No creo que el verano sea el mejor tiempo para leer, sino que es tiempo de pklayas, chiringuitos, sientas, aprtidas al dominó, salidad nocturnas y copas. Esto creo qu es el ideal, sin embargo para aquellos enfermos de la lectura, y enfermos de verdad, no les aconsejaría novelas de 1.000 páginas, a las que tan aficionados son algunos editories, para pasar a los 35 ó 45 euros. Sin hay que leer leería relatos cortos, o quizás alguna novela corta ambientada en un lugar de la costa de España, en concreot me iría a Alemía a las plays del Cabo de gata, conde trancurre mi novela "AL ESTE DEL CABO DE GATA", son las vivencias de un hispano-ingles que se arruida siendo agente de bolsa en Londrés, y decide abandoanrlo todo para huir al sur, hacia el sol. Huir de sí mismo. A pensar se ellos se complicará la vida aún más, al enamorar de uan bella indigena (estilo de Penelope Cruz), separada y con un hijo pequeño. Será un tiempo alijos, peleas y una familia tradicional de la Isleta del Moro que no entiende de modernidades, sino de honor.
Nuestro porganoniosta se verá envuelto en líos de familia, drogas, y peleas ribales y acabará en la cárcel desde donde nos cuenta en priemra persona su historia.
Nota.- Novela que busca editor, proe ello el final no aparece en Internet.
Ramón Fernández Palmeral