La mayoría de ciudadanos, y especialmente los jóvenes, recibe la información
de manera digital y a través de las redes sociales y la tv. También por la
radio. Esa es la realidad,
y tenemos que vivir en la realidad. Obviamente los periódicos
impreso dejará de existir como lo hizo el B.O.E, o lo BOES autonómicos. No hay
muchas evidencias de que el papel vaya a ser el futuro, es que lo va a ser. La
noticia seguirá existiendo, lo que cambiará será el soporte de la noticia. Esta
es la realidad. El periodista no va a desaparecer, porque el periodista es el
generador de la noticia. Cuenta lo que sucede, es el mensajero.
Los cambios en la manera de informar no solo tienen que ver con el soporte
tecnológico sino con la calidad de la misma. Las mutaciones en los géneros
periodísticos son cierto. El decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias de
la Comunicación de la Universidad San Pablo CEU, José Francisco Serrano, dice
que en un futuro la profesión no deberá estar: "tan obsesionada por la objetividad,
sino por la intencionalidad". Interesa mucho la opinión, el análisis. Por
ello esa tendencia de algunos periódicos impresos de no excederse en 600
palabras por noticias, tiene los días contados. Porque en digital o en pdf te
puedes extender todo lo que desees. Que la información sea larga supone mayor
cota de información.
Sin embargo, la prensa impresa, la llamada de escrita puede perdurar, si se
dedica al periodismo de investigación, y es capaz de decir, aquello que los
políticos ocultan y no quieres que sepamos. Debe apostar por la veracidad. Por
los anuncios. Añadir la caricatura, o el humor inteligente con viñetas de
humor, como las de Forges, el Roto, o aquella de Mingote, debe aportar por los
pasatiempos. Pero ha de volver a tener colaboradores de calidad como aquellos
artículos donde se aprendía a saber, como los miembros de las Reales Academias
de la Lengua, han de apostar por la buena poesía, por la calidad del papel y la
fotografía, aunque cueste más caro. Reportajes de viajes, curiosidades. Los
periodistas han de salir a la calle, y a los ayuntamientos, a las salas de
fiesta, a las bodas, ya los lugares raros, exóticos y extraños.
Yo estoy deseando de encontrarme con la revista dominical de la prensa para
ver buena calidad de fotos y de impresión. Publicidad de calidad. Darle vida
como los premios los cupones, recetas gastronómicas, vida social y más vida
relacionada con el lector. No se ha de preocupar tanto de ser el primero en dar
una noticia, porque las noticias importantes ya la ha leído el lector en el
móvil o en la tablet o en la radio.
Po ellos, las rotativas apuestan por la multiplicidad del periódico
impreso más la edición digital con incorporación de videos.
Ramón Fernández Palmeral
Colaborador de “Alicante Press”
16 de agosto de 2017
Escritor alicantino de novelas, relatos, ensayos y artículos. Su contacto: ramon.palmeral@gmail.com
miércoles, 16 de agosto de 2017
lunes, 14 de agosto de 2017
81 años de los asesinatos de la Cárcel Modelo de Madrid. 23 de agosto de 1936, por el Frente Popular
ASESINATOS EN LA CÁRCEL MODELO DE MADRID EL 23 DE AGOSTO DE 1936
Ante el terror abiertamente desencadenado por el Frente Popular, a
partir del 18 de julio de 1936, la seguridad de la vida y de los
derechos de los españoles residentes en zona marxista era nula,
alcanzando este riesgo, no tan sólo a los enemigos declarados del Frente
Popular y a las personas simplemente simpatizantes con la Causa
Nacional, sino también a los neutrales e incluso a los republicanos no
sometidos al extremismo, constituyendo también un grave peligro la
posesión de bienes de fortuna que pudieran ser una tentación para la
codicia de los milicianos, así como la enemistad personal de cualquiera
de los forajidos que acababan de ser armados por aquel Gobierno y
resultaban omnipotentes. Los hogares eran allanados y saqueados, y sus
ocupantes detenidos arbitrariamente y asesinados—muchas veces eran
exterminadas familias enteras—, dándose el caso de que en un mismo día
fuese invadido violentamente un domicilio varias veces, siempre por
diferentes milicias.Las horas de la noche eran preferidas por las milicias y por los agentes del Gobierno para sus registros domiciliarios, por lo que el sueño de los habitantes de las poblaciones sometidas al marxismo se veía constantemente turbado por el temor a la invasión de la morada y al asesinato, incluso en aquellas familias más apartadas de las actividades y de las preocupaciones políticas.
En medio de este terror de que se encontraba penetrada la vida ciudadana en la zona roja, y principalmente en Madrid, residencia del Gobierno del Frente Popular, el ingreso en una cárcel oficial era considerado como un privilegio por los habitantes de la capital de la nación, ya que durante el primer mes de la contienda civil aún se presumía que el Gobierno de la República aseguraría el respeto a los presos confiados a la custodia de las autoridades. Este optimismo respecto de la seguridad existente en las prisiones de Madrid no era compartido por todos; no obstante, tales temores eran acallados por los demás presos, que no podían suponer que en la misma sede oficial del Gobierno de la República, que se titulaba legítimo y depocrático que se encontraba investido de la fuerza necesaria para hacerse respetar, se realizara y permitiera una trasgresión monstruosa del derecho de gentes.
Ya el día 8 de agosto de 1936, el diario de Madrid Política, órgano del Partido de Izquierda Republicana, publicaba en su página cuarta una información sobre la Cárcel Modelo, insultante y despectiva para los presos, hacia los cuales reclamaba por este medio la atención pública. Entre otros párrafos de la malintencionada información, pueden destacarse los siguientes, alusivos a los reclusos:
«... varios curas, castrenses o civiles, y como cumple a su oficio, gordos y lustrosos, salvo rara excepción... Sin afeitar la mayoría, no se diferencian gran cosa de los presos vulgares. El aire distinguido se lo daba la ropa o el uniforme... Hablan poco, meditan mucho y sollozan bastante... En otras galerías... albergan más fascistas de los comprometidos en la rebelión y otros que fueron apresados antes de que aquélla estallase, como los directores falangistas Ruiz de Alda y Sánchez Mazas. Y existen, por fin, los presos políticos. Antiguos y recientes. Los más notorios, de los últimos, son el Dr. Albiñana, D. Melquíades Álvarez y Martínez de Velasco. El tercero sólo ha pasado—con la de hoy—tres noches en el «abanico». ¡Lástima que Lerroux y Gil Robles no les puedan hacer compañía !...».
Hasta mediados del mes de agosto de 1936, el régimen interno de la Cárcel Modelo de Madrid, aunque afectado por el excesivo número de reclusos que diariamente ingresaban en el establecimiento penitenciario y por el reflejo de los sucesos que se producían en la capital, era relativamente normal, sin intervención de milicias ni de organismos sindicales o políticos.
Los presos comunes—que, identificados naturalmente con aquel régimen, se sentían acreedores a la libertad—, no habían obtenido ésta con carácter general, sino sólo individualmente en algunos casos concretos, en virtud de reclamaciones especiales de entidades de las que integraban el Frente Popular.
La población penal de la Cárcel Modelo se hallaba distribuida en la siguiente forma: En la primera galería, militares; en la segunda y tercera, falangistas; en la cuarta, delincuentes comunes contra la propiedad, y en la quinta, expedientados, con arreglo a la Ley de Vagos y Maleantes, y presos comunes por delitos de sangre; estaban encerrados en el cuerpo central del edificio los llamados hasta entonces—presos políticos-, y en los sótanos, algunos otros de los sujetos a la Ley de Vagos y Maleantes.
El día 15 del referido mes de agosto, el Subdirector de la prisión anunció a los reclusos que, por orden del ministro de la Gobernación, iban a entrar milicianos para cachear a los presos de significación derechista, y, en efecto, agentes de la Dirección General de Seguridad, a cuyo frente figuraba Elviro Ferret Obrador (personaje principal de la «checa» que funcionó en las calles del Marqués de Cubas, número 19, y Montera, número 22), y milicianos de los partidos socialista y comunista, entraron en la prisión y procedieron a efectuar un registro general, insultando y amenazando de muerte a los reclusos y robándoles ropas y objetos de valor en gran cantidad. Con agentes y milicianos penetró en la prisión un grupo de milicianas, vestidas como los hombres y armadas de pistolas, que se dedicaron a improvisar mítines, haciendo labor de captación y propaganda entre los delincuentes comunes, a los que procuraron soliviantar con soflamas, fomentando al propio tiempo su odio contra los numerosos presos políticos. De esta forma consiguieron que cesara el ambiente de indiferencia que hasta entonces existía entre los delincuentes comunes respecto a los presos políticos, sustituyéndolo por una viva hostilidad de los primeros hacia los últimos, preparando así un clima propicio para los trágicos sucesos que pronto tuvieron lugar.
Pocos días después, en la «checa» oficial de la calle de Fomento se tomó el acuerdo de realizar un registro en la misma cárcel. Se encomendó esta misión al miembro de la «checa», conocido atracador, Felipe Emilio Sandoval (a) «Dr. Muñiz» (que poco antes había sido puesto en libertad en la Cárcel Modelo, en la que el 18 de julio de 1936 se encontraba por su intervención en el robo a mano armada de que fue víctima el Conde de Ruidoms, en los últimos días del mes de junio del propio año 1936). Para llevar a cabo su nuevo cometido policiaco, Sandoval buscó a unos cuarenta milicianos de los que prestaban servicio en la «checa» que la sindical Anarquista C. N. T. había instalado en el cine Europa, entre los que figuraba Santiago Aliques Bermúdez, conocido malhechor, de quien obran los antecedentes fehacientes y oficiales que siguen : Reclamado por la Autoridad judicial desde el año 1920, nueve veces por hurto, tres por estafa, dos por atentado, dos por usurpación de funciones, uno por lesiones, uno por malos tratos, uno por abusos deshonestos y uno por robo a mano armada, habiendo sido condenado en el año 1925 a ocho años, cuatro meses y ocho días de presidio por hurto, atentado y usurpación de funciones. Estos milicianos comenzaron el registro el día 21 de agosto, y lo suspendieron para reanudarlo al día siguiente, preparando, en unión de los presos de que luego se hará mérito, la matanza que iba a tener lugar.
El día 22 de agosto, según declaración prestada por el funcionario de Prisiones, entonces destinado en la Cárcel Modelo, don Fidel Sánchez Losada, entraron a prestar servicio funcionarios de significación extremista identificados con la situación política dominante, llegando algunos a doblar el turno para que todos ellos fuesen de absoluta confianza de los dirigentes marxistas, y se reanudó el registro que los milicianos confederales habían comenzado el día anterior. Para esto dejaron encerrados en uno de los patios a los presos políticos que en aquel momento se encontraban en el mismo y encerraron en sus celdas a los otros detenidos de análoga significación, dejando en plena libertad dentro de la cárcel a los delincuentes comunes. Estos solicitaron su libertad absoluta y amenazaron con prender fuego a la prisión si no les era concedida inmediatamente, y sobre las cuatro de la tarde, los presos comunes de la quinta galería y de los sótanos incendiaron la leñera de la tahona del establecimiento, alcanzando el incendio pronto alguna importancia, hundiéndose el piso de entrada a la segunda galería, sin causar víctimas. Los elementos de la C. N. T. aprovecharon aquella circunstancia para propalar la falsa noticia de que el incendio era obra de los presos fascistas, que querían escapar, y para evitarlo, llamaron a los milicianos, acudiendo a los alrededores de la Cárcel Modelo grupos de milicias de todas las significaciones frentepopulistas, que ocuparon las azoteas de las casas inmediatas y penetraron en el interior de la prisión, mientras las turbas extremistas pretendían asaltar el edificio para acabar con los presos desafectos al Frente Popular.
Al comenzar el incendio, los funcionarios de la prisión dieron aviso de lo que ocurría a las autoridades y al parque de bomberos, acudiendo el director general de Seguridad y el de Prisiones y, más tarde, el Ministro de la Gobernación, General Sebastián Pozas, observando todos ellos una actitud pasiva, sin adoptar medida alguna para evitar los sucesos que se avecinaban. Los bomberos sofocaron el incendio; pero los milicianos, que se adueñaron completamente del edificio, teniendo como cabeza visible al dirigente socialista Enrique Puente, pusieron en libertad a los presos comunes, que asaltaron el almacén de víveres, el economato y las oficinas; comenzaron a hacerse disparos con ametralladora desde los edificios contiguos contra el patio donde se encontraban numerosos presos, matando a algunos de ellos, como D. Manuel Chacel del Moral, e hiriendo a otros. Algunos elementos destacados de izquierdas, que habían acudido al lugar de los sucesos, instaron al Director General de Seguridad, Diputado de Izquierda Republicana, Manuel Muñoz, para que impusiera su autoridad y evitara el asesinato de los presos, pero Muñoz no mostró interés alguno en este sentido, y abandonó la prisión al anochecer, dejándola en manos de los que aquella misma noche comenzaron la matanza de presos.
Sobre las siete de aquella tarde, cesado casi por completo el tiroteo, el militante socialista Enrique Puente, dueño de la situación y contando con la tolerancia pasiva del Ministro de la Gobernación y de los Directores Generales de Seguridad y de Prisiones, obligó a los funcionarios a que se marcharan de la cárcel; ya sin funcionarios de Prisiones, los milicianos hicieron una selección de unos treinta y dos presos, a los que llevaron a un sótano con amenazas de fusilarles, y después a la primera galería, en donde se concentró a todos los presos políticos, indicándoseles que se iba a proceder a su fusilamiento en masa, sin que por entonces se llegase a este extremo, pero realizándose, en cambio, en la madrugada de dicho día una selección efectuada por policías y milicianos en los sótanos de la quinta galería de la cárcel, siendo asesinados, entre otros, los siguientes presos políticos de diversas significaciones, incluso algunos de ellos conocidos por una vida política al servicio de la democracia:
DON MELQUIADES ALVAREZ GONZÁLEZ, Decano del Colegio de Abogados de Madrid, insigne jurista y orador, Diputado durante muchas legislaturas, Jefe del Partido Republicano Liberal Demócrata y ex Presidente del Parlamento.
DoN JOSÉ MARTÍNEZ DE VELASCO, Jefe del Partido Agrario, ex Ministro de la República.
DON JULIO Ruiz DE ALDA, aviador militar, tripulante del glorioso avión Plus-Ultra, fundador de la Falange Española, en la que acompañó desde un principio a José Antonio Primo de Rivera.
DON FERNANDO PRIMO DE RIVERA Y SÁENZ DE HEREDIA, Oficial del Ejército y Médico, hermano del Jefe de la Falange Española.
DON RAFAEL ESPARZA, Diputado que fue a Cortes.
DON MANUEL RICO AVELLO, ex Ministro y ex Alto Comisario de España en Marruecos durante la República y Diputado a Cortes en 1936. Como Ministro de la Gobernación, en 1933, siendo entonces Jefe del Gobierno Martínez Barrio, garantizó personalmente la sinceridad de aquellas elecciones que dieron el triunfo a las derechas.
DON FRANCISCO JAVIER JIMÉNEZ DE LA PUENTE, Conde de Santa Engracia, que había actuado en política como liberal monárquico.
DON RAMÓN ÁLVAREZ VALDÉS Y CASTAÑÓN, ex Ministro de Justicia de la República, miembro del Partido Republicano Liberal Demócrata y Diputado a Cortes en 1936.
DON JOSÉ MARÍA ALBIÑANA, Abogado, Médico y Diputado a Cortes en 1936.
DON OSWALDO FERNANDO CAPAZ, General del Ejército y colonizador de Ifni durante la República.
DON RAFAEL VILLEGAS MONTESINOS, General del Ejército.
DON SANTIAGO MARTÍN BÁGUENAS, Comisario de Policía.
DON ENRIQUE MATORRAS PÁEZ, falangista, procedente de las filas del comunismo, cuyos errores había abjurado públicamente en un libro que publicó con el título de El comunismo en España. Contaba veintitrés años al ser asesinado.
DON IGNACIO JIMÉNEZ MARTÍNEZ DE VELASCO.
Entre los que debían ser asesinados figuraba el falangista León Simón, que consiguió escapar cuando era conducido a los sótanos y esconderse en el tejado del edificio, en donde permaneció hasta el 27 de septiembre, en que, descubierto, fue asesinado, con intervención de Sandoval y Aliques.
Después de estos sucesos, se constituyó en la Cárcel Modelo un Comité de control con representantes de todos los partidos políticos y entidades sindicales del Frente Popular, y se encomendó la guardia interior de la cárcel a milicias, en la siguiente forma: La primera galería, a elementos de la C. N. T., que destinaron a este servicio miembros de la «checa» que funcionaba con el nombre de Ateneo Libertario de Vallehermoso, en un convento de la calle de Blasco de Garay, número 51; la segunda, a las milicias socialistas, desempeñando la misión elementos de la Inspección General de Milicias, que funcionaba en la calle de Ríos Rosas; la tercera, a las milicias republicanas; la cuarta, a los milicianos ferroviarios, y la quinta, a los elementos comunistas del llamado 5.° Regimiento de Milicias Populares. En la enfermería se estableció un turno de guardia, que prestaban milicianos de todos los grupos referidos. La guardia exterior del edificio quedó encomendada a fuerzas del Cuerpo de Asalto.
Hasta el día 25 de agosto se siguió esta organización sin intervención alguna de funcionarios del Cuerpo de Prisiones en el régimen interior del establecimiento; en esta fecha se autorizó la vuelta al servicio de los funcionarios, subordinándolos en un todo al criterio de los milicianos, y estos funcionarios pudieron observar todavía las manchas de sangre que en los sótanos del edificio habían dejado los asesinatos que en ellos se cometieron.
El régimen del Comité de control y milicianos para el servicio de vigilancia interior de la cárcel se mantuvo hasta la evacuación completa de la prisión en 16 de noviembre de 1936; este sistema facilitó las sacas de presos destinados a ser asesinados, que al principio de una manera individual y más tarde en expediciones numerosas, fueron realizadas hasta la clausura de esta cárcel.
El Gobierno rojo tuvo conocimiento exacto de los sucesos de la Cárcel Modelo por la presencia personal en dicho lugar del Ministro de la Gobernación y del Director General de Seguridad; pudo evitarlos, imponiendo su autoridad, y no lo hizo; sin embargo, en nota que publicó en la Prensa diaria, dedicó elogios a los milicianos asesinos y los felicitó «por su disciplina y valor probado». (Se acompaña la referencia aparecida en el periódico El Liberal, correspondiente al día 27 de agosto de 1936).
Tomado del blog Causageneral. org La Cárcel Modelo, también conocida como cárcel celular porque cada interno disponía de su propia celda, estaba situada en el espacio comprendido entre la plaza de la Moncloa, el Paseo de Moret, y las calles Martín de los Heros y Romero Robledo. Su lugar lo ocupa hoy el Cuartel General del Ejército del Aire (anteriormente conocido como Ministerio del Aire).
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LGL
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Si la escribe alguien desde la óptica Republicana, justifican o no condenan los asesinatos que éstos hacían, y siempre buscan un victimismo impostado que no lo fue tanto como ellos quieren hacer ver.
Si la escriben desde el punto de vista “Franquista”, pues lo mismo, justifican las tropelías cometidos por ellos y siempre intentan destacar los asesinatos por manos republicanas.
Hasta que no comprendamos que hace más de ochenta años desde que comenzó esta cruenta guerra, que hace más de cuarenta que murió el dictador Franco, que los que habitamos esta España nuestra somos, como poco, menos nietos de los que participaron activamente en la guerra , en uno u otro bando, que ninguno de nosotros tenemos la culpa de lo que hicieron nuestros abuelos o bisabuelos o tatarabuelos, hasta que no comprendamos que la guerra no la ganó nadie, sino que la perdió España entera, hasta que no comprendamos que hubo muchos de uno u otro bando que fueron asesinados simplemente por pensar diferente que la persona que lo asesinó, que eran comerciantes, empleados, porfesionales liberales, funcionarios, clerigos devotos, sindicalistas honrados, amas de casa, niños, abuelos, madres……, hasta que no comprendamos que la guerra saca lo peor del ser humano, y alguien al que se le da poder e inmunidad para ejercerlo, lo hará con una crueldad inconcebible para el mismo, hasta el justo momento antes de ser investido con esa autoridad e impunidad, conviertiendo a personas normales dedicadas a sus rutinarios trabajos en asesinos en potencia; hasta que no comprendamos que si solo miramos el pasado, y dejamos de mirar el futuro, no tendremos un presente; hasta que no comprendamos que la historia es historia y por mucho que nos empeñemos no la podemos cambiar, y solo deberiamos sacar de ella el conocimiento suficiente para no caer en los mismos errores que cometieron nuestros ancestros; y que despues de leer y observar mucho, más me convenzo que estamos precisamente cayendo en estos errores, y tirándonos muertos de más de ochenta años a la cabeza; que si alguien dice de enterrar este asunto se le tacha automáticamente de fascista y franquista.
Hasta que no comprendamos que hubo una cruenta Guerra Civil, y que en una Guerra Civil no gana nadie, sino que pierden todos los españoles, porque se mataban españoles entre españoles, pues no nos sacaremos esta espina.
Por favor, comprendamos la Guerra Civil como un hecho histórico, y aprendamos del mismo.
Y por favor no nos martiricemos más con los muertos de uno u otro bando, ninguno de nostros matamos a nadie ni somos respondables de lo que hicieron entonces.
Estudiemoslo con la objetividad necesaria.
...............RFP.......
Ten en cuenta que la misión de los políticos en dividirno y meternos odio en el cuerpo. Siempre para que les votes y ellos ganar el poder.
Leer todos los articulos de Ramón Fernández Palmeral en ALICANTE PRESS
domingo, 13 de agosto de 2017
La mentira de la reencarnación (tomar otro cuerpo). El niño lama de Granada se hace agnóstico. Sufrió mucho durante su infancia.
El niño lama se hace agnóstico
- Con 14 meses el lama Zopa lo identificó como la reencarnación del lama Yeshe
- El Dalai Lama ratificó la reencarnación en mayo de 1986
- Desde los seis años y hasta los 18 vivió sometido a la disciplina monacal
- Ahora estudia cine en Madrid
Ana María Ortiz | Madrid
Actualizado domingo 31/05/2009 19:25 horas
El objeto que trae en el bolsillo derecho del pantalón -unas bermudas con estampado de camuflaje, muy hippies- es la mejor metáfora del momento vital en el que se encuentra. Osel Hita Torres lo fabricó con sus propias manos hace cinco años, muy poco después de huir del Monasterio de Sera -cuna del budismo, ubicado en el sur de la India, uno de los refugios del exilio tibetano-, y de renunciar al nombre de Lama Tenzin Osel Rimpoché.
La identidad le fue dada en 1986 cuando, siendo él aún un mocoso y después de una exhaustiva búsqueda por todo el mundo, el propio Dalai Lama lo señaló como la reencarnación del venerable Lama Yeshe.
Aún no andaba cuando lo sacaron de su Bubión natal, en Granada, para que iniciara su inmersión en el budismo peregrinando por los centros de Europa y América. Con seis años fue entronizado y enclaustrado en Sera, donde ha sido adorado como una divinidad y educado en la disciplina monacal más férrea. "Con 14 meses ya me habían reconocido y llevado a la India. Me vistieron con un gorro amarillo, me sentaron en un trono, la gente me veneraba... Me sacaron de mi familia y me metieron en una situación medieval en la que he sufrido muchísimo. Era como vivir en una mentira", dice mientras juguetea con una hebra de hilo desprendida de su camiseta.
El objeto que saca del bolsillo es una figura con forma de corazón que hace las veces de llavero. Su primera artesanía en cuero -explica-, tres capas de piel curtida, las puntadas con nudos internos para que, si una se rompe, no se desbarate la pieza, tres días de trabajo... Un trabajo muy puntilloso para enmarcar la esfera central, que no es sino una brújula. La aguja le marca claramente los puntos cardinales, pero Osel dice sentirse desnortado.
El amuleto, que siempre lleva consigo, le recuerda que aún busca su rumbo. "La infancia es el periodo más importante de la vida porque es cuando se forma la persona, y la mía fue frustrante y llena de sufrimiento. Mi crecimiento se frenó y hay muchos aspectos en los que aún tengo que madurar: convivencia, sociabilidad, conocerme mejor y saber quién soy... Muchas veces me sorprendo a mí mismo con reacciones en las que no me reconozco, sobre todo en las relaciones, que es donde realmente vemos nuestros colores".
[Se refiere a las relaciones con las chicas. Hasta los 18 años, sólo convivió con los 5.000 monjes del monasterio, todos varones. Ahora tiene pareja].
Ha fijado la entrevista en la céntrica Plaza de España, a las 12.30 de la mañana del miércoles. Se acerca puntual un joven de 24 años, estéticamente también rebelado contra su vida anterior. En lugar del rasurado, luce melena larga, perilla y patillas pobladas, una camiseta desgastada y un par de zapatillas negras agujereadas, con más kilómetros de los que ha podido aguantar la tela.
Osel Hita lleva cinco años viviendo en Madrid, refugiado en una ciudad que le ha sido muy propicia para mantener el anonimato, circunstancia que trata de preservar con especial ahínco. Mientras los medios de comunicación informaban erróneamente de que el llamado "niño lama español" estudiaba cine en Canadá, él volvía a casa con la silueta de una porra policial marcada en el costado tras participar en una manifestación contra la Guerra de Irak en la Puerta del Sol. O hacía de discreto traductor en la conferencia de un maestro tibetano al que le había fallado el intérprete a última hora. Puede, incluso, que usted lo haya obsequiado con alguna moneda creyéndole un artista callejero más.
jueves, 10 de agosto de 2017
Noches de calor en Frigiliana. Foto antigua
La casa
de mi abuelo estaba en un descansillo de la calle Dr. Fleming, hoy calle del Darra,
desde el atardecer en cuento el sol se iba por la loma del Fuerte, mi abuela
abría balcones del primer piso, y la
puerta de color azul de la calle más abierta aún (porque siempres estaba abierta), levantada la cortina de canutillo, como la de
los bares. Era la única forma de que se formara una corriente de aire para
que entrara el fresco. Era julio, ya había pasado la Virgen del Carmen, las
mozas se preparaban para ir a la novena de Santiago apóstol, dentro, junto a los banco del altar mayor hacía fresco, porque el gran muro de
la fachada de la iglesia de San Antonio, ancalá hasta el cuello, ya dejó
de recibir las cornada del sol.
Era ese
tiempo en que algunos jóvenes cogían el ciclomotor y se iban a tomar unos baños
a Nerja, bien en el Bajondillo o en algún bar de la plaza Cavana.
—¿Por qué no te llevas a los niños a dar una vueltecita por el Ingenio?, decía mi abuela Virtudes a mi madre. El Ingenio de azúcar tenía una buena explanada llana como la hoja de una faca. Allá que nos íbamos, algunos niños a jugar a la pelota. Debajo del muro, cerca de bar Virtudes, paraba la alsina de Mariano y allí que íbamos los niños corriendo a oler quién venía de la capital o de Nerja. Ya el sol había recogido sus rayos de calor y se había fugado con la Luna llena como un candil en el cielo hasta mañana a las seis. Con mucha suerte, mi madre nos compraba un refresco al tío Lucas, o un helado al corte: dos galletas con una pasta helada dulce de vainilla y chocolate.
—¿Por qué no te llevas a los niños a dar una vueltecita por el Ingenio?, decía mi abuela Virtudes a mi madre. El Ingenio de azúcar tenía una buena explanada llana como la hoja de una faca. Allá que nos íbamos, algunos niños a jugar a la pelota. Debajo del muro, cerca de bar Virtudes, paraba la alsina de Mariano y allí que íbamos los niños corriendo a oler quién venía de la capital o de Nerja. Ya el sol había recogido sus rayos de calor y se había fugado con la Luna llena como un candil en el cielo hasta mañana a las seis. Con mucha suerte, mi madre nos compraba un refresco al tío Lucas, o un helado al corte: dos galletas con una pasta helada dulce de vainilla y chocolate.
Al par
de horas subíamos otra vez la cuesta de la calle Real, por los escalones
empedrados y algunos cantos sueltos y algunas maceta de geranios marchitos. Algunas mujeres todas vestidas de luto
bajaban para hacer algún madao en la tienda de ultramarinos de Eloysa.
Cuando llegábamos
al descansillo de la casa del abuelo Emilio ya habían sacado las sillas a la
calle, ya era de noche, y el fresco parecía tener un respiro y se movía algo.
Varios hombres y mujeres hablaban de campo, de viñas, de cabras y de algún pulgón
que le había entrado a los pámpanos, ya con la uva menuda pero tirando a rubias
perlas.
Los
niños en el descansillo aguantábamos poco, por eso nos íbamos dentro a seguir
jugando en la cocinilla, hasta que el sueño nos derribaba y te quedabas dormido encima de una
estera de esparto, hasta que mi madre nos pasara al colchón de fresco palmito.
Así un día y otro, y aun quedaba agosto, el mes de la Virgen, un 15 como un farol grande de luz divina.
Frigiliana
1954.
Ramón Fernández
Un verano dando tumbos de acá para allá. por Ramón Palemal, socio de la Asociación de Artistas Alicantinos.
UN VERANO DANDO TUMBOS DE ACÁ PARA ALLÁ
Amigos
y compañeros de la Asociación de Artistas Alicantinos:
Acabo
de comerme un bocata suculento, es una de esas criaturas gastronómicas que
soluciona perfectamente una cena, compuesto de dos rebanadas de pan de diferentes
formas y volúmenes conocidas por viena sobre la que se acoplan los pimientos
fritos, jamón y alioli más un poco de amor; y de bebida un par de cervezas con
gorritos blancos de espumas (una rubia coronada). Es que yo con el estómagos vacío no
tengo inspiración, no se me ocurre nada, no soy como aquellos poetas del Siglo
de Oro que como Quevedo, Lope o Cervantes que podían escribir grandes sonetos
con estrambote y con el estómago vacío.
Las
últimas fotos en el blog de la Asociación de la fiesta de verano o de fin de
curso, me dieron cierta envía, al veros a todos los amigos y amigas vestidos de
blanco como el Real Madrid, algunas con unos tipazos solo vistos en Ibiza en
tiempos de la “jet set” y otras moviendo michelines de un lado para otro como
langostas moviendo piedras. ¡Pero qué dices Palmeral!, piensa un poco, si todos
los festeros estábamos niquelados. Todos
hechos unos “gentleman” y unas sílfides, de blanco como las musas del Oráculo
de Delfos en el Monte Olimpo, en el mismo sitio donde Apolo y sus ninfas
jugaban al escondite debajo de los laureles y en las piscinas o albercas
sagradas. Sí, es cierto sentí cierta envidia al contemplaros en la danza al ritmo de sambas y rumbas; y, es que así es
la vida: atrápala y disfruta cuanto puedas, ¡ahora! Otros se movían con la sonrisa
mediana, mientras se enchufaban un pincho de tortilla o una loncha de jamón con
ese vino blanco de marca que me recuerda al corbacho de los capataces de
las galeras, de apellido Latigón.
Nuestro
querido secretario Carlos Bermejo en el blog de la Asociación, donde se deja
ver con uniforme de Teniente de Infantería, en el campamento de Rabasa (futuro Ikea si no es que los suecos
se van a otro placer), nos pide a gritos,
como si estuviera en la cocina de una compañía de árabes, que los socios escribamos. Sí han oído bien,
que le escribamos algo, como si escribir fuera ponerse las gafas y teclear
letras y más letras. Al menos si fueras Coronel. Pues así ha salido
esto, como un verano dando tumbos de un lado para otro. Se ve que Carlos se
aburre allá en los paralelos de Villa Elena y el meridiano de San Vicente del
Raspeig. No son buenas compañías las
flores, sobre todo las rojas, porque te
recuerdan el chorizo de Cantimpalo y te vas derechito a la cocina —territorio
de Loli— a hacerte un bocata. Las estatúas
de piedra que tienes allí son buenas conversadoras: escuchan pero no hablan. Y
es que las ranas habitantes okupas del estanque de los bellos nenúfares, como ya
te conocen, no te hacen ni caso, y eso de que a un oficial de Infantería
abanderado, la tropa de las ranas y los grillos de los pinos no te obedezcan sí
que es una terrible pesadilla. Y al menos, los jilgueros residentes de los
altos pinos que tienes por allí, altos y gordos como secoyas, se callan para
que duerma la siesta de la callada tarde de agosto.
Bueno
dicho esto, a modo prólogo infectado y sin antibióticos a manos, os digo que a
mí me cuesta mucho escribir, porque digo muchas chorradas, algunos dicen, comentan, que soy
un gran poeta más que narrador. Yo me
dijo: “Palmeral, escribir es simplemente comunicar un pensamiento y nada más”.
Sí, esta es la teoría, pero es que algunas veces tengo unos pensamientos que no
valen un pimiento. Otras veces me tengo que hacer un lavado de cerebro con
estropajo de aluminio, porque me vienen ideas extrañas y metálicas como las de
Van Gogt (nunca sé si escribe Van Gogh o Van Goht), de córtame la oreja y
dársela a algún torero para que la ponga junto a sus trofeos de grandes tardes.
¡Y
vosotros qué miráis!, ¿leéis o nos vamos de copas? Mejor lo segundo, pero todo
llegará. Os preguntaréis, quién es este joven apuesto que aparece en la foto de
carnet de socio que encabeza este escrito jocoso. Es mía, de Ramón Palmeral con
el número 167 grabado a fuego en el lomo del papel. Aquí estoy luciendo aquel
pelo que se fue poco a poco sin darme cuenta por el orificio oscuro del lavabo.
¡Qué invisible duende es este que se lleva mi pelo! Ser calvo es una singo
diablesco de sabiduría, no de inteligencia, que nunca la tuve como abundante a
la hora del reparto de ella. La camisa amarilla de verano era de Emilio Tucci,
un gran amigo mío italiano, que me
enseñó a hacer la lasaña con espinacas y jamón serrano de Teruel. Yo siempre le
llamaba Emilio, hasta que me aclaró que me llamo Emidio Tucci, como el
diseñador, su hermano. ¡Qué cosas Señor hemos de aprender!
Yo
tuve varias etapas en la Asociación, la
primera cuando estábamos destacados en García Morato, que no sabemos qué hizo este
hombre ni quien fue para que los del tripartido les hayan quita el nombre de la
calle por otro. En fin, la cuestión es
que empecé con mucha fuerza, tanta que me gastaba las chaquetas por las
sobaqueras de tanto ir y venir. Hice mi primera exposición compartida con
Rafael Estela, a este magnífico pastelero, sí que lo conocéis. En aquel tiempo
estaba como presidente Fernando Soria y como secretario Pepe Larios. De Larios
conseguí que la Diputación aceptara como donación mi cuadro “El padre Belda”,
un cura y arqueólogo alicantino. Recuerdo en por el año 2002, el gran Fernando
Soria me presentó mi exposición
individual en el Ateneo, el de calle Navas. ¡Qué gran tarde!, yo matador de pinceles, y
todo mis amigos allí arropándome. Soria dijo que yo pintaba como un Madrazo,
figúrense amigos: un Madrazo, nada menos. Por aquella época yo pintaba retratos de mujeres
con radiografías. Eran impactantes, por eso el pintor Joaquín López, que estaba
en Cultura del Ayuntamiento, me concedió esta exposición individual. Me dijo Soria: “Tú
pintas muy bien pero no veo a Ramón por ninguna parte”. Porque entonces yo firmaba como Ramón F. Y no tenía un estilo personal.
Luego
acudió a mi ego de pintor una crisis
creativa y me fui por una larga
temporada al Parnaso con los poetas alicantinos. José Antonio Poblador
como presidente y Carlos Bermejo, en un tándem que todavía perdura decidieron
tomaron las riendas de la Asociación; el primero como presidente y el segundo
como secretario, ayudante de campo y organizador de exposiciones, y unos años
después y tuvieron la feliz ida de tomar
asiento en la Avda. Maisonnave, bajos, al lado de la marisquería. Contrataron a
Bárbara como secretaria, y luego vino la elegante Laura, echa una cría, no como
ahora que ya es señora de…. Yo volví al redil de la AAA con una exposición
individual donde inauguré mis seres geométricos inteligentes y algunas tomateras.
Por aquello años vendí mi famoso perro con prótesis a la inolvidable Olga. Di
mis conferencias sobre Picasso, Gastón Castelló, y otros más.
Como
los socios iban aumentando en número, calidad y prestigio, y aquella galería de
Maisonnave parecía ya un chiquero más que una galería de arte, la directiva
decidió tomar como alquiler un local hermoso, el actual de Arquitecto Morell, que es
como un oasis del arte en medio de esta estepa alicantina, donde con el
entusiasmo de su directiva, socios y la valoración positiva de la Diputación se
ha alcanzado reconocimiento. Recientemente
he dado una conferencia sobre Cervantes en el IV centenario de su muerte, y he presentado
libros con la colaboración de la poeta Pilar Galán. ¡Ah! Y no puedo olvidar que gané el primer
premio de interpretación de lectura del Quijote. Y que es que, algunas veces,
hacer el payasete como don Quijote se me da bien.
Me
viene recuerdos de todas clases, unos luctuosos, de amigos que se fueron con
sus pinceles a pintar querubines en el Cielo. O aquellos viajes y exposiciones
en Calpe, a la Romana, a Sax, a Novelda, y Algemesi, Orihuela y no sé cuantos
más, porque son incontables, y es que el espíritu esencial de la Asociación es la hermandad y la confraternidad.
Se han hecho grandes exposiciones en la
Lonja del pescado, El patronato, la CAM, Museo Fernando Soria, es incluso en el
MUBAG, etc. La calidad de los artistas
cada día me sorprenden, tanto, que se me quitan las ganas de pintar y exponer
en las colectivas, o quizás, no sé, si es que me he vuelto cómodo como Cómodo
el César romano, o descabelladamente cómodo como un perezoso en Australia. Y
esta actitud, mía, sé que no es buena, para la colectividad que se ha hecho crónica.
Porque todos deberíamos arrimar el hombro, salvo que nos acuda una artrosis en el
acromión. Yo he hecho muchas exposiciones, entre ellas, las que hice con
Vanguardia 5, que no resistió la crisis. La última exposición fue septiembre de
2015 en la sala B donde expuse mi “intelectualismo”, compartiendo la sala con
la gran pintora Helena Sainz (con he como a ella le gusta).
Las
actividades son múltiples, desde clase de dibujo y pintura la natural,
conferencias, poesía, viajes y exposiciones. Las tertulias sobre pintura de los
jueves con Rosa, Pedro, Ramón, Manolo, Carlos y los demás contertulios, me
gustan, si no me caígo de las sillas de plástico, que es como ir a un encierro
de toros, no sé cómo voy a salir. A lo mejor, entre otras posibilidades, nos
falte crear un concurso anual de pintura, pero para eso hace falta un patrocinador
que pague los premios
En
la actualidad se han incorporado artistas de todas las técnicas, muchas caras
me son nuevas y desconocidas, pero me gusta
su entusiasmo.
Lamento
que la actual directiva (presidente y secretario) hayan decidido no presentarse a las próximas
elecciones a la junta, pero es una decisión
que hemos de respetar.
Ramón
Palmeral
Alicante,
9 de agosto de 2017
sábado, 5 de agosto de 2017
Cualidades de los líderes.
–Escuchan. Para que quienes lo rodean se sientan apreciados,
es necesario que el líder carismático los escuche detenidamente, se
detenga a reflexionar en sus ideas y no considere que sus ideas son
mejores que las de los demás. Ninguna persona con carisma recibe la
confianza de los demás si estos perciben que su superior ignora
continuamente las propuestas ajenas y considera maravillosas las suyas
propias. Además, son buenos comunicadores, ya que hacen que los
demás sientan que sus ideas son apreciadas (aunque resulten finalmente
rechazadas), y para ello, hacen falta habilidades comunicativas.
–Crean confianza e inspiran. Algo que se obtiene a través de la experiencia y la acción ejemplar, principalmente a través de la capacidad de reconocer y enmendar los propios errores y de hacer comprender a los demás sus aciertos y equivocaciones en la justa medida. Un líder que ha perdido su credibilidad difícilmente volverá a ser considerado referencia entre sus seguidores. Además, a través de esa confianza que sus compañeros depositan en ellos, son capaces de servir de inspiración, potenciando las virtudes de los mismos y relativizando los defectos que todos tenemos.
–No son conformistas. Las personas más valoradas son aquellas que perciben algún error o injusticia en su entorno y son capaces de poner en marcha el proceso necesario para poner solución a tal problema. Para una persona carismática, siempre existe algo susceptible de ser mejorado, y que por lo tanto, requiere de su protagonismo. Su descontento conduce a la acción, y ésta, al cambio.
–Son visionarios. Ya no se trata simplemente de ser capaz de tener una buena idea, ser hábil en determinados campos o ser muy productivo, sino de ser capaz de elaborar un proyecto personal e intransferible que les distinga de sus iguales. Si son capaces de configurar esta visión de manera acertada, atraer a sus seguidores sin manipularlos y granjearse su confianza a través de los medios indicados, el líder podrá enfrentarse a cualquier empresa por ambiciosa que sea. Al fin y al cabo, el carisma está relacionado de manera íntima con la altura de miras.
Las personas carismáticas predican con el ejemplo y están dispuestas a sacrificarse–Toman riesgos y se sacrifican. Para ser capaces de alcanzar esa visión personal, los líderes deben predicar con el ejemplo. Y, por lo tanto, han de actuar en consonancia con las ideas que propugnan. No se puede pedir a los demás algo que uno no está dispuesto a dar y pretender que se siga confiando. Ser el primero en prestar ayuda, en reconocer la posibilidad del fallo y en aceptar las consecuencias de una decisión equivocada es la diferencia entre el líder que da la cara y el que se esconde o el que, peor aún, deposita siempre la responsabilidad de los errores en sus compañeros.
–Son creativos. El ingenio y la capacidad para abandonar las concepciones predeterminadas distinguen a una persona carismática de otra simplemente competente. Sus aspiraciones son diferentes a las del resto de (conformistas) mortales, que requieren una serie de habilidades diferentes que les ayuden a encabezar proyectos. Si se encuentran en permanente lucha con el statu quo impuesto, sus herramientas para el cambio no pueden ser las mismas, y si quieren llegar a un público acostumbrado a determinados mensajes, habrán de emplear una forma alternativa de expresión que los distinga de lo convencional. Ya se sabe: si quieres resultados diferentes, uno debe seguir métodos distintos.
–No critican a los demás. Aunque hayan cometido errores, cotillear a espaldas de los compañeros sólo conduce a la pérdida de confianza de estos, que sospechan que pueden ser objetivos de los comentarios malintencionados del “listillo” en ocasiones sucesivas. En el fondo, las personas más carismáticas lo son por mostrarse humanos, aunque pueda sonar paradójico: reconocen que un error lo puede tener cualquiera –aunque ellos sepan ocultarlo bien– y recuerdan que lo importante no es volver a repetirlo. Eso sí, es importante no caer en la condescendencia del que considera que los errores de los demás son tan frecuentes que es mejor acostumbrarse a ellos.
–Hablan de “nosotros”, no de “yo”. El egocentrismo no es precisamente una cualidad frecuente entre las personas carismáticas; sí lo es implicar a los demás en el proyecto que uno ha comenzado. Es importante que todos los miembros de la empresa se sientan parte del mismo barco, no que son meros acompañantes del líder en la realización de su empresa personal. Lo importante es el objetivo común y que cada uno adopte el papel que la empresa necesita, no la realización personal del líder.
-El entusiasmo que desprenden en los demás es lu gran bandera. Y el entusiasmo que ponen en todo, y lo contagian en el equipo.
–Crean confianza e inspiran. Algo que se obtiene a través de la experiencia y la acción ejemplar, principalmente a través de la capacidad de reconocer y enmendar los propios errores y de hacer comprender a los demás sus aciertos y equivocaciones en la justa medida. Un líder que ha perdido su credibilidad difícilmente volverá a ser considerado referencia entre sus seguidores. Además, a través de esa confianza que sus compañeros depositan en ellos, son capaces de servir de inspiración, potenciando las virtudes de los mismos y relativizando los defectos que todos tenemos.
–No son conformistas. Las personas más valoradas son aquellas que perciben algún error o injusticia en su entorno y son capaces de poner en marcha el proceso necesario para poner solución a tal problema. Para una persona carismática, siempre existe algo susceptible de ser mejorado, y que por lo tanto, requiere de su protagonismo. Su descontento conduce a la acción, y ésta, al cambio.
–Son visionarios. Ya no se trata simplemente de ser capaz de tener una buena idea, ser hábil en determinados campos o ser muy productivo, sino de ser capaz de elaborar un proyecto personal e intransferible que les distinga de sus iguales. Si son capaces de configurar esta visión de manera acertada, atraer a sus seguidores sin manipularlos y granjearse su confianza a través de los medios indicados, el líder podrá enfrentarse a cualquier empresa por ambiciosa que sea. Al fin y al cabo, el carisma está relacionado de manera íntima con la altura de miras.
Las personas carismáticas predican con el ejemplo y están dispuestas a sacrificarse–Toman riesgos y se sacrifican. Para ser capaces de alcanzar esa visión personal, los líderes deben predicar con el ejemplo. Y, por lo tanto, han de actuar en consonancia con las ideas que propugnan. No se puede pedir a los demás algo que uno no está dispuesto a dar y pretender que se siga confiando. Ser el primero en prestar ayuda, en reconocer la posibilidad del fallo y en aceptar las consecuencias de una decisión equivocada es la diferencia entre el líder que da la cara y el que se esconde o el que, peor aún, deposita siempre la responsabilidad de los errores en sus compañeros.
–Son creativos. El ingenio y la capacidad para abandonar las concepciones predeterminadas distinguen a una persona carismática de otra simplemente competente. Sus aspiraciones son diferentes a las del resto de (conformistas) mortales, que requieren una serie de habilidades diferentes que les ayuden a encabezar proyectos. Si se encuentran en permanente lucha con el statu quo impuesto, sus herramientas para el cambio no pueden ser las mismas, y si quieren llegar a un público acostumbrado a determinados mensajes, habrán de emplear una forma alternativa de expresión que los distinga de lo convencional. Ya se sabe: si quieres resultados diferentes, uno debe seguir métodos distintos.
–No critican a los demás. Aunque hayan cometido errores, cotillear a espaldas de los compañeros sólo conduce a la pérdida de confianza de estos, que sospechan que pueden ser objetivos de los comentarios malintencionados del “listillo” en ocasiones sucesivas. En el fondo, las personas más carismáticas lo son por mostrarse humanos, aunque pueda sonar paradójico: reconocen que un error lo puede tener cualquiera –aunque ellos sepan ocultarlo bien– y recuerdan que lo importante no es volver a repetirlo. Eso sí, es importante no caer en la condescendencia del que considera que los errores de los demás son tan frecuentes que es mejor acostumbrarse a ellos.
–Hablan de “nosotros”, no de “yo”. El egocentrismo no es precisamente una cualidad frecuente entre las personas carismáticas; sí lo es implicar a los demás en el proyecto que uno ha comenzado. Es importante que todos los miembros de la empresa se sientan parte del mismo barco, no que son meros acompañantes del líder en la realización de su empresa personal. Lo importante es el objetivo común y que cada uno adopte el papel que la empresa necesita, no la realización personal del líder.
-El entusiasmo que desprenden en los demás es lu gran bandera. Y el entusiasmo que ponen en todo, y lo contagian en el equipo.
miércoles, 2 de agosto de 2017
Fundamentalistas políticos y religiosos
Nunca jamá cambiarás de forma de pensar a un fundamentalista sea político o religioso. Nunca podrá convencerle de que sus idea son erróneas, es como la tratar de convencer a un gato de que sea un perro, o un loro que sea un águila, o a un religioso que se convenza de que no hay Dios. La diversas posturas nunca serán vencidas por el diálogo. Además en política, el alcalde, piputado o senador no puede cambiar de oponión, porque para defender su postura cobra, le pagan y le supieron ahí sus votantes, para eso precisamente, y no les puede defraudar en su profesas. Por eso su oficio, su misión independentista es pensar y actuar como lo está haciendo.
Además la Constitución y las leyes electorales le dieron voz y voto en las tribunas de oradores, para que digan lo que piensan. Y además tienen por encima a una serie votantes o jefes partidos o secretarios generales que les exigen que se mantenga firma en su ponión, la del partido sin variar ni un ápice.
Por ello, a los fundamentalistas solo se les convence con la acción y la ejecución, no hay otra forma. Mueren pero no se rinden. Y tenemos en el mundo cientos de ejemplos en los qaue mirar.
Además la Constitución y las leyes electorales le dieron voz y voto en las tribunas de oradores, para que digan lo que piensan. Y además tienen por encima a una serie votantes o jefes partidos o secretarios generales que les exigen que se mantenga firma en su ponión, la del partido sin variar ni un ápice.
Por ello, a los fundamentalistas solo se les convence con la acción y la ejecución, no hay otra forma. Mueren pero no se rinden. Y tenemos en el mundo cientos de ejemplos en los qaue mirar.
viernes, 28 de julio de 2017
Urke Najálnik (nombre del escritor polaco judio Itzjok Farberovich)
Urke Najálnik se llamaba, en realidad, Itzjok Farberovich. Había nacido
en 1897 en un pequeño poblado polaco, cerca de Lomye. En la casa de su
padre, un comerciante de buena posición, recibió la educación judía
tradicional. En 1910 fallece su madre. Pero cuando tenía 15 años (1912),
robó en su propio hogar y huyó a la ciudad de Vilna. Allí, cada vez
más, el mundo del hampa lo atrapa y debe cumplir condenas en diferentes
cárceles de Polonia (Desde 1927, a los 30 años de edad, en la prisión de
Ravich, cerca de la frontera alemana, por un intento de robo al Banco
Nacional de Varsovia). La condena era a 8 años.
La cárcel
El edificio de la prisión constaba de dos cuerpos: uno para presos políticos y el otro para delincuentes comunes. Estos últimos podían escribir todo lo que se les antojara, y los primeros podían hablar a su gusto. De ese modo, el pintoresco director de la prisión, Pan Wrubel, se aseguraba su propia tranquilidad. Hasta que un día, un delator le hizo saber que el preso Urke Najálnik escribía día y noche, sin parar, lo que ya resultaba sospechoso.
Con Urke no se podía jugar. Era un mocetón alto y fuerte y sus puños infundían respeto. Pero el director tampoco podía dejar de investigarlo.
Urke accedió a entregar sus cuadernos por las buenas. Con gran sorpresa se pudo comprobar que contenían el manuscrito, en idioma polaco, de su primera novela, titulada “La moral domina el Mundo”. ¡Un delincuente opinando sobre moral! El director de la prisión no salía de su asombro. Corría el año 1933 y Urke debía permanecer en ese sitio 2 años más.
Entonces entran en acción 2 nuevos personajes: el prestigioso profesor Stanislaw Kowalski y el jefe mismo del gobierno polaco, el Mariscal Józef Pilsudski.
La amnistía
El profesor Kowalski se encontraba casualmente en Ravich, y a pedido del director de la cárcel leyó la novela. Más tarde recibió otra del mismo autor, que llenaba 10 cuadernos. Se titulaba “La vida de Urke Najálnik”.
Kowalski quedó asombrado por la riqueza de su lenguaje y por la descripción de los hechos: choques, persecuciones, redadas y, sobre todo, robos de toda especie. Entonces, por un lado, se puso en contacto con una importante casa editora; y por otro, le envió una carta al jefe del gobierno polaco, el Mariscal Pilsudski, en cuya legión había combatido por la independencia de Polonia. En la carta, el profesor Kowalski le pedía al Mariscal que amnistiara al preso, dado su extraordinario talento, con el que podría enriquecer la literatura polaca. Fue así como Urke Najálnik salió de la cárcel 2 años antes del término fijado.
En libertad
Esa mañana, Urke llevaba consigo una novela inconclusa: “Muertos en Vida”, acerca de sus años en la prisión. Y no sabía bien si salía en calidad de escritor o de ladrón. El director de la cárcel lo sacó de sus dudas. Al despedirlo, le hizo saber que una importante editorial publicaría su obra “Vida de Urke Najálnik”, y que en el correo local podía ya retirar un adelanto de sus honorarios; y le aconsejó que observara buena conducta.
A Urke le era difícil decidir adónde encaminaría sus pasos. Finalmente optó por Vilna, la ciudad a la que había huido después de robar en la casa paterna.
En esa ciudad se convirtió en un frecuente visitante de la “ Biblioteca Municipal”, donde guiado por Jaim Lunsky, el bibliotecario, leyó y estudió las principales obras de la literatura judía y universal.
Sus escritos ven la luz
Cuando las obras de Urke Najálnik aparecieron en las librerías, causaron gran impresión y fueron comentadas en diarios y revistas. Centenares de lectores aguardaban la aparición del cotidiano “Háint” (Hoy), de Varsovia, que publicaba los relatos por entregas. El nombre de Urke Najálnik estaba en boca de todos.
En Riga, la capital de Letonia, el primer libro publicado se tradujo al ruso y tuvo mucho éxito.
Mucha gente de prensa quiso entrevistar a Urke. Él le respondió sólo a un periodista y, en pocas palabras, le dijo que: “Un escritor no debía hablar, sino escribir”.
Urke vivía en una cabaña de madera, en las afueras de la ciudad, cerca del bosque. Allí completó su novela “Muertos en vida”, comenzada en prisión. La casa editorial la publicó de inmediato y cosechó grandes elogios. Nuevamente, la prensa destacó el hecho de que un ladrón se distinguiera por su talento literario. Pero sus colegas, los literatos judíos lituanos, no se ocupaban demasiado de él.
Vida nueva
De la vida de Urke Najálnik en Vilna, nos han llegado testimonios de sus colegas escritores, especialmente Shmerke Kacherguinski y Moishe Knaphais. En la taberna de Zélig “báal toive” se bebía, se cantaba, y reinaba más animación que en los círculos literarios. Zélig supo de las hazañas de Urke Najálnik y le propuso “trabajar” juntos. Pero Urke le dió a entender que había dejado el “rubro” y que ahora “ganaba bien escribiendo libros”. Y era cierto: periódicos en lengua ídish de todo el mundo comenzaban a publicar sus relatos. Pero los escritores judíos de Vilna seguían opinando que a sus obras les faltaba profundidad, que sólo servían para los periódicos...
Pasaba mucho tiempo en su casa, escribiendo. Durante el día visitaba la “Biblioteca Municipal”. Se sentía muy solo. Hasta que un amigo, Siomke Kahan, lo llevó a la Rampa Náutica del Club Macabi de Vilna, a orillas del río. Allí conoció a Lize, una enfermera nacida en el pueblo de Shnipechok que trabajaba en el Hospital de la Comunidad, y al cabo de un tiempo se casaron. La boda no satisfizo del todo a la familia de Lize, comerciantes de lino, que no alcanzaban a comprender eso del “ex delincuente que escribe libros”.
En Varsovia
Ya con un pequeño hijo, Dóvidl, deciden irse a vivir a Varsovia, que era el centro de la vida literaria. Se establecen en Otwotzk, un lugar de descanso cerca de la Capital.
Urke comienza a frecuentar la Unión de Escritores, donde es reconocido por sus colegas. Crece su popularidad, y decenas de miles de lectores “devoran” sus obras en los libros y en los periódicos.
La resistencia
Cuando los nazis entraron en Varsovia, Urke buscó por todos los medios organizar la resistencia. Él sabía escabullirse en el momento justo y eludir las guardias. Varias veces ingresó en la capital para entrevistarse con sus antiguos compañeros. Pero no consiguió que reaccionaran.
Urke se proponía reunir a los delincuentes de antaño en una especie de brigada que hostigara al enemigo. Y se encontró con que la hora no había sonado aún...
Entonces habló con los dirigentes comunitarios sobre la posibilidad de organizar grupos de jóvenes armados contra el invasor. Tampoco allí obtuvo respuesta. Decepcionado, volvió a Otwotzk decidido a actuar por sus propios medios.
Urke desaparecía por las noches, sin respetar el toque de queda. Al cabo de un tiempo le contó a Lize que, con dos bravos jóvenes del lugar, realizaba tareas de sabotaje, provocando el descarrilamiento de los vagones ferroviarios.
Pronto los sorprendió una patrulla. Urke Najálnik y sus dos compañeros fueron acribillados en las cercanías de la prisión de Otwotzk (1941). Cuando encadenado lo llevaban a fusilar, aprovechó un descuido de uno de los gendarmes para con las dos manos esposadas estamparle un durísimo golpe en la cara y romperle los dientes. Los tres fueron masacrados en el lugar.
Sobrevivientes de la Shoá afirmaron después, haber visto a Lize con su pequeño hijo en el Gueto de Varsovia. Nada se supo de su posterior destino.
Cabe destacar que Urke Najalnik no es el único escritor que comenzó su carrera literaria como delincuente y luego alcanzó popularidad en el mundo de las letras.
FrançoisVillon (1431 – 1463) fue ladrón. Los franceses lo condenaron a muerte y fue ahorcado. El pueblo francés lo recuerda y es considerado un clásico de la poesía de su país.
Jean Genet (1910 - 1986) pasó muchos años en la cárcel por actos delictivos y luego fue consagrado como un gran dramaturgo del siglo XX.
Creo que Urke Najálnik merece, especialmente tomando en cuenta su trágico final, ser recordado como un popular escritor judío, quien pudo vencer graves debilidades. Sea esta nota una flor sobre su desconocida tumba, al cumplirse 65 años de su trágica muerte.
La cárcel
El edificio de la prisión constaba de dos cuerpos: uno para presos políticos y el otro para delincuentes comunes. Estos últimos podían escribir todo lo que se les antojara, y los primeros podían hablar a su gusto. De ese modo, el pintoresco director de la prisión, Pan Wrubel, se aseguraba su propia tranquilidad. Hasta que un día, un delator le hizo saber que el preso Urke Najálnik escribía día y noche, sin parar, lo que ya resultaba sospechoso.
Con Urke no se podía jugar. Era un mocetón alto y fuerte y sus puños infundían respeto. Pero el director tampoco podía dejar de investigarlo.
Urke accedió a entregar sus cuadernos por las buenas. Con gran sorpresa se pudo comprobar que contenían el manuscrito, en idioma polaco, de su primera novela, titulada “La moral domina el Mundo”. ¡Un delincuente opinando sobre moral! El director de la prisión no salía de su asombro. Corría el año 1933 y Urke debía permanecer en ese sitio 2 años más.
Entonces entran en acción 2 nuevos personajes: el prestigioso profesor Stanislaw Kowalski y el jefe mismo del gobierno polaco, el Mariscal Józef Pilsudski.
La amnistía
El profesor Kowalski se encontraba casualmente en Ravich, y a pedido del director de la cárcel leyó la novela. Más tarde recibió otra del mismo autor, que llenaba 10 cuadernos. Se titulaba “La vida de Urke Najálnik”.
Kowalski quedó asombrado por la riqueza de su lenguaje y por la descripción de los hechos: choques, persecuciones, redadas y, sobre todo, robos de toda especie. Entonces, por un lado, se puso en contacto con una importante casa editora; y por otro, le envió una carta al jefe del gobierno polaco, el Mariscal Pilsudski, en cuya legión había combatido por la independencia de Polonia. En la carta, el profesor Kowalski le pedía al Mariscal que amnistiara al preso, dado su extraordinario talento, con el que podría enriquecer la literatura polaca. Fue así como Urke Najálnik salió de la cárcel 2 años antes del término fijado.
En libertad
Esa mañana, Urke llevaba consigo una novela inconclusa: “Muertos en Vida”, acerca de sus años en la prisión. Y no sabía bien si salía en calidad de escritor o de ladrón. El director de la cárcel lo sacó de sus dudas. Al despedirlo, le hizo saber que una importante editorial publicaría su obra “Vida de Urke Najálnik”, y que en el correo local podía ya retirar un adelanto de sus honorarios; y le aconsejó que observara buena conducta.
A Urke le era difícil decidir adónde encaminaría sus pasos. Finalmente optó por Vilna, la ciudad a la que había huido después de robar en la casa paterna.
En esa ciudad se convirtió en un frecuente visitante de la “ Biblioteca Municipal”, donde guiado por Jaim Lunsky, el bibliotecario, leyó y estudió las principales obras de la literatura judía y universal.
Sus escritos ven la luz
Cuando las obras de Urke Najálnik aparecieron en las librerías, causaron gran impresión y fueron comentadas en diarios y revistas. Centenares de lectores aguardaban la aparición del cotidiano “Háint” (Hoy), de Varsovia, que publicaba los relatos por entregas. El nombre de Urke Najálnik estaba en boca de todos.
En Riga, la capital de Letonia, el primer libro publicado se tradujo al ruso y tuvo mucho éxito.
Mucha gente de prensa quiso entrevistar a Urke. Él le respondió sólo a un periodista y, en pocas palabras, le dijo que: “Un escritor no debía hablar, sino escribir”.
Urke vivía en una cabaña de madera, en las afueras de la ciudad, cerca del bosque. Allí completó su novela “Muertos en vida”, comenzada en prisión. La casa editorial la publicó de inmediato y cosechó grandes elogios. Nuevamente, la prensa destacó el hecho de que un ladrón se distinguiera por su talento literario. Pero sus colegas, los literatos judíos lituanos, no se ocupaban demasiado de él.
Vida nueva
De la vida de Urke Najálnik en Vilna, nos han llegado testimonios de sus colegas escritores, especialmente Shmerke Kacherguinski y Moishe Knaphais. En la taberna de Zélig “báal toive” se bebía, se cantaba, y reinaba más animación que en los círculos literarios. Zélig supo de las hazañas de Urke Najálnik y le propuso “trabajar” juntos. Pero Urke le dió a entender que había dejado el “rubro” y que ahora “ganaba bien escribiendo libros”. Y era cierto: periódicos en lengua ídish de todo el mundo comenzaban a publicar sus relatos. Pero los escritores judíos de Vilna seguían opinando que a sus obras les faltaba profundidad, que sólo servían para los periódicos...
Pasaba mucho tiempo en su casa, escribiendo. Durante el día visitaba la “Biblioteca Municipal”. Se sentía muy solo. Hasta que un amigo, Siomke Kahan, lo llevó a la Rampa Náutica del Club Macabi de Vilna, a orillas del río. Allí conoció a Lize, una enfermera nacida en el pueblo de Shnipechok que trabajaba en el Hospital de la Comunidad, y al cabo de un tiempo se casaron. La boda no satisfizo del todo a la familia de Lize, comerciantes de lino, que no alcanzaban a comprender eso del “ex delincuente que escribe libros”.
En Varsovia
Ya con un pequeño hijo, Dóvidl, deciden irse a vivir a Varsovia, que era el centro de la vida literaria. Se establecen en Otwotzk, un lugar de descanso cerca de la Capital.
Urke comienza a frecuentar la Unión de Escritores, donde es reconocido por sus colegas. Crece su popularidad, y decenas de miles de lectores “devoran” sus obras en los libros y en los periódicos.
La resistencia
Cuando los nazis entraron en Varsovia, Urke buscó por todos los medios organizar la resistencia. Él sabía escabullirse en el momento justo y eludir las guardias. Varias veces ingresó en la capital para entrevistarse con sus antiguos compañeros. Pero no consiguió que reaccionaran.
Urke se proponía reunir a los delincuentes de antaño en una especie de brigada que hostigara al enemigo. Y se encontró con que la hora no había sonado aún...
Entonces habló con los dirigentes comunitarios sobre la posibilidad de organizar grupos de jóvenes armados contra el invasor. Tampoco allí obtuvo respuesta. Decepcionado, volvió a Otwotzk decidido a actuar por sus propios medios.
Urke desaparecía por las noches, sin respetar el toque de queda. Al cabo de un tiempo le contó a Lize que, con dos bravos jóvenes del lugar, realizaba tareas de sabotaje, provocando el descarrilamiento de los vagones ferroviarios.
Pronto los sorprendió una patrulla. Urke Najálnik y sus dos compañeros fueron acribillados en las cercanías de la prisión de Otwotzk (1941). Cuando encadenado lo llevaban a fusilar, aprovechó un descuido de uno de los gendarmes para con las dos manos esposadas estamparle un durísimo golpe en la cara y romperle los dientes. Los tres fueron masacrados en el lugar.
Sobrevivientes de la Shoá afirmaron después, haber visto a Lize con su pequeño hijo en el Gueto de Varsovia. Nada se supo de su posterior destino.
Cabe destacar que Urke Najalnik no es el único escritor que comenzó su carrera literaria como delincuente y luego alcanzó popularidad en el mundo de las letras.
FrançoisVillon (1431 – 1463) fue ladrón. Los franceses lo condenaron a muerte y fue ahorcado. El pueblo francés lo recuerda y es considerado un clásico de la poesía de su país.
Jean Genet (1910 - 1986) pasó muchos años en la cárcel por actos delictivos y luego fue consagrado como un gran dramaturgo del siglo XX.
Creo que Urke Najálnik merece, especialmente tomando en cuenta su trágico final, ser recordado como un popular escritor judío, quien pudo vencer graves debilidades. Sea esta nota una flor sobre su desconocida tumba, al cumplirse 65 años de su trágica muerte.
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