Las huellas
de una aldea renacida tras 50 años
/ Sur
- Dos descendientes de los últimos vecinos de El Acebuchal recopilan en un libro la historia del poblado
- El núcleo permaneció abandonado medio siglo tras ordenarlo el régimen franquista y hoy en día es un enclave turístico con casas rurales y restaurante
11 julio
201601:15
La aldea de
El Acebuchal es hoy en día un paradisíaco y coqueto enclave rural situado en
pleno corazón del parque natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, en
el límite entre los términos municipales de Cómpeta y Frigiliana, aunque
perteneciente al primero. Sin embargo, los turistas que hoy en día lo
frecuentan y se alojan en sus viviendas rehabilitadas desconocen, en su gran
mayoría, la historia de este poblado, que a mediados del pasado siglo XX llegó
a contar con alrededor de 200 vecinos.
Sin embargo,
en 1948, el régimen franquista ordenó su desalojo, alegando que sus moradores,
que se dedicaban a la agricultura y a la ganadería, servían de ayuda a la
guerrilla que se escondía en las sierras orientales. Cinco años después, los
acebuchareños volvieron a sus casas, pero en apenas una década la aldea quedó
definitivamente despoblada, ya que no contaba con una escuela. Permaneció en el
olvido más absoluto hasta finales de los años noventa, cuando un grupo de
descendientes comenzaron a rehabilitar las casas abandonadas.
Título. La
aldea de El Acebuchal.
Autores. Los
hermanos Vicky y Ramón Fernández.
Contenido.
Es un recorrido por la historia de esta aldea, situada entre Frigiliana y
Cómpeta, en pleno parque de Sierra Almijara, que fue abandonada en 1964 y
reconstruida a partir de 1998 por los descendientes de los últimos pobladores.
Fotografías.
Carmen Cereto y Lucía Muñoz.
Precio. 10
euros.
Número de
páginas. 75.
Pedidos del libro en restaurante el Acebuchal 951480808
Pedidos del libro en restaurante el Acebuchal 951480808
Los hermanos
Vicky y Ramón Fernández, de 61 y 69 años, son dos de estos hijos de nacidos en
la aldea competeña. Aunque no mantienen una
propiedad, sí la tienen varios de sus primos. Su amor por la historia y sus
recuerdos de infancia, cuando con apenas seis o siete años sus padres los
llevaban allí para conocer a varios de sus tíos y primos, les han llevado a
recopilar en un libro los principales acontecimientos históricos de este
enclave. ‘La aldea de El Acebuchal’ es el título de una obra de la que han
editado, por el momento, 200 ejemplares, que venden al precio de diez euros. En
sus 75 páginas el lector puede encontrar un resumen muy completo de las
primeras fuentes documentales que hacen referencia al poblado, así como
numerosas fotografías históricas y testimonios de esos últimos pobladores.
«Para mí ha
sido una gran satisfacción preparar este libro, porque además lo hemos hecho en
un tiempo récord, de apenas seis meses, desde que mi amigo Adolfo Moyano, de
Frigiliana, me puso en contacto con Antonio García, el dueño del restaurante y
de siete de las 32 casas que hay actualmente reformadas, quien me dijo que son
muchos los extranjeros y turistas que vienen preguntando por algún tipo de
material escrito sobre la aldea», dice Fernández, maestra jubilada. La obra
será traducida al inglés.
Las primeras
referencias históricas documentadas de la aldea se remontan a 1569, durante la
famosa batalla de Frigiliana en la rebelión de los moriscos, cuando las tropas
castellanas se asentaron en una zona llamada arroyo El Acebuchal. Tendrían que
pasar casi dos siglos hasta que se localiza una nueva referencia, en el
Catastro del Marqués de Ensenada, donde se menciona en esta misma zona una
venta, propiedad de Juan Espinosa, quien la compró por doce ducados en 1751. Es
a partir de 1844 cuando Fernández sitúa el auge de la aldea, que cuenta con dos
núcleos, El Acebuchal de Arriba y el de Abajo, separados por 700 metros.
Arriba, Misa
de San Juan celebrada a comienzos de los años sesenta en la aldea. A la
izquierda, Imagen de la aldea en los años ochenta, cuando permanecía
abandonada. Junto a esta líneas, vista actual del
poblado, donde sólo queda una vivienda por reconstruirse. / Sur/ E. C.
«Esta zona
siempre fue un cruce de caminos para los arrieros que iban a Granada por el
puerto de Frigiliana, así que en todo este entorno hay un gran número de
ventas, como las de Cebollero, Calixto, Ventorillo y
Panaderos», cuenta Vicky Fernández. Precisamente en esta última se sitúan los orígenes
de sus antepasados.
El regreso
de la maestra
Los
testimonios recogidos en la obra describen cómo era la vida en esta aldea,
donde los vecinos se dedicaban a la agricultura y a la ganadería, así como a
dar de comer a los arrieros. «Había una escuela y una pequeña hornacina donde
se daban las misas», describe Fernández, quien cuenta que a comienzos de los
ochenta, por pura casualidad, pudo conocer a la que fue la última maestra de El
Acebuchal, María López, con quien recorrió las por entonces abandonadas casas.
Su padre,
José Ramón Fernández, guardia civil ya fallecido, dejó escritos los nombres de
todos y cada uno de los vecinos de las 40 viviendas del poblado, con la
descripción del número de hijos que tuvieron en el periodo entre 1925 y 1948.
«Le encantaba escribir, de ahí creo que ha venido nuestra pasión», dice la
autora.
En la aldea
las ceremonias religiosas tenían, como era costumbre en esos años, una gran
importancia. De hecho, los propietarios construyeron en 2007 una ermita en la
que a finales de junio se celebra la Misa de San Juan, en la que se saca en
procesión a la Virgen de la Inmaculada. El pasado sábado 2 de julio,
coincidiendo con esta tradición, se presentó por sus autores y fotografas en la aldea, el libro, en un acto
al que asistieron descendientes y el alcalde de Frigiliana, José Antonio
González Conejero (PP). [y la concejala Lucrecia Lópoez García].