La fiesta de Año Nuevo y la tradición de las 12 uvas
Con los tiempos van cambiando las costumbres,
pero no siempre se ha celebrado el Año Nuevo como actualmente lo
hacemos, al menos los españoles.
31 de Diciembre de 2017 (02:13 h.)
El reloj de la puerta del sol
El primitivo reloj de la Puerta del Sol estaba ubicado en la fachada de la Iglesia del Buen Seceso que, estaba situada en la zona que alberga un edificio donde anteriormente se ubicaba el anuncio luminoso denominado "Tío Pepe" fue derriba da en 1854 para remodelación de la plaza o Puerta del Sol, y con la iglesia un hospital. Y el reloj que tenía la iglesia pasó al edificio de Correos, pasó a llamarse “Reloj de la Gobernación”. Dicho reloj poseía una sola manecilla y era objeto de burlas de los ciudadanos por su mal funcionamiento. Iba tan mal que le sacaron una coplilla:
Este reló fatal
que hay en la Puerta del Sol,
dijo un turco a un español,
¿por qué anda siempre tan mal?
El turco, con desparpajo,
contestó cual perro viejo:
este reló es el espejo
del Gobierno que hay debajo.
El actual reloj es obra del maestro relojero, que firmaba como J.R, Losada, ex militar liberal y leonés de nacimiento, exiliado en Londres (José Rodríguez Losada (1779-1870) que había realizado diversos encargos para instituciones españolas. Tardó tres años en construir el reloj en Londres y a su término lo donó al Ayuntamiento de Madrid. Lo inauguró la reina Isabel II, el 10 de octubre de 1866, día de su onomástica (sin saber lo que le venía dos años después con la revolución militar de 1868). El reloj ya ha cumplido, por tanto, 153 años de feliz vida mecánica, a pesar del tiempo transcurrido funciona perfectamente, siendo conocida su sistema de la bola que baja para dar los cuartos veinte segundo antes de las doce campanas.
Actualmente existe la tradición de hacer una prueba de las campanas el día 30 a las doce de la noche que congrega a gran número de personas, 20.000 como máximo, que moviliza a más de 200 agentes de la policía Local.Antes de comerse las uvas, lo normal es cenar bien el fin de año en casa con familiarmente o en los cotillones que se celebran en restaurantes u hoteles a un precio siempre altamente eléctrico para los bolsillos más pudientes, y vestidos de etiqueta.
La tradición de comerse las uvas
A las 12 de la noche (o 24 horas) toca comerse las uvas. Es de dominio público que en 1909, los agricultores del Vinalopó de Alicante, encontrándose en ese año con excedente de uvas de invierno (embolsadas de exportación se llaman) y con objeto de sacar al mercado la producción, lograron popularizar la costumbre y darle el impulso definitivo que, desde entonces, acabaría por convertirla tradicional; no obstante, parece ser que la tradición viene de más antiguo, puesto que el 2 de enero de 1894, el periódico madrileño El Siglo Futuro, titulado "Las uvas bienhechoras", en el que se habla de la costumbre importada. Sea como sea la tradición de comerse, o atragantarse con las 12, es un augurio de buena suerte para el año que entra como el 2018, que venga lleno de paz, trabajo y felicidad.
Como cada uva del valle del Vinalopó (debe su nombre al río Vinalopó donde el héroe cartaniges Astrubal Barca se ahogó al cruzarlo en 207 a.C.) suele tener dos pepitas, resulta que ingieres 24 pepitaspuede estreñir, pero la solución pasa por pelarlas antes de comerlas y limpiarlas que es lo que yo hago cada año (también vienen peladas en latas).
También se ha impuesto la tradición de ponerse una ropa interior de color rojo, que puede sustituirse por una prensa visible roja. Después de las campanas las familias y amigos se besan, y se inician millones de llamadas telefónicas, llegando a colapsar las líneas y el satélite. Y en algunas ciudades se anuncia el año con cohetes y fuegos artificiales
En otros pueblos de España, se celebrar dos años nuevo, uno en agosto, porque son pueblos que vuelven por vacaciones muchos familiares a los pueblos. Así que celebran dos fiestas de Año Nuevo. En Alicante, concretamente se congregan en la plaza del Ayuntamiento para comerse las uvas.
La costumbre masiva
La costumbre masiva se impuso con el instrumento unificador, con el instrumento de pensamiento único: la televisión y sus programas de fin de año. Ante de la televisión, cada cual iba por su cuenta.