sábado, 16 de agosto de 2014

Muñeca, ¡rómpete las uñas!. Relato corto negro

"Tú no sabes lo difícil que es imaginar a Elisa Somsi,  como esa mujer dura de pelar, de una película de barrio madrileño pongamos Lavapiés. Tiene el coño rubio un poco desgreñado mientras sale a la terraza sin bragas después de una noche en que la tocaron todos, las ha lavado y las ha puesto a secar, puesto que es son la ñuncia rojas que tiene para trabajar. Su marido convertido en chulo, por no decir otro nombre técnico,  está durmiendo con slip sucios de caca. Ha fumado hachis, y otras mierdas y está sonado de sueño. Elka desde una ventana se rasca el coño y se fuma un porro frente a la vista de un vecino que se masturba.  Por la tarde el proxeneta, ahora me ha vendio a la cabezas el nombre técnico se ducha y se va a jugar as ·hijoputa" con unos compadres.
 Elka, al cerrar la ventana se ha rotouna uña, se cabrea se aletra, y le pega dos hostias a su marido, es la ocasión. hacia ella. El marido no sabe que hacer y se va a buscar su Biblia a ver que pone sobre el ser abofeteado por una mujer, no entiende lo de la ofensa blanca.
Elka se venda el dedo con un trozo de pale higiénico y se acuesta. a las 12 de la cohe ve a otra vez al club de alterne "Pancho Loco", se lo cuanta a una camarera del pene, del fusil en alto, y se queda asombra. Y El le dice ya sabes "Múñeca, ¡rómpete una uña!", y tu chulo te dejará de pegar otra vez, enena de palo por no decir, por enésima vez. Luego el dueño del garito tube que sacar un trozo de goma eléctrica a un borracho que que quería ir sin pagar.
Cuando Elka volvió de madrugada, el chulo de su marido le puso la esposas y se la folló. Asi decía la Biblia, "si una mujer te pega, tiene que follarla al dia siguiente con grillos". (Tobias.6.84). No fue peor que cuando la violí su tío James Somsi, amarrada con una correa del cinto de un caballo, en la cuadra..."

-¡Vaya mierda que estás escriendo.
Amanda Sicorte no oyó a su pareja de hecho que estaba en la ducha. Cuándo esta salió con la toalla reliada le preguntó ¿Qué dice cariño!.
-Que vaya mierda estás escribiendo para la revita "EllsyEllos".
-Me pides cosas fuertes y seso duro, y adem´´as tengo que madarlo por e-mail esta tarde, así que no puedo escribir otra cosa.

Mientras Antonino Gansey seguía leyendo en el ordenador de Amanda, sintió un cierto pudor y un recuerdos cuando él mismo había sido un salvaje de la calles de Madrid, por aquellos bares cuya luz es casi simpre violeta en sus años de estudiante de sueldo paterno, eterno sin acabar la carrera de Derecho impuesta por su padre, pagador, para seguir la tradición familiar. Sin embargo, ahora que trabajaba en vigilante en su supermercado, sin expentativas de cambiar de trabajo, se había acomodado a Amanda, periodista de revistas del corazón, a 0.20 centimos de euros por palabra para revistas de corazones destrozados, y feminas ávida de una historia sorprendente que no llegaba. Aunque Amanda una rubia teñiza, de nos más de 55 kilos, alta, y con piernas de personaje de películas mexicanas, seguía escribiendo la misma noela que le llevaba tres años ya, porque al editor se le habñia metido en la mollera que tenía que tener un mínimo de 600 páginas, y quería que fura una novela autobiográfica como es la moda en los países escandinavos, que es donde entienden de literaura actual.

-No me toques los cojones. Esto es una cañagada.
-Y a ti quien te manda entrar en mi porndenador, esto es privado.
-Estaba encendio y la pataña puesta. Ha sido de casualidad. Lo siento... -Antonino se fue al sofá y empezó a ver una película en la televisión, mientras habría una lata de cerveza sin amrca, porque esto de la marca solo sale en la peliculas que anuncian, precisamente esta marca.

 Cuando yo me pongo a ver la tele es que siempre me toca la misma patada en blanco y negro de siempre. "Ahora me visto cariño y nos vamos tomar algo, porque la tele no está para verla". Y es que cuando me pongo a espera a Amanda es de la tranquilas, además insitúo, intuyo que tengo que esperar a que termine era mierda de relato.


No sé por qué me pongo a escribir sobre esta pareja de ficción como Antonino y Amanda, una pareja que no tiene nada en común, él vigilanet en su supermercado y ella una escritoria frustada. Así no puede ser ramón, tiene que escribir sin tanta literatura creativa. estos ejercicios no llegarán a ningún lado. A lo mjro ahora me da por aguarles la fiesta y vienen sus padres. los padres de quié. Bueno de ella, de Amanda, porque no creo que lo padres de Antonino venga desde Italia.

-¿Estás lista?, -y cuando ella aún no había respondido sonó el timbre del piso. Un pisito alquilado en Argüelles- Abre que están llamdo, impelió ella, porque aun no estaba lista para salir.

-Ah..., hola, bien qué tal. Son tus padres cariño.

A lo mejro, como soy el Dios creador de esta novela de ficción, no le agua la fiesta y pongo, por ejemplo que son una pareja de amigo, los íntimos de Amanda.

-Ah..., hola. Entrad, entard, ahora mismo estamos Amanda y yo para salir. ¿Queréis tomar algo...?

Bueno ahora es le momento...








Ramón Fernández Palmeral