LA ENEMISTAD ENTRE AZORÍN Y BLASCO IBÁÑEZ
Por ramón fernández palmeral
En el presente año 2017 se han cumplido los 50 años del fallecimiento del
escritor alicantino Azorín (Madrid, 2 de
marzo de 1967) y los 150 años del nacimiento del novelista valenciano Vicente
Blasco Ibáñez (Valencia, 29 de enero de 1867). Hubo entre ambos escritores
contemporáneos una soterrada polémica o enemistad estética e ideológica, más que personal, por
cuestiones de estilo entre los noventayochistas y el realismo valenciano de
Blasco Ibáñez, que no llegó a duelo.
Azorín había colaborado en el diario republicano El Pueblo, entre 1895 y 1896, fundado por Vicente Blasco Ibáñez un
año antes en 1984, con el seudónimo de «Ahrimán» (el dios persa de la
destrucción). Con artículos anarquistas y anticlericales del gusto de Blasco
Ibáñez. Años después El Pueblo se lo
vendería Blasco a Félix Azzati en 1906, miembro del Partido Unión Republicana
Autonomista (PURA), (exclusivamente valenciano) no que se fundaría en 1908. Entre los años 1898 y 1907, Blasco Ibáñez ocupó
escaño en el Congreso de los Diputados representando al partido republicano
denominado Unión Republicana. En cambio Azorín sería cinco veces diputada entre
1907 y 1919 por el Partido Conservador de Antonio Maura y dos breves temporadas
(en 1917 y 1919) subsecretario de Instrucción Pública.
Azorín junto a Pío Baroja y Ramiro de Maeztu fundaron lo que se llamó el Grupo de los Tres,
germen de la Generación del 98 como un «renacimiento» que unió a esos
escritores críticos y desencantados con la España pesimista que perdió las
colonias en la guerra contra EE.UU. Azorín, inventor de la denominación de
Generación del 98 en 1913, no incorporando en ella a Blasco Ibáñez. La verdad
que éste, en los primeros años del siglo tampoco nombraría a Azorín. Al parecer
vivían de espalda, ignorándose uno al otro. A pesar de que Azorín sí leyó las primera
novelas del valenciano como reconocería después en su libro Valencia de 1941.
En la novela La Voluntad 1902 de Azorín (que más que una novela es una crítica
literaria e histórica), aloja crítica contra el estilo de Blasco Ibáñez, por lo
que según los críticos surgió una polémica. No solamente Azorín, le criticó por
su demagogia y la creación de lo que hoy llamamos best-seller. Blasco tenía un discurso novelesco progresista sobre la
igualdad entre hombres y mujeres, y también anticlerical; y otra parte la realidad de su vida era
diferente viviendo en la Costa Azul francesa donde moriría en la villa de
Menton, limítrofe con Montecarlo, en 1928.
La envía provoca con frecuencia la enemistad de todos: republicanos, de
centro y conservadores.
Después de la I Guerra Mundial con la
adaptación al cine de su novela Los
cuatro jinetes del Apocalipsis (1916), dirigida por Rex Ingram de 1921, y
protagonizada por Rodolfo Valentino, como Sangre
y arena , película de 1922, dirigida por Fred Niblo, Blasco Ibáñez se hizo
millonario, entonces la opinión de Azorín cambiaría a su favor.
Las peripecias de la vida de Blasco Ibáñez es
más interesante que sus novelas, conoció el éxito en vida y es considera el
mejor escritor valenciano. Azorín murió en su cama a los 93 años, siendo famoso
pero no al nivel del valenciano y colega de las letras no de ideas, al que le
negó pertenecer a la Generación del 98, a
pesar de que sí pertenece a ella, si aplicamos la regla del crítico alemán
Julius Petersen.
Alicante, 5 de julio de 2917
Autor del libro "Cincuentenario de la muerte de Azorín", vente en Amazon
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