Azorín íntegro
Miguel Ángel Lozano
Marco
Universidad de Alicante
SANTIAGO RIOPÉREZ
Azorín
íntegro
Madrid, Biblioteca Nueva, 1979
Nos encontramos ante un libro monumental en el campo, ya bastante
extenso, de la bibliografía azoriniana. Si lo califico de
«monumental» no es sólo por lo voluminoso -que lo es-, sino
por su contenido, significación y lograda plenitud. Su autor, Santiago
Riopérez y Milá, ha dado forma literaria a una labor gestada
durante muchos años y levantada sobre los sólidos cimientos del
conocimiento minucioso de toda la obra de Azorín, del conocimiento del
contexto histórico y literario en que ésta se produjo y, lo que
es más singular, del asiduo trato y
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conversación
con el maestro durante los últimos años de su vida, en frecuentes
visitas a su domicilio madrileño, lo que hace de él un testigo
privilegiado y excepcional.
El título,
Azorín íntegro, encierra en su
expresivo laconismo un propósito ambicioso, como es el de dar una
visión
completa del escritor. Y esto es lo peculiar
del libro, lo que le da relevancia, pues funde en un solo texto lo que hasta su
aparición andaba disperso, lo que había sido fragmentado en
multitud y variedad de escritos. Riopérez restituye la unidad de vida y
obra en Azorín: pensamiento, estética, evolución vital,
análisis y comentario interpretativo de las realizaciones en los
variados géneros literarios cultivados por el autor de
Castilla, su originalidad y singularidad, sus
profundas innovaciones, las relaciones con otros escritores, su actitud
política... En suma: la trayectoria vital de Azorín da sentido y
unidad a su variada obra; y viceversa: el análisis de esta obra, en el
preciso momento en que se produce, ilumina su trayectoria vital.
A mi juicio, la construcción de una biografía de
Azorín plantea una primera dificultad, plenamente superada por este
autor: la falta de acontecimientos externos, de sucesos susceptibles de ser
narrados. Azorín era todo lo contrario de un hombre de acción; la
imagen que de él tenemos es la de un ser taciturno, tímido en
exceso, reconcentrado, de costumbres morigeradas, infatigable lector y
escritor... Es, pues, la biografía de un rico y complejo mundo interior
la que había que trazar; y ésta es tarea solamente posible para
un hombre de inteligencia y sensibilidad nada comunes, apto para percibir los
matices y los sutiles movimientos de una andadura velada para muchos. El autor
del libro nos dice en la página 193: «Las etapas de su historia
personal son, simplemente,
meditaciones, y
meditaciones son, en síntesis, las
grandes aventuras de su vida». Y dos
párrafos más abajo, declara: «Detrás de cada libro
suyo, bajo cada página, está la vida de Azorín, la
expresión de la vida de Azorín, la aventura vital de
Azorín». Por esto precisamente, para que la imagen del escritor
nos aparezca en su
integridad, es imprescindible acudir a sus
escritos y fundirlos con la reconstrucción biográfica. De
ahí la peculiar antología que de ello resulta: una
antología orgánica, que marca el desarrollo vital, y cuyos textos
han sido seleccionados con rigor a partir de ese minucioso conocimiento de tan
dilatada obra literaria, de la que no queda un rincón sin
escudriñar.
Azorín íntegro es, por tanto,
un libro del máximo interés para el estudioso de la vida y obra
del escritor monovarense, pero también de manejo imprescindible para el
estudioso e interesado en la generación del 98 o en la literatura
española del siglo XX, puesto que la obra se encuentra
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sólidamente apoyada en una amplísima bibliografía sobre la
literatura e historia del período en el que se desarrolló la vida
del longevo prosista y revela un cabal conocimiento de los escritores que con
él comparten el grupo generacional, bautizado precisamente por
Azorín; todo ello queda reflejado tanto en el texto como en el extenso
aparato crítico que lo completa y documenta. De enorme importancia es el
epistolario inédito que aquí se recoge, situando cada carta (de
Unamuno, Baroja, Clarín, Valle-Inclán, Maragall, etc.) en su
momento y circunstancia, con lo que se redondea el interés y la riqueza
documental del libro (ilustrado con profusión de material
gráfico, también inédito en su casi totalidad).
Pero no es menor el interés que tiene para el lector
alejado de actividades académicas o pretensiones eruditas.
Azorín íntegro es una obra
interesante, sugestiva, que debe leerse también por su propio valor
literario. Y esto me parece definitivo: el buen estudio debe ser, al mismo
tiempo, una obra notable por su valor estético. El libro que aquí
nos ocupa comparte el rigor intelectual con la belleza en la expresión.
Posee Riopérez y Milá un estilo equilibrado, elegante, limpio,
claro, preciso y, al mismo tiempo, rico en matices; cualidades ya apreciadas
por quienes hemos leído trabajos suyos publicados, a lo largo de no
pocos años, en las páginas de los mejores periódicos y
revistas del país: una obra dilatada -de alguien que no es un
«escritor profesional»- que alcanza su punto culminante en el
logrado volumen que aquí reseñamos.
No puedo dejar sin mencionar el epílogo en el que D.
Santiago Riopérez destaca la importancia de la Casa Museo de
Azorín, en Monóvar, y las riquezas documentales,
bibliográficas y sentimentales que allí se contienen, de tanto
interés para todo estudioso o interesado en la figura y la obra de
José Martínez Ruiz,
Azorín.