Buscando
culpables en la Moncloa
Una cuesta se
inclina para Pero Sánchez en la próximas generales, por no haber sabido
gestionar con contundencia desde el primer momento la rebelión catalana de los
independentistas.
Ramón Palmeral
Al caballo PSOE se le están saliendo las tripas por la cincha
después de que el toro catalán del separatismo le haya alcanzado en la barriga,
sin peto. La calle hacia las elecciones
generales del 10 N se le está poniendo cuesta arriba como en los pueblos de
montaña de la Axarquía. En cada página del boletín de las noticias las
encuestas tiene las flechas cada vez más bajas, como si el tsunami le hubiera
venido encima por la mala gestión de la insurrección catalana o vandalismo
institucional, quizá, por no actuar a tiempo,
con la idea de la proporcionalidad del uso de la fuerza legítima cuando la
violencia incendia las calles de Barcelona, y otras sucursales provinciales de
Cataluña. Las manifestaciones pacíficas son legales, sí, pero nunca las
violentas, no los cortes de carreteras, puertos o aeropuertos, porque atentan
contra los derechos de las personas que no pueden transitar libremente y se
convierten en rehenes de los hordas bárbaras.
Sin duda alguna la repetición
electoral le va a pasar factura a Sánchez, porque tuvo la oportunidad y no
la cogió compartiendo ministerios con Unidas Podemos. Ahora, antes los
extremismos separatistas, imposibles de asumir dentro de la Constitución del
78, la barra del salto de altura de los 140 escaños previstos se le van a venir
abajo con toda de seguridad. Porque está
demostrado que cuando surgen
revoluciones sociales incontroladas nacen partidos contarios (equilibrio de
fuerzas), como sucedió en la II República, que nació la Falange de José Antonio Primo de
Rivera en 1933. Ahora, actualmente, tras el referéndum ilegal del 1- 0, y la
declaración de minutos de la independencia por el Parlamento catalán se fortaleció Vox, y las
derechas, y el centro. Porque solamente hay que mirar a la historia para saber
que esto es así. Cuando nacen unos revolucionarios, saqueadores, incendiarios,
y la hordas contra el orden público se desatan, nacen contarios, personas de
orden que deseamos la unidad de España, porque así se votos en la Constitución
y nacen “tsunamis españoles”. Porque lo independentistas no tienen ninguna
empatía con los catalanes que no lo son.
Los dirigentes
socialistas ya están buscado culpables en la Moncloa, en el
gabinete de Sánchez y sus asesores, alguna cabezas rodarán porque la
previsiones de la cuentas lectorales no salen. Podría hacer un descalabro
imprevisible, por culpa de variables imprevisibles y una mala gestión el
ministro del Interior que no ha querido emplear la fuerza necesaria (como por
ejemplo camiones “botijo”) desde el primer día, y el envío de más fuerza destacada. Pensar que
con las leyes duras se solucionan los separatismos, es un error, porque primero
se emplea la fuerza contundente, que detrás vendrás los jueces. El separatismo
es un sentimiento que viene desde el reinado de la reina Isabel II (mal casada
con su primo Francisco de Asís Borbón, que se debió casar con Antonio de
Orleans, duque de Momtpesier).
Calcularon los
cerebros de la Moncloa que con 140
diputados más los de «Más País” y los traidores de PNV le daría la mayoría
necesaria; sin embargo, visto lo visto las derechas se van a fortalecer,
simplemente porque cuando surgen secesionismos surgen también defensores unionistas,
aunque sean liberales, y esto, siempre, hasta la fecha ha sido así, fuerzas
contrarias nacen en un teatro de compensaciones ideológicas como un organismo
biológico. Es imposible que Sánchez,
tras las hordas desatadas de Cataluña saque 140 diputados. Si para qué gasto
tinta si esto ya lo escribiera el republicano arrepentido José Ortega y Gasset en
La rebelión
de las masas (1929).
Aquel, alto y
gallado madrileño, que prometía diálogo cuando ganó
la moción de censura con los votos de ERC, ahora no quiere dialogar con el
desaparecido Quim Torra “hay que apretar” sabe de antemano lo que le va a
pedir: “ Si me prometes por escrito notarial un referéndum, yo te paro en 24
horas las algaradas en Cataluña”. Porque de todos los españoles es sabido, y
cuando el río suena agua lleva, es que
es verdad, que tanto ANC como Òmnium y CDR, están subvencionados por el Gobierno
catalán, y que por malversación de fondos públicos (entre otros delitos) están
condenados los políticos del “procés” integrantes del anterior gabinete
(excepto Puigdemont que huyó como un zorro en un maletero), con un juicio justo
y transparente que se ha quedado corto con no condenarlos por rebelión.
Pedro Sánchez
ha querido jugar a ser el chico buena de la película, y esto, sin
duda le va a costar una debacle en la generales, porque ha hachas están
levantadas, y también las hoces y los martillos. Porque un cosa es prometer y
otra hacer. Pero lo malo de todo esto es que le pueden salir una Vicalvarada de
las Fuerzas Armas con la bandera en mano del art. 8 de la Constitución que
dice: «Las Fuerzas Armadas, constituidas
por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión
garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad
territorial y el ordenamiento constitucional». ¿Y quién lo cuestiona? Los
medios de comunicación están soltando amarras del bulo de que militares en su
tiempo libre se acercan a Cataluña para apoyar a Guardia Civil, Policía
Nacional y Mossos.
Se ha visto que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado desplazadas a Cataluña han
sido insuficientes, y encima han sufrido cerca de 270 heridos, más que los
detenidos que no llegan a 200, ¡esto es inaudito, increíble!, y reafirma lo que
digo: han faltado refuerzos policiales. Cuando veía arrojar todo clase de
objetos a la policía, inmóvil, como unos judas, a me entraban ganas de llorar. Además están denunciando que no tiene ya
materiales antidisturbios y necesitan auxilio, al 7º de Caballería. No se puede
dialogar con la violencia en la calle y sin denunciarla explícitamente.
Ramón Palmeral es autor del
libro Miguel
Hernández, el poeta del pueblo, (biografía en 40 artículos).
Publicado tambien en Diario de Alicante 22-10-2019