sábado, 12 de marzo de 2016

9.- EN LA ARGAMASILLA DE ALBA, «EL LUGAR». Por Ramón Fernández Palmeral






 
(Dibujo a plumilla de Azorín, busto en Argamasilla del Alba . 2005, por Ramón Fdez.)


 

9.- EN LA ARGAMASILLA DE ALBA,  «EL LUGAR»

   Un artioculo de mi libro "Buscando a Azorín por a Mancha", 2005, reedicion 2016

  

     Señor Azorín:


     Ya entramos en «El lugar», en la Argamasilla de Alba como la nombra Cervantes en femenino, cuando habla de los académicos al final de la I parte, que según las palabras primeras que había escritas en el pergamino que se halló en la caja de plomo: LOS ACADÉMICOS DE LA ARGAMASILLA, LUGAR DE LA MANCHA EN VIDA Y MUERTE DEL VALEROSO DON QUIJOTE DE LA MANCHA. Y seguidamente les da nombres jocosos a cada uno de los académicos en los cuatro sonetos y dos pares de tercetos  laudatorios dedicados a los personajes del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha. «Tal academia es fingida, pues precisamente la comicidad estriba en afirmar que en esta población podía existir una academia literaria como las muchas que había en Madrid», nos dice la nota de Martín de Riquer. Los académicos eran seis: el Monicongo, el Paniaguado, el Caprichoso, el Burlados, el Cachidiablo y el Tiquitoc.

    Después de pasar por debajo del viaducto de circunvalación de la N-310, ya vemos el cartel de situación de Argamasilla, y un molino de viento que parece construido con propósito de atracción turística, más que arqueología arquitectónica, que según la guía de Antonio Aradillas está dedicado a Maese Pero Péres el cura del Quijote, se alza a la derecha de la carretera, en la misma rotonda, en el llano sin vientos; delante del molino se planta una escultura metálica de don Quijote, pie a tierra, provocador y valiente con su lanza y su adarga, que como escribe Arturo Pérez Reverte «está loco, pero no tiene un pelo de tonto».  Y enfrente de nosotros, que hemos salido un momento para las fotos, vemos un muro encalado con las siluetas chinescas de don Quijote y Sancho a caballo y rucio dirección al centro histórico de la villa, y  con el orgulloso anagrama: «En un lugar de la Mancha».  Porque según todos los indicios serios llevan a pensar que este es el lugar donde vivía Alonso Quijano, a ello contribuyó  el propio Cervantes: «Lugar de La Mancha en vida y muerte del valeroso don Quijote», ya citado, más Alonso Fernández de Avellaneda con su segunda parte del Quijote apócrifo de 1614 que le sitúa aquí, más las opiniones de don Diego Clemencín o don Manuel de Rivadeneyra o Hartsenbusch. Por otro lado, queda por dilucidar, documentalmente, si Cervantes estuvo realmente preso aquí en la cueva de Medrado, que son dos cuestiones distintas por descifrar : la prisión y el lugar de la Mancha.




Libros a la venta en LULU
 http://www.lulu.com/shop/see-more-from-shelf.ep?name=moreFromAuthor&productId=5171044


     La frase: «No quiero acordarme» ha dado mucho de sí, usted ya nos lo comentó en Con permiso de los cervantistas, tomado a su vez de un comentario de Rodríguez Marín, que dijo, que ya  había encontrado frases análogas en la misma época, y que podría tratarse de una elipsis: «No quiero ahora hacer el esfuerzo necesario para acordarme», y añade otras frases: Quiero llover, quiero amanecer, quiero abandonar.  También en verdad que los cuentos y fábulas empezaban en lugares no nombrados, o en lugares fabulosos del Asia Menor.  No había costumbre de poner nombres reales en las fábulas o cuentos, como ahora, hubo una época de transición en que se buscaba un seudónimo para nombrar la ciudad donde sucedían los hechos de una novela: Oleza de Miró, Labraz de Baroja, Orbajosa de Galdos o Vetusta de Clarín.

     Esta villa manchega es sin duda alguna «El lugar», me sugiere que es el meridiano cero de La Mancha, quizás el cruce de caminos más importante durante el S. XVI por donde pasaban los muleros, el vizcaíno, con la lana de Toledo hacia los puertos levantinos de Alicante y Cartagena, en la conocida ruta de la lana de Castilla hacia Génova.

     Para mí, después de muchas lecturas, estoy convencido de que NO HAY UN LUGAR de La Mancha, sino que Cervantes como escribe al final de la II Parte, en el último capítulo 74: «cCuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de La Mancha contendiesen entre sí para ahijarle y tenerle por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero».  Sin embargo, si hubiere la necesidad de tomar determinación irrevocable o partido por una villa en concreto, yo me quedo con la Argamasilla, porque lo de los Infantes (Capital del Campo de Montiel), aunque Cervantes  nombrara cinco veces campo de Montiel, no me encaja, no me da sensaciones poderosas de certeza, porque los Infantes era la villa de Don Diego de Miranda, el Caballero del Verde Gabán, que encontraron en el camino cuando había ya han partido de su casa para su tercera salida, después de haber sido instigado, comprometido, por su vecino el bachiller Sansón Carrasco, casa en runias que situada según la tradición  en la calle de los Académicos, que describiré en otro apartado.

       ¿Sabe usted, maestro Azorín, que en este IV Centenario le han dado a los eruditos por decir que don Alonso Quijano era de Villanueva de los Infantes? Que ha pasado a sustituir a Argamasilla. Como he comendato, Cervantes nombra cinco veces al campo de Montiel: La primera en el prólogo de la primera parte que es la que más fuerza tiene: «…la historia del famoso don Quijote de la Mancha, de quien hay opinión, por todo los habitantes del distrito del campo de Montiel, que fue el más enamorado y el más valiente caballero». Y la otra versión que también esgrimen con mucha vehemencia es en la primera salida «subió sobre su famoso caballo Rocinante, y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel».  Cabe preguntarse si Cervantes conocía cuales eran los límites del distrito del campo de Montiel y la Mancha, ¿acaso Argamasilla no limita con el campo de Montiel?



        Hemos girado a la izquierda de la rotonda, dirección a la iglesia parroquial de San Juan Bautista, cuyos altos paños de labradas piedras, ocres y de sillares encajados, son muralla a la carretera, hemos pasado por encima del canal de Avenamiento (o canal para dar salida a los terrenos húmedos o encharcados), Más adelante pasa otro canal, el del Gran Prior, porque esta villa es la Venecia de La Mancha si los canales fueran navegables. Pasada la iglesia ya vemos los jardines de la Plaza de España y el edificio de aspecto chalet del Ayuntamiento con reloj en la espadaña. Sin darnos apenas cuenta de nuestro corto recorrido  entramos por la espalda del edificio Consistorial y aparcamos, nada más  y nada menos que enfrente de la rebotica donde se reunían los Académicos con usted, cuando les visitó en marzo de 1905, hace un siglo nada más y nada menos. Argamasilla de Alba.

     –No puedo abrir la puerta –me advierte mi mujer en tono de enfado, como ella se pone cuando las cosas no le saben bien, y eso de quedarse la última le repatea. Era verdad el Almera la pegué muy cerca de otro oche y no se podía habri la puerta–.

     –Mueve el coche para atrás.

     –¿Dónde quieres que te retrate?  – le dije para suavizarla la situación, una vez había salido.

     –Me da igual. Estoy rodeada de historia.

    Yo saltaba de  contento y  de alegría no podía más e incluso me había olvidado el bastón con empuñadura de madera de algarrobo blanco dentro del coche, allí, con aquella temperatura de abrigo de visón, ya no estaba ni cojo ni me dolía nada, porque había entrado en una fantasía literaria, en la médula de La Mancha tan plana como una bandeja de plata.

      Descubrí una placa  de mármol blanco en la fachada, encima de la placa de la Plazuela Quijana que así es como se llama esta plaza, la placa dedica a usted, dice literalmente:

      «En la rebotica de esta farmacia que fue de D. Carlos Gómez se reunía Azorín con los académicos de la Argamasilla “La ruta de d. Quijote” (Cap. V), “Los académicos de la Argamasilla”. 23 de abril de 1999».



      Actualmente, los Académicos de la Argamasilla son una Asociación Cultural de tradición cervantina centenaria en esta ciudad de cuyo aire respiró don Quijote y Sancho y el propio Cervantes, dice el catálogo/mapa que los entrecomillados “Académicos”, siguen organizando numerosas actividades culturales entre las que caben destacar los Juicios Críticos Literarios, que este año le toca enjuiciar a la arpistas Rosa María Calvo, para el 17 de septiembre. Este acto tan singular cuenta con un encausado, un defensor y un fiscal, y si se quiere, se pueden presentar testigos. Entre los cervantistas e intelectuales a los que ha interesado el tema se hallan Luis Arroyo Zapatero,  Pedro B. Pedraza, Rafael Alfaro y otros nombres.

      Después  de las fotos de necesarias a la placa de usted, a la puerta verde de chapa de la rebotica ahora cerrada con un candado, en cuyo dintel hay un cartel: «Farmacia del Lºº [licenciado] C. Cueva». También aparece un cartel informativo para turistas despistados como nosotros, donde se cuenta la historia del lugar con gran fotografía de los académicos. Luego le di los buenos días a un busto suyo situado en un jardincillo del Ayuntamiento, no se ve el nombre del escultor, pero gracias al artículo de José Payá Bernabé: «Cervantes en Azorín», sabemos que el escultor del busto es Cayetano Hilario en 1973 y que usted llegó a conocer el busto. ¿Qué se siente cuando uno se ve en piedra?  El busto es de una piedra blanca, de nata, se le ve vestido con traje y corbata, descansa sobre dos gruesos volúmenes que deben representar al El Quijote, y éstos, a su vez sobre un pedestal en forma de prisma con un cartel  frontal que dice:

     «Yo no he conocido jamás hombres más discretos, más amables, más sencillos que estos buenos hidalgos don Cándido, don Luis, don Francisco, don Juan Alfonso y don Carlos». (Cap. V). Ayuntamiento de Argamasilla.



      Usted tiene otros bustos repartidos por La Mancha y Valencia, que yo sepa uno  en Albacete en el parque de Abelardo Sánchez, junto a un estanque de patos, obra de Andrés Tendero.  Otro de medio cuerpo la Casa-Museo de Monóvar cuyo autor es José Palacios, escultor valenciano, en el Colegio Cervantes tienen una copia. Otro busto de bronce en Valencia, efectuado por Victor-hino (Victoriano Gómez López) que lo firma al lado y fecha 1968  en el que figura: «Valencia a Azorín, 1969». Dicen que otro en Manzanares. En el Jardín ade Celebridades de la Diputación de Alicante tiene otros busco de bronce.

     En la otra parte de la Plazuela de Quijana, emerge  una escultura no recuerdo ahora si de Alonso Quijano o de Cervantes sentado, bajo uno árboles, en esos momentos unos empelados del Ayuntamiento limpiaban el jardincillo de hojarasca, pegado al monumento reposaba  una bicicleta tumbada, quieta con sus dos ruedas y su manillar, posiblemente de alguno de los empleados de la limpieza, en esos momentos no le hice una fotografía, y me arrepiento. ¿Cómo es posible que un pintor  que pretende ser patricio entre sus contemporáneos  no hiciera una fotografía de la bicicletas apoyada sobre Cervantes o don Alonso, una foto plástica, provocadora, del nuevo arte contemporáneo, pero la imagen me trae la idea, y estoy en ello, en dibujar una pareja «donquijotesanchona»  montados cada uno en bicicleta por los caminos de La Mancha, por esta región sin límites, que como ya escribiera Benito Pérez Galdós en 1873: «Don Quijote necesitaba aquel horizonte, aquel suelo sin caminos, y que, sin embargo, todo él es camino, aquella tierra sin direcciones: pues por ella se va a todas partes». Es cierto, señor Galdós, La Mancha no tiene paredes, no tiene puertas al campo (Octavio Paz), no tiene murallas de montes que le angosten los pasos que deletrean las calles solitarias, los árboles con sus hijas sombras, cual rebaño de frescor, sus paisajes no son áridos sino amenos y labrados.



     Entramos en el Ayuntamiento para pedir información turística, una chica que escribía en el teclado de un ordenador, porque los ordenadores han llega a todas partes, incluso al «Lugar», nos atiende muy amable.  Nos dio un plano de la ciudad que tiene un calendario de 2005, en el que se anuncia las actividades culturales con motivo de este sueño del IV Centenario, ya tengo tres planos: el de 2001 y 2003 y este, los tres son diferentes.  La actividad en este Ayuntamiento es frenética, suenan los teléfonos por todos los despachos, entran y salen vecinos por la puerta de cristales. Hace unos días se celebró el XII Coloquio Internacional de la Asociación de Cervantistas, dirigido por Felipe B. Pedraza y coordinado por Pedro Padilla. Ayer, día 10 de mayo, se celebró un concierto en Argamasilla por la Banda de la Agrupación Musical Maestro Martín Díaz que dirigió Miguel Carlos.

     Me hubiera gustado hablar largo y tendido con la Concejala de Cultura Noelia Serrano, sin embargo, hace más de diez años que no consigo hablar con político alguno, porque todos están o reunidos en los plenos o inaugurando algún polideportivo.

     Usted, señor Azorín ya nos contó ampliamente la historia de Argamasilla de Alba en el Capítulo III «Psicología de Argamasilla», y yo no la voy a repetir, salvo algunas puntualizaciones, que se fundó en 1535 y obtuvo el título de villa en 1612, su término municipal es de 38.700 hectáreas y su población actual de 6.800 vecinos. Me consta, que usted preparó muy seriamente su viaje, ya que tomó notas de las Relaciones Topográficas de los pueblos de España, mandada escribir por Felipe II en 1575. Me gustaría preguntarle de dónde tomó las notas si del original que existen en el Biblioteca de EL Escorial  o de la copia que hay en  la Real Academia de la Historia de Madrid, ya que estas relaciones no están publicadas, salvo una antología que  hizo Juan Ortega Rubio en 1918.  Lo más lógico es pensar que estuvo en la de la Historia, hoy en calle León, 21 (28014 Madrid), que se fundó 18 de abril de 1738 por el Rey  Felipe V.

    La etimología del nombre de Argamasilla, pasa por ser, según Antonio Aradillas, por  «argamasa» en alusión a un edificio mal construido, con mezcla de cal, arena, tierra y agua en tiempos del Gran Prior de la orden de San Juan, don Diego de Toledo de la Casa de Alba, aunque los primeros emplazamientos datan de 1198.

     En febrero 2005 se colocó aquí la primera piedra de la Ruta del Quijote en Camino de la Estación, donde empieza el corredor de la llamada ecoruta, por el presidente de la Junta don José María Barreda, se han creado comisiones, comisarios, y no se cuántas cosas más, para que esta fecha sea el arranque de un principio memorable del IV Centenario de la publicación de la I Parte de El Quijote . Por REAL DECRETO 1419/2004, de 11 de junio, se creo la Comisión Nacional del IV Centenario cuyos presidentes de honos son Sus Majestades los Reyes de España Don Juan Carlos I y la Reya Sofía.

    Estos días amenos, con insuficientes tormentas furibundas, de mediados de junio, ha saltado de nuevo la noticia del problema de la sequía y del agua entre Murcia y La Mancha, el canal Tajo-Segura, es un canal de discordias y además huraño. Murcia de por sí es una región árida en el espacio climático que menos llueve en España, se ha convertido en un vergel de huertas. Los manchegos se empeñan en no dar agua para los campos de golf, esto es un error, un campo de golf da trabajo a 40 personas durante todo el año, y un campo de lechugas da trabajo a 10 personas durante diez días. Y los manchegos denuncian que dan más agua en el canal de Tajo-Seguro de la que reciben.

    Las del canal también riegan  las fértiles tierras de la  Veja Baja, cuya capital es Orihuela, la Oleza de Gabriel Miró, la de Perito en Lunas de Miguel Hernández, y otros poemas como Carlos Fenol, Jesús Poveda, o del ensayista Ramón Sijé y Augusto Pescador,  pero también en la ciudad ranacentista de al Arbobipo Fernando de Loacez (1497-1568) y Patriarca de Antioquía, y fue fundador de la Pontifica Universidad de Orihuela en 1552 por priviliegio del papa Julio III.

    Aquí residio en su niñez una ilutres y bellísisma actriz manchega Sara Montiel (1928-1913), natural del Campo de Cristana al que viajaremos más adelante, leo en Wikipedi la siguiente notas:

    Tras la Guerra Civil la familia se estableció en  Oriehuela (Alicante) en busca de un clima más benigno dado que el padre padecía asma; él trabajó en Orihuela como distribuidor de vinos. La futura estrella acudió al Colegio de Jesús María de San Agustín en esa ciudad, pero tuvo una alfabetización muy primaria pues las monjas del colegio la formaron más bien en labores domésticas como la costura.



    La cuestión ea pasar el día en Argamasilla, porque había mucho por ver, estujdiar y fotografiar.


viernes, 11 de marzo de 2016

Villanueva de los Infantes, el pueblo del Caballero del Verde Gabán. El Quijote

                                (Dibujo a plumilla de Ramón F. de "Villanueva de los Infantes)




6.- DE RUIDERA A VILLANUEVA DE LOS INFANTES

(Un capítulo de mi libro "Buscando a Azorín por la Mancha") Ediciones Lulu /Usa.

      Sr. Azorín:

      Tomamos la carretera de los Infantes, que lo de Villanueva le sobra, por la N-430 hasta un cruce que se nos abre  en Casas Blancas, antes de llegar a Alhambra, por una carretera solitaria, la CM-3129, donde el paisaje es de tierras rojizas, que como usted sabe por eso le deben llaman Alhambra, que es un nombre árabe como  la Alhambra de Granada de los nazaríes a la que llamaban «La roja» por el color de las tierras del cerro donde se alza. (Quién dice si Cide Hamete Benengeli o Berenjena como le llamaba Sancho, no era de Alhambra).  Los eruditos y discretos especialistas de la ruta de don Quijote sitúan en este pueblo, de semejanza nazarí, las bodas del rico Camacho con Quiteria, relatadas en los capítulos 19-21 de la 2º parte.  Se pasa por el centro del vetusto pueblo de Carrizosa (la aldea de Basilio, cap. 21, 2º parte), situado en una especie de charnela por donde pasa el arroyo de Cañamares, la travesía tiene una curva a la derecha, continúan las tierras  rojizas de labrantío, buena tierra sobre ondulaciones y algún otero sobre el que aparecen los restos arqueológicos de una especie de torre, restos de lo que fue un molino de viento, manchas de viejos olivos y viñedos, sobre todo viñas que han empezado a enseñar su verdes pámpanos como billetes verdes, porque no sé el precio de la uva al viticultor pero el vino embotellado es oro tinto. 






Libros a la venta en LULU. on-line 10 % de descuento
 http://www.lulu.com/shop/see-more-from-shelf.ep?name=moreFromAuthor&productId=5171044





      Ya entramos en los Infantes, cruzamos sus calles en las que se aprecian las piedras nobles, monacales, aristocráticas  de palacios, conventos  e  iglesias,  piedras cenobitas de arenisca rojiza, bermellones, ocres, todas ellas  convertidas en arte, piedras apretadas, quietas, hechas a besos de cinceles.  El origen de la villa es romano.   El Infante don Enrique de Aragón le concedió la Carta Puebla en 1421, y se independizó de Montiel,  y en honor de sus hermanos los Infantes don Juan y don Pedro, recibió el nombre de «Los Infantes» en 1480 y en 1491 se le dio el de Villanueva de los Infantes,  su censo siguió creciendo hasta sobrepasar los 5.000 habitantes a mediados del siglo XVI.  Esto le valió a Felipe II para proclamarla capital del Campo de Montiel en 1573 tanto política como eclesiásticamente, y capital de Gobernación de la Orden de Santiago, influyendo considerablemente en el Campo de Montiel y zonas de Albacete, Murcia y Jaén durante toda la Edad Moderna.  En el censo de 1998 tiene 5.801 habitantes.
      Estos datos históricos más las cinco citas que hace Cervantes del Campo de Montiel en El Quijote han valido a algunos investigadores para considerarla  que este es el enigmático «En un lugar de La Mancha». En este IV Centenario se está hablando de Villanueva de los Infantes en detrimento de Argamasilla. Por los datos aportados es evidente que esta ciudad ya se llamaba así un siglo antres de cuando se escribió El Quijote. Además si el Caballero del Verde Gabán era de aquí, no podía ser también don Quijote y Sancho.
      Cruzamos longitudinalmente la villa hasta llegar cerca del parque de la Constitución que fue remodelado  en 2002, donde se ve una Ermita del Santísimo Cristo. Aparqué el coche junto al monumento dedicado a don Francisco de Quevedo y Villegas, señor de La Torre de Francisco Abad que murió aquí el 8 septiembre 1645 en el convento de Santo Domingo, aunque fue enterrado en la iglesia de San Andrés, capilla de los Bustos.  Desde luego  que yo, ahora,  los Infantes le bautizaría como la Deseada (aquí desea uno vivir).  Entremos en la iglesia de Santo Domingo, dentro no había ni un alma, nunca mejor dicho, la foto que le hice a una estela de nombres medievales no salió por falta de luz o de un  encantamiento. Santuario de Nuestra Señora de la Antigua.
       Pero como el motivo de nuestro viaje era buscar sus huellas, señor Azorín, y a la vez, también la de don Quijote, tomamos la calle central peatonal llamada de Cervantes, una calle comercial, locales de souvenir, palacios y la casa del Caballero del Verde Gabán, aquí me hizo mi mujer una fotografía, no pudimos entrar al impedirlo una puerta cerrada y además es propiedad particular, lo dice el letrero en metacrilato que hay en la puerta. En la fachada de la casa es de piedra arenisca rojiza de la zona, tiene una puerta nueva de doble hoja, enmarcada entre dos columnas empotradas con capiteles erosionados, escudo en el dintel que no puedo describir porque no soy heraldista, hay un amplio balcón que toma  ángulo recto hacia la esquina de la calle Jacinto Benavente, alero amplio en el tejado de una robustez nueva.  Aquí estuvo don Quijote y Sancho, y aquí mismo, ahora, 400 años después estoy yo profanando un lugar casi sagrado y que además pintó el ilustrador Gustavo Doré (Casa del caballero del Verde Gabán)
     Por un momento quiero acordarme, nos vamos a detener, porque quiero retroceder por el túnel del tiempo novelesco y el real, simbiosis que no se puede experimentar con tanta nobleza y dignidad que aquí, por asombroso que sea, esta casa la describe Cervantes en el Capítulo 18 de la 2º parte, cuando  llegó don Quijote con Sancho acompañados del dueño de la casa don Diego de Miranda, el Caballero del Verde Gabán al que encontraron en el camino después de una lid con el caballero del bosque. Invitación que les hizo  don Diego con la inequívoca pretensión de que don Quijote desengañara o desencantara a su hijo en la fantasía de ser un poeta. La descripción de la casa por Cervantes es la siguiente:
       «Halló don Quijote ser la casa de don Diego de Miranda ancha como de aldea; las armas, empero, aunque de piedra tosca, encima de la puerta de la calle; la bodega, en el patio; la cueva, en el portal, y muchas tinajas a la redonda, que, por ser del Toboso…» (Cap.18,2º.P). 

        Desde luego, ahora, estoy seguro de que el gran ilustrador francés Gustavo Doré no vio esta casa porque el dibujo que realizó de su patio interior es el de un palacio y no el de una cas machega de la época.
       Las tinajas toboseñas, ya fueron descritas en el siglo XVI, según don Martín de Riquer, famosas en La Mancha.
      Aquí vivía el matrimonio  don Diego de Miranda, rico labrador, con doña Cristina y   con su hijo don Lorenzo «estudiante de poesía» en Salamanca y que quería dedicarse a ser poeta, lo cual daba quebraderos de cabeza a su padre.  (El narrador del Quijote  equivoca al lector en el número de hijos, porque cuando en el diálogo de auto-presentación que hace don Diego de Miranda en el  Cap. 16, escribe: «…paso la vida con mi mujer, y con mis hijos,..» en plural, cuando en el mismo capítulo dice: «tengo un hijo (…) será de edad de diez y ocho años». Porque Cervantes, como decía el erudito cervantista nurciano don Diego de Clemencín no tenía costumbre de repasar sus escritos.
        Madre e hijo salen a recibirles: al padre y a los dos personajes cuyas presencias habían sido ya escritas en  El ingenioso Hidalgo con Quijote de Mancha, según el bachiller Sansón Carrasco (cap, II, 2º parte).   Don Quijote, ayudado por su escudero se desarmó y «quedó en valones [calzones al estilo de Valonia] y en jubón de camuza, todo bisunto [sangriento] con la mugre de las armas».  A «fuerza de adulación» don Lorenzo de Miranda,  recitó a don Quijote versos glosados y un soneto, la insistencia propia del novel ante el consagrado maestro. Lorenzo dice del Caballero de la Triste figura que  «él es un loco bizarro, un entreverado loco, lleno de lúcido intervalos». En realidad don Quijote va tomando cordura en la II Parte, recordemos que es un loco que muere cuerdo. Habla don Quijote de los premios literarios, y ya entonces tenía las mismas sospechas y opiniones de tongo, que hoy en día:
       «…el primero siempre se lleva el favor o la gran calidad de la persona, el segundo se le lleva la mera justicia, y el tercero viene a ser segundo, y el primero a esta cuenta será el tercero, al modo de las licencias que se dan en las universidades…».

       En la casa de don Diego de Miranda comieron, y pasaron cuatro días como huéspedes bien recibidos, don Quijote y Sancho.

      Usted dio una conferencia en el Ateneo de Madrid, en el mes abril 1905: Don Quijote en casa del caballero del Verde Gabán, esta conferencia  aparecerá en la recopilación de artículos Lecturas españolas, Madrid, 1912, y Con Cervantes, 1947 y   Con permiso de los cervantistas (Biblioteca Nueva, 1948),  habla de este caballero propietario de esta casa de los Infantes, en dos artículos: «La entrevista» y «En casa de Miranda».
      En la cabecera escribe usted:«Este es el trabajo que ha escrito Azorín para que sea leído aquí, en el Ateneo, con motivo del centenario del Quijote. No tiene importancia; carece de trascendencia; el autor no puede meterse en disquisiciones hondas, porque sabe muy pocas cosas». Firmado Azorín.   Usted habla de sí mismo en tercera persona, lo cual es llamativo.
      En la explicación de la conferencia, dice usted que Lorenzo es un mozo absurdo y fantástico, su padre no ha podido hacer nada para que estudiara leyes, «esto le granjea nuestra más calurosa simpatía». ¿Por qué le causa a usted simpatía Lorenzo?, quizás porque es la misma estampa de usted, que no  acabó leyes en Valencia como su padre quería, y acabó siendo tratante de palabras.  Y ve usted en Don Diego a don Isidro Martínez, con el mismo problema de hijo que no saca los estudios de Derecho.  Sin duda alguna don Isidro como don Diego no estaba contento con la decisión tomada por su hijo en ser poeta, cuando asegura en un diálogo: «tengo un hijo, que, a no tenerle, quizás me juzgara por más dichoso de lo que soy; y no porque él sea malo, sino porque no es tan bueno como yo quisiera», (Cap. 16, 2º parte).  Sin embargo, Lorenzo de Miranda no estudiaba leyes en Salamanca sino «las lenguas latina y griega», y no quería estudiar otras ciencias.
      «Don Diego, su padre, no ha podido hacer que se aplique a más provechosas y sólidas especulaciones; pero hasta ahora sus ímpetus, sus gustos, sus tendencias, se hallaban reprimidas, tenidas por el ambiente sosegado y regular de esta vivienda…». Al final de la conferencia hay una defensa de los ideales ante los prosaicos:   «¿Qué creéis que importa más para el aumento y grandeza de las naciones: estos espíritus solitarios, errabundos, fantásticos y perseguidores del ideal, o estos otros prosaicos, metódicos, respetuosos con las tradiciones, amantes de las leyes, activos, laboriosos y honrados, mercaderes, industriales, artesanos y labradores?»
     La grandeza del Quijote es la capacidad humana de presentarnos problemas de antaño que son vigentes actualmente,  porque los hijos   «son pedazos de la entraña de sus padres, y así, se han de querer, o buenos o malos que sean».
    
       En el artículo «La entrevista», usted nos cuenta:
      «La entrevista que han celebrado Don Quijote y Lorenzo de Miranda se ha desenvuelto, como decimos ahora, en un ambiente de entera cordialidad». No faltaba más sino que hubiera sido de otro modo. Ocurre con Don Quijote que, siendo un hombre de acción, es, en ocasiones, un intelectual; no retrocedamos ante este sustantivo moderno».
      En «La casa de Miranda», usted se refiera, sin duda a la casa de don Diego de Miranda, el Caballero del Verde Gabán, aunque no le nombre, y nos cuenta:
    «La casa de Miranda es bonita; lo dice todo el mundo; no podemos nosotros menos de asentir; asentimos, desde luego, con mucho gusto. ¿Y cómo nos describe Cervantes la casa de don Diego de Miranda? No nos da de la casa sino cuatro rasgos. Y no nos da más porque, en puridad, no puede darnos más. Y no puede darnos más porque el arte, en su tiempo, no lo permite».

      En la calle Cervantes de esta villa puebla de los Infantes, se abren puertas de tiendas de souvenir, son típicas las figuras de don Quijote y Sancho forjadas en  hierro con pie como si fueran pisapapeles, valen de 25 a 30 €, hay que empezar a comprar recuerdos. Seguimos por la barroca fachada de la Encarnación, hasta el final donde a la derecha aparece una farmacia que fue botica desde finales el siglo XIX, allí se abre la Plaza Mayor, cuadrada,  con soportales con arcos neoclásicos, bancos de piedra  donde se sienta doña Julia, doña Paquita con niños que juegan a montar en bicicleta, y en un banco de piedra nos sentamos mi mujer y yo, he hice unas fotografías y tomé notas en mi bloc.
     Lo que más llama la atención del viajero ya cansado de caminar a cojetadas, es ver la torre y la puerta de la  parroquia de San Andrés, soberbia  catedral con puerta enmarcada en grandioso arco de medio punto, y ante el paño de la catedral un monumento dedicado al patrón Santo Tomas de Villanueva (1486-1555), cuando el santo murió, se repartieron entre los pobres todo el dinero que había en su casa.  La patrona es la Virgen de las Angustias. Junto al Ayuntamiento hay una tienda con venta de prensa, compré La Tribuna del día 10, número 5.260.  En primera página FENAVIN (Feria del vino) promete, en la foto vemos al presidente regional: José María Barreda, brinda junto a Manuel Juliá, Clementina Díez de Baldeón, Ángel Amador, Mercedes Gómez, Nemesio de Lara y Francisco Gil Ortega. El vino es sin duda la mayor riqueza de la Mancha, 600.000 hectáreas de viñedo lo que supone el 50% de la superficie nacional. También aparece en la portada un suceso: la muerte, siempre lamentable, de un trabajador en Daimiel de 55 años al caer de un andamio de cuatro metros de altura.

       -Tengo hambre, tú mucho monumento y mucha foto, pero las piedras, las iglesias y los soportales no alimentan.
       Se quejó mi mujer de cierto apetito crepuscular, aunque ella es de poco comer, por eso mantiene el tipo y la figura de modelo.
     -Anda, pregunta tú donde hay una cafetería que esté bien.
     Una amable chica de los Infantes, hospitalaria, porque iba vestida de enfermera, nos estuvo indicando varios lugares cercanos, y nos mandó a la plaza de San Juan donde se erige el monumento a Quevedo. Allí hay varios bares de pueblo, donde todos los clientes son varones. Tomamos una merienda cena en la terraza de un bar con pizzas. Las gentes son muy mirones porque no están muy acostumbrados a ver a dos turistas comiendo «ruideritos», detrás de unas pizzas.
     No vi en los locales nombres dedicados a usted, señor Azorín, sin embargo, ha quedado engrandecido el nombre del caballero del Verde Gabán, gracias a usted.
     Al anochecer, porque en este mes de mayo los días son largos regresamos por la misma carretera al Hotel la Colgada, lo ideal hubiera sido pasar por Villahermosa donde se cuenta que camino de Montiel don Quijote alanceó a las ovejas y desde allí regresar a las Lagunas de Ruidera, pero tal vez uno se va volviendo precavido porque siempre puede haber una legua de mal camino, sobre todo de noche.


Autor. Ramón Fernández Palmeral

Cómo poner una foto del post de tu blog y que salga en Facebook

Para que una fotografía del post de tu blog salga en tu muro de Facebook tienes que colgar fotos grande con 1200 pixeles de ancho de mínimo. Palmeral bloguero.

lunes, 7 de marzo de 2016

Creating a PDF for Print


VERSION 3 
Created on: 11-nov-2010 8:04 by CreateSpaceResources - Last Modified:  28-feb-2011 9:01 by CreateSpaceResources
https://createspacecommunity.s3.amazonaws.com/Resources Contributors/Laurel_FINAL.jpgCreating a PDF for Print By Laurel, CreateSpace PrePress

If you're planning to submit your own fully-formatted files to CreateSpace for publication, you'll first need to format your book document according to CreateSpace specifications using our online submission guidelines. Before submitting your finished documents, they will first need to be converted to PDF. Follow one of the three methods below to output a PDF intended for high-quality printing. Make sure to save your working documents before creating your PDF files so that you may edit them later if you wish.


Keep in mind that PDF is an open source file format, which means anyone can write PDF creation software programs or plug-ins. However, not all software will create a PDF for use in print applications. For best results, use programs and plug-ins from reputable software providers to create PDFs.


Option 1: Print to PDF


  1. With the native document open in the application you used to create your work, select "File>Print"
  2. Select "PDF" from the list of printers you are able to print to. If you do not find "PDF" in the list, there may be a "Print to PDF" or "PDF" button in the dialog box. Select this option if it is available. Otherwise, try the "Save as PDF" method below.
  3. Click "Properties", "Settings", or "Options" (naming depends on your system) to check the PDF settings that will be used to create your PDF file. If available, select "PDF/X-1a," "High-Quality Print" or "Press Quality" from the list of presets. If your system allows, make sure the following settings are chosen. Any other settings should be left to default in most cases.
    1. Fonts and images are embedded.
    2. Specified page size matches the intended trim size plus bleed (if applicable). You may lose the bleed you included in your native document if not printed to the proper size.
    3. Bookmarks, annotations, and comments are disabled.
    4. Document security (any type) is not used.
    5. PDF/X format is used. PDF/X is preferred, but if you are submitting non-PDF/X files (for example, PDF/A), any comments, forms, or other non-printing objects could be removed during our review process.
    6. Transparent objects are flattened.
    7. Spreads and printer's marks are disabled.
    8. Downsampling, or decreasing resolution, of images is disabled.
  4. Provide a name and location for the PDF file you are printing to (may default to the current name and location of the native document) and click "OK" in the print dialog box.
  5. Once created, make sure to open the PDF file to see that it appears as you intended. Otherwise, make the necessary adjustments in the native document and re-create the PDF file.


Option 2: Export as PDF


  1. With the native document open in the application you used to create your work, select "File>Export" You may need to select "PDF" if other file formats are available for export in the application.
  2. Provide a name and location for the PDF file you are exporting (may default to the current name and location of the native document) and click "Save" or "OK" in the print dialog box.
  3. Check the PDF settings that will be used to create your PDF file. If available, select "PDF/X-1a," "High-Quality Print" or "Press Quality" from the list of presets. If your system allows, make sure the following settings are chosen. Any other settings should be left to default in most cases.
    1. Fonts and images are embedded.
    2. Bookmarks, annotations, and comments are disabled.
    3. Document security (any type) is not used.
    4. PDF/X format is used. PDF/X is preferred, but if you are submitting non-PDF/X files (for example, PDF/A), any comments, forms, or other non-printing objects could be removed during our review process.
    5. Transparent objects are flattened.
    6. Spreads and printer's marks are disabled.
    7. Downsampling, or decreasing resolution, of images is disabled.
    8. Bleeds are enabled (if applicable).
  4. Click "Export" or "OK" in the export dialog box.
  5. Once created, make sure to open the PDF file to see that it appears as you intended. Otherwise, make the necessary adjustments in the native document and re-create the PDF file.


Option 3: Save as PDF


  1. With the native document open in the application you used to create your work, select "Save As" from the application's main menu or "File" menu.
  2. Choose "PDF" from the list of available file formats.
  3. Click "Settings" or "Options" (naming depends on your system) to check the PDF settings that will be used to create your PDF file. If your system allows, make sure the following settings are chosen. Any other settings should be left to default in most cases.
    1. Fonts and images are embedded.
    2. Bookmarks, annotations, and comments are disabled.
    3. Document security (any type) is not used.
    4. PDF/X format is used. PDF/X is preferred, but if you are submitting non-PDF/X files (for example, PDF/A), any comments, forms, or other non-printing objects could be removed during our review process.
    5. Transparent objects are flattened.
    6. Spreads and printer's marks are disabled.
    7. Downsampling, or decreasing resolution, of images is disabled.
    8. Bleeds are enabled (if applicable).
  4. Provide a name and location for the PDF file you are saving to (may default to the current name and location of the native document) and click "OK" in the print dialog box.
  5. Once created, make sure to open the PDF file to see that it appears as you intended. Otherwise, make the necessary adjustments in the native document and re-create the PDF file.


Members using Adobe® Acrobat® 7.0 or later, please visit the Help section and download the CreateSpace preflight profile. The preflight will highlight unembedded fonts, transparent objects, and low-resolution images in the PDF file. You may want to correct these prior to submitting your work to avoid potential issues in the file review that could delay your project. Now you are ready to submit your final work to CreateSpace!


You may also be interested in...


Members' Top 10 File Specification Challenges
Understanding Book Elements: Trim Size

Trucos para diseños webs, blog, blogger. de Tina Mora



http://trucos-diseno-web.euroresidentes.com/2013/09/como-poner-etiquetas-en-blogger.htmlhttp://trucos-diseno-web.euroresidentes.com/2013/09/como-poner-etiquetas-en-blogger.html