lunes, 18 de julio de 2016

Patrimonio de la Humanidad. Los dólmens, El Torcal y Peña de los Enamorado. Cueva de Menga. ANTEQUERA

Candidatura

Piedra sobre piedra

manosdolmen
El objetivo de esta iniciativa es la concienciación sobre la importancia de que la UNESCO incluya Sitio de los Dólmenes de Antequera que comprende Los Dólmenes, El Torcal y la Peña de los Enamorados, en su catálogo de Patrimonio de la Humanidad.

El lema Piedra sobre Piedra define no solo la estructura física de los lugares, también evoca el camino seguido por el ser humano hasta hoy. Es un guiño a la ciudad, su historia y su fisonomía y es comprensible en todos los idiomas. Queremos simbolizar y conseguir la ayuda y el esfuerzo de todas las instituciones y personas, para lograr esta causa; para ello, puedes subir tu foto o vídeo de adhesión a la campaña con el hashtag #piedrasobrepiedra a las RR.SS.


Miembros del GRUPO GEMA (Espeleólógico de Málaga en en Torcal. Año 1965). Un grupo mítico.




 El Paraje Natural Torcal de Antequera encierra una de las muestras más impresionantes de paisaje kárstico de toda Europa y, debe su nombre, a las dolinas o torcas, unas curiosas formaciones en forma de depresiones circulares.

En El Torcal predominan las calizas, rocas con más de 150 millones de años, formadas por sedimentos marinos muy sensibles a la erosión. La acción lenta pero continuada de la lluvia, la nieve y el viento sobre este material han moldeado este característico paisaje. Sus cuevas y simas configuran un entorno idóneo para la práctica de la espeleología. Algunas de ellas, como la del Toro y la Marinaleda I, albergan huellas de la presencia del hombre en el Torcal desde la Prehistoria.

Dos rutas invitan a perderse por esta ciudad de piedra. El camino que parte del centro de visitantes Torcal Alto, conocido como ruta verde, es donde las formas kársticas son más espectaculares. En este lugar, el visitante debe dejarse llevar a lo largo del Callejón Oscuro o del Callejón del Tabaco, ejemplos de la multitud de pasadizos originados por el hundimiento de las fracturas del terreno. Las rocas son aquí una colección de esculturas naturales, algunas con formas familiares, como el Tornillo, declarado Monumento Natural, el Sombrerillo, el Cáliz o el Dado, entre otras muchas que esperan ser definidas por la imaginación y la fantasía de quienes las recorran.

Este medio de gran belleza y apariencia inhóspita contiene además una rica y variada vegetación con algunas especies exclusivas. En su paisaje, encinas, quejigos, serbales o arces se entremezclan con plantas adaptadas a vivir en las fisuras de las rocas. Es la llamada vegetación rupícola y, el Torcal Bajo, es el lugar idóneo para conocerla.

Su fauna es rica en aves como el buitre leonado o el búho real, además de en mamíferos como el zorro y la comadreja. Junto a esta zona del Torcal Bajo, el mirador de las Ventanillas se asoma al valle del Río Campanillas, ofreciendo bellas panorámicas de su paisaje y de la localidad de Villanueva de la Concepción.

Cerca del Torcal, se halla la ciudad de Antequera. Al localizarse en el centro geográfico de Andalucía, un importante trasiego de culturas ha dejado su impronta en ella. Las murallas de su castillo y sus numerosas torres o conventos sobresalen entre la arquitectura popular, de cubiertas de teja árabe y fachadas de cal. En esos conventos se elaboran, aún hoy, exquisitos dulces tradicionales como los alfajores, el angelorum, y el bienmesabe. De su gastronomía no hay que olvidar sus afamados molletes, el ajoblanco o la porra antequerana. La gran tradición artesana de Antequera en orfebrería ha dado paso a otros oficios en los que se utiliza mimbre, esparto, vidrio, hierro y madera. 







CUEVA DE MENGA (O CUEVA MEGALITICA)
 Dolmen de Menga, principal exponente de la necrópolis

Los Dólmenes de Menga, Viera y El Romeral forman la necrópolis de este conjunto, siendo el de Menga su exponente principal y el de mayor antigüedad, fechado hacia el 2500 a.C., aunque las últimas investigaciones apuntan a que se construyó más de mil años antes. Su cámara sorprende por sus grandes dimensiones, de 25 metros de largo y siete de ancho, formada por siete grandes monolitos cuadrados en cada lado y una enorme piedra que forma la cabecera. Cinco grandes losas de piedra horizontales descansan sobre tres pilares centrales, convirtiendo a la cámara en una impresionante galería sobre la que se aprecia, desde el exterior, el montículo de tierra que cubre al dolmen, de 50 metros de diámetro. Es el único de los tres dólmenes que tiene unas inscripciones de figuras antropomórficas, situadas en la primera losa de entrada a la izquierda. Y es que, por todas sus singularidades, el dolmen es considerado como uno de los más importantes de toda Europa.

Se localiza sobre una pequeña elevación frente a la vega antequerana y está orientado hacia la Peña de Los Enamorados, hecho que le confiere un carácter casi excepcional. Así, llama la atención que, mientras que la mayoría de los sepulcros megalíticos hallados en la región andaluza se orientan directamente hacia el este, hacia la salida del sol, el dolmen de Menga se encuentra "mirando" a la Peña de los Enamorados. Parece que la peña pudiera ser un lugar de ceremonias, tal como demuestran las pinturas rupestres encontradas en ella, y la orientación, en este caso, sería una forma de rendir tributo a este sitio.