viernes, 9 de junio de 2017

LA AMISTAD ENTRE JUAN GIL-ALBERT Y MARIA ZAMBRANO





 LA AMISTAD ENTRE JUAN GIL-ALBERT Y MARIA ZAMBRANO 

Por Ramón Fernández Palmeral


    En el diario Información de Alicante de fecha 19 de julio del 2004,  publiqué la noticia siguiente: Tres dedicatorias prueban una amistad de 32 años entre Gil-Albert y Zambrano.  Gracias al interés demostrado por el periodista Sergio Illescas que redactó la noticia dentro del espacio que permite la sección de Cultura de dicho periódico, pero quedó más  información oculta  en el tintero, y para que no se pierda la voy a exponer en este artículo.
    La coincidencia de una efemérides en el año 2004, cuando  cumple en ambas figuras del pensamiento el I Centenario de sus nacimientos: (María el 22 de abril de 1904 y Juan el 1 de abril 1904 en Alcoy, calle Polavieja (hoy San Lorenzo 11), donde estuvo ubicada la Ferretería el Toro, propiedad de la familia), es ocasión oportuno para dar a conocer estas noticias
     Mis investigaciones sobre la vida y obra de Miguel Hernández me llevaron hasta la Fundación María Zambrano (1) en Vélez-Málaga, situada en el Palacio de Beniel, y que visité a primeros del  mes de julio de 2004.  Busqué inútilmente en los archivos de la filósofa y pensadora veleña lo que yo tenía en mente (cartas de Miguel), pero no hubo suerte, sin embargo, mi esfuerzo y mi viaje se vio recompensado con el hallazgo de varios libros que Juan Gil-Albert (2), le había enviado dedicados a María Zambrano. Una amistad de la que se ha hablado poco o casi nada por los expertos, salvo la introducción de José Carlos Rovira para el libro Fuentes de la Constancia (Cátedra, núm. 205, Madrid ,1984), que es una recopilación de sus libros de poemas. En Memorabilia de Juan Gil-Albert (1964, p.213) (3), otras sabidas y documentadas informaciones de cuando ambos colaboraron juntos para la revista Hora de España, Valencia 1937 y luego en Barcelona 1938.


    María Zambrano y Rosa Chacel estaban en el jurado que le concedió el Premio Nacional de Poesía de 1938 (Secretario de Instrucción Pública en Barcelona)  a Gil-Albert por sus elegías, himnos y sonetos Son nombres ignorados, publicado en una separata de ediciones la revista Hora de España en Barcelona; pero Wenceslao Roces, entonces subsecretario de Instrucción Pública  le retiró el premio por no querer afiliarse al partido comunista, y se lo dieron a Pedro Garfias.

     En la Fundación María Zambrano me  encontré tres libros que Juan Gil-Albert dedicó a María Zambrano, firmados en 1936, 1957 y 1968, respectivamente, más una carta y una tarjeta postal.  Lo cual nos documenta una relación larga, cierta y epistolar, pero escasa en el tiempo. Los últimos libros enviados, más que nada porque Juan tenía la costumbre, ante el silencio editorial de sus obras, auto-publicar y  enviar y dedicar sus libros a amigos e importantes escritores.
 
  DE COMO SE CONOCIERON:
      Juan y María se debieron conocer en Madrid, en la tertulia que ella tenía en su casa de la Plaza del Conde de Barajas sobre 1934 ó 35, y donde esporádicamente acudía también Miguel Hernández.  María Zambrano se casó el 14-09-1936 con el diplomático Alfonso Rodríguez Aldave (Lesaka, 1911-San Sebastián, 2008) y marcharon a Santiago de Chile -en el barco frutero Santa Rita- porque fue nombrado como segundo del embajador, luego viajaron un tiempo en La Habana conde conocieron a J. Lezama Lima. En los primeros meses de 1937 el matrimonio regresó España, ella a Valencia, él se incorpora a filas.  
     El primer libro dedicado a María Zambrano es Candente Horror, Edición de Nueva Cultura, Valencia 1936 (R-634). Con la dedicatoria que dice literalmente:
     A María Zambrano/con la seguridad/recibida desde el primer/momento./  Firmado.-Juan Gil-Albert 1936.  (Adjunto fotocopia manuscrita). Y cuya fotografía adjunto.
    María Zambrano se casó el 14-09-1936 con el diplomático Alfonso Rodríguez Aldave (Lesaka, 1911-San Sebastián, 2008) y marcharon a Santiago de Chile -en el barco frutero Santa Rita- porque fue nombrado como segundo del embajador, luego viajaron un tiempo en La Habana conde conocieron a J. Lezama Lima. En los primeros meses de 1937 el matrimonio regresó España, ella a Valencia, él se incorpora a filas. María ayudando a la República en la redacción de la revista Hora de España, pero ella no figura en la famosa: «Ponencia Colectiva» del II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas, que se inauguró en Valencia el 4 de julio. En Hora de España publica sus artículos «El español y su tradición» y «Españoles fuera de España» -su más ardorosa muestra de patriotismo republicano-, revista  de la donde Juan Gil Albert era secretario. Posiblemente por su antigua amistad con María, reputada intelectual, empezó a colaborará en dicha revista. Se publicó entre Valencia y Barcelona de 1937 a 1938.
     El segundo libro dedicado a es Contra el cine, 1955, edición Mis Cosechas (R.637). La dedicatoria dice:
     A María Zambrano/ este divertimento/ que apunten más hondo/  Firmado Juan /1957
     En estas fechas, María Zambrano, después de su exilio americano, y abandonar Cuba (1953) junto a su hermana Araceli, se encontraba en Roma vivía en Plaza Pololo, luego en Flaminio, tiempo donde conoce al padre Agustín Andreu y  Alfonso Roig Izquierdo, erudito valenciano, especialista en Arte, cuya biblioteca donó a la Biblioteca Valenciana. Sus amigos son Elena Croce, Elemire Zolla, (Cristina Campo -seudónimo de Victoria Guerini-), Ramón Gaya, Diego Mesa...
      El tercer libro dedicado es La trama inextricable, edición Mis Cosechas. Valencia 1968 (R-657), la dedicatoria dice:
     A María, alma, arraigada, de su tierra, hasta ver, donde se encumbre, más España y España misma: De su solitario /Juan. Fecha Mayo de 1968, [Al pie] Marti 13, Valencia 5. Espagne. En esta fecha  María Zambrano residía en con su hermana Araceli en La Pièce (Montañas del Jura) Francia cerca de Suiza, tras abandonar Roma, en 24 horas, literalmente expulsada por la denuncia de un vecino fascista, por causa de los gatos que tenían ella y su hermana en el piso de Flaminio,
    Demostrada la larga amistad ente Juan Gil-Albert y María Zambrano, no fue esporádica, sino que abarca un periodo muy largo de 32 años. Además María formó parte del jurado que le concedió el Premio Nacional de Poesía a Juan Gil-Albert en 1938, y que luego fue anulado por decisión de Wenceslao Roces y se lo concedieron a Pedro Garfas, (Nota de la página 91 de la Introducción de José Carlos Rovira Fuentes de la Constancia, ya reseñado).
     La fortuna de este hallazgo inédito, me da oportunidad para seguir ahondando en la investigación literaria entre tan importantes personajes de nuestra historia de la literatura y del pensamiento, la de nuestro escritor alcoyano y la filósofa veleña, en lo que espero me acompañe la suerte.
       Uno de los libros más conocidos de María Zambrano es El Hombre y lo divino(1955):  Dicen que cuando murió Camus, --según José Biedma-- encontraron este libro en el interior de su coche de suicida. ¿Como un pasaporte? Recojo unas  frases que creo resumen su condición de pensadora: «La pregunta, que es el despertar del hombre» o «La acción de preguntar supone la aparición de la conciencia». No sabemos si en la Biblioteca del escritor alcoyano se encuentra este libro.   


      CONTINUACIÓN DE UNA INVESTIGACIÓN:
      Después de mi artículo en Información (19 junio 2004), persistí en mis investigaciones literarias sobre la relación de amistad en el escrito y poeta alcoyano y la pensadora veleña. Y no sólo confirman que hubo una  amistad de más de 32 años, sino  que documentalmente se prolonga gasta el  1974, en que el  responsable de fondo de Manuscritos y Archivos Personales de la Biblioteca Valenciana, señor Juan P. Galiana Chacón, me confirmó con fecha 27 de julio del 2004 que en dichos fondos hay tres cartas de María  dedicadas a Juan desde La Pièce (Francia), son las siguientes:
-         15 de diciembre de 1968.
-         30 de abril de 1970 --que tiene anotaciones manuscritas--.
-         22 de febrero de 1974.
    En esta última carta, María hace referencia a un envío de cuartillas para un homenaje; se refiere a un homenaje para Juan. ¿Qué homenaje? Las cartas están enviadas desde La Pièce (Francia), un lugar donde vivía María en su largo exilio.
     Por otras gestiones que he realizado en la Fundación María Zambrano, he visto y las he tocado y las he leído: una carta y una tarjeta postal, Juan a María. La carta es de junio de 1956 y la tarjeta de diciembre también de 1956, enviadas desde Valencia. 
     Estas cartas no podrán ser leídas, comentadas ni estudiadas hasta que los herederos de los Derechos de la Propiedad Intelectual lo aprueben.  Estoy haciendo gestiones para que así sea, de antemano, he descubierto una amistad de 38 años, y me da que pensar que mientras María estuvo lúcida y podía valerse, se escribieron,  ya que durante los últimos años de su vida no podía sostenerse de pie, y estuvo en una silla de ruedas.  Días antes de fallecer, que fue el 6 de febrero de 1991, en el Hospital Princesa, llamó a su amigo el poeta panameño Edison Simons Quiróz y le dijo «estamos en la noche de los tiempos, Edi, hay que entrar en el cuerpo glorioso». Murió al medio día rodeada de amigos, sus restos se trasladaron al pueblo de su nacimiento Vélez-Málaga. El poeta francés publicó su correspondencia y memoria con María Zambrano en 1995.
     María era una prestigiosa cervantista, y además fue Premio Cervantes en 1988,  con el discurso «Lo que le sucedió a Cervantes», no en vano Cervantes fue recaudador real en la Axarquía malacitana, y tres veces nombra Cervantes a Vélez-Málaga en el Quijote.  

      SITUACIÓN ACTUAL DE UNA INVESTIGACIÓN:
     María Zambrano no escribió ningún artículo, que se sepa, sobre Juan Gil-Albert, sin embargo, sí lo hizo con otro alicantino, Miguel Hernández, con quien le unía mayor amistad, y le dedicó «Presencia de Miguel Hernández», publicado en El País, domingo 9 de julio de 1978, donde escribe: «Y toda aquella “pléyade de poetas” que le acogió como mejor podían, con la excepción  de un poeta prometido del “sacrificio” en modo fulgurante, que experimentaba una especie de “alergia” ante su presencia personal». Se refería a Federico García Lorca. María publicó numerosos artículos  en la revista Horas de España. En Triunfo, Madrid, 1974, Hora de España: el número perdido.
     Durante el Congreso dedicado a Juan Gil-Albert, que se celebró en los salones de CAM en Alicante (noviembre 2004), dirigido por el catedrático Guillermo Carnero, y ante mi imposibilidad de seguir  investigando, puesto que me tenía que trasladar a la Biblioteca Valenciana,  pasé la información, pero parece ser, que el archivo de Juan Gil-Albert, sigue guardado en cajas. 
     Además, esta información de las cartas de María en Valencia se la pasé a la Fundación María Zambrano, que estaban interesados en recuperar la correspondencia inédita de la pensadora. Puse en contacto a ambos (Biblioteca Valenciana y Fundación), para que ellos las intercambiaran, a mí no me las quisieron ceder.  Desde entonces ninguno de los dos organismos me ha comunicado nada, y seguro estoy que si algún día salieran publicadas, se olvidarán de hacer reseña o nota al pie de página de que fue el autor de este artículo quien descubrió esta correspondencia y las dedicatorias aludidas.  Alicante, 7 de mayo 2005.  

NOTAS


1 ] María Zambrano nace en Vélez-Málaga el 22 de abril de 1904. Se traslada a Madrid a los cuatro años y de allí a Segovia donde reside hasta 1924. En Madrid cursa estudios de Filosofía, asistiendo, durante los años 1924-27, a las clases de Ortega y Gasset, de García Morente, de Julián Besteiro y de Zubiri,  Su primer libro: Horizonte del liberalismo, aparecido en 1930. En 1932 firmó el manifiesto fundacional del movimiento denominado Frente Español, inspirado en gran medida por Ortega, lo disuelve, al ver en Ortega tendencias cercanas a José Antonio Primo de Rivera. Había sido nombrada desde el año 31 profesora auxiliar de metafísica en la Universidad Central. En el 32 sustituyó a Xavier Zubiri y comenzó a colaborar en la Revista de Occidente, luego en Cruz y Raya (donde conoce a Miguel Hernández) y en la revista Hora de España, en su primera época madrileña, aparecido en 1936. Conoció y entabló amistad con José Bergamín, con Luis Cernuda, Maruja mallo, Juan Gil-Albert, Jorge Guillén, Rafael Dieste, Emilio Prados. Se casa en septiembre del 36 con Alfonso Rodríguez, él para incorporarse a filas, ella para colaborar con la República. Luego el exilio a Cuba, México, Roma (donde conoce al valenciano Alfonso Roig), Francia y Suiza. Premio Príncipe de Asturias en 1981.  Regresó del exilio en 1984, en el aeropuerto le esperaban: Julia Castillo y Havier Ruiz, Aurelio Torrente, Pepe Tamero y esposa.  Murió el 6-02-1991 en el Hospital de la Princesa, Madrid. Hoy tiene una Fundación en la localidad  de su nacimiento, en el antiguo Palacio Beniel, cuyo director es Juan Fernando Ortega Muñoz.
2] Juan Gil-Albert Simón nació en Alcoy el 1 de abril de 1904 y falleció en Valencia, su ciudad de adopción, en 1994. Sus primeros años de formación corrieron a cargo de un profesor particular y la asistencia a un colegio de monjas. Tras el traslado de su padre a Valencia, donde abre un almacén de ferretería, ingresará como interno en el Colegio de los Escolapios. Al finalizar el bachillerato inicia los estudios universitarios de Derecho y Filosofía y Letras en Valencia.. Luego vendría a Madrid, regresaría a Valencia en la guerra civil donde participa como secretario en Hora de España, donde también coincide con María Zambrano, el exilio de México y regreso a España en 1947, donde fue olvidado.  Juan Gil Albert reconoció en un capítulo de Crónicas Generales (1974), ser epígono de Gabriel Miró, Valle-Inclán y Azorín, al de Monóvar le envió y le dedicó dos libros: Concierto en mi menor (1964)  y La trama inextricable (1968). Según escribe José Ferrándiz Lozano en el suplemento «Artes y Letras» del diario Información de Alicante (25-03-04), la dedicatoria dice: «Al maestro Azorín, a quien tanto debo, a quien tanto debemos». Ante la negativa de las editoriales españolas, Juan se  auto-publicaba sus  libro y los enviaba a sus amigos y a escritores.
3] Tres obras maestras se reúnen en este volumen memorialístico del gran poeta y prosista En la primera y más extensa, Memorabilia, el autor nos invita a entrar en el mundo arcádico de su adolescencia –la familia, el colegio, Alcoy y la finca El Salt– hasta la guerra civil, que quebró aquella existencia plácida y refinada. Por sus páginas desfilan, en memorables retratos, Ramón Gaya, Luis Cernuda, Federico García Lorca, María Zambrano y Manuel Altolaguirre, entre muchos otros drama patrio, a su vez, ahonda en la guerra civil,  con el propósito de dejar constancia «de lo que he visto y he vivido, de lo que oí y pensé» en torno a la contienda; tres poemas complementan este texto, ofreciendo una cara más íntima de la época en que el autor regresó a España, en plena posguerra.
                                                       Ramón Fernández Palmeral 



Diario Información  de Alicante, 19 de julio de 2004. Segio Illescas






jueves, 8 de junio de 2017

144 años del nacimiento de Azorín



El joven José Martinez Ruiz, Azorín





Por Ramón Fernández Palmeral.
Autor de “Cincuentenario de la muerte de Azorín”


El día 8 de junio de 2017 se celebra el 144 aniversario del nacimiento de José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, «Azorín», en Monóvar (Alicante) con la inauguración de un busto en la Plaza de la Sala, y un concierto de órgano con dulzaina (o dolçaina en valenciano), en la parroquia de San Juan Bautista. Este órgano tiene la particularidad de ser un instrumento barroco construido en 1771 por el conquense Julián de la Orden. Está previsto que asistan miembros del Consell Valencià de Cultura, que visitarán el Ayuntamiento y la Casa-Museo de la calle Salamanca, núm. 6, cuyo director es José Payá Bernabé.
Es obligado recordar que los restos mortales de Azorín se hallan en el cementerio municipal de Monóvar, pues habían sido traídos el 8 de junio de 1990 (23 años después su muerte) en tren especial desde la madrileña estación de Chamartín, junto con los restos de su esposa Julia Guinda Urzanqui, fallecida en 1974, ambos en un solo féretro. Como cuenta la nota de prensa de  la Agencia EFE: «En el acto de exhumación [Sacramental de San Isidro de Madrid] asistieron, entre otros familiares, Margarita Caro Eguilior, mujer de su sobrino político [Julio Rajal Guinda] del escritor; el concejal de Cultura de Monóvar, Gonzalo Maluenda; Antonio Martínez Sarrió, en representación de la Real Academia Española». También estuvieron sus biógrafos Iman Fox y Santiago Ruipérez.
Me cuenta el hoy escritor y magistrado Julio Calvet, que en esas fechas él era Juez Decano del Juzgado de 1ª Instrucción de Elda, y le invitaron al acto de inhumación. Llegaron a la estación de Elda-Petrer, acompañando al féretro, escritores y  miembros de la Real Academia Española, y también Ramón Serrano Suñer. Previamente se hizo una misa corpore insepulto en la iglesia de San Juan Bautista oficiada por el obispo de Orihuela-Alicante, Francisco Álvarez. Una vez celebrados los actos protocolarios fueron inhumados los restos mortales de Azorín y su esposa en el panteón familiar del cementerio, cuyo cenotafio fue esculpido por el escultor alicantino Vicente Ferrero, quien recientemente ha sido galardonado con el Premio Nacional de Escultura.
Azorín volvía a su ciudad natal por su expreso deseo manifestado en vida, donde como escribiera José Ferrándiz Lozano, en la prensa de aquella época: «En Monóvar está su casa natal, la de su juventud, sus muebles, su biblioteca, con cerca de diez mil volúmenes, sus cartas, sus fotos, sus originales».
Durante el presente año también celebramos el cincuentenario de la muerte del autor de “La Voluntad” sucedida el jueves día 2 de marzo de 1967 a las nueve menos diez de la mañana en su domicilio de calle de Zorrilla, número 21, segundo izquierda de Madrid a la edad de 93 años, completamente lúcido mentalmente y consciente de que le había llegado la hora de la muerte. Había tenido tiempo para prepararse para irse al más allá, pues llevaba varios días con una infección renal que se complicó con una afección de tipo circulatorio, siendo asistido por su médico de cabecera, el Dr. Izquierdo Hernández, el cardiólogo Dr. Vega Díaz y el especialista en riñón Dr. Peña.
Murió el maestro en Madrid, la ciudad donde logró ganar la deseada fama que ansiaba. El 24 de noviembre de 1896 había partido en un vagón de tercera clase en un viaje de treinta horas, y en 1990, en su último trayecto casi un siglo después, regresó con todos los honores que merecía.

También se ha publicado en el LEVANTE emv de hoy. 

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El Congreso declara 2017 como «Año Azorín» mientras el Consell lo niega

El exministro Margallo califica en su Proposición No de Ley la figura del escritor monovero como «una señera de las letras y la política española»

09.06.2017 | 01:13 /Informacion Elda/Vinalopó


El conseller Marzà ha obviado tal reconocimiento pese al compromiso adquirido por las Cortes Valencianas.
El Congreso de los Diputados impulsará la figura y obra de José Martínez Ruiz «Azorín» declarando 2017 como su año al cumplirse medio siglo de su fallecimiento. Una medida que contrasta con la negativa de la Conselleria de Cultura, que ha negado conceder tal distinción al escritor de Monóvar a pesar del compromiso que las Cortes Valencianas adquirieron con tal fin, y de forma unánime, en septiembre de 2016. Decisión que el conseller Vicent Marzà ha justificado aduciendo que en 2017 ya se celebra el año del escritor y político valenciano Blasco Ibáñez. Esta respuesta ha generado un gran malestar en Monóvar pero el exministro de Asuntos Exteriores y actual diputado del Grupo Parlamentario Popular, José Manuel García-Margallo, ha conseguido que el Congreso, a través de una iniciativa presentada por su formación, haya declarado 2017 como «Año Azorín».
En su intervención en la Comisión de Cultura con motivo del debate de esta Proposición No de Ley, el parlamentario popular ha subrayado que Azorín «es una figura señera de las letras y la política española», remontándose a los comienzos de su trabajo como cronista en el Congreso entre los años 1902 y 1923. García-Margallo ha desglosado los cuatro grandes puntos de su iniciativa: «Declarar 2017 Año Azorín; instar al Gobierno, en colaboración con la Casa-Museo Azorín, con la Diputación de Alicante, con el Ayuntamiento de Monóvar y la Generalitat Valenciana, a colaborar y difundir la figura y obra del escritor; instar al Gobierno a que ayude a publicar sus obras «El Político»  y «Parlamentarismo español».
El Ayuntamiento de Monóvar también está cumpliendo todos los compromisos adquiridos para conmemorar el 50 aniversario de la muerte de su ilustre paisano. Uno de ellos era instalar un busto del reputado escritor en la plaza de la Sala, en pleno «corazón» del casco urbano. Pues bien hoy, a las ocho de la tarde, tendrá lugar la inauguración cuando se cumplen exactamente 144 años del nacimiento del autor que dio nombre a la Generación del 98.
En palabras del alcalde Natxo Vidal «pensamos que este espacio le da visibilidad, lo sitúa justo enfrente del Consistorio y se encuentra al paso de la calle que lleva su nombre y donde se encontraba la casa natal del escritor hoy, tristemente, derribada».
El busto fue realizado por el artista monovero Benjamín Mustieles en 1973. El escultor llevó a cabo esta obra para conmemorar el centenario del nacimiento de Azorín y elaboró otras réplicas expuestas en plazas de Yecla y Alicante.
Tras el acto inaugural tendrá lugar un concierto de órgano en la iglesia con dulzainas a cargo del Grup Ternari. Previamente, a las seis de la tarde, en la biblioteca municipal, se realizarán talleres y se hará la presentación oficial de la marioneta de Azorín. Y mañana, también a las ocho de la tarde, se expondrá en el centro Kursaal Fleta una muestra fotográfica sobre el traslado de los restos mortales del escritor de Madrid a Monóvar.

Julio Llamazares en la casa Museo de Azorín

Dentro de estos actos póstumos, el escritor y periodista leonés Julio Llamazares ha visitado la Casa-Museo de Azorín. Su director, Pepe Payá, lo ha acompañado en todo el recorrido y Llamazares ha mostrado un gran interés. De hecho, siente fascinación por las casas-museo de escritores, y la de Azorín le ha cautivado. También ha firmado en el libro de visitas y elogiado la obra del ensayista, novelista, periodista y crítico nacido en Monóvar en 1873 y fallecido en Madrid en 1967.



miércoles, 7 de junio de 2017

La Diputación Provincial de Almería homenajeará a Juan Goytisolo



ALMERÍA HOY / 05·06·2017

La Diputación Provincial de Almería homenajeará al escritor recientemente fallecido, Juan Goytisolo, con motivo del próximo Día Internacional de los Archivos que se celebra, en todo el mundo, el 9 de junio. Para ello, expondrá en el hall del Palacio Provincial el fondo documental que donó a la institución, y que obra en su Biblioteca-Hemeroteca.

Fue en el año 1986 cuando el escritor Juan Goytisolo donó a la Diputación de Almería los originales y manuscritos de su producción literaria y ensayística, así como una serie de documentos y trabajos de investigación relativos a la misma, posterior a la instauración de la democracia en España.

Los motivos que le llevaron a realizar la donación, tal y como él mismo escribió, responden «a los especiales lazos de afecto que me unen a la provincia de Almería y a mi permanente interés por ella manifestados a lo largo de 25 años en diversos libros, ensayos y artículos».

El fondo documental ‘Juan Goytisolo’ de Diputación contiene una serie de documentos entre los que destacan correspondencia (con grandes autores como Carlos Fuentes ó Mario Vargas Llosa) manuscritos, artículos y fotografías que han sido objeto de interés y de estudio por parte de investigadores y profesores de universidades de Alemania, Francia, EEUU, entre otras.

El diputado de Cultura, Antonio J. Rodríguez, ha puesto de manifiesto el importante legado literario que existe en la Institución sobre el autor y que «ha servido de base para la investigación de autores llegados de todas partes del mundo. Goytisolo ha escrito mucho sobre Almería y ese legado es importante que lo conozcan lo almeriense, por eso queremos acercarlo aún más a los almerienses con esta exposición».

Fondo documental ‘Juan Goytisolo’ de Diputación:

1. Manuscritos con un total de 7 obras con sus diferentes variantes
2. Artículos manuscritos: 153 artículos
3. Correspondencia: 87 cartas
4. Artículos en publicaciones periódicas: 1538 artículos
5. Material Fotográfico: 1138 fotografías
6. Material audiovisual: 35 ejemplares
7. Monografías: 163 obras en distintos idiomas
8. Revistas: 18 títulos

Por último, cabe destacar que en el año 92, Juan Goytisolo hizo ante notario una última entrega documental a Diputación, con una serie de condiciones 'de uso'. En esta entrega, donaba a la institución manuscritos, cartas y otros artículos, en sobre sellado y lacrado con la advertencia de que «su utilización y posible publicación no podrá hacerse hasta que hayan trascurrido 10 años de la muerte del último de sus hermanos. Una vez concluido ese plazo, el cedente, en este caso, la Diputación Provincial de Almería, podrá utilizar el depósito».


Ayuntamiento

Por su parte, el Ayuntamiento de Almería también se suma al «dolor» por la muerte de Goytisolo. Así, el Consistorio ha avanzado este lunes que prepara un homenaje a la figura del escritor catalán.

«Estamos barajando varias ideas pero en nuestro sentir está la idea de realizar un acto en recuerdo de su memoria», ha explicado la concejal de Cultura, Ana Labella, quien ha trasladado condolencias a los familiares y «a los muchos amigos que tenía en Almería» el escritor, quien, según ha remarcado, es «una pérdida tremenda».

lunes, 5 de junio de 2017

Ha fallecido Juan Goytisolo. 4 de junio de 2017

 

                                       (Caricatura, dibujo, retrato por Ramón Palmeral)





El escritor Juan Goytisolo ha muerto este domingo, 4 de junio, a los 86 años en Marrakech (Marruecos), según ha confirmado la agencia literaria Balcells. En 2014, seis años después de despedirse de la ficción, obtuvo el Premio Cervantes, el más importante de las letras en español. El novelista barcelonés, uno de los autores más cervantinos de la literatura española reciente, lo recibió en Alcalá de Henares luciendo la única corbata que tenía en el armario y dedicando su discurso a los habitantes de la medina de Marrakech, sus vecinos desde que se instalara allí en 1997 con la familia de su amigo, y expareja, Abdelhadi. Hasta ese año, y desde 1956, sus vecinos eran los inmigrantes del Sentier parisino, el barrio en el que vivió con su esposa, la escritora francesa Monique Lange. En París recaló después de abandonar para siempre Barcelona, la ciudad en la que había nacido el 5 de enero de 1931.
Si la muerte de Lange, ocurrida en 1996, marcó su vejez e inspiró la novela que cierra su obra narrativa —Telón de boca (2003)—, su infancia estuvo marcada por otra muerte: la de su madre, Julia Gay, en 1938 durante un bombardeo de la aviación franquista sobre la Ciudad Condal. Aquella desaparición dejaría al cuidado de su padre a los hermanos Goytisolo (Marta, José Agustín, Juan y Luis) y funcionaría como hito sentimental en la obra de los tres varones cuando se convirtieron en escritores.
Debutante como narrador en los años de la literatura social de posguerra —su primera novela, Juegos de manos, es de 1954—, Goytisolo siempre estableció una relación directa entre su abandono del realismo y la asunción de su homosexualidad. A contar esa evolución personal, remontándose a la infancia, consagró en los años ochenta del siglo pasado dos magistrales libros autobiográficos: Coto vedado y En los reinos de taifa.






El verdadero parteaguas de su obra es, sin embargo, una novela prohibida en España hasta la muerte de Franco cuyo título provisional salió de un verso de Luis Cernuda, referente intelectual de Goytisolo junto a autores como José María Blanco White o Américo Castro: Mejor la destrucción, el fuego. El libro se publicó en México en 1966 con un título que haría fortuna: Señas de identidad. Con 35 años, Goytisolo cambiaba la narración tradicional en tercera persona por una suerte de “verso libre narrativo” en la que se mezclan las personas verbales, los tiempos y los materiales hasta formar un collage de estirpe vanguardista. “Señas de identidad nace de la insatisfacción respecto a mi propio trabajo”, decía. “Con los primeros libros había cumplido con mi deber de ciudadano, pero no con mi deber de escritor: devolver a la literatura algo distinto de lo que recibiste. Sin la idea de novedad no hay obra verdadera, y yo no había roto con el canon literario”.






Goytisolo será enterrado en el cementerio civil de Larache, en Marruecos


EFE
Juan Goytisolo será enterrado en el cementerio civil de Larache (norte de Marruecos), según informaron a Efe fuentes consulares españolas que se han hecho cargo del cadáver.
Goytisolo había dejado claro que quería ser enterrado en Marruecos y que no deseaba que fuera un cementerio católico, con lo que no quedaban muchas opciones, ya que la mayor parte de cementerios son camposantos musulmanes, judíos o cristianos.
La familia "ha considerado que el cementerio civil de Larache es una buena opción", señalaron las fuentes. Allí está enterrado el escritor francés Jean Genet, por quien Goytisolo siempre profesó admiración.
Novelas como Reivindicación del conde don Julián, Juan sin tierra, Makbara, Las virtudes del pájaro solitario o Carajicomedia recurrieron a la experimentación formal para abordar asuntos tan tradicionales como las miserias políticas y literarias españolas, la tradición sufí o la mística sanjuanista. En paralelo, y fruto de sus trabajos para EL PAÍS, Goytisolo fue publicando en forma de libro sus reportajes sobre Argelia, sobre Chechenia o sobre el Sarajevo asediado durante la guerra de los Balcanes. Además de ocuparse de la cara más heterodoxa, libertina y rijosa de la tradición hispánica -de La Celestina a La lozana andaluza-, consagró la serie de documentales para Televisión Española Alquibla a divulgar la cultura musulmana. Siempre tuvo a gala ser el primer escritor español que hablaba árabe desde el Arcipreste de Hita.
Goytisolo vivía en Marrakech con lo que él llamaba su “tribu” —la familia de Abdelhadi— pero nunca dejó de viajar a París para visitar a Carole, la hija y a la nieta de Monique Lange (anterior matrimonio9 o a Barcelona para hacer lo propio con sus sobrinos, de los que hablaba con una devoción doblemente conmovedora en alguien poco dado a las efusiones.
En 2008 publicó El exiliado de aquí y allá, una secuela –“tal vez innecesaria”, decía él mismo- de Paisajes después de la batalla, su novela más parisina. Cuatro años más tarde vio la luz una breve colección de poemas: Ardores, cenizas, desmemoria. En marzo de 2015, semanas antes de recibir el Cervantes de manos del Rey Felipe VI, depositó en la Agencia Balcells un libro inédito con la orden de que se publique 10 años después de su muerte. Cuando se le preguntaba por el contenido, Goytisolo contestaba, lacónicamente, que trata “sobre asuntos sociales y personales”. Nunca una respuesta tan plana habrá retratado mejor la obra de alguien que cruzó hasta el final sus zozobras vitales con las de su tiempo.



Juan Goytisolo, el nómada disidente

El escritor Juan Goytisolo, en abril de 2015, días antes de recibir el Premio Cervantes. :: Javier Lizón / efe
El escritor Juan Goytisolo, en abril de 2015, días antes de recibir el Premio Cervantes. :: Javier Lizón / efe
  • El heterodoxo escritor barcelonés, premio Cervantes y autor de 'Señas de identidad', muere en Marrakech a los 86 años


La voz heterodoxa, radical, crítica de Juan Goytisoslo, escritor nómada y disidente, se apagó para siempre en la misma ciudad de Marrakech en la que eligió transterrarse. Murió con 86 años, dos después de ser reconocido como uno de los grandes narradores de su tiempo con el Premio Cervantes tras toda una vida nadando y narrando contra corriente. 'Rara avis' de nuestras letras, «anómalo como todo creador», según su propia definición, este gran y extrañado heterodoxo de las literatura en español se instaló por voluntad propia en la «nacionalidad cervantina». En la estirpe del creador del Quijote que, según él, «fecundó la totalidad de la novela europea».
Murió Goytisolo «por causas naturales», en su propia casa, en la medina de Marrakech y acompañado por los suyos -«mi tribu», llamaba a la familia Abdelhadi-. Tras una fractura de cadera su salud se había deteriorado en los últimos meses y se movía en silla de ruedas. Dejó dispuesto que no quería descansar en un cementerio católico y que sus restos permanecieran en Marruecos. Recibirán así sepultura en los próximos días en el cementerio civil de Larache, según acordó su familia, el mismo lugar en el que está enterrado su admirado Jean Genet.
Juan Goytisolo Gay nació en Barcelona el 5 de enero de 1931, en una familia vasco-cubana. Hermano de los también escritores Luis -narrador y académico- y José Agustín -poeta fallecido en 1999-, estudió Derecho en la Universidad de Barcelona. La muerte de su madre, Julia Gay, en un bombardeo franquista en 1938 marcó su infancia. Autor de medio centenar de títulos, transitó por la novela, el ensayo, la literatura de viajes, el cuento y las memorias en una obra cuyo denominador común es el compromiso y la libertad. El legado del iconoclasta narrador y ensayista es una obra exigente, arriesgada e independiente, con títulos legendarios como 'Campos de Níjar', 'Señas de identidad', 'Juan sin tierra', 'Reivindicación del Conde don Julián' o 'Coto Vedado', un duro autorretrato en el que afrontó sin tapujos su homosexualidad y que completo con 'En los reinos de Taifa'.
Paradigma de la incorrección política y la disidencia -el único ganador del Cervantes que se negó a vestir de chaqué-, fue un látigo contra los peores vicios del poder y la sumisión ideológica. «No hay corrección política. Como las fantasías sexuales de cada cual, que no tienen que pasar por ninguna corrección», decía Goytisolo, considerado por otro Cervantes, Carlos Fuentes, como «uno de los mejores escritores del mundo». Un autor «esencial», según José Manuel Caballero Bonald, otro rebelde cervantino.
Dijo en 2001 que no aceptaría distinciones como el Cervantes o el Príncipe de Asturias. Pero no cumplió su palabra. Ni rechazó el Nacional de las Letras en 2008, ni rechazaría luego el más alto premio institucional, que dedicó a sus vecinos de la medina y recibió de 'traje civil', con la única corbata que tuvo en su vida. Ganó el Cervantes «por su capacidad indagatoria en el lenguaje», por «su voluntad de integrar a las dos orillas, a la tradición heterodoxa española» y por «su apuesta permanente por el diálogo intercultural».
Puentes
Ya en pleno franquismo se convirtió en uno de los escritores más incómodos y comprometidos de la segunda mitad del siglo XX. Lúcido interlocutor entre la cultura europea e islámica, jamás se apearía de su excéntrica posición intelectual y de tender puentes sobre el Mediterráneo y el Atlántico.
Conocedor y estudioso del mundo árabe -llegó a Marrakech en 1976 para estudiar el árabe dialectal-, con sus artículos, ensayos y series de televisión dio a conocer su realidad a Europa. Muy pesimista ante la democratización real del mundo árabe y la crueldad del Estado Islámico, equiparó la situación en los países que lo soportan a la Europa del siglo XV.
Abominaba «de cualquier nacionalismo, sea árabe, catalán, español, vasco o gallego». Juzgaba «viciado» el debate soberanista en Cataluña y afeó a Europa y a Bruselas su nefasta gestión del drama de la inmigración. «Desde que existe la especie humana existe la inmigración. Hay un flujo imparable de todo el continente africano que quizá sea una carga excesiva para Italia. Se necesita un esfuerzo común para frenar esta tragedia», señaló.
Comunista fugaz y contestatario, defensor de los derechos de las mujeres, los emigrantes, los homosexuales y de todas las minorías, azote del racismo y los abusos del poder, no dejó nunca de reclamar «una transición cultural» en España que debía, a su juicio, haber acompañado a la transición la política, «que se hizo todo lo bien que se pudo».
Su obra, apreciada antes fuera de nuestras fronteras que en casa, mereció premios como el Nacional de las Letras, el Formentor, el Europalia de Literatura, el Octavio Paz y el Juan Rulfo otorgados en México, el Rachid Mimumi, concedido en Francia a la tolerancia y a la libertad, y el Nelly-Sachs en Alemania.