JUGARSE LA VIDA EN BICICLETA
Cada día leemos en la prensa la trágica noticia de la muerte de un
ciclista o varios. Según la estadística de la Dirección General de Tráfico en 2016 hubo 67 ciclistas fallecisos y en lo que va de año más de 27, sin contar los heridos por siniestros.
Lo cual es una cifra intolerable, se mire por donde se mire. Tragedias a las
que hay que poner nombres y caras, y, sobre todo, una solución eficaz. Una gran
mayoría eran deportistas, por ello, los días más peligrosos son fines de semana
cuando estaban practicando su deporte (hoy día, el ciclismo es el deporte más
peligroso del mundo). Parece como si la sociedad asumiera estas muertes
como algo irremediable, como un tributo a la sociedad de libre circulación en
la que vivimos, o como si fueran las víctimas de un cáncer aceptado,
inevitable y con cierta resignación.
Las bicicletas están consideradas como juguetes y se vende en la tiendas de
juguetes o en tiendas especialidad sin ningún requisito de edad, madurez o seguros de responsabilidad civil (A veces, el
responsable del accidente puede ser la bicicleta). Cuando vez a un ciclista
cerca de un semáforo, ya sabes que se va a saltar. El código de Circulación no
está para ellos. Los vecinos de la Plaza de la Viña, en la Florida, oímos con
mucha frecuencia un hombre que pasa montado en su bicicleta, y a voces, va
gritando: “Quien no quiera a la Viña que se muera”. Desconozco su salud o edad
mental, ni me interesa saberlo.
Creo que la solución de los accidentes de bicicletas pasa por
descongestionar las arterias de tráfico general de bicicletas en determinados
días y horas. Lo que no puede ser es que salgas a hacer tu deporte o ir a
trabajar y jugarte la vida como si fuera ir a un encierro toros. Otro asunto
diferente son las competiciones deportivas reguladas, como este Tour de Francia
de 2017 que se ha cobrado un par de docenas de heridos.
Estos días de verano, cuando tomo el coche para ir a la playa de Urbanova,
casi siempre me encuentro con algún ciclista o con un grupo de ciclistas
(algunos en paralelo), a los que he de sortear como puedo, y de mala manera,
sin poder yo respetar la separación de un metro y medio en el adelantamiento,
bien porque la carretera es estrecha y no lo permite, o porque vienen vehículos
en dirección contraria u otras bicicletas. Estos sustos me producen un estrés
crónico. Las aglomeraciones de vehículos en verano, son del tal magnitud que ir
en bicicleta por los carriles como el del Carabassí a Santa Pola, es un peligro
cierto. Habrá que regular más que prohibir.
Yo me pregunto cómo es posible que las bicicletas (ciclos de dos
ruedas) puedan circulen libremente, compartiendo espacio con los
vehículos a motor en carreteras interurbanas, otro asunto es circular en el
casco urbano. . Es evidente y manifiesto que existe una desproporción
diferencial de velocidades, masas e inercias en marcha entre vehículos y
bicicletas, pues ástas van una velocidad anormalmente reducida porque son
ciclos. Y encima van de espalda, salvo que se pongan los ojos detrás en
la misma nuca. No puede ser que por un despiste al mirar el salpicadero
te lleves a uno de estos mosquitos de dos ruedas por delante. Muerto por
un despiste. Otro asunto es la circulación de bicicletas por las vías
urbanas, calles, plazas o avenidas, o incluso por los carriles bici, que yendo
por las aceras, los peatones también se la juegan. Que los conductores hemos de
tener más cuidado y respetar, por supuesto, pero no es suficiente.
CARRETERAS COMPARTIDAS
A un vecino mío le pregunté ¿cómo es que te juegas la vida cada domingo en
la bicicleta? Y él me respondió porque le gusta y tenía todo el derecho del
mundo a circular como cualquier otro
vehículo, a usar las carreteras. Me lo dijo como un derecho que tiene, por
supuesto, como ciudadano que paga sus impuestos, es cierto. Por ello me pongo a
investigar y a razonar fríamente esta cuestión, y he llegado a la
conclusión que la epidemia de muertes de bicicletas será inevitable de
seguir así, como hace un siglo, como si fueran daños colaterales, un tributo a
la civilización rodada. La ley de Tráfico debe de cambiar radicalmente, aunque
se priven derechos de circulación. O construir carreteras compartidas: calzada
más carril bici, pues lo arcenes no son seguros. No se puede arriesgar la vida
en una bici.
Actualmente hay obras en la N-340
(con grandes retenciones), entre San Gabriel y EUIPO (antigua OAMI), para hacer
un carril bici y una acera peatonal, lo debemos aplaudir porque salvará vidas.
Esto es un acierto para los ciclistas, y estas obras es lo que podíamos llamar
una carretera compartida de doble carril: vehículos y bicis.
RUTAS SEGURAS
La Dirección General de Tráfico (DGT), ha puesto en
funcionamiento a nivel nacional una serie de medidas concretadas en un plan de
actuación dedicado a este colectivo llamado “rutas seguras”, lo que es un
inicio de concienciación. Tales medidas, entraron en vigor el 29 de julio
actual, que contemplan: la señalización de la ruta ciclista y “calmado del
tráfico”, la vigilancia en el cumplimiento de la separación mínima lateral o
mayores controles preventivos de alcohol y otras drogas. Además, varios helicópteros
incluirán en sus itinerarios de vigilancia las zonas implicadas. Para Alicante se localizan los tramos de Fuentes de
Algar-Coll de Rates (CV-715), El Campello-Relleu (CV-775) y la de
A7-Maigmò-Agost (CV-827) entre el cruce A-7 y el CV-820.
LEYES DE TRÁFICO Y SEGURIDAD VIAL
Bien es cierto que la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, 6/14 de
7 de abril de 2014, obligó a llevar cascos a los ciclistas, pero no es suficiente
crear una ley que luego se incumple. Pienso que se debería prohibir la
circulación de bicicletas en determinadas carreteras y días.
En esta ley se dieron solo normas pero no soluciones eficaces.
Las nuevas normas son la de que, los ciclistas pueden circular por
autovías (no autopistas) siempre y cuando la señalización no indique lo
contrario pero además con algunas limitaciones: las bicicletas deberán portar
elementos reflectantes al igual que los ciclistas, cuando circulen por vías en
las que sea obligatorio el alumbrado para el resto de vehículos. Y otras normas
como:
- Los ciclistas, circularán por el arcén de la derecha; también podrán hacerlo los vehículos en seguimiento de ciclistas, a una velocidad por debajo de los límites mínimos marcados en cada vía [No todas las carreteras tienen arcenes].
- Los ciclistas podrán superar la velocidad máxima de (40 km/h) en los tramos en los que las circunstancias de la vía aconsejen desarrollar una velocidad superior, pudiendo ocupar incluso la parte derecha de la calzada. [Cómo se mide y aplica esta esta norma].
- Podrán circular por los arcenes de autovías, excepto en caso de señalización de lo contrario.
- Los ciclistas al circular en grupo serán considerados como un único vehículo. [Qué tipo de vehículo]
- Si un conductor necesita adelantar a un ciclista o pelotón, se podrá ocupar parte o la totalidad del carril contrario, “incluso cuando esté prohibido el adelantamiento”, siempre que se pueda efectuar la maniobra sin peligro. [Además de dejarle metros y medio de espacio lateral].
- Los vehículos que deseen adelantar a otro vehículo y se encuentren con un ciclista en sentido contrario, no deberán realizar la maniobra hasta haberse cruzado con el ciclista, aun cuando éste circule por el arcén contrario. [A los ciclistas en dirección contraria se debe dejar un espacio de seguridad no regulado].
- Cascos a menores de 16 años en incluso en ciudad (multas de 200 euros).
Y yo le pregunto al Director de la DGT, si esta ley 6/2014 ha servicio para
disminuir las muerte de ciclistas en carretera, o, por el contrario han
aumentado.
Cierto es que los ciclistas pueden circular por donde quieran (sin
seguro de responsabilidad civil obligatorio), excepto por autopistas o donde se
prohíban expresamente; pero piensos que ha llegado el momento -debido al
incremento de vehículos a motor–, de restringir el tráfico en cierta carreteras
y ciertos días a los ciclistas, o a los vehículos a motor, según convenga. Tal
y como se cierra el casco urbano de Alicante para los ciclistas en determinados
domingos. ¿Acaso no sería razonable, que en España con un clima excelente,
habilitar tramos de carreteras SOLO PARA CICLISTAS los domingos y días de
guardar, incluso para los equipos de ciclistas profesionales que deben entrenar
con un vehículo detrás del grupo de entrenamiento, previa autorización de
Tráfico Provincial.
El Real Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre,
por el que se
aprueba el Reglamento General de Vehículos, establece en su artículo 22, que las bicicletas no son vehículos, sino ciclos,
y solamente dicen:
1. Los ciclos, para poder circular, deberán disponer de:
- Un sistema adecuado de frenado que actúe sobre las ruedas delanteras y traseras.
- Un timbre, prohibiéndose el empleo de otro aparato acústico distinto de aquél.
2. Además, para circular de noche, por tramos de vías señalizados con la señal
de «túnel» o cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que
disminuyan sensiblemente la visibilidad, los ciclos, exceptuando las
bicicletas, deberán disponer de:
- Luz de posición delantera y trasera.
- Catadióptricos traseros y laterales no triangulares.
- Catadióptricos en los pedales.
3. Los ciclos y ciclos de pedaleo asistido quedan exceptuados de obtener la
autorización administrativa a la que se hace referencia en el apartado 1 del
artículo 1.
4. Las bicicletas, para circular de noche, por tramos de vías señalizados con
la señal de «túnel» o cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales
que disminuyan sensiblemente la visibilidad, deberán disponer de los siguientes
dispositivos: Luz de posición delantera y trasera, catadióptrico trasero, y
podrán disponer de: catadióptricos en los radios de las ruedas y en los
pedales.
Nada dice la ley de la obligatoriedad de un seguro de responsabilidad civil
o de accidente personal, aunque algunas compañías de seguros lo ofrecen por un
módico precio.
CONCLUSIONES
La circulación de bicicletas ha de actualizarse a los tiempos del tráfico rodado
cada día son más los vehículos de motor por las arterias de rodadura y son
más potentes. Es como si el agua fuera corriendo por una acequia y, de pronto,
que encuentra con una hoja seca flotando lentamente, ésta sería el ciclista.
¿Acaso no ha quedado obsoleta la vigencia del Reglamento General de
Vehículo, que tiene ya 19 años, teniendo en cuanta que el tráfico actual ha
aumentado considerablemente? No actualizar las leyes de Tráfico y Seguridad
Vial para salvar eficazmente la vida de ciclistas me parece una negligencia; de
lo contrario seguiremos viendo ciclistas muertos en los arcenes, bolardo,
guardarrailes, entre ruedas y radios rotos, porque para ellos y por siempre se
les acabó el Verano Azul. Otras veces es el ciclista que colisiona contra
un vehículo porque bajaba por una carretera a toda velocidad en lo que se
conoce: “A tumba abierta”. No más tumbas, por favor, señor legislador y poderes
públicos. Hay que separar la paja del grano, y quitar las hojas a las
corrientes de agua, para no jugarse la vida en bicicletas.
Alicante, 29 de julio de 2017
Alciante, 25 de julio de 2017