Dr.Jenner dijo: “No imagino que los anales de la Historia nos traigan un ejemplo de filantropía tan noble y extenso como este“.
La sentencia de Edward Jenner, el descubridor del antídoto contra la viruela, viene a decir que la difusión mundial “de la mayor conquista de la medicina” fue obra de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (1803-1812).
LA CORUÑA: PUERTO DE PARTIDA
La Coruña de 1803 era una ciudad bicéfala de 14.642 habitantes. Estaba configurada por la Ciudad Alta y la Pescadería. En la primera residía el abolengo local, la Capitanía General y la Real Audiencia; mientras que en la segunda, la más bulliciosa, el puerto era su gran protagonista.
Una ciudad pujante y cosmopolita, como sólo podían serlo aquellas abiertas al mar: plural, tolerante y enriquecida en los últimos 36 años con la concesión estatal de Los Correos Marítimos para comerciar con las colonias americanas.
Este privilegio concedido por el rey Carlos III en 1764 (compartido por Cádiz) permitió que a Coruña se convirtiese en un receptáculo de riqueza, donde el dinero perseguía a sus moradores. Por tal circunstancia, la ciudad se convirtió en un atractivo punto migratorio. el efecto llamada, brindado desde la otra orilla del Atlántico, produjo un aluvión humano sin precedentes para instalar comercios y enriquecerse al calor del monopolio estatal.
Con todo, esta bonanza estaba supeditada a los conflictos en los que estaba abocada España, sobre todo con su eterno enemigo: Inglaterra, que en su afán expansionista y poseída de una portentosa fuerza naval, ambicionaba aquellos territorios y su fuente de riqueza. Esta situación fue una constante durante la permanencia de Los Correos Marítimos en A Coruña, a los que hostigaban o hundían.
La Paz de Amiens (1802) permitió al Estado español realizar un serio replanteamiento de los fondeadores navales e incorporar a la Real Armada los Correos Marítimos y trasladarlos a la segura y bien fortificada ría ferrolana. La medida iba acompañada por la R.O. que agregaba el puerto departamental a comerciar con sus colonias, en detrimetno del coruñés. Así pues, A Coruña quedó huérfana de su principal fuente de negocio.
Con todo, durante su vigencia, el mercantilismo coruñés fue capaz de crear su propio tejido estructural, permitiéndole amortizar el terrible golpe sufrido. De esta forma pudo mantener intacto el status de sus habitantes y su peculiar idiosincrasia, a la que no estaba dispuesta a renunciar, caracterizándose por ser una ciudad alegre y extrovertida que destinaba buena parte de sus ganancias para enriquecerse social y culturalmente.
Una capital única en el norte de España.
UN VIAJE QUE CAMBIÓ EL MUNDO PARA SIEMPRE
El origen
Seis años después del descubrimiento de Edward Jenner, el rei Carlos IV (en la fotografía retratado al óleo por Francisco de Goya) dispuso organizar la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna (REFV) para llevar la vacuna a las -entonces- provincias españolas de América y Asia. Esta responsabilidad es asumida por dos médicos de cámara del monarca español (Francisco Xavier Balmis, director, y Joseph Salvany, subdirector), dos ayudantes-cirujanos, dos practicantes y cuatro enfermeros. Entre estos últimos figura la única mujer que participó en la Expedición: no es otra que la gallega Isabel Zendal Gómez.
El método: de brazo en brazo camino de América
Para llevar el pus vacunal hasta las Españas de Ultramar y rehusando la idea de trasladar vacas con viruela, Balmis ideó una cadena humana de niños expósitos: una primera dosis de linfa sería transplantada en los brazos de una pareja de niños (de brazo a brazo).
A los 10-12 días, los granos de viruela de estos portadores tendrían una pústula central del tamaño de una lenteja, rodeada por un pequeño cerco más elevado y lleno de pus (“con la pinta de una hermosa flor con su germen en el centro”). En este punto de sazón de materia vacunal, se haría el trasvase de una nueva pareja. Así, de brazo en brazo, la vacuna fue haciendo camina hasta América.
Las escalas
De A Coruña, el 30 de noviembre de 1803, zarpa la mayor odisea médica de la historia. Tras escalas en Tenerife y Puerto Rico, el equipo médico de la REFV llega a Venezuela. Desde aquí, Joseph Salvany y otros tres expedicionarios emprenden la épica travesía que los lleva desde Barraqnuilla hasta las islas más al sur de Chile. El grupo de Balmis -con cinco ayudantes, entre ellos la enfermera Isabel Zendal- recala en la Habana antes de desembarcar en Veracruz; después de vacunar por Guatemala e interior de México, sale de Acapulco para llevar la vacuna hasta Filipinas. Balmis, en solitario, tras vacunar en Macao, Cantón y Santa Elena, llega a Lisboa dando por concluida su labor de campo en la REFV.
De Galicia a Nueva Galicia
Un balance espectacular
Los niños son el elemento clave sin los que sería imposible completar con éxito la campaña. La historia refiere el nombre de los que realizaron los viajes marítimos, pero la gran mayoría de héroes anónimos que llevaron la vacuna hacia el interior estarán siempre en el olvido.
El número total de los utilizados como cadena humana y la de vacunados es desconocido.
El mayor adelanto y éxito de la REFV fue el sistema organizativo que aplicaron: las “Juntas de Vacuna”, red de centros creados para preservar y transportar el fluido vacunal en buenas condiciones hasta los lugares de vacunación. Disponían de un reglamento con instrucciones sobre las características del puesto de vacunación a como efectuar el censo de vacunados. En estas juntas integraron a los sanitarios locales para mejorar la aceptabilidad de la vacuna y utilizaron la prensa para difundir noticias.
Otra dimensión de las juntas era su proyección docente y educativa. Era necesario formar a los sanitarios locales en el ejercicio de la vacunación para que mantuviesen el programa. Contribuyeron así a institucionalizar y modernizar la sanidad en América, cuyo control recía hasta ese momento en las órdenes religiosas.
¿Qué fue de los gallegos?
La María Pita retorna a A Coruña desde Veracruz -donde desembarca el grupo de Balmis-, pero no racala hasta el 6 de enero de 1805, tras cinco meses de “permanentes malestares por los temporales y ser abordados por un corsario inglés”.
De la situación de los niños que salieron de A Coruña informó el Consejo mexicano de Beneficiencia: a la altura de 1809, dos habían muerto; un comerciante adoptara a tres de los muchachos, cuatro estudiaban en la Escuela Patriótica, y otro comerciante adoptó a otros tres; un director de hospicio cuidaba de dos niños y otro director, de tres; un médico, el director de un colegio y un párroco adoptaron cada uno a un niño.
Terminada la campaña filipina, Isabel Zendal se asienta en Puebla (agosto de 1807), donde quedara su hijo. En esta ciudad mexicana, en abril de 1808, continuaba percibiendo los 500 pesos fuertes anuales (7500 reales) asignados a los enfermeros de la REFV, salario que, según Gutiérrez, mano derecha de Balmis, aún cobraba en enero de 1811.
Una estatua (foto de arriba) recuerda a Isabel y a los niños en el Parrote de A Coruña.
Fechas clave
- 30 noviembre 1803. Comienzo de la REFV. Parte de A Coruña la María Pita, con Zendal y los 22 niños.
- 9 diciembre 1803. Llegada de la Expedición a Santa Cruz de Tenerife. PArte el 6 de enero de 1804.
- 9 febrero 1804. Llegada a América (Puerto Rico)
- 20 marzo 1804. El equipo médico de la REFV llega a Porto Cabelo (Venezuela). De ahí viajan a Caracas.
- 8 mayo 1804. La REFV se divide para siempre, de entrada en dos rutas. La expedición dirigida por Salvany va hacia América Meridional; la de Balmis parte en la María Pita desde La Guayra hasta Cuba. Con él viajaban Isabel y los niños (se suman seis en La Guayra)
- 26 mayo 1804. Llegada de la Expedición Balmis (EB) a La Habana.
- 25 junio 1804. Llegada de la EB al puerto de Sisal, en la península dle Yucatán.
- 24 julio 1804. Llegada de la EB a Veracruz, en la María Pita. Las corbeta vuelve desde este puerto a A Coruña (llegará el 6 de enero de 1805).
- 9 agosto 1804. Llegada de la EB a Ciudad de México. los 21 niños que parten de A Coruña se quedan, de entrada, bajo la tutela del virrey.
- 8 de febrero 1805. El grupo de Balmis, con Zendal, parte desde Acapulco hasta Filipinas a bordo de la nao Magallanes. Llega a Manila el 16 de abril de 1805.
- 2 septiembre 1805. Balmis, dende Manila, emprende en solitario el regreso a España. Aprovecha la espera del navío de la ruta Macao-Lisboa para vacunar en Macao (septiembre, 1805) y Cantón (octubre, 1805).
- 7 de febrero 1806. Balmis abandona Macao
- 17 junio 1806. Balmis sale de la isla de Santa Elena, donde realiza sus últimas vacunaciones.
- 14 agosto 1806. Balmis llega a Lisboa (Portugal)
- 14 agosto 1807. Llega a Acapulco la expedición asiática. Había zarpado de Manila el 19 de abril.
- 21 julio 1810. Muere Salvany en Cochabamba.
- Enero 1812. La expedición del cirujano Grajales y el enfermero Bolaños -los dos salieran de A Coruña- llega a la Patagonia chilena, al Archipiélago de Chiloé, otrora conocido como Nueva Galicia. Vacunan en varias islas. Es la última escala de la REFV. Vuelven después a Lima (llegan en marzo de 1812).
- Datos tomados de la Fundacción Isabel Zendal
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En relación a la viruela, a comienzos del siglo XIX concurren una serie de elementos a tener en cuenta:
- El descubrimiento de la vacuna por Jenner
- La sensibilización de la monarquía española ante la enfermedad.
- Las noticias procedentes de Ultramar informando de las epidemias de viruelas.
En este contexto, se idea la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna con el objeto de propagar y perpetuar la vacuna contra la viruela en los territorios hispánicos de Ultramar, dentro del conjunto de expediciones ilustradas realizadas por la Corona. Por iniciativa de uno de los miembros del Consejo de Indias, Francisco Requena, se encargó un proyecto de expedición a José Felipe Flores, un prestigioso médico formado en la Universidad de Guatemala que se encontraba en España becado para realizar investigaciones. Su proyecto contemplaba la salida de dos cuerpos expedicionarios, uno con destino a Veracruz (México) y otro a Cartagena de Indias (Colombia) Además, proponía que la vacuna se transportara en dos barcos rápidos, llevando algunas vacas infectadas de viruela, niños para realizar vacunaciones brazo a brazo y cristales para conservar la vacuna. Aunque el Consejo de Indias acordó que Flores y Balmis dirigieran cada uno una de las rutas, la Junta de Cirujanos de Cámara determinó que sólo hubiera una ruta y un director, Balmis. Éste había elaborado otro proyecto que tituló Reglamento y Derrotero que debía seguir la Expedición y que fue el elegido, consistía en salir desde la Coruña, en un solo barco y con los niños vacuníferos.
Los preparativos
Uno de los mayores problemas que suponía la Expedición era su alto coste y la necesidad de financiación, debido al equipamiento requerido y a la cantidad de personas que había que movilizar.
El principal gasto (90.000 reales de vellón) fue dotar a la Expedición del equipamiento necesario, compuesto de:
- Botiquín con los medicamentos y efectos más usuales durante la navegación
- Porciones de lienzo para las vacunaciones
- 2.000 pares de vidrios para mantener el fluido vacuno
- Una máquina pneumática
- 4 barómetros
- 4 termómetros
- 500 ejemplares de la obra de Moreau de la Sarthe traducida por Balmis, como manual para la difusión de esta práctica
- 6 libros en blanco, para anotar los resultados de su trabajo, servir de registro de las actividades realizadas y para presentarlo a la vuelta.
Otro de los gastos más gravosos fue el ocasionado por los expedicionarios (transporte y manutención) que corría a cargo de la Real Hacienda. Una vez llegados a territorios ultramarinos, los expedicionarios pasaban a depender de las autoridades locales, por lo que los poderes públicos coloniales podían financiar ese tipo de gastos.
Condicionamientos geográficos y la ayuda indígena
La Expedición se verá condicionada por el territorio, los caminos, valles y montañas formarán parte de su recorrido. No fue una empresa fácil, a las enormes distancias se unía la dificultad de las comunicaciones.
Muchos de los caminos eran infranqueables, para salvar los obstáculos era necesario contar con la ayuda de indios porteadores y estriberos. Estos indígenas transportaban a los expedicionarios y a los útiles para las vacunaciones. Aunque viajar a pie dotaba a la Expedición de independencia y de libertad de movimiento, la voracidad de la vegetación hacía que los senderos fueran intransitables. Para ello, la Expedición también necesitó de la ayuda de grupos indígenas encargados de limpiar los caminos para permitir el paso del convoy expedicionario.
Pero quizá el inconveniente más generalizado en los recorridos americanos eran los ríos. El gran caudal y el profundo cauce obstaculizaban siempre e impedían, a veces, la comunicación, a pesar de existir puentes.
Las rutas
Con todas ellas, el Consejo de Indias, el 26 de mayo de 1803, dictaminó la ruta para la Expedición. Sin embargo, sobre esta ruta se hicieron muchas modificaciones sobre la marcha dada la urgencia de propagar con rapidez la vacuna. A fin de facilitar su comprensión, asumimos la división tripartita que plantea Gonzalo Díaz de Yraola:
- Expedición conjunta: de La Coruña a Venezuela (30/11/1803-08/05/1804)
- Expedición de Balmis: (08/05/1804-04/09/1806)
- Expedición de Salvany (08/05/1804-21/07/1810)
a) Expedición conjunta (30/11/1803-08/05/1804)
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- El viaje dio inicio el 7 de septiembre de 1803 en Madrid, llegando dos semanas más tarde a La Coruña. En ese puerto, Balmis prepara la travesía marítima del Atlántico. En el mes de octubre y noviembre se contrata el barco y se reúnen los niños que iban a transportar la vacuna en sus brazos.
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- La Expedición zarpa del puerto de La Coruña el 30 de noviembre de 1803, a bordo de la corbeta “María Pita”, con dirección al archipiélago canario. El 9 de diciembre arriba al puerto de Santa Cruz de Tenerife. Las autoridades locales, con el marqués de Casa-Cagigal a la cabeza, favorecieron su estancia en la isla, que se erigió en un centro difusor del fluido vacuno para las demás islas del archipiélago canario.
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- La Expedición llegó a Puerto Rico el 9 de febrero de 1804. Allí, la Expedición encontrará una serie de obstáculos en el desarrollo de su labor vacunal: la falta de colaboración por parte del gobernador; el médico de la isla ya había conseguido la vacuna de la isla inglesa de Saint Thomas y las dificultades añadidas a la hora de conseguir niños que transportasen la vacuna hasta la Capitanía General de Caracas.
- En marzo de 1804, la Expedición hace una parada de urgencia en la ciudad de Puerto Cabello, Balmis divide la expedición. Cuando coincidieron en Caracas, comenzaron las vacunaciones. Se creó una opinión pública muy favorable que contó con el apoyo del gobernador y el capitán general. La capital se convirtió en centro difusor de la vacuna para toda la Capitanía, enviándose a los territorios de Coro, Puerto Cabello, Ortiz, Santa María de Iripe, Tocuyo, Maracaibo, Cumaná e incluso a la isla Margarita. También, en Caracas se creó la primera Junta de Vacuna del continente americano (23/04/1804), cuyo reglamento serviría como modelo para otras poblaciones.
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- En mayo de 1804, la Expedición debe dividirse en dos rutas: una dirigida por Balmis que puso rumbo a la América Septentrional, y otra, dirigida por Salvany, a la América Meridional.
- Varias son las causas que motivaron tal decisión: en primer lugar, la noticia del fallecimiento del Dr. Verges, comisionado para frenar la vacuna en la capital del Virreinato neogranadino. Por otro, la urgente necesidad de cortar el contagio varioloso en el territorio santaferino y, además, la accidentada navegación por el Atlántico y por el Caribe.
b) Expedición de Balmis (08/05/1804-04/09/1806)El grupo estaba compuesto por:
– el director, Francisco Xavier Balmis
– un ayudante, Antonio Gutiérrez Robredo
– un practicante, Francisco Pastor
– dos enfermeros, Pedro Ortega y Antonio Pastor;
– y la rectora, Isabel Zendal y Gómez.
– y todos aquellos niños que procedían de Galicia- La Habana, 26 de mayo de 1804: Allí la vacuna había sido establecida estupendamente por el médico Tomás Romay, por lo que decide continuar su ruta por otras regiones.
- El día 25 de junio de 1804 llega al puerto de Sisal, siendo recibidos por el gobernador de Mérida, Benito Pérez. Se desplazan a la capital, Mérida, donde comenzaron las vacunaciones con el apoyo de las autoridades locales.
- Balmis recibe la ayuda necesaria para propagar la vacuna por Centroamérica. Por lo que comisionará a Francisco Pastor, su sobrino, para que comunique la vacuna a la Capitanía General de Guatemala. (Mérida, Villahermosa de Tabasco, Ciudad Real de Chiapas, Guatemala) Volviéndose a encontrar con Balmis en Ciudad de México.
- Veracruz, 24 de julio de 1804. La estancia de Balmis allí fue muy breve, ya que la vacuna estaba perfectamente establecida y apenas encontró gente que se quisiera vacunar.
- Ciudad de México, 9 de agosto de 1804. Las
relaciones de Balmis con el virrey Iturriagaray se enconan. La
expedición se divide en dos grupos, uno capitaneado por Balmis y otro
por el ayudante Gutiérrez Robredo (Celaya, Zacatecas, Durango, Guadalajara…También Valladolid), dando comienzo las vacunaciones sistemáticas:
Este periplo tenía un doble objetivo: establecer Juntas de Vacuna que se responsabilizasen de mantener el fluido vacuno fresco y colectar a los niños sin el control directo y la oposición del virrey. Tras dar por concluidos ambos fines, comenzaron los preparativos para emprender el viaje a Filipinas.
- Manila, 15 de abril de 1805. La propagación de la vacuna fue radial y progresiva: la familia del Gobernador, la capital Manila, extramuros, provincias inmediatas, provincias más lejanas y provincias ultramarinas.
- Balmis, enfermo, decide regresar a la metrópoli vía el enclave portugués de Macao. Por ello, la expedición en territorio filipino pasa a ser dirigida por Gutiérrez Robredo, mientras que Antonio Pastor y Pedro Ortega son comisionados para llevar la vacuna a las islas de Misami, Zambuanga, Zebú y Mindanao.
- Macao, 16 de septiembre de 1805. El recibimiento de la vacuna fue extraordinario, contó con el apoyo de las autoridades locales. Después salió hacia la factoría de Cantón.
- En febrero de 1806, Balmis emprende la ruta de regreso Macao – Lisboa, con una parada técnica en la isla de Santa Elena (territorio de la Corona británica) donde realizó vacunaciones. El 7 de septiembre de 1806 Balmis llega a Madrid.
c) Expedición de Salvany (08/05/1804-21/07/1810)
Este grupo, que pondría rumbo a la América Meridional, estaba compuesto por:
– el director, José Salvany
– un ayudante, Manuel Julián Grajales
– un practicante, Rafael Lozano Pérez
– un enfermero, Basilio Bolaños
– y cuatro niños- Cartagena de Indias. Allí contó con el apoyo del Gobernador y el soporte económico del Consulado cartagenero, que financió todos sus gastos y se establecieron Juntas Centrales y Subalternas de vacuna en los pueblos donde se consideraron necesarias. Cartagena se erigió como centro difusor de la vacuna, desde allí, el fluido se dirigió hacia Panamá por Portobello y hacia Buenos Aires por Riohacha, entre cristales.
- En Ocaña, la Expedición se divide en dos:
- Por el río: Salvany–Bolaños (Ocaña/Nares/Honda)
- Por el valle de Cucutá: Grajales–Lozano (Ocaña/Pamplona/San Gil/Socorro/Vélez)
- Santa Fe de Bogotá. En diciembre de 1804, Salvany se encontró con el resto de expedicionarios y tuvo el apoyo del virrey neogranadino, las autoridades eclesiásticas y los párrocos, publicándose en la ciudad un Reglamento para tal efecto.
- Rumbo al virreinato peruano, de nuevo, el grupo debe dividirse en
dos, a fin de abarcar mayor territorio, debiendo encontrarse en Popayán:
- Grajales–Bolaños (atravesando las montañas del Quindío, por la ciudad de Neiva y La Plata)
- Salvany–Lozano (por las ciudades de Ybagué, Cartago, Truxillo, Llano Grande, Provincia de Choco y Real de Minas de Quilichas)
- Popayán. En la primavera de 1805 ambos grupos se encuentran, siendo su próximo destino Quito, que se hallaba afectada por una epidemia de viruela
- Salvany – Lozano por la sierra (Pasto, Tulcan, Ybarra, Otavalo y Cayambe)
- Grajales- Bolaños por la costa (Tumaco, La Tola, Jipijapa y Guayaquil)
- El grupo de Salvany llega a Quito el 16 de julio de 1805, tras dos meses allí, salen dirección a Lima. De camino, por la cordillera andina, pasarán por Cuenca, Cumbe, Nabón, Oña, Loja, Piura y Lambayaque. En esta última ciudad fueron rechazados y la población rehusó la vacuna. Salvany comisiona a un religioso bethlemita, fray Tomás de las Angustias para que recorra los territorios próximos y venza la desconfianza inicial hacia la vacuna.
- Salvany pasará por las poblaciones de Reque, Chepén, Mineral de Chota y Cajamarca… hasta llegar a Trujillo. Salvany intentará entrar en contacto con Grajales, cuya pista ha perdido, comisionando al practicante Lozano para que propague la vacuna e intente frenar el contagio por la región de Chachapoyas y por las ciudades de Cajamarquilla y Guarochiri. Mientras, él consigue los niños necesarios para transportar la vacuna hasta la capital del Perú.
- Lima, mayo de 1806: Salvany se juntará allí con Grajales y Bolaños. Pero cuando llegan, la vacuna se comercializaba y no era controlada por facultativos, sino por comerciantes. Salvany delega las vacunaciones en masa a los médicos locales, mientras se dedica a la elaboración de un reglamento común para todo el Virreinato peruano en el que queden organizadas las campañas de vacunación. Además, descansará y estudiará, participando de la vida intelectual de la Universidad de San Marcos y las tertulias ilustradas.
- Así mismo, propone a la Secretaría de Estado la creación de una plaza de Inspector de Vacuna, encargada de visitar cada tres años uno de los tres virreinatos (Perú, Buenos Aires y Santa Fe), y las Juntas Centrales deberían informarle cada bimestre de todas sus operaciones.
- Arequipa. Salvany llega enfermo el 8 de diciembre de 1807.
- La Paz, 1 de abril de 1809. Salvany llega para el desarrollo de su tarea vacunal a la primera ciudad de la Real Audiencia de Charcas (Virreinato de Río de la Plata)
- Cochabamba. El 21 de julio de 1810 muere Salvany. El proyecto de llevar la vacuna a las Provincias de Mojos y Chiquitos (reducciones indígenas en manos de misioneros en las que se padecían brutales epidemias de viruelas naturales) fue realizado por el médico militar Santiago Granado. Mientras, Grajales y Bolaños, que habían sido comisionados por Salvany, propagan la vacuna por la Capitanía General de Chile. Grajales, en enero de 1812, solicita su regreso a la península, considerando éste el fin de su comisión.