viernes, 6 de noviembre de 2015

El Tajo del Almendrón en la Sierra de Almijara (Málaga)


El Tajo del Almendrón

Un sendero tranquilo y asequible para aventureros que se estén iniciando en este deporteMiradores naturales al alcance de la mano
Coordina A. M. | Actualizado 07.08.2009 - 01:00

La ruta del Tajo del Almendrón es una de las menos conocidas de la Sierra Almijara y, por ende, de la provincia. Se trata de un grandioso recorrido que nos llevará al mirador natural la Puerta, una meseta situada a más de 1.200 metros de altura, de poco más de 50 metros de ancho y con impresionantes caídas a ambos lados. Un poco más al norte descubriremos el Tajo del Almendrón, que parece estar cortado a pico sobre el valle del Chíllar.

Iniciamos el camino en la curva de la Fuente del Esparto, una vez que hemos aparcado el coche que nos ha traído desde las Cuevas de Nerja, pasando por el área recreativa de El Pinarillo, un buen lugar para aprovisionarnos de agua, si bien la propia Fuente puede servirnos a las mil maravillas. Cogemos, hacia la izquierda, el carril que debería llevarnos a la Cuesta de los Galgos, pero rápidamente nos desviamos a la derecha por otro carril más empinado, el de la Camatocha.

Este camino, de continua subida, nos llevará a una especie de plazoleta donde acaba y comienza la senda que tira hacia el noroeste. Tras recorrer un pequeño trecho entre arbustos, llegamos a un pequeño collado que nos ofrece, a través de unos pocos pinos, las primeras vistas interesantes de la costa hasta la Sierra de Mijas, el valle del Chíllar o la Sierra de Enmedio.

Continuamos la marcha, que ahora se va haciendo más dura, ya que la pendiente es más pronunciada. Atravesamos la sombra de los escasos pinos que han sobrevivido a los incendios y continuamos la subida hasta llegar a otro collado. En este caso, el escenario a observar es el Barranco de Cazadores, con el Navachica (la segunda cumbre más alta de la provincia, tras el Torrecilla) al fondo y el Alto del Cielo al Este, a nuestra derecha si nos colocamos mirando al Norte.

Estamos situados justo sobre el sobrecogedor paredón del Barranco Soledad: en época de lanzaderas espaciales, una lanzadera de aves rapaces. Tras disfrutar del espectáculo, nos desviamos hacia la izquierda y tomamos una senda que avanza en la única dirección posible: hacia arriba y al norte. En poco tiempo alcanzamos La Puerta, desde donde se ve perfectamente el Cerro Cisne, el Lucero, Piedra Sellada y el Tajo del Almendrón, éste último dominando el paisaje de modo sereno e inmutable.

Antes de llegar al Almendrillo (un picacho que precede al Almendrón), hay un pequeño mirador natural al valle del Chíllar que no debemos dejar pasar. Seguimos la senda, pasamos bajo el Almendrón, siempre hacia el norte y llegamos a una encrucijada en la que tomaremos la derecha y, en un par de cientos de metros, nos asomaremos a otro magnífico mirador, esta vez sobre el cortijo del Imán, y bajo la vigilancia de otra elevación impresionante: el Nido del Buitre.

Desandamos el camino hasta el cruce (es el momento de subir por el lomo hasta el Almendrón para los más valientes) y esta vez cogemos hacia abajo, la senda que nos conducirá entre pinos y matorrales de tomillo hasta el Barranco de Cazadores. Allí el camino es fácil de seguir, salvo por los impedimentos de la gran cantidad de cantos rodados que se empeñan en estorbar nuestro andar. Flanqueados por las verticales paredes del Cazadores, iremos descendiendo paulatinamente hasta llegar de regreso a la curva de la Fuente del Esparto.

A lo largo de este recorrido nos encontramos con miradores naturales. Zonas en las que podemos pararnos a contemplar la naturaleza y los paisajes que figuran a nuestro alrededor. Estas zonas son, además, propias para reponer fuerzas comiendo.