos, directos o indirectos con el Cuerpo de la Guardia Civil desde su fundación, hace ahora 180 años, por dos Reales Decretos de 1844. Es decir, que el próximo 28 de marzo hemos de recordar este aniversario de la fundación de la Guardia Civil a mediados del siglo XIX durante el reinado y minoría de edad de la reina Isabel II de trece años; pero con la regencia de su madre María Cristina de Bordón-Dos Sicilias. La reina cumpliría los catorce años el 10 de octubre de este mismo año. El día de su cumpleaños un escuadrón de caballería e infantería de la Guardia Civil, recién fundada, realizó el primer servicio de escolta desde el Palacio Real al Congreso de los Diputados.

Una de las disquisiciones recurrentes alrededor de la Benemérita1 es la relativa a su fecha exacta de su fundación que unos investigadores atribuyen al Real Decreto de 28 de marzo de 1844 y otros al de 13 de mayo del mismo año...

Seguir leyendo en la revista Meer/Internacional:

 https://www.meer.com/es/79507-180-anos-de-la-fundacion-de-la-guardia-civil?fbclid=IwAR3UDk3SeoyLP2-e7TEIF6HLm_xotiK1LIxvIujrjQ8lvTib8rPotfDLIOI

 

                                                               Código QR para móviles

 

 

                                                               Isabel II reina de España

 

                  El autor del artículo con su cuadro "Guardia Civil a caballo de la época fundacional)
                                                                  Duque de Ahumada
                                                 General Narváez presidente del gobierno

                                          Primera fotografía que existe de un Guardia Civil