sábado, 19 de agosto de 2023

Federico Salmón Amorín, politico alcantino asesinado en Paracuello del Jarama

 

Francisco Salmón Amorín

Federico Salmón Amorín (Alicante, 27 de agosto de 1900-Paracuellos de Jarama, 7 de noviembre de 1936) fue un abogado del Estado, político y periodista español, ministro de Trabajo en dos ocasiones (1935) durante la Segunda República Española. Un civil que  asesinado al comienzo de la Guerra Civil, víctima de la represión republicana, asesinado en el transcurso una saca en las matanzas de Paracuellos.Esto también es Memoria Histórica

Como ministro, impulsó la llamada Ley Salmón en 1935, una medida para combatir el paro en el sector de la construcción en un contexto de crisis económica. Como resultado, se promocionaron 3.000 edificios de viviendas de alquiler para la clase media con unas características arquitectónicas comunes que les han valido el sobrenombre de Casas Salmón.1​ Dichos edificios no fueron "etiquetados" con placas metálicas que recordaban su origen hasta noviembre de 1941, cuando el ministro de Trabajo José Antonio Girón de Velasco ordenó su colocación. En arquitectura se denomina Estilo Salmón a los edificios construidos bajo la Ley Salmón.

Biografía

Su trayectoria está marcada por un compromiso con la causa social católica, iniciándose en el Colegio de San José de Valencia donde terminó como bachiller en el curso 1915-1916 con 15 años. Es en Valencia donde comienza sus estudios universitarios pero su licenciatura en Derecho la obtendrá en la Universidad de Madrid en donde terminará la carrera en el curso 1920-21.2​ Durante su etapa universitaria en Valencia será destacado discípulo de José Conejos, S.J., dentro del Centro Escolar y Mercantil que dirigía el jesuita valenciano. A los 19 años ingresó en la Asociación Católica Nacional de Propagandistas (ACNdeP)3​ y en 1920 se constituyó como primer presidente de la Federación de Estudiantes Católicos de Valencia para más tarde ser reconocido cofundador de la Confederación Nacional de Estudiantes Católicos.4​ A su llegada a Madrid simultaneó la finalización de la carrera de Derecho, los cursos de doctorado, la participación en la configuración de los estudiantes católicos a nivel nacional, junto a Fernando Martín-Sánchez Juliá, Jesús Pabón, etc., y el trabajo como redactor en El Debate. A los dos años cesó como redactor del diario católico para prepararse las oposiciones de abogado del Estado obteniendo, tras nueve meses, una plaza en dicho Cuerpo en 1924. Tras dudar donde ocuparla eligió como destino la ciudad de Murcia por consejo de su amigo José Ibáñez Martín.

Murcia, destino laboral y familiar

En 1926 fue nombrado asesor jurídico de la Confederación Hidrográfica del Segura, cargo que ocupó hasta la llegada de la II República.5​ Simultáneamente obtuvo una plaza como profesor auxiliar de Derecho Político de la Universidad de Murcia.6​ El 10 de noviembre de 1927 contrajo matrimonio con la murciana Concepción Jover Laborda; fruto del cual nacería el 3 de agosto de 1928 su única hija, Dolores Salmón Jover.

En septiembre de 1931 ocupó la dirección del diario La Verdad de Murcia realizando notables mejoras. Bajo su dirección se adquirió una moderna rotativa, al tiempo que gestionó la empresa Editorial ''La Verdad'', S.A. constituida ante notario con capital murciano configurándola como la primera y nueva propietaria del rotativo. A los avances tecnológicos se suma su captación del lector murciano que se vieron reflejados en que en menos de un año incrementó la tirada del nuevo rotativo en un 60%.7​ No obstante, dicho triunfo no fue bien recibido en algunos ámbitos y a consecuencia de sus agudos editoriales fue hostigado para que abandonara la capital huertana por medio de un forzado traslado a la abogacía del Estado de Teruel a finales de 1932. Forzado porque no fue por iniciativa del Cuerpo ni debido a necesidades del mismo, sino que fue el resultado de una conspiración instigada desde elementos murcianos de izquierdas. Estas “vieron en Salmón a un contradictor temible y procuraron eliminarlo de Murcia”.8​ Salmón no aceptó dicho destino al ser tramado por adversarios políticos y no por necesidades del Cuerpo y solicitó la excedencia como abogado del Estado, trasladándose a Madrid en busca de una nueva vida