La Francia hermética de Le Pen
La candidata de la ultraderecha ha suavizado su programa y ha ido variando su discurso, hasta llenarlo de ambigüedades, durante toda la campaña de cara a conquistar el Elíseo. Desde el principio se ha mostrado partidaria de una Francia hermética, fuera de la UE y con exhaustivos controles en las fronteras.
Una eventual victoria de Le Pen podría revertir así décadas de integración europea. La ultraderechista ha prometido nuevas barreras para proteger a los trabajadores franceses y reprimir la inmigración para romper con la "globalización salvaje". Y aunque ya no garantiza retirarse del euro -todo dependerá de las negociaciones que entable con la UE si es elegida, ha señalado- pretende recuperar el franco ("protege mejor los ahorros de los franceses") pero no acierta a explicar cómo convivirían las dos monedas y con qué se pagarían las importaciones.
Le Pen pretende darle libertad a Francia y devolverle a los franceses la palabra y su dinero, "porque desde hace muchos años la política social y fiscal empobrece a las clases medias y populares, enriquece a las multinacionales y dilapida los fondos públicos a través de una inmigración descontrolada", llegó a asegurar.
Las tres grandes reformas de Macron
Emmanuel Macron es un europeísta convencido, quizá el mayor que nunca haya tenido Francia, progresista y reformista. Las propuestas de Macron tienen guiños a la izquierda y a la derecha, y se aleja de los excesos de la ultraderecha.
"Ella (en referencia a Marine Le Pen) quiere segregar a Francia, romperla en dos", señalaba Macron el pasado 27 de abril. "Mi proyecto pretende reconciliar a estas Francias porque todos somos franceses".
Busca esta reconciliación con tres grandes reformas: laboral, basada en un nuevo marco de relaciones laborales más flexible; paro, con ayudas que se abrirán a autónomos y trabajadores que quieren cambiar de trabajo, y pensiones, con un modelo más justo que el actual en el que cada euro cotizado genere el mismo derecho a la pensión para todos.