¿Monumentos religiosos o cruces
franquistas?
Por Ra´món Fernández Palmeral
La Cruz de Todos los Caídos de
Alicante
George
Orwel en La Rebelión en la granja,
de 1945, escribió: “Si la libertad significa
algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír.»
Estos
días del caluroso mes de julio tenemos en la prensa alicantina la polémica de
las llamadas cruces franquistas por parte de EU, que gobierna componiendo el tripartido de izquierdas del Ayuntamiento de
Alicante (PSOE, Guanyar Alcant (EU) y
Compromís, más Nerea Belmonte,
tránsfuga de Podemos, ahora concejal del Ayuntamiento en las filas del grupo de
No Adscritos,) y anticlerical que, no saben muy bien qué hacer con la
cruz con doble arbotante situada en la mediana de la Avenida de Federico Soto y
frente a la plaza de Calvo Sotelo; y que desde 1987 es la “Cruz de Todos los Caídos”
por voluntad del alcalde socialista y democrático José Luis Lassaletta Cano. ¿Por
qué no tiene rango jurídico, dónde lo dice? Me surgen las preguntas de si ¿la cruz
es un monumento religioso o es una cruz franquista digna de odio y traslado?
Estoy de acuerdo en que se retiren los símbolos franquistas, pero respecto a
las cruces: “Con Cristo hemos topado”.
Y
también quiere actuar nuestro Ayuntamiento sobre el monumento de Agua Amarga en
terrenos de la Ciudad de la Luz por las víctimas de la Vega Baja, obra del
escultor Daniel Bañuls, por lo tanto este monumento tiene valor artístico y
arquitectónico, y no se puede tocar con arreglo a la Ley (LMH). Parece que
Urbanismo le quiere quitar la Protección
en el Catálogo del Patrimonio, para poderla trasladar al cementerio de Nuestra
Señora del Remedio en 2019 (coincidiendo con los 80 años del fin de la guerra).
Si se ubicara en el cementerio podría suceder como pasa en el cementerio de
Muro de Alcoy, que algunos vecinos de izquierda se sienten dolidos y ofendidos
por tener allí junto a sus familiares fallecidos, una cruz franquista de los
caídos. Jamás se podrá contentar a todos.
Por
el portal de “Alicante Vivo” sabemos que la “Cruz de Todos los Caídos”, tras
varios presupuestos costó en 1940, 19.500 pesetas, que pagó el Ayuntamiento
(parece ser que por suscripción popular), siendo alcalde Ambrosio Luciáñez Riesgo. Monumento que fue obra el arquitecto Manuel López González con la
colaboración del alcoyano Miguel Abad
Miró (que fue preso republicano en el Reformatorio de Adultos de Alicante
coincidiendo en el tiempo con el poeta Miguel Hernández). Miguel Miró fue
sobrino de Gabriel Miró y de Lorenzo Casanova.
Dicho
esto, podríamos decir que la “Cruz de Todos los Caídos” tiene un valor
artístico, por la importancia de sus autores, y porque la Ley de Memoria
Histórica (LMH) 52/2007, 26 de diciembre, no le afecta, pues dice en su
apartado 2º del artículo 15 de Símbolos y monumentos públicos, lo siguiente:
“Lo previsto en el apartado anterior no será de aplicación cuando las menciones
sean de estricto recuerdo privado [¿se puede entender como en catedrales e iglesias?],
sin exaltación de los enfrentados, o
cuando concurran razones artísticas, arquitectónicas o artístico-religiosas
protegidas por la ley.” Lo que es
evidente, es que para algunos radicales e intolerantes, tanto el símbolo de la
cruz como lo puede ser la bandera nacional, les son ofensivos.
Desde
el 6 de marzo de 1987 esta cruz alicantina no es monumento franquista, porque
como he comentado anteriormente, por voluntad de un pleno democrático del
Ayuntamiento en 1987 le quitó primitiva lápida de “Caídos por Dios y por
España” por la que tiene actualmente que
dice: “1936 1940. A todos los hombres y
mujeres que murieron en defensa de sus ideas”. Por lo tanto se debe
respetar aquel acuerdo democrático de 1987. Desconozco si se ha oído a los vecinos de las viviendas
colindantes que, desde hace 77 años (abuelos, hijos y nietos la están observándola
desde sus ventanas). Que yo sepa no existe una demanda social para que se
retire la cruz. No veo manifestaciones. Además esta cruz es propiedad del Patrimonio Nacional, por lo que
se debe hacer un estudio jurídico previo para no caer el Ayuntamiento en una
demanda judicial por daños y perjuicios.
En
el año 2002 con motivo del desplazamiento del pedestal de Eleuterio Maisonnave (masón, y alcalde republicano de Alicante
durante la I República) fue desplazado a su actual ubicación, y quedó como
actualmente está, durante el mandado de Luis Díaz Alperi del PP.
Pero
evidentemente, los cinco concejales de Guanyar de Alacant que pertenecen a Esquerra Unida (EU), es decir de Izquierda
Unida, derivados del antiguo partido comunista del PCE, no están por la labor de respetar el acuerdo de 1987. Por ello no nos debe extrañar
nada sus actuaciones en pro de sus consignas políticas radicales. Ahora EU
quiere recuperar el protagonismo que Guanyar le está quitando desde 2015 de
últimas elecciones municipales, donde EU se presentó con el antifaz de Guanyar
Alacant.
A
las cruces se le pueden quitar los símbolos falangistas del yugo y las flechas,
los escudos, o los vítor, o nombres de los fallecidos, pero no la cruz que no
tiene culpa de hacer sido utilizada por el nacional-catolicismo por su masiva
propaganda de posguerra.
La Ley
de Memoria Histórica
Todo
depende de la voluntad del color político del que gobierna, porque la Ley (LMH)
se promulgó hace 10 años, y durante esta década, en unos municipios la cumplen
y otros no, por lo que parece que no es
de preceptivo cumplimiento. Cuando llegan los de izquierdas a los consistorios
se aferran a que tienen que cumplir obligatoriamente la Ley (LMH). Hace unos
meses el Ayuntamiento de coalición de izquierdas de Callosa de Segura (PSOE, IU
y Somos Callosa), que habían votado en pleno para retirar la cruz franquista que
tienen junto a la iglesia, estuvo a
punto de haber grave conflicto de orden público porque un grupo de callosinos
que se manifestaron en contra de su traslado, porque la consideran un símbolo
religioso; y que además está en una plaza, cuyo terreno, es propiedad privada
de la iglesia del pueblo, como dijo párroco de Callosa. Entiendo que los
ayuntamientos solamente pueden actuar en espacios públicos y no en propiedades
privadas
La
memoria histórica de la Guerra Civil se
debe preservar (por los dos bandos) como testimonio de unos hechos pasados
erróneos que no se deben volver a repetirse. La mal llamada Ley de Memoria
Historia, equivocó el nombre porque esta
ley se promulgó por la Cortes durante el gobierno socialista de Luis Rodríguez Zapatero para condenar solamente al franquismo como
recoge el apartado cuarto de la “Exposición de motivos” que dice literalmente:
“La presente Ley asume esta Declaración así como la condena del franquismo contenida en el Informe de la
Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa firmado en París el 17 de marzo de
2006 en el que se denunciaron las graves violaciones de Derechos Humanos
cometidos en España entre los años 1939 y 1975”. Además este organismo europea,
en el que están representados 43 países, incluida Rusia, insta además al
Gobierno español a erigir monumentos en memoria a las víctimas del franquismo.
Una ley hecha a la medida del Grupo Socialista representando a España. Porque la
Asamblea Permanente de Consejo de Europa estaba presidida por Luis María de
Puig que pertenecía al Partido Socialista de Cataluña (PSC). En la vigente Ley
de Memoria Histórica, los republicanos, que también hicieron de las suyas, solo
hay que mirar los datos (quema del patrimonio religioso en mayo de 1931, cárcel
Modelo de Madrid, Paracuellos, fusilamientos, bombardeos republicanos en Cabra,
etc.) no son condenados, por lo que, evidentemente, la pretendida
reconciliación y concordia constitucional no es posible, por ahora. Sobre los
responsables del inicio de la guerra queda mucho por hablar. Lo que sucede es
que quien olvida su historia está obligado a repetirla.
Hay otra Ley de Memoria Democrática y para la Convivencia de la
Comunitat Valenciana, son los Decretos 177 y 178 /2O16, también de izquierdas
con Ximo Puig, jefe del Consell, y Mónica Oltra, vicepresidente de Compromís,
que daba un plazo de un año para su retirada.
El Valle de los Caídos en el Escorial
Bien, dicho esto, y como el problema del
Valle de los Caídos en el Escorial, tanto político y religioso, por ser un cementerio,
iba a ser enorme, y además no se puede retirar esta gigante cruz de 150 metros
de alto, ni la Basílica de la Santa Cruz, el legislador la indultó según el
art. 16 que dice:
1.- El Valle de los Caídos se regirá
estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de
culto y a los cementerios públicos.
2.-En ningún lugar del recinto podrán
llevarse a cabo actos de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil,
de sus protagonistas, o del franquismo.
En 2006 el Consejo de Europa instó a España
a crear una exposición permanente en el Valle de los Caídos para recordar que
lo construyeron presos republicanos, que todavía no se ha creado.
En mayo de 2017 el Parlamento pidió al
Gobierno del PP exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de
los Caídos y "revitalizar" la ley de Memoria Histórica con una
proposición no de ley. Que yo sepa,
hasta la fecha, no se han retirado lo restos mortales de Franco ni lo de José
Antonio.
El símbolo de la cruz
En
el tema de la Memoria Histórica, ¿Qué prevalece el monumento a la cruz de
Cristo, o el símbolo de la cruz franquista? En la cristiandad, la cruz
representa la victoria de Cristo sobre la muerte y el pecado, ya
que según sus creencias gracias a la cruz Él venció a la muerte en sí misma y
rescató a la humanidad de la condenación.
La señal de la cruz ya era una práctica común de los cristianos en tiempos de san Agustín (siglo V), de los ortodoxos y de los coptos.
La cruz es el símbolo radical, primordial para los cristianos: uno de los pocos símbolos universales, comunes a todas las confesiones. La libertad religiosa implica respetar a aquellos que no son creyentes o de otras religiones. Aunque en cuestiones de teología, casi siempre prevalece el dogma laicista sobre el religioso o de conciencia.
La señal de la cruz ya era una práctica común de los cristianos en tiempos de san Agustín (siglo V), de los ortodoxos y de los coptos.
La cruz es el símbolo radical, primordial para los cristianos: uno de los pocos símbolos universales, comunes a todas las confesiones. La libertad religiosa implica respetar a aquellos que no son creyentes o de otras religiones. Aunque en cuestiones de teología, casi siempre prevalece el dogma laicista sobre el religioso o de conciencia.
¿Es
la cruz de Cristo un símbolo franquista? Comparable al yugo y la flechas de la
Falange, o los escudos franquistas o vítores sobre el nombre de José Antonio en
las fachadas que todas la iglesias.
Pienso que son símbolos distintos. Pero es que las fachadas de las iglesias o
catedrales no son propiedad de los ayuntamientos.
La destrucción ilegal de la cruz de la
Larrabetzu
El derribo ilegal de la cruz franquista del
pueblo vizcaíno de Larrabetzu, se cobró, al caer cuatro heridos, el más grave
sufrió rotura de tibia y peroné en ambas piernas. ¿No sería esto acaso una
señal de Cristo? Su derribo, llevado por
un odio bolchevique, se había aprobado el pasado 26 de abril con los votos de
EH Bildu y el PNV y la noticia fue celebrada por una parte de algunos vecinos
ateos que fueron a ver con gozo cómo caía.
Afirmo lo del “derribo ilegal”, porque lo
que dice la Ley es que se retiren (que
es trasladar), no que se destruyan o
derriben. Estos vascos intransigentes con la historia, me recodaron a los
talibanes que explosionaron los budas de
Bāmiyān, de 55 y 37 metros de altura en el año
2001, después de sobrevivir casi intactas durante 1.500 años, el gobierno
fundamentalista islamista talibán decidió que estas estatuas eran ídolos y por
tanto contrarias al Corán, ordenando así su destrucción. La cruz de Larrabetzu
se trató como un ídolo franquista, y no se vio más.
Conclusiones
Expuesto
los antecedentes y argumentos antes comentados, opino que es muy difícil
contentar a todos en este asunto de símbolos franquistas y a la vez religiosos,
y que las autoridades locales sabrán hacer lo que la razón impone y no las
emociones trasnochadas que imperan. ¿A lo mejor habría que hacer un referéndum
local? O quizás lo mejor sea crear un Plataforma antiderribo.
NOTA. He
olvidado decir que además del coste elevado de trasladar la cruz al cementerio,
en grúa de gran potencia más trasporte especial, esta cruz no cabe por la
puerta del cementerio de la Virgen de Remedio. Por
esta regla de derribar cruces franquistas, también podrían derribar las miles
de iglesias que se construyeron en los miles de nuevos pueblos en el Plan
Nacional de Colonización, los pantanos de Franco...