sábado, 9 de diciembre de 2017

El hallazgo de una Virgen Inmaculada y el Camino Español






                              Cuadro de Ferrer-Dalmau

La historia se repite cuando vemos que Bruselas se convierte en el centro informativo de nuestro tiempo. Por ello viene bien recordar el Camino Español de los siglos XVI y XVII.



En estos tiempos en que la mítica cólera de Aquiles se cierne violenta sobre las catalanas tierras de España, como la reserva espiritual de Occidente (hoy laica), que se consolidó en el contrato social de 1978 que se llama Constitución o Carta Magna,  la ministra de Defensa María Dolores de Cospedal ha celebrado el pasado viernes 8 de diciembre la Patrona del Arma de Infantería del glorioso  Ejército español, en el acuartelamiento de El Bruch de Barcelona. Una quincena en que hierve Cataluña embuída en una campaña de tiempos electorales por definir la futura política autonómica a partir del 21-D.  Dijo la ministra que se celebraba en “un ambiente festivo de normalidad”, cuando un político ha de recurrir al adjetivo de normalidad, su significación es todo lo contrario, pues en Cataluña se respira en el ambiente la crispación, la división y confrontación de siempre. Unos cuantos miles de manifestantes se fueron a Bruselas empujados por el independentismo trasnochado a reclamar  un futuro fuera de Europa y de España, con un expresidente fugado, huido de la justicia que no reconoce sus desastroso virreinato; y el segundo de a bordo en la cárcel sin fianza, por delinquir contra la Constitución.


Subidos ya en la silla de montar de este caballo bayo o enunciado, nos encontramos con el deber literario-político-histórico de desvelar las propuestas que he formulado: Patrona de Infantería, Bruselas y Camino Español.


La historia del hallazgo de la imagen o icono de la Inmaculada


Las crónicas cuentan que el 7 de diciembre de 1585, el Tercio del Maestre de Campo Francisco Arias de Bobadilla, compuesta por unos cinco mil hombres, combatía en la isla de Bommel, situada entre los ríos Mosa y Waal. La escuadra del almirante Filips van Hohenlohe-Neuenstein los tenía cercados quien propuso entonces una rendición honrosa pero la respuesta española fue clara: «Los infantes españoles prefieren la muerte a la deshonra. Ya hablaremos de capitulación después de muertos». Ante tal respuesta, Hohenlohe-Neuenstein recurrió a un método harto utilizado en ese conflicto: abrir los diques de los ríos para inundar el campamento enemigo. Pronto no quedó más tierra firme que el montecillo de Empel (holandés de Bolduque, en la provincia de Brabante Septentrional) donde se refugiaron los soldados del Tercio. En este momento fustigador un soldado del Tercio cavando una trinchera tropezó con un objeto de madera era una tabla flamenca con la imagen de la Inmaculada Concepción, por ello, se salvaron del acoso enemigo y ganaron la batalla. Se consideró que la victoria fue gracias a la intercesión de la Virgen de la Inmaculada Concepción y por ello fue proclamada patrona de los Tercios Españoles, de cuyos valientes y sacrificados soldados son la actual Infantería Española y es fiesta nacional en España el día 8 de diciembre. Cuyo lema se sintetiza en el vítor: “Vencer o morir”. En 1892 y por Real Orden de la Reina doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, se declaró oficialmente la Patrona.

El emperador Carlos I y V de Alemania, y su hijo Felipe II fueron fieles devotos de la Inmaculada y portaron su estandarte en sus campañas militares.

Una de las representaciones más conocidas es la Inmaculada del veneciano Tiepolo(1696-1770), que aparece en un manto azul, símbolo de pureza, sobre la esfera terrestre y una media Luna, pisando al mal, que es el Diablo que lleva en la boca la manzana tentadora de Adán y Eva.


El Camino Español


El pintor de origen catalán Augusto Ferrer-Damau, ha pintado y dramatizado perfectamente el mítico e histórico Camino Español que se inició por primea vez en 1567, a pie, entre Milán a Bruselas, por el  III duque de Alba de Tormes, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel. La ruta terrestre por el interior de Europa  comenzaba en el Milanesado, después de cruzar los Alpes por el Ducado de Saboya, y Flandes hasta llegar a Bruselas. El último viaje se hizo en 1622 y empieza la decadencia española.


Conclusión


Una vez más la histórica de los Países Bajos se ponen frente a los intereses españoles, a donde van unos miles de independentistas catalanes, 10.000 y que la policía eleva a 45.000 por intereses espúreos, toman  el Camino Español (con el DNI en la boca) para jalear en la capital europea que quieren salir de España y de Europa, mientras la Inmaculada hondea su grandeza espiritual en Barcelona.  

Por Ramón Fernñandez palmeral 
en Mundiario,
8 de diciembre de 2017