sábado, 27 de agosto de 2016

Apartados 11, 14 y 16. TUS ZONAS DE ÉXITOS

                                                              





                                                                  11

                                          HACE UN DÍA MARAVILLOSO

    Está demostrado empírica y científicamente que sentimos lo que pensamos. Partiendo de esta verdad nosotros hemos de situarla, posicionarla en nuestra zona de existo. Nos hemos de valer de este descubrimiento eficaz y demostrado contra aquellas personas pesimistas y que lo ven todo negro. Es cierto que tenemos momentos de decaimiento por muy diversas razones desde familiares, personales, laborales y de salud, y la vedad es que se pueden poner sucedáneos o parches que no nos hagan pasar malos ratos mentales y físico.
  
    En la cabecera de mi cama tengo muchas frases escritas, pero la primera es la que dice. «Hace un día maravilloso y estoy estupendamente», aunque esté nublado, venteando o cayendo chuzos y yo esté que no me pueda mover.  Y cuanto peor estoy más veces la repito, incluso hasta 20 veces. Pues ¡vaya tontería!, me dirás. Pues no tienes razón. Resultado que nuestro pensamiento (no que es nuestro cerebro, el cerebro es otra cosa) reacciona ante los estímulos, y como nuestro pensamiento es medio tonto, entonces le mandamos repetidos mensajes positivos, y de tanto repetirlo él (nuestro pensamiento) se lo cree. Son pensamientos placebos.

    Estas reacciones de nuestro pensamiento las vemos todos los días. Por ejemplo, estamos en casa triste, cansados del trabajo, aburridos, y a media tarde nos llama un amigo o amiga, y nos dice que salgamos a dar un vuelta o a ir de compras, entonces a nuestro cuerpo le entra una inyección de adrenalina y nos vamos de marcha, más contentos que Justiniana, que era una vecina mía de Málaga que se ponía contenta por casi nada. Lo mismo sucedería si un día de los llamados «para no levantarse», te dicen que te ha tocado la Lotería, y ya no hay quien te controle. Lo mismo sucede con las buenas noticias o las buenas cosas que les pasan a los demás, por ellos si a un hijo o a un familiar las cosas les van bien nosotros, por empatía también no alegramos.
    Luego, cuando estamos en la calle resulta que es el día de nuestro cumpleaños o santo y nos felicitan y nos hace un regalo, nosotros debemos de saltar de alegría y decirles «El mejor regalo es tu persona» y la otra persona se pondrá muy contenta y te contagiaría de su alegría, porque la alegría como la risa son contagiosas, igual que la depre, es contagiosa. Por eso, una de las formas de potenciar tus zonas de éxito es alimentar el pensamiento ideas positivas y repetitivas de optimismo. Llegará a un momento que tu corazón siente lo que piensas, y como ve que son buenas tocias se pone contento y se minimiza el estado negativo.  Tú sabes que es mentira pero tu pensamiento no  lo sabe (son dos conceptos distintos: tú y tu pensamiento, el yo y el cerebro).
   Por ello, sin que suceden momento de Lotería o de alegría, nosotros le damos a nuestro pensamiento «chutes» o pequeñas dosis de alegrías mentales com o por «hace un día maravilloso y  estoy estupendamente» y encima la gente me quiere, que eso ya debe ser el colmo.  ¿Por qué nos gustan las redes sociales y Facebook, porque en cuanto uno de esos amigos virtuales que  no conocemos, no dice que le gusta lo que hemos puesto en el muro, recibido una pequeña dosis de satisfacción.
  Es como cuando cree que te has tomado una pastilla, sin habértela tomado, entonces, el pensamiento procesa la información y te sentirá bien, es lo que se llama en medicina: efecto   los placebos.








                                          14



                                 LA RUEDA PERSA



     El agua es una riqueza que, los que la tenemos corriente en nuestros grifos, no la sabemos apreciar cuando vale. La extracción de agua se inicia en Persia con una especie de noria de tracción animal, por ellos los egipcios y romanos llamaban a la noria la «rueda persa», cuya etimología es «saquieh» o noria de tiro de tracción animal de un burro con los ojos vendados dando vueltas.  En Marruecos se llama «noria de sangre».  Los árabes nos trajeron la noria en el siglo VIII. También la cenia o azud que es una rueda para extraer agua de los ríos o acequias que se mueve por la corriente.

 

    Esta entrada a modo de prólogo frígido o frío, viene a cuanto para demostrar nuestro desagradecimiento a la cultura árabe, pues no solamente nos olivamos de cuáles son nuestras raíces culturales y agrónomas sino que somos desagradecidos por naturaleza. Por ello si queremos tener una zona más de éxitos debemos ser agradecidos, y no solamente agradecidos sino amables y educados, sobre todo con nuestros clientes.  Ellos pueden ir a donde quieran, pero si en tu establecimiento se sientes especiales, entonces volverán, porque la gente tiene una gran carga de soledad, y si acude al bar de siempre es porque se siente como en casa, y el camarero se ha convertido en un amigo más.



     Hace unos meses fui a una óptica de mi barrio de Florida-Babel para que me graduaran la vista y tras el examen óptico me dijeron que la gafas mías tenían ya más diez años. Por ello me recomendaron una nuevas bifocales. Así lo hice. Cuando me llamaron para ir a recogerlas yo iba tan contento. Al probármelas me di cuenta que de cerca no veía bien, me dijo la dependienta que me tenía que acostumbra al nuevo enfoque. Me fui a mi casa y no podía leer. La  semana volví a reclamar, insistió la dependienta que eso era que mis ojos se tenían que adaptar a los cristales. Le dije que eso no podía ser. Ya no podía devolverlas porque las había  pagado. Tuve que ir a otra óptica a comprobar la graduación. Me dijeron que no estaban bien. Volví a mi óptica para darle el peritaje del otro óptico, me dijeron que por haber ido a otro, ya no me las podían cambiar.  Al final me tuve que poner cabrón, le dije que habían perdido un cliente, más la mala publicidad que le iba dar. A fuerza martillo que quedaron con ellas, simularon cambiar la graduación, y no hicieron nada. Las gafas están mal.



    La óptica debió ser agradecida de que yo fuera a su establecimiento donde hice una importante compra. A veces te encuentras con personas que son tozudas como «la rueda persa», que sacan agua con tracción animal. Son personas que no hacen nada por mejorar sus negocios. Yo me sentí mal durante unos días. Incómodo, y cuando paso por la puerta de la óptica ya no miro ni hacia adentro.


    La calidad de la vida reduce la calidad de los pensamientos.
Cuanto peor se nos dan las cosas más pensamos. Y cliente no es siempre tenga que tener la razón, pero las escuelas de hostelería hay una asignatura de cómo tratar a los clientes difíciles, que también debería aplicar se las ópticas. A lo mejor yo también debería recibir unas clases para saber portarme con cliente modelo.




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                                          EL CÓDIGO SAMURÁI



      El carnero de la Legión, ‘Pepe’, se jubila después de once años de vida militar. Hace un mes fue trasladado al Santuario Refugio La Pepa, en el municipio gaditano de Arcos de la Frontera, y a pesar de estar rodeado de animales y tener más de cinco hectáreas para descansar de su servicio, «Pepe» no se adapta. Está triste y deprimido porque echa de menos a su cuidador durante casi doce años en la Legión en Almería.

    ¿A qué viene esto del carnero de la Legión con el código samurái japonés? Sencillamente el código de conducta de los samuráis se basa en el Bushido (武士道?).  Es un término traducido como "el camino del guerrero", código estricto y particular por el que los samuráis entregaban su vida, basado en la lealtad y en el honor hasta la muerte. El honor perdido del samurái solamente se podía recuperar con el sepukky (el suicidio). Esta estricta conducta paso a derivar en Yubitsume (指詰め corte del dedo), que es un rito donde se amputa parte del dedo meñique con el fin de pedir perdón y manifestar su lealtad al señor.    Dice un poema de Hagahure de 1716:  "Si preparando correctamente el corazón cada mañana y noche, uno es capaz de vivir como si su cuerpo ya estuviera muerto, gana libertad en El Camino. Su vida entera estará sin culpa, y tendrá éxito en su llamado".

  

   Bien,  José Millán Astray, que fundaría la Legión española en 1921, tradujo de una versión inglesa  El  Bushidō de 1905, con la colaboración de Luis Álvarez del Espejo. Del estudio de este código ético guerrero japonés, Millán Astray tomó los principios de lealtad y honor hasta la muerto de aquí parte la idea del grito guerrero:  ¡Viva la muerte. A mí la legión! Y la canción militar «El novio de la muerte». Conocido es el enfrentamiento de Miguel de Unamuno y de Millán Astray en le Universidad de Salamanca en 1936, cuando el recto le dijo más o menos:  para convencer hay que persuadir, y para persuadir hay que estar cargado de razón.


    ¿Qué podemos aprovechar de esta disertación para nuestras zonas de éxito. Primero que nuestro comportamiento en todos los órdenes de la vida, y nunca mejor que en los negocios la lealtad con nuestros clientes, la seriedad y el cumplimiento de la palabra dada son la garantía de que un negocio siga adelante con responsabilidad y fiabilidad. Segundo, que para convencer hay que estar cargado de razón, contra lo que no caben ambigüedades. Porque La razón es la facultad del ser humano de identificar conceptos, cuestionarlos, hallar coherencia o contradicción entre ellos; y así, inducir o deducir otros conceptos distintos de los que ya conoce. Si en nuestro discurso somos capaces de conducir por medio de la razón el pensamiento de nuestro interlocutor, le ganaremos a nuestra orden de caballeros. Y todo hijo de vecino que se precie querrá formar parte de ese grupo de personas que razona. Siempre las élites, los masones, el club, los grupos selectos nos atraen a formar parte de ellos. 





Ramón Palmeral. Libro "TUS ZONAS DE ÉXITOS". Ire publicando conforme los vaya escribiendo