miércoles, 10 de febrero de 2016

"Capeando el temporal" por Ricardo Sanz

Capeando el temporal

Estaba a punto de zozobrar y solo pudo asirse a su boli y escribió: “chinchetas y pies descalzos, persianas entornadas a la hora de la siesta, nubes cargadas de carcajadas, calle asfaltada de un mediodía de metal, angosta escalera de caracol”, y a punto estaba de escribir domador, pero el boli soltó un borrón, y siguió escribiendo “peladura de naranja, armónica arrastrada, disfraz, chapa aplastada, cristal roto, periódico enlodado, desconchado en la mirada, magulladura en el alma, rasguño olvidado, farola fundida, niños que vuelan, noches achacosas, voces que reposan, tierna desolación, tardes enredaderas, tejados de nieve, gatos con sombreros, señoras superfluas, turbulenta despensa, sartén esquizofrénica, una sardina a la hora de la siesta, un político con la bragueta abierta, ninguno, uno, voz insumergible, mar de preguntas, ascensor tuberculoso, mulo cargado de humo, zumo del suburbio, catalizador disturbio, asunto turbio, una escoba, una escopeta, quieres cuerda, toma reloj de pulsera, engañosa cadena, reseña de una guerra cualquiera, la seta, un peta, la zeta más cierta, el aire que sale y que entra, nervioso armamento, sinsentido con sonido, volando voy, volando vengo, volado estoy, melocotón de amor, un lío el número dos, le doy un tiento al jamón, me regalo un trago de ron, depende de mí mismo y del ratón que se zampó el queso, palabras, palabras que me tocan con su varita mágica, caca de chucho, cristal arrugado, te achucho, ahí va”. Y los vientos no se calmaron, pero escribiendo le había desaparecido ese miedo que le hacía zozobrar.
Disparador de escritura: Venga, anímate y déjate llevar a la deriva por las palabras que te vayan llegando justo en este momento.
Emoticon El duende en la palabra 2