domingo, 28 de abril de 2019

Los cinco magnificos en batalla lectoral con guante blanco

Estos son los hombre a marcar en el juego de las papelteas, votas a otros partidos minoritarios es dispersar el voto como viento del pueblo, simpre estigo de una intención.


Debates: reservados a los partidos del Parlamento

Reservados a los partidos del Parlamento
La primera parte de la campaña la marcó la discusión por los debates. No estaba claro si iba a haber ni quién iba a participar en ellos. Podemos y Ciudadanos, curiosamente, vuelven a coincidir en este punto, quizá porque como partidos más jóvenes que PP y PSOE siempre se han mostrado más decididos a reformar la ley electoral. Tanto Guijarro como Prendes proponen que la ley determine que tiene que haber «dos debates» obligatorios para que no se repitan escenas como la de esta campaña y para forzar a que el presidente del Gobierno acuda. Para responder a indirectas como esta, ABC intentó sin éxito que el PSOE participara en este reportaje.

Día de reflexión: no pedir el voto, pero y Internet?

Internet y las redes sociales juegan un papel cada vez mayor en las campañas electorales. Los partidos invierten dinero en colocar sus anuncios en Facebook o Twitter e incluso animan a los electores a comunicarse directamente con ellos a través de mensajes de WhatsApp. Por todo ello muchos, como Flores, cuestionan la pertinencia de que haya un día, el previo a las elecciones, en el que esté prohibida cualquier comunicación destinada a recabar votos. «No tiene ningún sentido», clama Flores, quien a continuación pone un ilustrativo ejemplo:«Nadie se metió ayer en un monasterio cartujo para decidir su voto. Los carteles estaban ahí, las redes sociales también, los periódicos y también el cuñado de cada uno».
Menos vehementes son desde los partidos. En Ciudadanos, Prendes recuerda que la obligación del silencio electoral en una jornada como la de ayer «es una figura que no existe» en países de nuestro entorno, pero no considera que sea un aspecto clave a la hora de abrir en canal la normativa. Guijarro, desde Podemos, también le resta importancia a la jornada por la influencia de internet y las redes sociales, pero manifiesta que «contribuye a la salud democrática que la ciudadanía cuente con un tiempo para reflexionar su voto antes del día de las elecciones».

Alternativa difícil: ningún cambio sin consenso

Y con todas estas opiniones sobre la mesa puede parecer que la reforma de la Ley Electoral no tardará en llegar, pero Vera advierte de que «hay que tener tranquilidad a la hora de proceder a reformas así que nos pueden llevar a una situación no suficientemente controlada». Para evitar algo así, Bermúdez de Castro aboga por «mantener el consenso de todos los partidos» si hay reforma, ya que esta normativa «establece las reglas del juego de nuestro sistema democrático, por lo que cualquier cambio debe hacerse por consenso», una idea que suscribe Flores:«No es bueno que haya una Ley Electoral con cada elección». «Quizá sea el mal menor», subraya Vera sobre una ley que, como completa Flores, «todos los partidos quieren cambiar hasta que llegan al Parlamento y entonces, ya beneficiados por ella, deja de interesarles».