El odio surgió de sus cenizas y acampó en el corazón de los anarquistas contra la derecha.
En Alicante surgió un brote del Alzamiento Nacional entre militares de la UME y guardias civiles desde que ganó las elecciones el Frente Popular, de la Izquierda Republicana, en febrero de 1936. Esto ocurrió debido a la anarquía y la venganza contra la derecha republicana de la CEDA, que había gobernado los dos años anteriores. Esta venganza se manifestó en violencia, como relatan los diarios de Alicante del 21 de febrero, que informaron en la primera página sobre la destrucción de redacciones y talleres de periódicos de derecha, el saqueo de las iglesias de Santa María, San Nicolás y Misericordia, con la quema de muebles y objetos de culto, y el asalto a las sedes de los partidos políticos conservadores, resultando en dos o tres muertos. Todas las iglesias hubieron de ser cerradas a cal y canto para evitar saqueos e incendios.
El gobernador civil, Francisco Valdés Casas de Izquierda Republicana, destinado en Alicante desde el 21 de marzo, se mantuvo pasivo ante los actos vandálicos de los anarquistas y republicanos, dedicándose a la llamada "orgía persa" (destruir todo lo relacionado con la CEDA).
Tras el asesinato tel día 13 del diputado Calvo Sotelo y del teniente de Asalto Castillo, la tarde del 17 de julio de 1936 estalló el Alzamiento en el Protectorado de Marruecos. Manuel Azaña era el presidente de la República de izquierdas. El gobernador militar de Alicante, era el general García Aldave, no se atrevió a declarar el estado de guerra y a desplegar fuerzas para controlar a los anarquistas y comunistas. Hizo todo lo contrario, acuartelando a las tropas en Alicante y Alcoy, específicamente los regimientos Tarifa 11 y Vizcaya 21, respectivamente. La compañía de la Guardia de Asalto no reprimía a nadie por ser leales a la República del Frente Popular. Los carabineros, también leales, eran una fuerza fiscal. La Guardia Civil se mantuvo a las órdenes del gobernador civil. El teniente coronel José Estañ estaba de permiso en Málaga y fue sustituido por el segundo jefe, comandante Enrique Ballenilla, quien no estaba de acuerdo con el gobernador respecto a la orden recibida de Madrid de que la Guardia Civil entregara todas las armas en los ayuntamientos, para luego entregarlas a la milicia republicana.
El 22 de julio llegó desde Valencia el diputado Diego Martínez Barrios, quien sustituyó al general Aldave por el coronel Rodolfo Espá, de su confianza. Tras recibir una delación, ordenó detener a Aldave, Meca, Signe y Ballenilla. De esta forma se abordó el Alzamiento en Alicante. Posteriormente se creó la Guardia Nacional Republicana, que junto la guardia de Asalto de formó un año después. un Cuerpo de Seguridad Nacional.
Alicante se convierte en la retaguardia de la República. Esperaban tres años de guerra, muerte y bombardeos.En Xixona se montan dos fabricas de armas de la republica.