1.- TIPOS DE NOVELA con trama, el thriller o novela negra consiste en
despertar la emoción, la tensión y el suspense, a partir de la
narración de algún hecho criminal o judicial o misterioso, también puede
referirse a las películas cuyo fin es un tanto abierto, inconcluso y
que se prestan a distintas interpretaciones. pero el camino es siempre
estar en el último “neorralismo”, que es lo que prima, la actualidad,
hay que ajustarse a la moda contemporánea:
Novela negra o de crímenes o policíaca.
Novela de suspense e intriga.
Novela psicológica.
Novela histórica.
Novela arqueológica (se investiga un crimen ocurrido en la antigüedad)
Novela de enigma o ingeniosos pasatiempos.
Novela de espionaje.
Novela deductiva.
Novela-río (el detective está implicado en el suceso)
Novela de ficción.
Novela realista, propia de la experiencia.
2.- Primero hay que preguntarse para qué quiero yo escribir una
novela. Sincérate a solas contigo mismo. ¿Soy yo un artista de la
escritura, tengo olfato de escritor, y quiero porque me da la gana? ¿Soy
un taxista de las letras? Si al contestar estas preguntas las
respuestas nos llenan de plena satisfacción y deseas escribir una, o
empezar, la labor es dura, y podemos seguir preguntándonos: ¿Qué público
quiero que me lea? ¿Quiero escribir con seriedad o algo folletinesco
para distraerme ante mi ordenador como un pasatiempo? ¿Quiero escribir
para que me quiera mi familia y sorprender a los amigos y vecinos o
porque quiero escribir de verdad sin importarme los fracasos? ¿Qué temas
prefiero: policíaco (thriller, negra), histórica, erótica, bélica, amores, psicológica,
fantástica, etc. Acertar con el tema acorde con los gustos del momento
supone el éxito de ventas de la novela, sobre todo para la primera
novela u “ópera prima”. Ten en cuenta que tu propia experiencia de la
vida te dará el tema de la novela, y no te salga de ahí, no te metas en
el nido de la tórtola, la tórtola conoce su simple nido mejor que nadie.
Posteriormente dependerá de la firma del autor, de la capacidad
publicitaria de la editorial y otros procedimientos extra literarias.
Para empezar, diré que sin ordenador no se puede escribir una novela,
además, si se contrata una editorial te pedirá el CD de la obra. Nos
servirá además para ir haciendo copias en papel que hay que dar a
corregir, estudiar, rehacer.
3.- Antes de proseguir no quiero olvidarme de algo muy importante. La
literatura artística no es nada serio, es un juego con reglas no
escritas, pero un juego donde sólo ganas los mejor preparados es este
arte. Otro estilo literario, muy distinto, puede ser una carta, un
informe, un acta notarial, jurisprudencia, un libro de texto o un
tratado de historia. Algunos escritores experimentados dicen que novelar
es como cocinar: un poco de aquí, otro de allí y mucho amor. No
exactamente es así, pero vale para cocinar también hay que tener
intuición, orden y reglas, si no que se lo pregunten al mediático y
simpático cocinero Arguiñano.
Muy importante es tener algo que decir, ganas de decir y talento para
decirlo. Quien empieza con tenacidad y sin desaliento acabará siendo un
escritor de novelas, puede, el trabajo no lo asegura, no lo sabemos, el
éxito nunca es anónimo. Siempre se ha dicho que la práctica hace
maestros, para aprender a escribir solo existe una regla: escribir y
escribir. A pintar se aprende pintando. Leer es importante, pero si lees
demasiado no tienes tiempo de escribir. Tiene que llegar un momento en
que digas basta de lecturas. Cuando te pones a escribir el periodo de
lecturas ya pasó, ahora tienes que escribir con tenacidad y mucha
soledad. Mi consejo sería que si puedes te dediques a otra cosa, te dará
más satisfacciones. No te sacrifiques.
4.- Es de mucho mérito empezar y acabar un relato o una novela de un
tirón, pero no está al alcance de todos, cuando una novela se guarda en
el cajón por años debería estar concluida, unos repasos no les viene
nunca mal. Porque seguir con la trama de algo que se ha dejado años en
el cajón es complicado retomarla, porque se olvidan muchos detalles y
nombres de personajes. Si se guardan en el cajón sin concluir acabarán
oxidadas. Lo que sí es aconsejable, es que una vez se ha dado como
finalizada y editada no volver a releer jamás, porque esto provocará
insatisfacciones, siempre se pudo escribir mejor.
Es mi parece que las novelas no se deben construir sobre los diálogos
como las obras de teatro, esta fórmula obliga al lector a estar muy
atento. Creo que lo importante es la forma de contarla, tal vez interesa
más los modos, los detalles, el zoom, la poesía interna, cierto humor
negro, sacar a la vista la sensibilidad del novelistas, porque toda
novela es un examen, y, sobre todo sorprender, buscar lo inesperado,
aquello que el lector no espera: Aquí traigo un ejemplo de lo que dijo
en un relato corto mío: “El tedio de un domingo de verano”.
falta texto..........
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7.- Hay que estar al día de las actividades culturales, sobre todo de
la Semana Negra de Gijón, que es la feria mundial de la novela negra y
de ficción, y otras novedades literarias, es muy participativa, y
necesaria para quien se precie de estar al día en este género. Y leerte
cada día los sucesos de lo periódicos, aquí está escrita la realidad de
la vida. García Lorca sacó Bodas de sangre de la noticia de un asesinato
en Níjar (Almería).
8.- Claves de un best-seller. Los temas de los best-seller se sitúan
siempre en lugares emblemáticos y reconocidos, por lo general, son temas
de aventuras, de controversia religiosa, las catedrales, el Vaticano,
el Santo Grial, el misterio de los libros raros, Satanás, la guerra
civil española, los temas más misteriosos o tabú, y recurrentes como de
piaratas, y que interesen como el crimen, sobre todo buscando la
originalidad (el tema nuevo) y la controversia como “El Código da
Vinci”. El lector es muy ingenuo, pero a quien primero has de convencer
es al editor.
Mantienen constante la intriga ¿Qué va a pasar?, y de investigación.
Llenos de espías, de malos, de historias secundarias raras, con el
recursos de los sobre natural o del fantasma. Consiste en buscar algo,
en al aventura y el viaje, los contratiempos, muchos contratiempos. Hoy
día se lleva la novela negra de investigación científica para logar
descubrir al asesino por el laboratorio como las películas de Expediente
X, para ello hay que saber de Criminología y sobre Detectives Privados.
El lenguaje no debe ser complejo, sino directo y frases no muy largas, evitando frases subordinadas.
Debes empezar por leerlos y a analizar algunos títulos últimos
“Best-seller” como el “La catedral del mar”, “Los pilares de la tierra”,
“Cien años de soledad”, “Soldado de Salaminas”, “Dime quien soy”, “La
mano de Fátima”, “La sangre de los inocentes”…
9.-EL amor y el sexo. Y todos los libros más vendidos tienen escenas
de sexos, sobre todo si se busca un público femenino, porque ellas son
más sensibles y sentimentales que los hombres. Ellas dan amor a cambio
de sexo, quieren que las quieran. Las escenas de amor son fundamentales.
En cambio, el hombre busca sexo y no da nada a cambio.
Toda la obra creativa es primero un proceso mental y una vocación,
no un entrenamiento deportivo u ocioso, no es vender electrodomésticos,
ni pintar paisajes idílicos con casitas y ciervos. En primer lugar hay
que leer y leer mucho como aconseja Miguel Delibes, copiar textos
(imitar a los maestros) y escribir más, y luego romper más papel del que
se ha escrito, si has cometido la estupidez de imprimirlo, es una pena
gastar papel y matar árboles; y claro, si escribes a ordenador jamás
puedes escribir una novela ni de 200 página porque te pierdes.
Algunos/as “hachas del ordenador” se creen unos listillos, se creen que
todo está hecho con copiar y pegar, llevarlo todo en la memoria. Lo más
terrible de este asunto artístico novelesco es creer que cualquiera
puede escribir el Código da Vinci, o un Harry Potter, o ser un Mario
Vargas Llosa (eterno candidato al Premio Nobel de Literatura,
articulistas de El País), o un Arturo Pérez Reverte envidiado y encima
que te nombren académico y luego hacerse millonario, o como Almudena
Grande que ya los es pero ganó en 1989 el XI premio de novela erótica en
Sonrisa Vertical (Las edades de Lulú la obra fue llevada al cine por
Bigas Luna al año siguiente). Por lo general la mujer toca casi siempre
temas femeninos, sus personajes son heroínas, la feminización de la
novela, excepto Antonio Gala que también se mete en la piel de las
mujeres. Ahora tenemos el fenómeno de Javier Sierra y su novela “El
ángel perdido”, y ¿quién se la ha editado? el Grupo Planeta. Cuando el
grupo Planeta está detrás la promoción está asegurada. Muchas novelas
buenas al no estar publicada en una editorial importante dura en las
librería una semana y luego el distribuidor no las repone; una segunda
edición llegará demasiado tarde.
falta texto....
ç
¿Quieres seguir recibiendo mi plática?. Bien, pues ni sudando la
camiseta se hace uno novelista. Una de las carreras donde abundan los
novelistas es Periodismo, ya que sus estudios se basan en el arte de
escribir, y además, su acceso a los medios de comunicación son siempre
una buena oportunidad para publicar en prensa y luego en editoriales,
puesto que se van haciendo un nombre. Los periodistas suelen ganar
muchos premios de relatos y de novelas, porque los editores quieren ser
amigos de los periodistas para salir en prensa escrita. Lo más seguro
para ser novelista y publicar sería conseguir ser lector de manuscritos
en una editorial, y cuando te has fogueado en miles de manuscritos, ya
tienes una visión muy global de los ingredientes de un best- seller.
Un escritor novel no puede dar el salto desde la nada a la gloria, esto
es una verdad que ninguno entiende, es como trabajar en una empresa, no
puedes pasar de obrero a jefe de departamento, de peón a oficial. No
puedes pasar de soldado a general. Hay que empezar desde a bajo,
publicando en revistillas locales, premios florales, páginas web de
medio pelo, amiguetes, pedir favores, ir detrás de los editores locales,
ir a recitales, asistir a aburridas presentaciones de libros de
engreídos escritores que ni te saludarán, y tendrás que presentarte a
los escritores con el yugo para cuello para que se vean tu cara de
hambriento. Humillantes relaciones públicas, y falsas sonrisas, y mucho
Ámbito Cultural. Es decir, hacer nidos, relaciones públicas, subir en la
jerarquía de la pluma.
Lástima me dan estos ilusos porque se pasarán la vida escribiendo sin
resultado alguno, perdiendo su juventud o madurez, o sus vacaciones, en
un sueño imposible, en una ilusión quijotesca: la fama de ser un
escritor reconocido, premiado y vendiendo libros en una caseta de la
Feria de Madrid, Barcelona o Frankfurt o asistiendo a los congresos de
Literatura. Esto sólo pasa en las películas. También puedes editar una
novela si te pagas una edición, y esto, sin el marketing de una
editorial importante es fracaso asegurado. Lo primero que hace un
aficionado es escribir poesía, sin haber leído un soneto de Espronceda,
Lope de Vega, Neruda, Aleixandre o Miguel Hernández, (porque no me hace
falta), creen que un poema es inventarse una historia abstracta y luego
ponerla forma de versos y acabarán en lo que yo llamo “Poesía
diverticular”. Otros creen que hacer versos es tomar un texto en prosa,
darle al ordenador a una columna y solito se hacen versos o renglones en
escalera, y ya está. ¿A quién quieres engañar con estos churros?, ¡por
Dios!, pero en qué mundo te crees que estás metido, qué crees, que las
Musas son tontas, que los del Comité de lecturas son imbéciles, bueno
algunos sí lo son, pero esto es otro asunto cuando se trata del oficio
de premiar. Si ser escritor es difícil, ser poeta, otra Gabriela
Mistral, un Neruda o un García Lorca es imposible. La gente se cree que
puede ser un genio por sí solo.
El 90 % de los que entran en esta página no pasan al siguiente párrafo, porque es como un obstáculo.
No quiero que caigas en mis mismos errores, 40 años escribiendo para nada.
Nadie la quiso publicarme mi primera novela. Hoy las autoedito en
Amazon. El problema es la promoción. Una novela que envié en un disket
de los antiguos, me la copiaron por la cara. Hay que tener mucho
cuidado. con enviar originales a quienes no conoces, se pueden quedar
con ella, y
sin decirte nada. Hay mucho desaprensivo en el mundo editorial y en los agentes de literarios.
Seguir con la cabezonería:
Si a pesar de esta realista introducción, y la sincera bronca de marras,
con la que no engaño a nadie, tal vez es algo ácida (muchos internautas
me escriben y me ponen verde por quitarles las ilusiones, sus ganas de
pasar a las Enciclopedias y libros de texto) verdades incuestionables,
verdades como puños, advertencias severas, y no os habéis desalentado,
desanimado, no se os ha quitado la venda ni queréis despertar, os daré
algunas observaciones más que consejos, aunque no me gustaría dar
consejos a nadie de mi propio fracaso, o de mi propia mala experiencia
en el mundo de la edición de novelas, aunque lo haré más que nada como
un bien público. “Humana cosa es apiadarse de los afligidos…”, así
empieza el Decamerón de Boccaccio, terminado en el 1351. Si has llegado
hasta este punto de hercúlea lectura, que lo dudo, te diré una verdad
absoluta: para ser novelista, un narrador nato, no hace falta ser
Licenciado en Filosofía y Letras, sino tener talento y fantasía
narradora. Con una buena historia bajo el bajo se puede acudir a un
plumífero engreído corrector de estilos, le pagas y ya la tienes lista.
Premios de novela:
Ganar un premio, ¡hay que risa! con la primera novela ni de guasa,
¡vaya!, mente primaria que tienes. Todos los premios están dados de
antemano, aunque se envíen con plica. Fundamental no pidas opiniones o
recomendaciones a escritores profesionales, ellos también tienen sus
problemas. Lo normal de los noveles es escribir a los autores famosos
haciéndole la pelota descaradamente y enviándoles relatitos a ver si hay
suerte y se admiran “de lo bueno que soy”, esto es bochornoso,
humillante, hay que tener dignidad y ser consecuentes con uno mismo y tu
destino. Si lo quieres más claro solo tienes que ver el último premio
Nadal de novela 2012 concedido al multipremiado y archiconocido Álvaro
Pombo. Tampoco pidas consejos de cómo hacer o deshacer un relato o una
novela, cada autor ha de ser su propio profesor, censor, conciencia
creadora o intuición, olfato de escritor o periodista, guionista, es
decir, cada autor ha de hallar su propio camino, tener olfato, su propia
técnica, ha de ser original como original es su personalidad: un ser
único e inimitable. Por este camino, puede, quizás, sin esperanza y con
demasiada fortuna, que alguna vez escribas algo digno y no un folletín
rosa de kiosco en papel reciclado. La flauta dulce no se toca por
casualidad. Aunque el burro toque la flauta siempre será un burro y no
un director de orquesta ni un director de cien como David Lean. La
suerte no existe, el campo está lleno de puertas, pero para el novel
todas están cerradas.
Me gustaría centrar este breve trabajo en la cuestión creativa más que
en cómo publicar “gratis” que esto es otra cuestión imposible tanto como
que un autor novel entre en el reino de los cielo editoriales,
evidentemente, o consiga un agente literario, todavía más peliaguda
tema, ellos no son ojeadores, sino empresarios. Ya lo he dicho en otras
ocasione una editorial es una empresa no los descubridores de talentos
ni las hermanitas de la caridad para las jóvenes promesas. Una vez oí
decir “pues si no me publican ellos van a perder a un talento, la
humanidad perderá un talento”, este lloriqueo interior les da igual,
tanto a las editoriales como a las Instituciones.
Te haré propuestas de una forma práctica y directa, una síntesis, con
esquemas, sin que sea un aburrido ensayo sobre novelística o teoría de
la novela o de cómo echar tu basura sobre Cervantes, sino que iré
directo hacia la técnica del arte de escribir relatos y novelas (no
narrativa que es otro asunto), fin primordial de este trabajo.
Entraré solamente en la técnica de escribir novelas o relatos de calidad
literaria, no de cómo escribir correctamente que es asignatura de
Gramática, o cómo ganar un premio literario, que es cuestión de
relaciones y amiguismo, no, nada de esto, sino de los atajos o sistemas
que usan los escritores para llegar de la oreja de los lectores, y
llevarlos a tu terreno, es decir, crear adictos a tu estilo personal de
escribir y pensar, vivir y soñar. Soñemos juntos, y el escritor pone un
anuncio con cada libro: “Busco a lectores para soñar juntos”, “lectores
cómplices que quieran dejarse llevar o engañar por mis historias
inventadas”.
Si puedes encontrar otra diversión y ocio que no sea la escritura, no
dudes en dejar la inútil escritura productiva. Un servidor de ustedes,
como ya he dicho, ha escrito unas veinte novelas y unos doscientos
relatos, ninguno de ellos vale un duro para las editoriales. Estoy
convencido que un premio es la única forma de salir del fango anónimo.
1).- Está prohibido aburrir al lector.
2).- Hay que ganarse el respeto del lector por lo bien que escribes.
3).- El primer párrafo de una novela o de un relato debe interesar al
lector, lo que se llama enganchar al lector como si lo cogieras con un
anzuelo. Una vez que es tuyo, ya le puedes contar tu historia.
4).-El lector ha de enamorarse de tus personajes y de los que les pasa.
5).-El autor (el escribidor o creador) no es el narrador o
narradores, por ello, el narrador queda de jugador líbero que puede
hacer y decir lo que le parece, sin que haya que culpabilizar al autor.
Esta cuestión la entiende perfectamente el lector.
6).- Hay que escribir de lo que uno conocer o que sea aleatorio al
mundo de tu oficio o experiencias personales, bien amorosas o de la
viuda misma.
7).-Por lo general el alter egos de los narradores es el autor que está detrás, y casi no se puede evitar. Asunto que debemos tener en cuenta.
8).-El autor es el médium entre el narrador y el lector, lo mejor es
que no se le vea, que quede invisible, aunque se escriba en primer
persona, en segunda o incluso en la forma omnisciente del autor en
tercera persona.
9).-En toda novele debe existir la intriga y el argumento o la
fórmula de mostrar al lector al culpable de un delito, pero ocultárselo a
los demás personajes de la novela. Así se crea un ambiente de si los
personajes serán capaces de descubrir al culpable. Es el truco de la
puerta cerrada o de la caja cerrada, qué es lo que contiene: un
misterio. Porque el misterio es intriga. Otra cuestión es la narrativa,
de la que aquí no hablo.
10). Juan Benet decía, refiriéndose al lector: “Te contaré sólo lo
que te conviene saber de la parte que a mí me conviene contar”. Porque
es conveniente no contarlo todo, para despertar la imaginación y el
interés de lector.
11).- Al lector no hay que darle sermones, sino sugerencias,
indecisiones, pistar, para que el lector entre en la zona de bastidores
de la novela. Además hay que meterlo en lugares extraños, peligrosos, en
campos de minas y confusos, para que se sienta incómodo.
12).- Toda novela debe tener momentos de tensión y relajación. La
tensión es el conflicto, los disparos, las persecuciones, las peleas,
los gritos. La relajación es todo lo contrario. Tranquilidad, viaje,
sexo, diálogo tranquilo. Esto debe ser repartido como en una montaña
rusa o gráfica. Puntos altos o cumbres, o fondos; o sea de forma
ondulante como la olas de sube y baja. Una excesiva tensión sin
relajación el lector sale agotado.
13).- El héroe perfecto no existe, debe tener sus virtudes y su
defecto, y siempre algo –un pequeño delito que ocultar–. Para que no se
nos convierte en superhombre. A la heroína le debe pasar lo mismo.
Porque nadie somos perfectos.
14).- Escribir bonito, no es escribir bien, sino pedante, y la
pedantería hay que dejarla para la poesía, u ofrecerla dosificada, en el
momento adecuado, y sin abusar. Escribir bien es expresarse de forma
comprensible, con exactitud y profundidad.
15).- Todo lector en un “voyerista”, le gusta humear y ver sin ser
visto, por ello la lectura de las escenas de sexo, deben tratarse con
cierta frecuencia y sin raya ni en lo ordinario ni en lo pornográfico.
Qué pasa en la alcoba. Esta es una cuestión donde se debe ser muy
cuidadoso, y reescribirlas varias veces, para que queden perfectas y
creíbles. Uno no debe preocuparse de decir “qué pensará el lector de
mí”. Sino qué pensará el lector del narrador.
16). El lector se convierte en nuestro cómplice, y conviene de que
los trucos literarios son convenciones ya estipuladas, no firmadas, en
cuanto se compra un tipo determinado de tema de novela. Si compra una
novela futurista ya sabe que el futuro es solo eso una ficción. Y si es
una fábula, ya sabe que los animales no hablan, pero el lector lo
aceptara.
17) Por ello, el autor debe crear leyes físicas y normas para que el
lector se convenza de lo que se le va a contar es cierto. Es como parque
jurásico, científicamente no es posible clonar a un dinosaurio de la
sangre de un mosquito atrapado en un trozo de ámbar. Pero el autor lo
monta tan bien que nos lo creemos como posible. O en La metamorfosis
de Kafka, un hombre no se puede o convertirse en un gran insecto. Las
alfombras mágicas no vuelan pero el lector se lo tiene que creer, porque
es una convención. Sin embargo, nos lo creemos, pues así será con la
historias que nosotros creamos.
falta texto....
Este opúsculo empezó en un taller de escritura creativa, y por la
acumulación de materiales y experiencias en las ediciones digitales,
Internet, e impresa en Amazon, quiero mostraros las posibilidades que
existen en la escritura creativa (arte literario). En principio no te
creas que, después de leer esto, vas a ser un novelista famoso que gana
premios, que te edita Planeta o puedas ganar dinero con ellas. El fin de
este libro aprenderás a jugar con las palabras, la técnica de la novela
y el relato para aumentar tu capacidad imaginativa y tus recursos,
conocer cuáles son los beneficios de la escritura y el placer que ello
supone, perder el miedo a la hoja en blanco, y disfrutar escribiendo,
luego tendrás confianza en escribir relatos más largo, e incluso novelas
más complejas. No todo, es técnica, pero ésta ayuda mucho. Con trabajo,
tenacidad y perseverancia de años se puede escribir bunas novelas.
Un amigo me propuso que le enseñara algunos trucos para escribir
novelas y relatos, lo cual me molestó en cierta manera, y le comenté sin
pensármelo, ¡joder, coño! un escritor que pretenda ser profesional de
la novela o del relato, como profesional lo es un médico, un ingeniero o
un técnico en informática, no puede usar trucos o fullerías en su
oficio. Esto de escribir es un oficio serio con el que todos se atreven,
sin saber que a la vez es arte en constante proceso. No somos bufones.
No es cuestión de magia o malabarismo de palabras, juegos nada más (las
palabras no son sílabas sino semántica, emociones, ideas), como si
cualquier hombre o mujer, que haya fracasado en su profesión y
necesitando salir del paro profesional busque en el relato o la novela
dar el golpe de suerte. Estos conceptos sí que le jodieron mucho, se
sentía un poco humillado y descolocado. “Bueno, pues me dedicaré al
ajedrez, a cantar o a los videojuegos…” -respondió con cierto
desprecio-. Luego pensé para mí, y, tú quieres ser novelista, vete a la
mierda ¡hombre! En este mundo hay que estar siempre a prueba de balas.
Hay que respetar mucho al lector, que es sabio y será tu último juez.
Cuando uno apunta demasiado alto, y no se consigue ese deseo, esa
meta: objetivo, te cargas de infelicidad y frustración. Uno tiene que
aspirar a lo que puede conseguir, hay que estar en la realidad y no en
la irrealidad de los sueños quijotescos. Para conseguir un sueño
primero ha de existir un deseo irrefrenable, si este deseo, primigenio,
no existe nada se puede emprender. Yo no puedo ser Mario Vargas Llosa, García Márquez, Javier Sierra Albert, Arturo Pérez Reverte, Javier Cercas Mena, Javier Marías, Carlos Ruiz Zafón, Antonio Gala, Lorenzo Silva… y
desde luego que me gustaría ser como ellos y vender libros en las
ferias, pero como no es posible lo he aceptado definitivamente y ya no
escribo. Porque lo peor de todo es avanzar uno en la edad y creerse uno
lo que no es. Otros aficionados principiantes que no saben ni lo que
escriben, pretenden que yo les lea sus trabajos para ver si yo les puedo
descubrir algún rasgo de genialidad. Serán gilipollas, sí tú mismo no
sabes juzgar tu propia obra, como pretendes que otros encuentren signos
de maestría en ellas. No hay genios ocultos a partir de los 15 años, los
genios florecen solos desde pequeñitos saben ganar premios y
buscárselas. El escritor es como el pintor, trabaja y encuentra, busca y
desecha, muestra y asombra, y no espera reconocimientos sino provocar,
ser testigo y asombrar a los demás. La escritura evoluciona como los
cuadros de arte contemporáneo, no se puede escribir igual que
Cervantes, porque ya Miguel de Cervantes en su tiempo era vanguardista.
Hay que ser vanguardista en cada momento histórico en que vivimos. Por
ejemplo hay que empezar una novela con pegamento y elementos sádicos y
mórbidos. Un caso práctico: “Cuando la policía entró en la habitación
vio a un hombre muerto sobre la cama que tenía metido en el culo un maja
de madera…” A partir de aquí te enrollas porque el lector es tuyo, ya
has conseguido -a través de su mente mórbida- capturar su atención.
Tienes que jugar con la mente el lector, con su mundo sicótico,
patológico, psiquiátrico, y sus miedos. Otro caso práctico “De repente
apareció en Nueva York descalza, en bragas, sin dinero, sin móvil, sin
pasaporte y en la mano derecha unas llaves ensangrentadas…” Te invito a
que sigas este relato, si no puedes seguirlo deja definitivamente la
novela de intriga, careces de imaginación y fantasía.
Los superventas son una mezcla de novela histórica más policíaca de
intriga, de costumbres, de misterios, algunos muertos, y con gran
velocidad y fuerza narrativa (diálogos y frases cortas), es el caso de Carlos Ruiz Zafón con La sombra del viento, El prisionero del cielo, El juego del Ángel, La trilogía de la niebla…, o la pornografía sadomasoquista de Las sombras de Grey y
que ha ganado todos los premios, sin olvidarnos además, que está
respaldado por la Editorial Planeta, la más importante editorial de
España e Hispanoamérica, con un poder de difusión garantizado en
televisión y en periódicos como El País, El Mundo, ABC. Y si
encima sitúas la acción de la novela en Cataluña, con un poco de guerra
civil y tortura franquista, el éxito está asegurado. Un buen marketing
hace de una novela que sea vendible, pero no la mejora. La Coca-Cola
vende un refresco, ¡increíble MENTIRA, vende a un país, a los Estados
Unidos de Norteamérica y el sueño americano, otra mentira.
La mayoría de los lectores dejan aquí la lectura de este artículo. Sígueles y no pierdas aquí más tiempo…
Los libros de texto de Literatura ilusionan a los jóvenes a
ser escritores y poetas de fama mundial, el deseo de ser querido e
importante (yo quise ser Arthur Rimbau, poeta simbolista francés auténtico arquetipo del enfant terrible y genio natural),
pero no les enseñan nada práctico, cuando en realidad todos estos
autores biografiados son fracasados de la vida académica y laboral. La
escritura puede ser dañina, debe tomarse como un ocio, como un
entretenimiento, jamás como un oficio. Solamente el 5 % de los que
tienen sueños de escritores consiguen publicar a duras penas, y solo el 1
% consigue vivir de ello o ser famoso como Saramago, Vargas Llosa,
García Márquez, Almudena Grande… (Prohibido pensar que algún día podrás
ser como ellos). El 99’99 % de las primeras novelas se las tiene que
pagar el autor. Una cosa es ser escritor y otra distinta novelista, o
poeta. Escritores somos todos, novelistas muy pocos. Aunque cada uno
llevemos a un novelista dentro, con 20 novelas inédita en el cajón.
Cada día alguien ilusionado con ser novelista entra en esta página
(tú no eres el primero, o la primera) otra cosa quiere decir que lo
lean todo como una medicina amarga, lo cual significa que cada día hay
más gente que se incorpora a esto de escribir una novela, algunos me
agradecen que les abra los ojos, otros me insultan desde el anónimo de
su correos electrónicos y me llaman fracasado, otros se enfadan porque
se reconocen como los nuevos gnomos escritores o les desilusiono o
quito las ganas de escribir, como si yo fuera el culpable de la realidad
editorial. Otros me dicen que debo quitar esta página de Internet
porque desaliento a las jóvenes promesas, otros me hacen la pelota,
empiezan suaves con elogios y en el siguiente correo me ponen verde o me
cuentan su vida literaria, como si a mí me importara la vida privada de
un desconocido/a, y otros me culpan de sus fracasos literarios. Otros
me dicen que quieren escribir una novela para ellos mismos, sin
publicarla, pues adelante ¿para qué me preguntas? La gente es así, al
principio se agarran a un clavo ardiendo, pero luego cuando despuntan si
te he visto no me acuerdo. Nadie está obligado a leerse este tocho,
este “meaperros”. Mi intención es simplemente samaritana, la de abrir
los ojos a los que me siguen en edad, ya tengo 62 tacos, 20 novelas
inéditas, cientos de relatos y unos 200 recibos de correo de haber
enviado por triplicado originales a las editoriales y a Agentes
Literarios.
Eres promesa en la literatura cuando eres joven y tienes la cabeza
llena de grillos, pero no te publican; y cuando tienes más de 60, ya no
eres promesa y ya no merece la pena invertir en ti, y no te publicarán.
Porque además tienes la cabeza llena de desengaños y codazos,
zancadillas y, encima, ya es tarde, se te pasó el arroz.
Lo que puede uno es escribir su propia biografía con sinceridad y una
pizca de humor como un regalo a tu dos o tres únicos lectores
potenciales: tus hijos, que tampoco llegarán a leerte. En fin que a dos
páginas diarias tendrás 730 páginas en un año. Y habrás tenido la
cabeza ocupada en el pasado y no en la cotidiana realidad.
Publicar:
¡Ah publicar!, este es el dilema, la pared a subir sin cuerda de
seguridad. La única posibilidad que tiene el autor novel de publicar
sin pagarse la edición es contactar con un Agente Literario,
enviarle la novela (nunca mandes un manuscrito a locas, contacta
primero con ellos para ver si les interesan tus propuestas. Tienes que registrarla,
pero esto son rollos que tienes que saber ¡coño!). Si aceptan, la
leerá uno de sus lectores contratados o voluntarios, o lacayos que se
han leído miles de novelas, si superas este primer filtro (hay que
esperar, ellos reciben cientos de novelas) la enviarán a un editor que
ellos creer afín al estilo de la novela (harán un contrato) .
Estos son cosas que caen de cajón. Los editores confían en los Agente
Literarios más que en los autores, porque estos se juegan sus
comisiones, y, la confianza del editor para que este vaya a tiro
seguro. Es mucho el dinero que hay detrás como para hacer disparos de
pruebas. Te recomiendo visites la web de ESCRITORES. Los jóvenes editores hacen un Máster en Edición, y están muy preparados, no le puedes colar basura.
Los editores apuestan por escritores famosos, que le saquen de
apuros económico, que son -los famosos- los verdaderos precursores para
amortizar la inversión. ¿Cómo llegaron a esa fama?, yo no lo sé. He
visto en los stand de ferias de libros, a famosos firmando libros sin
parar, con un público que solo buscan la firma en el libro que le acaban
de comprar y no leerán. Y también he visto jóvenes noveles en los
estand con buenas novelas sin un solo cliente y caras de frustración.
¿Qué buscan los lectores fama o calidad?
Si no puedes publicar abre un blog y date a conocer, la
competencia es muy dura. Empieza a publicar en Amazon, que es gratis, u
otros portales de ediciones gratuitas de libros impresos y digitales.
La mayoría de novelas publicadas en España son traducciones. Compran los derechos de novelas ya rentables.
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