Doctor Arquitecto. Titulado tardíamente en 1940 por los efectos de la
Guerra Civil, representa a la primera generación de arquitectos de
posguerra que tuvieron que diseñar viviendas y equipamientos en una
etapa difícil en lo político y económico. Además, durante los cuarenta y
cincuenta, representa, junto con Guillermo Langle, a los dos únicos
arquitectos que casi ejercieron en exclusiva la arquitectura en Almería.
Comenzó proyectando, para la Dirección General de Arquitectura, la
barriada de pescadores de El Zapillo (1942), para erradicar el
chabolismo en la playa, y posteriormente el nuevo poblado minero de
Rodalquilar o el nuevo asentamiento de Chercos. Pero, sobre todo, su
labor de mayor proyección arquitectónica y social serán sus viviendas
sindicales, levantadas en los cincuenta para la Obra Sindical del Hogar;
numerosos grupos de viviendas sociales repartidas por la trama urbana
de la capital y algunos pueblos de la provincia, como alternativa al
fuerte crecimiento demográfico y al flujo de población campesina
emigrando a las ciudades. La utopía de vivienda unifamiliar con jardín
de la década de los cuarenta se sustituye en los cincuenta por bloques
de pisos, más baratos y con una mayor optimización capitalista del
suelo. Sin embargo, en su diseño, Antonio Góngora utiliza criterios de
vivienda mínima racionalista para que satisfagan mejor las necesidades
funcionales de aire, luz y calor. Estos criterios podemos reconocerlos
en las 304 viviendas de la Plaza de Toros (1953) o en la barriada de
Paco Aquino, esquina con la carretera de Ronda (1955), por citar algún
ejemplo significativo. Dentro de esta labor de planificación de grupos
de viviendas de promoción pública podemos destacar, también en
colaboración con Guillermo Langle, las viviendas para maestros en la
avenida Vilches (1951) o en la calle Paco Aquino (1950), aunque el
proyecto más interesante será el grupo de viviendas unifamiliares Virgen
del Mar, en la calle Dolores Rodríguez Sopeña (1949), aunque sus
características y tamaño escapa al carácter de vivienda social.
También aportará edificios significativos para la trama
almeriense, como la antigua Escuela de Comercio en la calle Gerona
(1945), la derribada Escuela de Formación Profesional en la Rambla
(1948), el Sanatorio del 18 de Julio (1948) o el edificio de Sindicatos,
frente al Instituto Celia Viñas (1952), de promoción pública; además
de numerosos grupos escolares de educación primaria, dispersos por todo
el ámbito provincial. Dentro de los proyectos privados debemos mencionar
los antiguos almacenes Marín Rosa, esquina Paseo a calle Aguilar de
Campoo; el Hotel Costasol y bloques de pisos que formarán parte de la
nueva Almería vertical iniciada en los sesenta.
Fue durante años arquitecto del Instituto Nacional de la Vivienda,
realizando toda la labor de supervisión de las promociones privadas de
viviendas de protección oficial durante los sesenta y setenta, así como
del Ministerio de Hacienda, donde se jubiló en 1981. El escritor y
arquitecto Gonzalo Hernández Guarch escribió en el periódico La Voz de Almería,
el 20 de marzo de 2010, en un obituario expreso: “…lo recuerdo como un
hombre sabio, decidido, que lo sabía todo sobre la construcción, un
oficio que amaba…”.
Ruiz García, Alfonso y Góngora Sebastián, Luis