EL DIRECTOR MEDICO (relato real).
El día 5 de Noviembre del 2002 a las
nueve de la mañana, yo parecía un rosario de citas aceptadas y pospuestas, y me
presenté en la sección de Rehabilitación de la Clínica Vistahermosa que posee
ASISA en Avda. de Denia, acompañado de mi hijo David, que fue quien me llevó en
el coche hasta el aparcamiento subterráneo de dicha Clínica. Una vez allí, a la
espera de que me recibiera el doctor rehabilitar D. Agustín, me dicen que no ha
venido, porque ha tenido un accidente de tráfico, lo lamento mucho, muchísimo,
le conozco personalmente, bueno, pues pido que me vea el sustituto, el
suplente, el que está en el banquillo, me dicen que no se han previsto, y me
dan cita para el jueves de la semana siguiente, muy bien, y si el jueves no
puede venir el Dr. porque ha empeorado o no se encuentra recuperado ¿qué pasa?.
Y me contesta la fisioterapeuta señorita Juani que eso lo solucionará la
dirección de la Clínica, pero yo le argumento que mi rodilla recien operada con
una prótesis, no puede esperar, que se me pone rígida si no empiezo, ya, a
darle caña
Le enseño un
volante firmado por el traumatólogo que me hizo la movilización en Madrid bajo
anestesia en la rodilla maltrecha, por culpa de una rigidez o adhesiones
musculares, la “fisio” me dice que no, que ella necesita la orden del
rehabilitador. Bueno, pues haga una
excepción, y empiezo a mover la rodilla, de todas formas usted sabe muy bien
qué es lo que tengo que hacer. Ella me responde con enfado no,
imposible, me juego el puesto.
Este país ha
llegado a un estado de burocracia sanitaria que apesta, órdenes e
inhumanidad, a nadie le importa la
consecuencia de un fallo, si el empleado ha cumplido bien su obligación
escritas, es decir, si cumplo bien mi obligación quedo exento de culpa, su
rodilla está por debajo de la obligación humanitaria, aunque se incumpla en la
omisión del deber de socorro. Bueno, pero aquí en la clínica habrá alguien
que me pueda solucionar mi problema. Y seguimos con vueltas de tuerca lo
lamento pero no yo no puedo hacer nada. Y es estas personas duras,
endurecidas en decir no, son las que llegan lejos, son las preferidas por lo
jefecillos trifásicos, les llaman gente con personalidad con tendencia al mando.
Bueno pues me voy a ver a un médico de guardia, alguien habrá que me aclara
mis dudas, pues soy de los que no me conformo con un primer no, con el no
indocto de un bedel o del ordenanza de la delegación, uno tienen tantos años
que sabe que cuando no funcionan los conductos normales, funcionan las
recomendaciones, siempre ha sido así en este país de secular tradición rural y
agrícola y no vamos a cambiar de la noche a la mañana.
Insisto a la enfermera que recibe los casos de
urgencia, otra más de las entrenadas en el no y en lo lamento mucho pero no
puedo hacer nada, que quiero ver al médico de urgencia para una consulta de un
minuto, pues no pudo esperar la cola de verdaderas urgencias, ella otra de las
enfermera al mostrador, le explico que D. Agustín ha tenido un accidente, no
hay sustituto, yo tengo una autorización del traumatólogo pero que no vale. Espere,
que llamo a rehabilitación, lo hace, le explica lo mismo y le confirma que
sin el rehabilitador no pueden empezar las sesiones (20 que me había mando el
traumatólogo de Madrid (el Dr. Delgado), que fue el mismo que me puso la
prótesis de rodilla hace una año y medio. En fin, la respuesta de siempre, lo
siento pero no puedo hacer nada sin la autorización del rehabilitador no hay se
puede hacer nada, que vaya el jueves para lo próxima consulta, y vuelta a
empezar y si el D. Agustín, no puede venir después del accidente, yo estoy
acostumbrado a prevenir las situaciones adversas , ese es mi oficio el de
pronosticar los terremotos. Decido que desde urgencia me hoy directamente al
Administración, quiero poner una reclamación, y el escribiente que está allí
sentado tras un ordenador, cuyo rostro me es anónimo y hostil me dice que las
reclamaciones en Recepción, bueno bien, lo que yo lo que quiero hablar es
con el director de Vistahermosa, bueno depende de el tema que usted quiera
solucionar, si es administrativo o médico. Es médico, entonces tendrá que
hablar con el Directo médico, pero ahora no está, nunca está para una
reclamación, déjeme su número de teléfono
y en cuanto venga le llamará, es la técnica más común.
Me extrañó mucho esa decisión, pues ya eran
las nueve y media de la mañana, la mayoría de los trabajadores empiezan a las
ocho, por no decir de los que empiezan a las seis, o los correturnos que pueden
empezar a cualquier hora. Salgo de Vistahemosa con la sensación del vencido por
la burocracia y los sucesivos noes, mi hijo me dice que no me preocupe, que dos
días más de espera no son nada, sí, no son nada pero ya hace cuatro días que
viene de Madrid y la rodilla todavía no ha empezado a trabajar, si por el
contrario fuera la rodilla de Ronaldo ya estarían trabajando en ella cuatro
fisoterapeutas, lo cual demuestra que todo no somos iguales.
Como todavía no pensaba tirar la tolla, soy
terco e inconformista por naturaleza y eso de que me hagan comulgan con muelas
de molino es que ataca mis principios de libertar como ciudadano y como persona
humana. Saqué el libro de las consultas, y llamo a un centro de rehabilitación
de Maisonnave con quien Asisa tiene concierto, temo en un principio que me den cita para quince o
veinte días, y eso es lo que yo no quería, que pasaran días y días y mi rodilla
sin movilidad. La enfermera del Centro de rehabilitación me es conocida, yo ya
había estado, otra vez en esa consulta por rehabilitación de operaciones
anteriores. Mi rodilla ha sido operada cinco veces, y lleva siete años dándome
guerra. Le explico: mire yo había hablado con Dr. Ismael, para que en cuento
viviera de Madrid, empezara con rehabilitación, yo demás tengo un volante del
traumatólogo para empezar la rehabilitación, pero me han dicho en vista hermosa
que no vale el volante no vale, así que necesito que me hagan uno para empezar
ya, después de varias preguntas de la enfermera me dice que puede verme mañana
a las cinco menos cuarto, ¡aleluya!, ya no tengo que esperar a la incierta cita
del jueves con el doctor accidentado.
Nada mas colgar el teléfono me llaman de
Vistahermosa, es el Director médico, me pregunta lo que me pasa y antes de
empezar a contarle mi reclamación, le digo que ya he solucionado el problema
pues de esta manera baja un poco la guardia, la tensión de su necesidad de
oírme, le explico el motivo de mi reclamación, y me dice que efectivamente la
autorización del traumatólogo no vale, y que el jueces próximo si no puede
venir el doctor accidentado, pondrán a un sustituto. Muy bien, me despido con
un perdone las molestias, de nada, para eso estamos.
Empecé las
sesiones de rehabilitación muy contento con mucha determinación de sufrir lo
que hiciera falta con tal de darle a mi rodilla la oportunidad que se merecía.
Tras un mes de sesiones me salió un bultito en la zona de flexión exterior de
la rodilla. Me lo tienen que operar, no hay quine le meta mano, se hace gordo y
al fin revista solo, ocho meses echando líquido sinovial. Un trasplante de piel
me toca que me hace el doctor Salvador salvajemente. Te quita un trozo y me lo
pegan, es tan grande el corte, la herida, los puntos, que el primer día que me
lo vi por poco me desmayo, que casi me caigo si no es que estoy en una camilla.
Seguiré informando...