lunes, 8 de agosto de 2022

Galardonada poeta alicantina, Francisca Aguirre, datos biográficos. Hoja del lunes, por Ramón Palmeral

 

Francisca Aguirre: galardonada poeta alicantina

Retrato de Francisca Aguirre, realizado por Ramón Palmeral.

Conocí a la poeta alicantina Francisca Aguirre y a su marido Félix Grande en el Museo MARQ (Museo Arqueológico de Alicante), el 20 de marzo de 2013. Me los presentaron, no recuerdo quien, en el hall, antes de entrar en el aula de conferencias. Francisca era una mujer menuda y de ojos vivaces, usaba gafas gruesas, llevaba un abrigo de lana y en bandolera un bolso grande de color negro. Yo sabía quién era ella y, por supuesto, su marido el poeta extremeño-manchego Félix Grande Lara (1937-2014), famoso flamencólogo y guitarrista...

Continual leyendo en Hoja del lunes de Alicante, 8 de agosto de 2022

 

domingo, 7 de agosto de 2022

Novela recomendada ambientada en Ibiza, Alicante, Cartagena y San José en Almería : "Pasión mediterránea", de Helena Hormentor

 

                                                        Novela disponible en Amazon

  Comentario de Pilar Galán en la revista Letralia, Tierra de Letras

Autora bajo el seudónimo de Helena Formentor, biografía.

Enla a la novela: AL ESTE DEL CABO DE GATA:

https://blogderamonfernandez.blogspot.com/2022/08/novela-ambientada-en-la-isleta-del-moro.html

Novela ambientada en la Isleta del Moro Arraez (Cabo de Gata) Almería. "AL ESTE DEL CABO DE GATA)

                           El autor Ramon Fernández Palmeral residio en San José por tres años

 Disponible en Amazon, impresa y ebook Kindle


........................................................Texto de la novela.........................................

 Primera Parte

   VIAJÉ AL FIN DEL MUNDO en abril de 1981, el fin del mundo se halla en la Isleta del Moro, en Almería, al este del Cabo de Gata, en los Campos de Níjar, al este de cualquier parte del mundo y de la desesperación más profunda y determinante de un corazón como el mío que late ahora, solamente por sobrevivir; pero sin embargo, fueron los años más felices y a la vez más trágicos de mi vida.

  La Isleta del Moro es un paraíso de brutal belleza en un paisaje volcánico, un lugar, ni siquiera villa, junto al mar Mediterráneo, que se cobija del viento del levente por dos islotes metidos en el mar como dos grandes huevos de dinosaurio. A su derecha, al fondo, sobre los Escullos y playa del Arco, se alzan como centinelas dos cerros gemelos en forma de cono cada uno, que llaman los Frailes, antiguos volcanes, de donde los canteros extraían adoquines para las calles de Almería.   Difuminado y, casi oculto sobre un risco que fuera una duna fosilizada, se alza el castillo del San Felipe mandado construir en el siglo XVIII por orden de Carlos III contra las invasiones berberiscas. De hecho el nombre completo del
poblado de la Isleta, es de Isleta de Moro Arráez, pues según contaba la historia local, fue una base naval berberisca de un capitán moro o arráez llamado Mohamed, antes de la construcción del castillo de San Felipe y torres vigías defensivas de la costa. Allí, en este paraíso de luz y sol en fin del mundo, tengo parte de mi vida que he de recuperar, si todo sale bien, como hemos de esperar cuando se cometen injusticas por la Justicia.

 

Pero, quizás, lo más acertado, señora abogada, sería que empezara a contarle los hechos de mi vida durante aquellos duros años ochenta en Londres, a pesar de que ahora mi domicilio sea esta prisión de «El Acebuche» en Almería, o el palacio de la infamia como le llaman otros pringaos como yo, un auténtico pozo negro para la dignidad y los hombres que aquí cumplimos condenas, algunos como yo: injustas. Me quedan tres años por cumplir la condena de prisión. Hace tres años que me detuvieron, un día de Navidad, por un delito de sangre en defensa propia, circunstancia eximente que el Tribunal que me juzgó en Almería, no tuvo en cuenta, porque, aquella Nochebuena de 1982, yo estaba muy ebrio, como es el estado normal de un buen escocés católico como yo.

 

 Acabo de salir de un módulo de aislamiento o celda de castigo, por una pelea que sostuve  con unos quinquis por una cajetilla de tabaco. ¿Se lo puede creer? Pues sí, así fue. Situación que agrava mi próxima revisión de condena, del tercer grado del llamado «tratamiento penitenciario».  Ahora acaba de tocar una sirena general, es la hora en que  funcionarios o «boquis» (porque son unos bocazas) llaman para salir al patio por unas tres horas. Así son todos los días en este laberinto carcelario de «El Acebuche». 

Yo en Londres fui asesor financiero en una empresa de gestión de los capitales ajenos, Wolkon & Brothers, se llamaba, ya desaparecida o tal vez le cambiaron el nombre como una tapadera. Cuando llegó la crisis financiera toda mi vida laboral se derrumbó. Cada mañana me levantaba a las 5 de la mañana, desayunaba, y a las 7 ya estaba en el despacho, salía a las 5 de la tarde, llegaba a casa sobre  las 7 horas. Lo primero que hacía al llegar al despacho era leer  la sección de la Bolsa del Financial Times, índice y gráfica a la vertical descendente que eran mi cruz y mi pesar, todos los días lo mismo:  «... Al final de la jornada, el índice general registra unas pérdidas del 11´26 puntos, un 5´14 por ciento menos que ayer y se situaba en los 302’66 puntos, y sube la prima de riesgo. El Daw John pierde 35 puntos respeto al yen japonés...»....

Continúa en el libro Al Este del Cabo de Gata disponible en Amazon

Comentario de Pilar Galán en la revista Letralia

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Enlace de la novela La dureza curvada del sílex del mismo autor

La novela Pasión mediterranea ambientada en la zona de Helena Formentor, comentario de Pilar Galán en Letralia de Venzuela.

Fotografias de la zona:





 







sábado, 6 de agosto de 2022

Novela para el verano: San José, La Isleta, Las Presillas, Rodalquilar, Genoveses (Almería). LA DUREZA CURVA DEL SILEX

 


  

 Diponible en Amazon, impreso y ebook. 133 páginas


AUTOR: Ramón Fernández Palmeral 

Comentario crítico de Pilar Galán en LETRALIA

 Enla de la novela Al Este del Cabo de Gata, del mismo autor

.............................................................TEXTO PRIMERAS PÁGINAS..............................

Almería, febrero de 1991

 

Mi querida amiga:

 

El detonante que impulsó a Alicia Piedelobo,  de apellido sí de apellido silvestre y montaraz (Bombina para  sus amigos y conocidos) a abandonar, a  desertar de una Barcelona conflictiva y contaminada, fue, sin duda alguna, un día al encontrarse atrapada, encajonada, inmóvil una mañana de invierno en  un atasco descomunal gris y negro tizón en la Travesera de Gracia por una huelga de empleados del metro con antidisturbios dando palos, carreras de un lado para otro. Por un lado los muertos automóviles, taxis, buses (obuses humanos), tocando los cláxones. Los huelguistas rompiendo los cristales de los escaparates y de las pobres oficinas bancarias, a pedradas limpia y palos contra la policía. Bombina se aterrorizó, se dijo a sí misma cuál rayo que no cesa de rodaja de luna cortada porque una lágrima puede mover constelaciones «no puedo más, soy joven, o me quiero marchitar en este infierno de Cataluña…, y un sudor frío cruzó su húmedo coraxón, antes de tomar la decisión valiente de huir, de escapar, de correr, de evadirse de Barcelona y de sí misma. La huelga del metro, justa o injusta,  catapultó aún más su ánimo evasivo. Y ese día de terrrrrror urbano ella llegó tarde al trabajo y se llevó la bronca de su jefe, aunque  todos los empleados de la editorial “L” también habían llegado tarde; no obstante, un rayo iluminó, cruzó el día invernal color panza de burros grises huérfanos, una mañana convertida en un túnel sin alumbrado antes de la muerte, con la ilusión  derretida, desintegrada, acechante… huyó, se marchó, escapó, se evadió de las garras de la intolerable sociedad para entrar, tras abrir la puerta cerrada  de Alicia en el País de las Maravillas en un paraje soleado de norias y aljibes donde apenas habita una sombra de cardos borriqueros ni de azufaifos ni esparto sobres las increíbles dunas de Barronal  de Mónsul por La Peineta de Almería donde una vez rodaron la película Una historia interminable (verano del 83) basada en la novela del alemán Michael Ende autor de escritura infantil y fantástica. Pero, amiga mía, la presente historia  que te estoy escribiendo, no tiene nada de fantasías, es pura realidad, la verdad desnuda  como una piel despellejada en top less de fraguas cuales  bellos dibujos descascarillados en un plato de cerámica vidriada de Níjar con tradición árabe y una flor azul solitaria aguantado el cuenco. La relación conyugal, la institución matrimonial entre Alicia, alias Bombina, y Jordi Barral, alias el Imbécil, era contantemente  pisoteada, abofeteada, insultada, vilipendiada, abolida, era una labor de héroes mitológicos mantenerlo por conquistar la Cólquida, uno de los trabajos más peligroso de Hércules o el Héracles griego en Fisterre o el Cabo de Gata. Siempre en su mente (la de Alicia) aparecían fotos mentales del interesante ecosistema de arrecife de La Sirena, sin Odiseo navegante o el Ulises de Homero en La Ilíada. Por aquella época todo le iba mal a Alicia, a ese matrimonio de conveniencia,  su carácter, ese sentimiento incontrolado, esa idea de soledad  estaba cincelado en la tristeza, había naufragado en un mundo de lágrimas, y Bombina se había separado de Jordi Barral después de siete años y dos meses de casados civil y canónico, y sin hijos tras unos, algunos, arriesgados abortos caseros, nunca hay tiempo de tener hijos. Se empeñaron en tener cosas antes que hijos, hijos después de las cosas y de la hipoteca de un piso nuevo en San Ginés, después  los hijos, y de la letra del coche nuevo y la del televisor en color, porque nunca era el momento adecuado para fabricarlos, tenerlo y criarlos. Económicamente estaban en régimen de bienes gananciales.  Mi querida amiga: Bombina tuvo la suerte de haber heredado un cortijo en Almería por la reciente  muerte de su padre, viudo de su madre (de la madre de ella, ¡podre madre!, siempre las madres son las más lloradas), para poder largarse a la luz del Sur de la península. Por unos meses le había embargo la tristeza, buenos días tristeza, la melancolía, la angustia, la desolación, el desánimo y la congoja, agravada en tiempos dolorosos de la menstruación, que le hizo aficionarse a los porros de hachís, y hasta por algún opiáceo como analgésico...

 

Continúa en el libro "La dureza crvada del silex" 133 página. Disponible en Amazon

 

Ciertas fotos de la zona:

 Las Presillas Altas (Cabo de Gata)
Los Frailes, dos antiguos volcanes ( Cabo de Gata)
   Bahía de San José (Almería) 1983
  La Peineta y Mónsul (Cabo de Gata)
 La Isleta del Moro, Paraíso de pescadores lcoales (Cabo de Gata)

 Las Presillas Altas, domicilio de La Bombina

Referecias actores, escritoras y poeta que aparecen en la novela:

   Carmen de Burgos. (Colombina). (Nació en Rodalquilar) Fue amiga intima de Ramón Gómez de la Serna en Madrid)
   Dos actores conocidos en Almería, rodando una pelictula, (Almería es de cine)
    La escritoria Carmen Martín Gaite y el poeta José Ángel Valente reciben el Príncipe de Asturias de manos del Príncipe Felipe de Borbón.

Colección de artículo de Ramón Palmeral en "El Monárquico de Madrid", (73 artículos)

 



 Enlace a los artículos:

 https://elmonarquico.com/author/ramonp

Artículos insertos en mi libro: "Tus zonas de éxito"

 

 

 

                                                        Libro disponible en Amazon (2016-2021)

 

Página de autor de Ramón Fernández Palmeral  en Amazon

Actualmente es colaborador de la revista MEER, y Hoja del lunes de Alicante 


 

Articulo instructivo. "Sal de la India" de Ramón Palmeral, en El Monárquico

 

Sal de la India

4 minutos de lectura

Al azúcar lo llamaban en Roma «Sal de la India» por su parecido al color y a la textura de la sal común.  Ni los griegos  ni los romanos cultivaban cañas de azúcar. Era un artículo de lujo tan caro que en aquellos años, como hoy en día el caviar iraní. Porque el azúcar en tiempos de los romanos se importaba de la India.  Sabemos que llegó a la Península Ibérica traída por los árabes, que plantaron cañas de azúcar en el clima subtropical de la costa malagueña y granadina donde el cultivo de esta gramínea se adaptó muy bien en los siglos IX y X. Como escribe el profesor nerjeño José Acosta Sánchez, los árabes también la llamaban «gasab al-mass», que es caña de masticar o de chupar, porque la gente la masticaba y escupía los  residuos. Luego se idearon los trapiches de tracción animal e ingenios mecánicos para la fabricación de  azúcar,  miel de caña y ron.

      ¿Y a qué viene esta curiosa introducción? Pues viene a cuento, porque cuando no se tienen nombres para una cosa o un asunto, se inventan. Porque uno se está reinventando cada día y renovándose y tratando de educar su vida constantemente. Nadie en los tiempos romanos discutía que aquel azúcar tan dulce y tan caro era un gran placer para el gusto, e incluso el naturalista griego Dioscórides habló de la cañadú como una especie de miel saludable, e incluso los egipcios decían «miel, no de abeja». En mi libro Tus zonas de éxito hablo de los potenciales de las palabras.

     Por ello, el hombre que no quiere cambios, tratará de ponerte palos entre las piernas para que no hagas nada, para que no escribas, para que no avances, no pintes abstracto, para que no innoves, y no te salgas, de lo que se llama «salirse del tiesto», de lo normal. Es decir, que seas como la mayoría.

        “No queremos genios, ni inventores, ni riesgos, tú sé funcionario que tienes tu paguita segura” -me decía mi madre-. Durante la adolescencia, una edad de formación, todos los chicos y chicas van vestidos iguales o parecidos, por lo tanto,  tendrán gustos iguales, y a todos la ha de gustar la misma música de los ruidosos conciertos. Si actúas de una forma diferente a los amigos, serás el «rarito del grupo», y te marginarán, no te querrán diferente. En la familia te dirán que eres «la oveja negra de la familia».  Son los primeros obstáculos que hay que salvar, pero el problema con esta edad es que no tienes experiencia ni madurez, ni sabes qué está pasando en el otro lado del mundo, porque tu narcisismo te impide ver más allá.

     Por ello, lo primero que debemos aprender es que ser diferente no es malo, hay que  atreverse a ser diferente, teniendo capacidad de crítica. Es decir, saber aguantar la barahúnda de críticas que te van a venir encima en cuanto te salgas del tiesto o no hagas lo que hacen todos. El antídoto es siempre el mismo, consiste en pasar, así de evidente, pasar y hacer lo que tu nivel de creatividad te imponga. Conocer qué zona de tu persona es sensible a determinadas críticas, o no puedes superar o te afecta o te crean complejos de culpa. Cuando superes el sentimiento de culpa o de culparte por los errores que dicen los demás que has cometido, serás más libre y más tú mismo y auténtico. Has de estar en disposición de no sentirte culpable de nada.

     El destino se crea caminando cada día, instaurando tu propio lenguaje de actitud  positiva y no derrotista. Recuerda lo del azúcar, antes de tener un nombre para definirla, alguien se inventó lo de «Sal de la India» que todos admitieron como una definición perfecta. A quien lo inventó seguramente le dijeron «¡Vaya tontería que acabas de inventar»!  Además, hay una contradicción, que el éxito nunca es inmediato, y ello nos ralentiza porque estamos acostumbrados a lo inmediato, por culpa de nuestra vehemencia.

    Cuando interesa variar las cosas se comienza por variarle el nombre, es decir se usa un eufemismo. Sí, la Gramática, como hija del pueblo, prevé todas las circunstancias de la vida, y a todo le dará nombre. A los estafadores y defraudares se les llama ahora corruptos, que suena menos delictivo, aunque no deja de ser una parte invisible del poder, o menos visible. Existen expresiones en el Derecho que son eufemismos como «realización arbitraria del propio derecho» o «tráfico de influencias» o «maquinaciones para alterar el precio de las cosas» o «defraudar a Hacienda» por no decir ladrón de los ciudadanos. Así todo parece más suave o menos delictivo.

    Tus zonas de éxito pueden consistir en usar o inventarse un lenguaje propio. Al hablar enseñamos nuestras banderas, y mostramos nuestro nivel educativo y agilidad de pensamientos y nuestro estatus o condición social

viernes, 5 de agosto de 2022

"Singladuras por el Vinalopó", por Ramón Fernández Palmeral

 

                                                     Disponible en Amazon

 (Libro del famoso reporterfp Ramón Fernández Palmeral de la revista Meer y Hoja del lunes

"SINGLADRUAS POR EL VINALOPÓ" es un viaje y un libro de unos viajes por al Comarca del Vinalopó en Alicante. Una zona vinicola de gran caliad, de trabajadoros y artesanos, Momentos, história y turismo rural. Sus fiesta princuipales son Moros y Cristianos:

Blog:

http://singladuras-vinalopo.blogspot.com/2008/12/pinoso.html

 Dibujé un reportaje que se insertó  en el libro:

 










 Dibujos pta la historia del Vinalopó realizados por Ramón Fernández (Palmera) en 2006