BREVE SEMBLANZA DE
AZORÍN
José Augusto
Trinidad Martínez Ruiz (Azorín) nació en Monóvar (Alicante) el 8 de junio
de 1873, durante la II República española, por lo que habría que llamarle «El
último romántico». Tomo unas interesantes notas de la página de la Casa
Museo de Azorín, fundada en 1969, cuyo director es el erudito José Payá
Bernabé, (cuya página web necesita inversión de la CAM, su Boletín Informativo,
no está digitalizado, como una forma de potenciar la figura del inquilino):
...tenía
tres años [José Martínez], anteriormente había residido en la casa de la calle
de San Andrés, situada en el centro de Monóvar. En esa fecha, 1876, la calle
tenía el mismo nombre que en la actualidad, Marqués de Salamanca entonces
alcalde de Monóvar- (..). La casa perteneció a Loreto Ruiz, tía de la madre de
José Martínez Ruiz, María Luisa Ruiz Maestre, quien sería la legataria.
Francisco Pi y Margall, nació en Barcelona en 1824. Era hijo de un
obrero textil. Estuvo en el seminario (1831-1837) y estudió Derecho; muy joven,
fue miembro de la sociedad Filomática, donde conoció a las principales figuras
del romanticismo catalán. En 1847 fijó su residencia en Madrid. Colaboró en
diferentes periódicos y en la redacción de diversas obras. En 1848 completó la
obra "Recuerdos y bellezas de España", de Piferrer. En 1851, cuando
gozaba ya de un cierto prestigio, inició una monumental Historia de la
pintura, pero sus consideraciones sobre el cristianismo durante la Edad
Media provocaron una fulminante condenación eclesiástica y legal. Su
participación activa en política se produjo a partir de 1854. Segundo
presidente de la I República española (11-06-1873) a (18-07-187).
La familia
tenía una casa veraniega en “La Cañada”, en Monóvar, donde empezó a observar la
naturaleza y sus primeras descripciones líricas. De joven le gustaba jugar a
partidos de pelota, afición de la época que le entusiasmaba.
Era el mayor
de nueve hermanos. Su padre tenía hacienda, era natural de Yecla, ejercía como
abogado en Monóvar, su madre natural de Petrel.
Su hermana
menor Amparo, escribió en la revista literaria de Sureste Sigüenza,
Alicante, nº2, 1952, un artículo titulado «Mi hermano Pepito», en el cual
escribe: «mas el “pequeño filósofo” no se desdeñaba en contestar a las cartas
infantiles que su hermana le dirigía desde el Pensionado». Parece ser que de
joven Pepito no era muy familiar.
Estudió
José Martínez en la escuela de Monóvar y en Yecla (Murcia) el bachillerato con
los padres Escolapios. Luego Derecho en Valencia, Granada y Salamanca y no
acabó la carrera, en su juventud demostró, como no podía ser de otra manera, en
aquel convulso final del siglo XIX, su rebeldía y anarquismo de ideas,
propios del romanticismo (libertad y revolución). En 1895 colabora en la
redacción de El Mercantil Valenciano y en Bellas Artes. Se
instalará en Madrid. Jugando con el periodismo empezó a firmar con los
seudónimos: Juan Lis, Fray José, Ahriman, Cándido, hasta
encontrar en 1904 el de su gusto: Azorín (Azor, ojo avizor), tomado
del personaje de su novela Antonio Azorín (1903). El apellido
Azorín es frecuente en la comarca del Alto Vinalopó, en la guía telefónica de
Alicante (2004) capital aparecen 44 personas con ese primer
apellido, 19 en Novelda y 4 en Monóvar.
Azorín esta considerado uno de los más exquisitos y refinados escritores del
último tercio del Siglo XIX y mitad del XX, periodista vocacional,
inventor de la crónica parlamentaria y quien acuñó la denominación
de origen, si se me permite la expresión: «Generación del 98», también la de El
Grupo de los Tres (Pío Baroja, Maeztu y el propio Azorín). Fue un escritor
prolífero, cultivó todos los géneros literarios, incluso la poesía en sus
primeros años como ya demostrara el escritor José María Merino en
diciembre del 2002, en el Casino de Monóvar con el libro Cumpleaños lejos de
la Casa (Obras Completas). Su
oficio y del que vivía fue el periodismo, apasionado de la política, diputado
por cinco ocasiones: Ponteareas (PO) en 1914, por Sorbas (AL) en 1916,
y Subsecretario de Instrucción Pública.
José Ferrándiz
Lozano, azoriniano y autor de Azorín. La cara del intelectual entre el
periodismo y la políticas, (2001). Nos comenta en un artículo aparecido en
el Diario «Información» de Alicante, 22 de enero 2005, que:
«La locura que Azorín tuvo por el
Quijote es un ejemplo extremo, válido para alguien como él que hacia 1955, a
sus ochenta y dos años, declaró en una entrevista que lo tenía leído diez o
doce veces; ni siquiera fue capaz de precisar».
Azorín
es uno de los escritores alicantinos más conocidos junto a Gabriel Miró y
Miguel Hernández (Luis Beresaluze en su libro Trinidad de la palabra,
Ecu 2003, donde se relata de una forma original las tertulias semanales en el
Cielo de los tres escritores). Los primeros años fueron difíciles y duros,
logró colaborar en El País, El Progreso, después en otros de más
importancia y difusión, como El Imparcial; luego, durante muchos años,
en ABC; también en revistas, como Revista Nueva, Juventud, Arte
Joven, Alma Española y España; en el Diario de la Marina de
La Habana y otras publicaciones hispanoamericanas. Fue objeto de un
homenaje en Aranjuez el día 23 de noviembre de 1913, organizado por Ortega y
Gasset y Juan Ramón Jiménez, al que se sumaron la mayor parte de la
intelectualidad española, solidarizandose con él por sus intentos fallidos de
entrar en la Real Academia Española, que al fin consiguió en 1924 a través de
su amigo el conservador Antonio Maura, con el discurso «Una hora de
España» uno de los más largos dados en la Academia, y que ha sido comentado por
José Montero Padilla, en la colección Cástalia Didáctica nº 33, Madrid, 1993.
Existe un libro antiguo y de ocasión que actualmente vale 150 euros en Librería
Renacimiento titulado: Fiesta de Aranjuez en honor de Azorín. De varios
autores, incluido Azorín, de la Residencia de Estudiantes, 1915, Madrid,
1ª edición. 20x13. 96 pág.
Actualmente entre los más destacados expertos sobre Azorín se encuentran:
José Payá Bernabé, José Ferrándiz Lozano, el hispano estadounidense Inman Fox,
y su biógrafo Santiago Riopérez Milá.
Autor de numerosas crónicas parlamentarias,
ensayos, novelas artículos (5.500), que utilizó en sus libros. Castilla
(1912) uno de sus libros más célebres y que mejor definen su estilo
conciso y donde nos muestras su magisterio, de pintar paisajes impresionista
con su pluma de orfebre.
Hemos de destacar el amor de Azorín por la
obra cervantina que nos legó artículos repartido en sus múltiples ensayos
críticos literarios. Algunos de ellos los podemos leer en la edición de ErlY
Danieri Visión de España Colección Austral nº 226, primera edición de
1941, se trata de una antología de breves artículos azorinianos, entre los que
se hallan los dedicados a Cervantes y al Quijote «El caballero del verde gabán»
y «Cervantes y José Hernández», El libro mejor acogido será, sin duda La
ruta de don Quijote (1905), y, posteriormente con motivo del año jubilar
cervantino 1947, por el nacimiento de Cervantes (1547), vieron la luz dos
volúmenes: Con Cervantes, (1947) y Con permiso de los
cervantistas (1948), 108 breves artículos en extensión. El buen
Sancho (1954). Que como comentó Ángel Cruz Rueda, el primero consta de
recopilación de escritos anteriores más veinticinco nuevos en 1935 a 1944, el segundo
datan de 1944 a 1947, insertos en prensa y otros inéditos. Sería muy deseable
recopilar toda la obra cervantina de Azorín en un libro con motivo de este
fugaz cometa del IV Centenario.
Leyó Azorín una
conferencia en el Ateneo de Madrid, en abril de 1905, titulada «Don Quijote en
casa del caballero del Verde Gabán», donde preguntó a los asistentes:
«¿Qué creéis
que importa más para el aumento y grandeza de las naciones: estos espíritus
solitarios, errabundos, fortalecen y peregrinadotes del ideal, o estas otras
prosaicas, metódicas, respetuosos con la tradición...?»
Ramón Fernández Palmeral
La Ruta de Don Quijote, 2005