Por Ramón Fernández Palmeral
Yo me he leído la carta de Cataluña al Estado español. No hay por donde cogerla desde el punto de vista protocolario ni técnico jurídico. Parece escrita por la señora de la limpieza con todos mis respetos a la señora. Se la dirigen Rajoy con copia al Jefe del Estado, S.M. el Rey Felipe VI, lo cual es increíble y ofensivo que se mande una carta a un inferior con copia al superior. Original al presidente del Gobierno y copia al Rey que es el Jefe del Estado. ¡Tiene cogones! Estas cartas deben ser redactadas por abogados. No se puede confundir al Presidente del Gobierno o Ejecutivo con el Jefe del Estado. Este tema no se arregla de tú a tú con Rajoy, sino con el Senado y el Congreso.
Empieza la carta dando lecciones de democracia diciendo que los conflicto políticos se resuelven con negociaciones y diálogo. ¿Por qué no fue Puigdemont al Senado?
1) El conflicto político lo ha montada el gobierno catalán. España no.
2) Negociar y dialogar, pero con un mono tema de referéndum sí o sí. Esto no es negociar.
3) Dicen que hay un evidente conflicto político entre Catalunya y el Estado español. ¿Quién es Catalunya? A lo mejor quiso decir la Comunidad Autónoma de Cataluña? No saben ni lo aque son.
4) Solamente les ha falto decir el “conflicto entre el Estado catalán y el Estado español”.
5) Conflicto que viene desde “lejos”. Esto es como no decir nada. Es una indefinición. Si tenemos un problema han de decir fechas.
6) Segú ellos, rotundamente dice que el pacto constitucional de 1978, se rompió cuando Tribunal Constitucional “tumbó” el Estatuto. ¿Pero acaso un abogado diría “tumbar”, si esto es una jerga callejera?.
7) Propuestas de pactos fiscales en la línea del País Vasco (que no dice cual es), y lo mezcla con una consulta no vinculante.
8) Dicen que “conflicto político” pretenden resolverlo con un “referéndum de autodeterminación”. No creo que el conflicto se resuelta así, con un pulso. El conflicto es solo una excusa para la independencia.
9) Dice que el referéndum cuenta con un amplio respaldo “parlamentarios y sociedad catalana”. Ya se vio los días 6 y 7 de septiembre imponiendo la Ley del Referéndum y Transitoriedad, con las encarnizadas oposición y en contra del Consejo de garantías Estatutarias.. Cuando Forcadell era un muro infranqueable. Fue un golpe de estado a la democracia catalana y española.
10) Vuelvo la carta a impugnar el cierre de las puertas a un diálogo. Habla de la ofensiva represiva del Estado Español, que actúa por las sentencias del Tribunal Constitucional, que lo ha suspendido todo. Dice que ha politización de órganos que deben ser independientes. No dan ejemplo ellos, puesto que el Parlament, ha ido al dictado el Govern.
11) Dicen que un referéndum no es delito en el Código Penal. Pero qué tontería es esta, pero si lo es una la rebelión y la sedición de una propuesta separatista de una parte del territorio soberano y naciona. .
12) Dice que las movilizaciones de la Diada mueven millones de personas. Gente movida por ANC y Ómnium vendiendo camisetas. 635.000 peronsas según El País en 2017. Demuestra que le proceso secesionista se está desinflando respecto a los 2015 que hubo dos millones.
13) Quieren dialogar de nuevo con el Gobierno español para poder celebrar el referéndum. Saben que no lo podrán hacer. Están desesperados. Pero deben bajar el nivel ese altanería, y hacer elecciones autónomas. Y reconocer quiénes son de verdad los catalanes: una parte de España. Si hay que escuchar la voz de los ciudadanos, sería la de todos los españoles. Ciudadanos.
14) Se dirigen al presidente Mariano Rajoy con copia al Jefe del Estado S. M. El Rey Felipe VI. Y apuntillar “No dialogar es incompatible con la resolución de los problemas”. “Nuestra disposición será permanente". El diálogo se hace en el Senado y el Congreso, es un asunto de todos los españoles. No entiende el gobierno catalán que Rajoy no puede ordenar algo que no cabe en la Constitución. Sería su tumba política.
Sin despedida oficial.
En fin que este tipo de carta mal redactada, sin protocolo y con altanería, acabará en la papelera. Demuestran una desesperación inautita qué dirán sus sociso de la CUP.
TEXTO DE LA CARTA:
“Los conflictos políticos se resuelven, en los sistemas
democráticos, a través de propuestas políticas que son consecuencia de
negociaciones y diálogo. Entre Catalunya y el Estado español existe un
evidente conflicto político que viene de lejos y que hemos intentado
resolver con el máximo acuerdo. Pero la respuesta siempre ha sido una
negativa o, peor aún, una reacción regresiva insostenible. Cuando el
Tribunal Constitucional tumbó el Estatuto, que previamente había sido
votado por los parlamentos catalán y español y aprobado en referéndum
por los ciudadanos de Catalunya, se rompió el pacto constitucional de
1978.
Posteriormente, se han formulado propuestas como un pacto fiscal en la línea del concierto económico de que dispone el País Vasco o una consulta no vinculante para conocer la opinión de los catalanes, pero todo ha sido en vano. El “no” ha sido la única respuesta. Este conflicto, después de haber intentado todas las vías anteriores, el Gobierno de Catalunya propone resolverlo convocando un referéndum de autodeterminación para el próximo día 1 de octubre. Este referéndum no cuenta, como es conocido por todo el mundo, con el acuerdo del Estado español, como hubiera sido deseable y como ha pedido reiteradamente una amplia representación de los parlamentarios y de la sociedad catalana.
En concreto, se constituyó un espacio llamado “Pacto Nacional por el Referéndum” que aspiraba a abrir un diálogo que finalmente tampoco fue posible. De hecho, hoy la justicia española está investigando responsables de aquel Pacto, aprobado por el Parlamento y nunca invalidado por el Tribunal Constitucional, como si se tratase de una actividad ilícita. Lejos de abrir la puerta al diálogo, el Estado español ha empezado una ofensiva de represión sin precedentes en la que contempla desde la limitación al derecho fundamental a la libertad de expresión, impidiendo actos públicos y amenazando medios de comunicación, hasta la detención del 75% de los alcaldes de Catalunya por haberse mostrado dispuestos a participar en el referéndum. Mientras tanto, ha presentado querellas penales contra todo el Gobierno de Catalunya y contra la mayoría de la mesa del Parlamento, ha clausurado la web informativa del referéndum, ha prohibido la difusión de información y publicidad y ha politizado órganos que tendrían que ser independientes, como el mismo Tribunal Constitucional y otros estamentos del Poder Judicial.
Todo esto, a pesar de que el Código Penal español confirma que convocar un referéndum, aunque sea sin acuerdo, no es nunca un delito. Por otra parte, el apoyo de la sociedad catalana a la celebración de un referéndum es incuestionable desde todos los puntos de vista. Los resultados electorales así lo confirman, como también las resoluciones parlamentarias y las movilizaciones masivas de cada 11 de septiembre, que de manera reiterada y desde 2012 mueven millones de personas. Movilizaciones siempre pacíficas y convivenciales, que han sido alabadas por la prensa internacional como ejemplo de civismo.
Es por esto que queremos hacer un nuevo llamamiento al diálogo al Gobierno español, y en particular a su presidente, Sr. Mariano Rajoy. Un llamamiento al diálogo para abordar de qué manera nos podemos poner de acuerdo para que los catalanes celebremos el referéndum. Un diálogo abierto y sin condiciones. Un diálogo político, desde la legitimidad que cada uno representa, para hacer posible lo que en democracia nunca es problema ni todavía menos un delito: escuchar la voz de la ciudadanía. Nos dirigimos, en este sentido, al Presidente Mariano Rajoy y enviamos una copia al Jefe del Estado, S.M. el Rey Felipe VI, para que entienda que no dialogar es incompatible con la resolución de los problemas. Nuestra disposición al diálogo ha sido, es y será permanente”
Posteriormente, se han formulado propuestas como un pacto fiscal en la línea del concierto económico de que dispone el País Vasco o una consulta no vinculante para conocer la opinión de los catalanes, pero todo ha sido en vano. El “no” ha sido la única respuesta. Este conflicto, después de haber intentado todas las vías anteriores, el Gobierno de Catalunya propone resolverlo convocando un referéndum de autodeterminación para el próximo día 1 de octubre. Este referéndum no cuenta, como es conocido por todo el mundo, con el acuerdo del Estado español, como hubiera sido deseable y como ha pedido reiteradamente una amplia representación de los parlamentarios y de la sociedad catalana.
En concreto, se constituyó un espacio llamado “Pacto Nacional por el Referéndum” que aspiraba a abrir un diálogo que finalmente tampoco fue posible. De hecho, hoy la justicia española está investigando responsables de aquel Pacto, aprobado por el Parlamento y nunca invalidado por el Tribunal Constitucional, como si se tratase de una actividad ilícita. Lejos de abrir la puerta al diálogo, el Estado español ha empezado una ofensiva de represión sin precedentes en la que contempla desde la limitación al derecho fundamental a la libertad de expresión, impidiendo actos públicos y amenazando medios de comunicación, hasta la detención del 75% de los alcaldes de Catalunya por haberse mostrado dispuestos a participar en el referéndum. Mientras tanto, ha presentado querellas penales contra todo el Gobierno de Catalunya y contra la mayoría de la mesa del Parlamento, ha clausurado la web informativa del referéndum, ha prohibido la difusión de información y publicidad y ha politizado órganos que tendrían que ser independientes, como el mismo Tribunal Constitucional y otros estamentos del Poder Judicial.
Todo esto, a pesar de que el Código Penal español confirma que convocar un referéndum, aunque sea sin acuerdo, no es nunca un delito. Por otra parte, el apoyo de la sociedad catalana a la celebración de un referéndum es incuestionable desde todos los puntos de vista. Los resultados electorales así lo confirman, como también las resoluciones parlamentarias y las movilizaciones masivas de cada 11 de septiembre, que de manera reiterada y desde 2012 mueven millones de personas. Movilizaciones siempre pacíficas y convivenciales, que han sido alabadas por la prensa internacional como ejemplo de civismo.
Es por esto que queremos hacer un nuevo llamamiento al diálogo al Gobierno español, y en particular a su presidente, Sr. Mariano Rajoy. Un llamamiento al diálogo para abordar de qué manera nos podemos poner de acuerdo para que los catalanes celebremos el referéndum. Un diálogo abierto y sin condiciones. Un diálogo político, desde la legitimidad que cada uno representa, para hacer posible lo que en democracia nunca es problema ni todavía menos un delito: escuchar la voz de la ciudadanía. Nos dirigimos, en este sentido, al Presidente Mariano Rajoy y enviamos una copia al Jefe del Estado, S.M. el Rey Felipe VI, para que entienda que no dialogar es incompatible con la resolución de los problemas. Nuestra disposición al diálogo ha sido, es y será permanente”