viernes, 19 de febrero de 2016

La Guardia Civil en la guerra de África. Fragmento Introducción "El héroe de Nador", de Ramón Fernández Palmeral

El héreo de Nador. Libro de 156 páginas. Publicado en LULU. Estados Unidos.




 Introducción


 1.- La Guardia Civil en Marruecos

La presencia de la Guardia Civil en Marruecos fue permanente a partir de  las primeras campañas entre 1859-1860,  en la que fueron enviadas  70 hombres de Caballería y otras 75 de Infantería,  mandados por un capitán, oficiales y suboficiales, organizados en una compañía y escuadrones, para unirse a tres cuerpos de Ejército de soberanía de un total de cuarenta mil hombres, al mando del general Leopoldo  O´Donnell, conde de Lucena.  El objetivo era la conquista de Tetuán que tenía una importante población de origen andaluza. La guerra concluyó tras la batalla de Uad-Ras.
Tenemos testimonios sobre los importantes  servicios de  la Guardia Civil a través de los escritores Pedro Antonio de Alarcón en su Diario de un testigo de la guerra de África,  Editorial Gaspar y Roig, Madrid, 1859, (que contiene abundantes ilustraciones) o la obra del corresponsal de Las Novedades, Gaspar Núñez de Arce. Ambos elogiaron la bizarría, valor y disciplina de estos veteranos soldados que se entregaron bravamente a la misión encomendada bajo el principio irrenunciable que les legó el Duque de Ahumada en el artículo primero de su Cartilla Militar: «El honor ha de ser la principal divisa del Guardia Civil, debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se recobra jamás».
Otros libros más recientes es el de Carlos Canales, Editorial Medusa, y comentado por Dani Alfonsea, octubre 2001, nos diserta que: «La Guerra de África saca del cuasi-olvido una guerra que podría considerarse la última guerra romántica de España. Fue éste un conflicto breve pero sangriento, con auténticas batallas campales contra el ejército del Imperio de Marruecos, a diferencia de los diversos enfrentamientos fratricidas librados enla Península o los interminables combates contra las guerrillas rebeldes en otros conflictos exteriores».

A la Guardia Civil en Marruecos le constan hechos de guerra y bizarría en sus misiones durante su peculiar servicio de orden público:  distribuidos por parejas ponían orden en los zocos, alrededores de las mezquitas, mantenían a raya a los ladrones y descuideros además ejercían el servicio de policía militar en los campamentos del ejército español, más de los servicios de escolta al propio conde de Lucena, comisarios o altas personalidades, puesto que eran los únicos militares profesionales de absoluta confianza del mando, los soldados más disciplinados imbuidos del espíritu de su fundador (El Duque de Ahumada y de las Amarillas ), basado, fundamentalmente en el honor.  Las demás  tropa del Ejército procedían del reclutamiento forzoso o de reemplazo.  La victoriosa campaña sobre Tetuán concluyó con un desfile militar en Madrid, la Guardia Civil tuvo el honor de encabezarlo. Estas victorias le valieron al general  Leopoldo O´Donnell el título de duque de Tetuán, y más tarde nombrado Presidente del Consejo de Ministros. 
·           Tras la Conferencia de Algeciras celebrada en enero de 1906, representada por doce naciones, se decidió una serie de reformas, respetando la soberanía de Marruecos,  en la que, al legitimarse la «protección» europea sobre el citado país, se dio luz verde a las aspiraciones españolas, que fueron sin embargo recortadas, debido a la pugna imperialista que enfrentaba a Francia, Inglaterra y Alemania. No se cumplieron los acuerdos, y, a consecuencia de ello se rebelaron las cabilas marroquíes, y como represalia se produjo el bombardeo francés de Casablanca en julio de 1907. Esta zona marroquí fue ocupada por Francia hasta 1963 en que le dio la Independencia.
La guerra de Marruecos se reanudó otra vez tras la emboscada o encerrona a las tropas españolas por las cabilas rifeñas en el  Barranco del Lobo en 1909, cerca de Melilla, donde perdió la vida el general Guillermo Pintos Ledesma, oficiales y decenas de soldados e importante material de guerra. Como era de esperar el gobierno español propuso una campaña de castigo y represalia a los supuestos rebeldes rifeños. La incorporación de reservistas y soldados de cuota (cantidad de 2.000 pesetas por librarse del reclutamiento o contratar a un sustituto),  ocasionaron profundo malestar y huelga general y dio lugar el 26 de julio a la Semana Trágica de Barcelona. M. Tuñón de Lara en su libro El Movimiento obrero en la Historia de España, escribe:

El saldo trágico de aquellos días era: tres muertes y 27 heridos por parte del ejercito de seguridad; una muerte y 46 heridos de la Guardia Civil; 82 muertos y 126 heridos de la población civil (102 muertos según fuentes no oficiales); cuatro muertos y 18 heridos de la Cruz Roja.  Los detenidos eran casi un millar. El 13 de agosto fueron fusilados los obreros José Miguel Baró, Antonio Malet, Ramón Clemente y el guardia de seguridad, Eugenio del Hoyo, que había hecho causa común con los insurrectos. Francisco Ferrer fue detenido y acusado, con pruebas más que dudosas, de «autor y jefe de la rebelión». Ferrer, que no era ni podía ser dirigente de nada, fue la víctima expiatoria. Condenado a muerte, Maura se negó a que el rey otorgase indulto. La Cierva dijo que «iba a liarse la manta a la cabeza», e hizo declaraciones como ésta: «La fiera está en el cubil; la tenemos acorralada; hay que hostigarla para que salte y acabemos con ella.» ... y para ello envió de gobernador de Barcelona a un amigo personal suyo, Crespo Azorín. El 13 de octubre era ejecutado Ferrer, y la indignación se extendió por todo el país y por Europa y el mundo entero.

La Semana Trágica terminó con la caída del presidente de gobierno Antonio Maura, jefe del partido Conservador, por la muerte de cinco soldados y unos cien civiles muertos.  Restablecido  el orden  y reiniciado el conflicto bélico en el Norte de Marruecos,  el alto mando solicitó nuevamente los servicios de la Guardia Civil, esta vez acudió con un importante contingente, que con los que ya existían destinados en Ceuta y Melilla, arrojó un total de 5 oficiales, 95 de Infantería y 35 de Caballería para Ceuta, y 2 oficiales y 21 guardias para la de Melilla  en tres Puestos: Mar Chica, Tres Forques y Gurugú.
 En 1911 empezó la campaña del río Kert, límite o frontera del que se había acordado no pasar por aparte de ambos bandos. El general Berenguer creó una Unidad de mercenarios marroquíes destinada a la vanguardia, con el nombre de Fuerzas Regulares, al mando de oficiales españoles (estos iban a caballo). Hubo también un nuevo aumento de fuerzas de la Guardia Civil.  El periódico el Telegrama del Rif, fundado en 1902 por Cándido Lobera, comandante del ejército y periodista, llamó al jefe sublevado «Santón Abmisían», nombre de Mohamed Amezián, considerado shrif o noble nacido en San Juan de las Minas al oeste de Nador. En mayo de 1912 el «Santón Abmisián» calló acribillado por las Fuerza Regulares Indígenas, al creer que no iba a ser atacado por los mercenarios marroquíes.
Finalmente, el Protectorado español de Marruecos fue instaurado en 1912.  España se encargó de la región del Rif, (zona montañosa al Norte de Marruecos, y el resto del territorio gestionado por Francia.  Sin embargo, desde una fecha anterior, 1909, hasta 1927, el Protectorado hispano-francés estuvo seriamente comprometido por la resistencia de los rifeños a aceptar el dominio español en la zona de conflicto, lo que se tradujo en violentos enfrentamientos que produjeron innumerables bajas para la población.
Para evitar la expansión francesa en la zona atlántica fueron ocupadas las localidades portuarias de Larache, Arcila y Alcazalquivir en el interior que comunicaba con Tetuán. Tánger quedó bajo un régimen de administración internacional, años en los que aparece en escena Ahmed El Raisuni, instalado en su refugio de Tazruf en la cabila Beni Aaros, reticente por no haber sido nombrado jalifa (gobernador supremo dependiente del Sultán, el jalifato se pretendía establecer en Tetuán). Se cometen unos secuestros en Tánger y sus alrededores, el primer secuestrado fue el hijo de un armador inglés llamado Perdicaris, un millonario norteamericano de origen griego,  y también secuestraron a un británico consejero del sultán Abd-El-Azís. Cuando el presidente norteamericano Theodore Roosevel tuvo noticias del secuestro, sentenció a la manera que le era propia a los norteamericanos: Perdicaris vivo o Raisuni muerto.
El Raisuni declara la guerra contra los intereses españoles entre Larache, Arcila, Alcazarquivir y Tetuán. Se celebró una entrevista entre el Raisuni y el general Fernández Silvestre en Tánger en febrero de 1913, no llegaron a un acuerdo, como si el interés por continuar la guerra les fuera más rentable.

En 1915 las fuerza de la Comandancia de la Guardia Civil en el Protectorado de Marruecos, se componían de un comandante, tres capitanes, 12 tenientes y 344 clases y tropa que tuvo destacada actuación en la ocupación de Xauen en octubre de 1920, entraron en la ciudad escoltando al general Berenguer, como puede verse en un cuadro  del pintor impresionista granadino Ariola Bertuchi (1884-1955), entrando a caballo por la puertas de la ciudad Marroquí.  Desde marzo de 1921 la Comandancia de marruecos tenía 4 compañías de Infantería con cabecera en Ceuta, Tetuán, Melilla y Larache, con un escuadrón de caballería en Ceuta y dos secciones, una en Melilla y otra en Larache.
  La Compañía de Melilla, estaba mandada por el capitán José García Agulla, contaba con la plantilla más reducida, tan sólo 75 hombres, compuesta por dicho capitán, 2 tenientes, 1 alférez, 46 clases de tropa de Infantería. El teniente Fresno era el jefe de Línea de Nador cerca de la Mar Chica.




       2.- El Desastre de Annual

El comandante general de Melilla: Manuel Fernández Silvestre, desoyendo las sugerencias de sus oficiales asesores, y deseoso de agradar al Rey Alfonso XIII con una importante victoria militar para acallar a la oposición, realiza una incursión muy arriesgada a unos 90 kilómetros al Oeste por al Interior, al sur de Alhucemas.

 Tomo notas del Expediente Picasso:

 «...arriesgada incursión en la kábila de Tensamán, sobre la izquierda del río Amekran, raya virtual por entonces de la zona sometida, en demanda del áspero contrafuerte de cabo Kilates, con decidido propósito de alcanzar el río Neckor y la bahía de Alhucemas, y que en su primera etapa se traduce en efímera ocupación de monte Abarrán, sin preparación ni medios adecuados, prólogo de la catástrofe provocada en aquel territorio». 

 Hasta Annual, localidad situada  a unos noventa kilómetros al oeste de Melilla, establece su cuartel general en la ribera derecha del barranco de Aghzar Ameqrán o Amkrán, en un llano, sin fortificación, se vio atacado por el rifeño rebelde Abd-el Krim el Jatabi natural de Axdir, de la cábila de Beni-Uariagel nombrado emir del Rif; más varios dirigentes históricos reunieron una importante fuerza de las cabilas en nombre de la  yihad o guerra santa y en los días 16 y 17 de Julio de 1921 ocurrió el desastre militar español.
  Las fuerzas españolas fueron atacadas por las harcas rifeñas, cercados y sin alimentos ni agua, pasando mucha sed, se produjo una desorganizada retirada en la que murieron según unos autores: diez mil hombre, otros dice que nueve mil. Tras una desorganizada retirada del monte Arrabán, territorio de Tensaman, se refugiaron en el campamento del Monte Arruit. El expediente del general de división Juan Picasso González, fechado el 18 de abril de 1922  (primo hermano de Pablo Picasso) no arroja luz sobre el número total de víctima. Saco algunos datos del informe:

   «...el mando no tenía confianza en los subordinados, y lo que acaso fue origen de la desbandada que siguió  a la evacuación, puesto que los mismo que habían de dirigir a la tropa se encontraron sorprendidos y desorientados ante un acto que ni podía suponer, ni creemos que tenga antecedentes, ni aún que pueda tener repetición en la historia militar».

 Unos autores aseguran que el general Silvestre se suicidó, suceso improbable y, si es así por qué no apareció su cadáver, otros aseguran y es la versión más creíble que fue torturado por los rifeños y luego quemaron su cuerpo para hacer desaparecer la pruebas del asesinato alevoso.
Tras esta importante victoria, las harcas rifeñas se dirigieron al fuerte del Monte Arruit, amurallado y con dos torres,  que servía de base intermedia entre Annual y Melilla, tenía una estación de ferrocarril. El 9 de agosto de 1921 estaba mandado por el general Navarro, y unos 2.800 hombres, muchos de ellos supervivientes de la retirada de  Annual. Tras un asedio se acordó la rendición bajo palabra de respetar sus vidas, y fueron hecho prisioneros –según el libro del periodista Luis de Oteyza Abd-El Krim y los prisioneros, Ciudad Autónomo de Melilla, año 2000. Un general, 42 oficiales, 411 suboficiales y tropa y 32 civiles.  Seis o siete meses después fueron liberados con un recate de cuatro millones de pesetas que aportó un  banquero vasco, más la devolución de unos 70 prisioneros marroquíes. Tras el desastre de Annual y Monte Arruirt, la Prensa hizo leña como es de costumbre y juicios políticos, en el sentido de que si en África en vez de haber mandado a soldados inexpertos y mal pertrechados se hubieran enviado tercios de la Guardia Civil, con la décima parte si hubieran conseguido avances rápidos.
 Una novela imprescindible para conocer en profundidad lo sucedido y las miserias en los blocaos, basada en hechos reales, es Imán del periodista Ramón J. Sender.  También hubo traidores entre los españoles y rendiciones injustificadas. Francisco Franco o El Comandantín, como  le llaman sus compañeros por su juventud y baja estatura, también hizo sus pinitos de escritor en Diario de una bandera, llena de tópicos militares, sin valores literarios.
  De las culpas del desastre de Annual, tampoco se escapó de ser  censurado y acusado de negligencia por el Expediente Picasso el general Dámaso Berenguer, que herido en su orgullo se defendió de dichas acusaciones con el libro Campañas del Rif y Yebala 1919-1921.
La ciudad de Melilla se salvó, bien porque  Abd-el- Krim Al- Jattabi no sabía de las debilidades de la ciudad desprotegida, o no quiso complicaciones internacionales o porque se lo impedían la resistencia de localidades cercanas como Zeluán, San Juan de las Minas, Segangan o Nador. La guarnición de  Zeluán   acudió al socorro del Monte Arruit, en Zeluán sólo quedaría un puesto la Guardia Civil que al quedarse sin municiones pactaron una rendición, los rifeños no lo respetaron el acuerdo y los degollaron salvajemente. Las distintas fuerzas no pudieron replegarse y se refugian en  Nador, son cercadas, cuentan con 184 combatientes, dos mujeres y dos niños, no tienen agua ni bebidas, además, el agua en Marrueco no se podía beber salvo arriesgándose a las fiebres palúdicas. Entre los defensores hay una sección de la Guardia Civil. El teniente coronel Francisco Pardo Agudín de Infantería organiza la defensa el teniente Ricardo Fresno Urzay, Jefe de Línea de Nador, El alférez Lisardo Pérez comandante de Puesto de Segangan, con guardias y soldados se hace fuerte en la torre de la iglesia de Nador, el resto toman la fábrica de harinas y electricidad, único edificio que ofrecía garantías de defensa. Resistieron diez días a base de galletas y sin agua, no sin antes demostrar actos de heroísmo por los guardias Callejón, Almarcha, Laureano Lozano y otros. 
Años después, el 25 septiembre de 1925 dos flotas españolas y  con ayudas de Francia desembarcaron en la bahía de Alhucemas unos 13.00o soldado, al mando del general Miguel Primo de Rivera,  y como jefe ejecutivo el general José Sanjurjo. Entre los jefes se encontraba el coronel Francisco Franco, quien por su actuación al frente de las tropas de Legión fue ascendido a general de brigada. Este operación de desembarco mar-tierra, fue estudiad en 1945 por el general estadounidense Eisenhower para el desembarco de Normandía.
  Llegó la forzada la paz y la desaparición del Emirato del Rif tras la rendición de Abd-El-Krim al ejército galo.  Francia y España le dieron la  independencia a Marruecos el 17 de abril de 1956.  Mohammed V llegó a Madrid el 4 de abril de 1956 y Franco le recibió al pie de avión. España reconoció la independencia  de Marruecos y su plena soberanía, excepto Infi, algunos islotes (Perejil). Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla son territorios históricos españoles de propio derecho. 

En enero del 2005 el Rey Juan Carlos I visitó Marruecos y se entrevistó con el rey marroquí Mohamed VI, en un abrazo de cooperación económica y cultural, y han acordado fundar la Universidad de los Dos Reyes, cerca de Tetuán. Lo que es una muy buena noticia de buen entendimiento entre dos vecinos enfrentados a través de la historia.

Fragmento:
El héroe de Nador

Autor Ramón Fernández Palmeral

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jueves, 18 de febrero de 2016

El Rif en Marruecos

El Rif en Marruecos

Ante las presiones a favor de la independencia de los1956 la independencia del Rif.
territorios marroquíes que controlaba, España firmó en abril de
El Rif se ha visto excluido de la vida política del Marruecos independiente, y así en 1921 se produjo la revuelta del Rif contra las tropas del ejército, que se saldó con unas 8.000 bajas por parte de los rifeños. El Rey Hassan II, durante todo su mandato, sumió al Rif en la pobreza y la ignorancia, con la idea de que esto podría acabar con las ansias independentistas que una vez partieron de mentes intelectuales, haciendo desaparecer cualquier estudio de la lengua y cultura bereberes de la zona. Más aún, Marruecos ha influido también (a través de acuerdos no escritos con el Gobierno español[cita requerida]) en la población bereber de Melilla, donde se ha procurado de igual manera desvanecer la verdadera historia de los pobladores del Rif, con el fin de evitar una nueva revuelta que vuelva a perseguir una independencia. Con la llegada al poder del hijo del mencionado rey, Mohamed VI, la población bereber ha experimentado un levantamiento del castigo impuesto por Hassan II y hoy en día se puede ver cómo los estudios bereberes, su cultura y, sobre todo su lengua, se estudian en distintos institutos y seminarios repartidos por todo Marruecos, ante todo en el norte.
Durante el reinado de Hassan II, etapa conocida como los Años de plomo (Marruecos), el pueblo rifeño fue reprimido a la vez que marginado. Debido a ello se conoce la existencia de ciertas organizaciones políticas que reclaman desde un desarrollo para la zona hasta la separación de dicho territorio de Marruecos.
En Melilla, la situación de los rifeños cambió de manera radical con los acontecimientos de 1986, cuando una revuelta popular dirigida por Aomar Mohamedi Dudú exigió los derechos que esta población tenía de ser reconocida española. El delegado del Gobierno Español del momento, Manuel Céspedes (PSOE), concedió una medida sin precedentes, otorgando a la gran mayoría de bereberes residentes en Melilla (con la llamada tarjeta de estadística) el Documento Nacional de Identidad, con la oposición, entre otros de Alianza Popular y de la Unión del Pueblo Melillense. Desde entonces, los rifeños melillenses, ahora españoles, han reivindicado su condición cultural y su lengua como "autóctonas" y pretendiendo unir (hasta ahora sin éxito) estos dos denominadores identificativos al panorama cultural y lingüístico de España, o al menos, al de Melilla, como parte del Rif, poblacional y geográficamente hablando.
En 2008, el rey de Marruecos declaró "fuera de la ley" al principal partido político bereber, el Partido Democrático Amazigue Marroquí (PDAM),3 lo que originó un fuerte descontento popular.

miércoles, 17 de febrero de 2016

La guerra de Rif (norte de Marruecos). Protectora español desde 1912

Mapa protectorado español 2

Guerra del Rif

Después del establecimiento del protectorado conjunto, el Rif mantuvo su resistencia al dominio extranjero. El Rif es la cadena montañosa que confina el litoral mediterráneo de Marruecos. Habitado por tribus berberiscas, siempre resistió a las tentativas de invasión venidas de los reinos cristianos del norte, España y Portugal.
Los españoles, a los cuales tocaba la administración de esa región, sufrieron una serie de incursiones contra sus intereses industriales en Marruecos, lo que provocó la declaración de guerra.
En 1921, la tribu de Beni Ouriaghel, instalada en la región de Al-Huceima, entró en rebelión abierta dirigida por un antiguo funcionario de la administración española, Mohamed Ben Abdelkrim El-Khattabi. Joven, carismático e inteligente, dirigía un pequeño ejército e infligió algunas derrotas a los españoles.
 
El general Silvestre encabezó un ejército para terminar con los Beni Ouriaghel, pero sufrió una derrota en Anual en junio de 1921: la casi totalidad de sus tropas, quince mil soldados, encontró la muerte en batalla, y el general se suicidó.

 El líder rifeño había matado a más de 8.000 soldados del Ejército español en el desastre de Annual (21 julio 1921), hizo prisionero a 658 militares y durante el cautiverio murieron 300 de ellos. Y por esos que aún estaban vivos Abdelkrim exigió al Gobierno un rescate de cuatro millones de pesetas de aquella época y la liberación de varios rifeños. Se pagó y los prisioneros, enfermos y malnutridos, volvieron a casa, pero el Rey Alfonso XIII no fue a recibirlos ni a darle las gracias por su lucha y esfuerzo por España. El monarca tenía obligaciones más importantes en aquellos días, estaba cazando con un grupo de amigos.

En Madrid, las derrotas del Barranco del Lobo y el Desastre de Annual provocaron graves crisis de gobierno, e incluso disturbios en Barcelona (Semana Trágica) pues se obligaba a combatir por proteger estos recursos industriales a toda la población que no pudiera pagar la exención. Los sucesivos fracasos del Gobierno frente a Abdelkrim fueron la causa de un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923 dado por el general Miguel Primo de Rivera, que suspendió la Constitución e instauró la dictadura.
Famoso por su victoria y rico por la gran cantidad de armas ligeras y pesadas conseguidas en el campo de batalla, Abdelkrim extendió su autoridad al conjunto del Rif. En febrero de 1922, declaró la República rifeña y se nombró presidente. No contento con sus victorias sobre los españoles, Abdelkrim envió emisarios a las tribus de la zona del protectorado francés para invitarles a incorporarse a la rebelión.
Hubert Lyautey, residente general de Francia, reforzó los puestos de vanguardia para proteger las ciudades de Meknes, Taza y Fez, pero el llamado «mariscal monárquico» era poco apreciado por el Gobierno republicano francés, y no obtuvo los refuerzos solicitados.
Cuando Abdelkrim lanzó en abril de 1925 su ofensiva hacia el sur, empujó sin problemas a las tropas francesas hacia Fez y Taza. Lyautey dimitió y el Gobierno francés confió las operaciones al mariscal Philippe Pétain, aureolado por su victoria en Verdún y bien visto por los medios republicanos, que consiguió de París los medios que se habían negado a Lyautey. Organizó una contraofensiva masiva basándose en la aviación, y se benefició de la ayuda de los españoles. España lanza entonces el Desembarco de Alhucemas (8 de septiembre de 1925) bajo la dirección del general Primo de Rivera poniendo fin a la guerra con el mayor desembarco aeronaval que se había realizado hasta entonces.
Abdelkrim se rindió y fue exiliado a la isla de La Reunión. Consiguió escapar y refugiarse en El Cairo, donde murió en 1963.
La guerra del Rif se considera una de las grandes epopeyas nacionales de Marruecos. A los ojos de los nacionalistas árabes, sigue siendo un gran símbolo de la lucha anticolonial.


LA GUERRA DEL RIF: 2 – UN NOBLE PERO INCAUTO GENERAL

El 12 de febrero de 1920, el general Manuel Fernández Silvestre y Pantiga, un militar valeroso y considerado con la tropa, tomó posesión del cargo de Comandante General de Melilla. Había nacido en El Caney en 1871, cuando Cuba era una provincia española. Con 21 años se graduó como segundo teniente de Caballería. Con 24 participó en la guerra de Cuba. En solo dos años, intervino en más de cincuenta combates y demostró un coraje desmedido y una audacia inigualable, que le valieron tres ascensos por méritos de guerra y varias condecoraciones. Recibió veintidós heridas en combate, de las que, al menos en dos ocasiones, salvó la vida milagrosamente, forjando así su leyenda de héroe con buena estrella. No obstante, cuando volvió a España con 26 años, traía el brazo izquierdo inutilizado.
Manuel Fernández SilvestreEn 1904 fue destinado a Melilla al mando de los Cazadores de Alcántara. Allí estudió chelja, obteniendo la calificación de sobresaliente que le otorgó –ironías del destino– Mohammed Abd el-Krim, quien entonces trabajaba como traductor para la administración española. Posteriormente desempeñó cargos en Casablanca y Larache, en los que tuvo ocasión de sufrir la tortuosa experiencia de negociar con las cabilas.
Cuando tomó posesión de la Comandancia General de Melilla, era una leyenda viva, con una amplísima experiencia militar y una hoja de servicios impresionante. Resulta muy difícil comprender como, al planear aquella campaña, pudo equivocarse tanto en sus estimaciones y concatenar tal cúmulo de decisiones desacertadas. Una trágica mañana de julio, en la trampa mortal de Annual a la que había conducido a sus tropas, no pudo soportar el inmenso descalabro causado por sus errores. El general era un hombre de honor y se sintió obligado a quitarse la vida con su pistola de reglamento, cuando ya sus hombres habían evacuado el campamento bajo el fuego enemigo.
El efecto retardado de ese disparo, por cierto, también pondría fin a la monarquía liberal de Alfonso XIII.
Su plan consistía en controlar el Rif por medio de una línea de pequeñas fortificaciones que llegara hasta Alhucemas, corazón del territorio rebelde; pero no contaba ni con información fidedigna, ni con las tropas adecuadas, ni con los medios materiales precisos, y además no supo valorar acertadamente las advertencias y prevenciones de los oficiales bajo su mando.
Sin embargo es injusto descargar sobre él toda la responsabilidad de “El Desastre de Annual”, como hizo la investigación posterior al mismo. En primer lugar porque, desde las altas instancias gubernativas, se le exigían resultados sin proporcionarle los medios para obtenerlos. En segundo lugar, porque no podía iniciar ninguna acción, por insignificante y necesaria que fuese, sin contar previamente con dos beneplácitos: la autorización militar de su “Plan de Maniobra” por parte del Ministro del Ejército y la autorización política del Ministro de Estado; por esta causa numerosas decisiones que debieron ser estrictamente militares, fueron diplomáticas y desacertadas desde el punto de vista estratégico. Y en tercer lugar, porque su inmediato superior jerárquico, Dámaso Berenguer y Fusté, Alto Comisario en Marruecos y jefe del Ejército de África, manifestaba más interés que el propio Silvestre en la ocupación militar de la bahía de Alhucemas, según se desprende de sus declaraciones a diversos diarios, previas al inicio de la operación. Bien es verdad que tenían opiniones diametralmente opuestas sobre la forma de realizar esa ocupación. Ambos eran cubanos, camaradas de armas desde sus inicios en la carrera militar y amigos, aunque mantenían una notoria rivalidad. Berenguer era partidario de un avance progresivo, basado en pactos y compra de lealtades, mientras que Silvestre defendía una gran acción militar que pacificara el Protectorado de una vez por todas. Al final resultó un plan híbrido que hizo aguas por todas partes.
La Comandancia Militar de Melilla disponía oficialmente de unos 26.000 efectivos, aunque en realidad eran menos, ya que algunos, inexistentes, solo aparecían en los estadillos de las unidades con el fin de incrementar las asignaciones económicas. En todo caso y en teoría, una fuerza suficiente para controlar el territorio. Sin embargo en la práctica, el ejército colonial constituía una estructura obsoleta, inoperante y corroída por un cúmulo de graves carencias, tanto militares como administrativas.
Entre la milicia del Protectorado la corrupción estaba muy extendida. Desde el oficial que ganaba 500 pesetas al mes (sueldo de un capitán en 1921) y gastaba el triple, hasta el recluta que vendía su munición a los futuros enemigos, pasando por la intendencia que vendía a los rifeños los fusiles destinados a la tropa. Contagiada por este ambiente de corruptela, indisciplina y falta de control, parte de la oficialidad ponía mayor empeño en conseguir permiso tras permiso que en ocuparse de los hombres bajo su mando. Esto se reflejaba en la ausencia de mandos naturales sobre el terreno, pues se encontraban de permiso en la península, o en Melilla con los más general_picassovariados pretextos. Así ocurrió con muchos mandos los días 22 y 23 de julio, tal y como acreditó en su informe el laureado general Juan Picasso González –tío segundo del insigne pintor–, juez instructor contra el Comandante General de Melilla, en el sumario de responsabilidades para esclarecer los hechos que dieron lugar al Desastre. El conocido como Expediente Picasso.
La tropa estaba poco entrenada, mal alimentada y peor pagada. La mayoría de los soldados carecían de botas y calzaban albarcas o alpargatas que resultaban inadecuadas para moverse por aquel accidentado terreno. Estaban equipados con unos fusiles pesados, anticuados y defectuosos, procedentes en su mayoría de la guerra de Cuba, con los que era casi milagroso dar en el blanco. Hacía años que no se reponían las bajas ni de hombres ni de ganado, hasta el punto de que faltaban ya por cubrir unos 6.000 hombres y unas 2.000 cabezas de ganado. Carecían de armamento moderno, como por ejemplo morteros, que en aquella orografía hubieran resultado de enorme utilidad… Realmente, la única ventaja de aquel ejército sobre el que formaron los rifeños, era que disponían de cañones, pero eran tan anticuados, pesados e ineficaces como los fusiles. Sin embargo, en la memoria escrita por el Ministro de la Guerra, Luis deVizconde_de_Eza Marichalar y Monreal, VIII vizconde de Eza, tras visitar el Protectorado en el verano de 1920, describió la situación del Ejército como muy satisfactoria y de perfecta disciplina y organización e incluso afirmaba: por fin se ha dado con la orientación apetecible. Un pésimo observador el tal vizconde, o tal vez un hipócrita demagogo que públicamente defendía reducir el Servicio Militar a dos años y proclamaba que no enviaría ni un solo hombre más a Marruecos, al mismo tiempo que aprobaba todas las acciones militares tendentes a implementar la política de ocupación establecida por su Gobierno, aún a sabiendas de que los medios materiales eran deficientes y los humanos inadecuados.
Solo un año después, en el verano de 1921, el vizconde de Eza designó al general Picasso para que investigara los hechos y las causas del Desastre de Annual, pero impidiéndole buscar y atribuir responsabilidades a cargos situados por encima de la Comandancia General de Melilla.

Biografía del médico militar Fidel Pagés Miravé, descubridor de la anestesia epidural.







En  memoria al médico militar cirujano, comandante Fidel Pagés Miravé
 
   Colaboración:     Ignacio Velázquez , médico anestesiólogo

Publicado en el Alminar de Melilla

          Faulconer en su libro “Foundations of Anesthesiology” refiriéndose a Pagés afirma: “No se encuentran apenas datos sobre la vida de este importante cirujano español”. Esta concluyente afirmación unida a imperdonables omisiones de la figura de Pagés por historiógrafos de la anestesia o de la cirugía, y a graves errores en datos sobre su vida u obra, son razones más que sobradas para reivindicar la figura  de Fidel Pagés Miravé y sus extraordinarias aportaciones al mundo de la cirugía en general y de la anestesia en particular.
Fidel Pagés Miravé nació en Huesca el 26 de enero de 1886, de familia acomodada compuesta por Juan Pagés Marqué  y Concepción Miravé Sesé. Su padre fallece cuando Fidel cuenta con siete años de edad y su madre vuelve a contraer matrimonio. Sus primeros estudios los cursa en el Instituto de Huesca, donde ingresa en 1896. Alcanza el grado de Bachiller tras superar los últimos exámenes realizados los día 15 y 17 de junio de 1901. En ese mismo año inicia los estudios de Medicina en la Universidad de Zaragoza, de la que es Rector D. Mariano Ripollés.
              Obtiene el título de medicina el 12 de junio de 1908, después de siete años de estudios en los que consigue once matrículas de honor, doce sobresalientes y cuatro notables. Cinco días más tarde recibe la calificación de sobresaliente en los ejercicios de la licenciatura.

Recién terminada la carrera, prepara las oposiciones al Cuerpo de Sanidad Militar, cuerpo en el que ingresa el 30 de Septiembre de 1908 con el número tres de su promoción
En agosto de 1909  es comisionado al Hospital Militar de Melilla, donde comienza a ejercer como ayudante de cirugía, para pasar destinado en diciembre de ese año a la Compañía de Sanidad, por necesidades del servicio. Como recompensa a esta abnegada labor  y a la desempeñada en el Hospital Militar se le concede la Cruz de Primera Clase del Mérito Militar con distintivo rojo y pensionalidad.
          El 28 de enero de 1910 es destinado de nuevo al Hospital Militar de Carabanchel, Los reveses que sufre constantemente el ejército Español en el norte de África frente a las cabilas rifeñas, van a provocar el envío de nuevos contingentes de hombres a esa zona. Entre los oficiales que vuelven se encuentra Pagés. Es destinado al Regimiento de Infantería de San Fernando mandado por el teniente coronel Santaló y con sede en la proximidades de Melilla, en un lugar conocido con el nombre del Hipódromo. Sale de Melilla el 3 de agosto de 1911 con destino a Tarragona.
      El año de 1919 va a ser uno de los  más importantes en la vida de Pagés. Funda con el doctor Ramírez de la Mata la Revista Española de Cirugía, siendo a la vez de fundadores, directores, colaboradores y críticos. El primer número aparece en el mes de enero y lleva un artículo de Pagés: “Sobre un caso de estrangulación retrógada de epiplón”.

               En marzo de 1921 publica en la revista Española de Cirugía el que sin duda va a ser el trabajo más importante de su vida, “Anestesia metamérica”. Reproducido posteriormente en la Revista de  Sanidad Militar. Como dice Morisot  “este artículo es el primero en que no sólo sienta el principio de la anestesia epidural, sino también sus aplicaciones prácticas están codificadas perfectamente·. En tal aspecto, Pagés puede ser considerado como el verdadero promotor del método”. Efectivamente Pagés realiza una descripción pormenorizada de la técnica y de los “pocos datos históricos” que presenta el original método. La descripción que hace para la localización del espacio epidural por vía lumbar, demuestra un conocimiento perfecto de la anatomía al realizarlo solo con la percepción de las estructuras anatómicas.
         En el verano de 1921 sobreviene el desastre de Annual con la muerte del General Silvestre y la de miles de soldados del  Ejército Español, como consecuencia de la sublevación de los rifeños encabezados por Ab-del-krim. El lamentable incidente conlleva el envío urgente de tropas a Melilla asediada por los insurgentes. Entre los refuerzos enviados al Norte de África llegan insignes figuras de la cirugía española. Entre ellas se encuentran Bastos, Nogueras, Gómez Ulla y Pagés. Éste es destinado el cinco de septiembre como Cirujano Jefe de equipo al segundo grupo de Hospitales de Melilla, en particular al Hospital Docker.
           Por esta fecha se nombra Alto Comisario de España en Marruecos y General Jefe del Ejército de Operaciones a Don Dámaso Berenguer Fuste. Este nombra Jefe de Sanidad del Territorio a Don Francisco Triviño, Coronel Médico. Con posterioridad le sucederá en el mando el Inspector Médico de Sanidad Don Federico Urquidi Allbiño.

              Mediante una orden particular de la Plaza con fecha 11 de septiembre, se organizan 18 equipos de cirugía. Cada uno de ellos estará compuesto por: un cirujano jefe, un ayudante, un anestesista médico o practicante y dos enfermeros o sanitarios. Como director de los servicios de cirugía se nombra al Comandante Médico Don Mariano Gómez Ulla.
           Debido a la ferocidad y virulencia de los combates aumenta enormemente el número de bajas, por lo que se decide acondicionar diversos establecimientos militares como hospitales. De esta forma se clasifican los hospitales en cuatro grupos, cada uno de ellos con sus mandos naturales bajo la dirección del Inspector Médico del Territorio. El primer grupo estaba compuesto por el Cuartel Alfonso XIII y el Pabellón Mixto de Artillería mandado por el Coronel Médico Victoriano Delgado Piris. El segundo grupo compuesto por el Hospital Docker, por el Centro Hispano-Marroquí y por el Casino Militar estaba mandado por el Coronel Médico García Julián. El tercer grupo compuesto por el cuartel de Santiago, Hospital de Cruz Roja y el grupo Escolar, mandado por Francisco Alverico Almagro. Y el cuarto grupo compuesto por el Hospital Gómez Jordana, por el Hospital Central y por la Enfermería de Indígenas mandado por el Comandante Médico Roldán.
             Pagés se incorpora a su destino el 18 de septiembre. Recién incorporado se recupera de nuevo la ciudad de Nador. Con motivo de este combate se produce una enorme cantidad de heridos que afluye a los hospitales, entre los heridos se encuentra el famoso Teniente Coronel González Tablas y el Teniente Coronel Legionario Millán Astray, al que opera el día 20.
            El trabajo de Pagés en el Hospital Docker es continuo e incesante, especialmente cuando suceden los combates de Tizza el 2 de octubre, el de Atlaten y Segangan los días 10 y 11 del mismo mes o el de Tizza librado el 2 de noviembre. En estos días llegó a permanecer hasta 24 horas seguidas en quirófano. Por su comportamiento es felicitado por el Jefe de Sanidad del Territorio en oficio fechado el 10 de diciembre. Pagés no solamente espera en el Hospital la llegada de heridos, sino que cuando acontece el  avance de las tropas españolas se incorpora con su equipo quirúrgico a las zonas de combate. Estableció puestos quirúrgicos en Batel, Dar Drius, y Tistutin. Como comentó posteriormente el Coronel Médico Isidro García Julián: “…considerando Pagés que la suerte de los heridos de cerebro, vientre y hemorragia depende de ser prontamente intervenidos, se adelanta con su equipo”.  Con el hecho de incorporar los equipos quirúrgicos a la misma línea de combate, Pagés se adelanta treinta años a las modernas instalaciones de los equipos Quirúrgicos avanzados de la Sanidad de Campaña.

       Hay muchos testimonios de los enfermos que fueron operados por Pagés o de aquellos que mostraban la esperanza, tras caer heridos, de que fuera él quien los tratara.         Otros consiguieron sobrevivir a pesar de lo grave de sus lesiones; el Teniente Alafont de Zapadores con el cráneo atravesado por un proyectil, el Capellán López del Batallón de la Princesa con herida explosiva de hígado, el Teniente Montero del Tercio con fractura de vértebra con compresión medular o el Teniente Urzáiz con una bala que le destrozó la vejiga. En el libro diario de una Bandera del Comandante de Infantería Francisco Franco Bahamonde, contiene un párrafo que reza; “La noche es triste en  Ambar; el Comandante Fontanes está muy grave, y todos saben lo que significa una herida de vientre con el hospital tan lejos. El doctor Pagés es toda la preocupación del herido; él podría salvarle. En la Legión se siente admiración por este notable cirujano, que ha librado a tantos legionarios de la muerte”. La familia relata un último testimonio que por su curiosidad merece la pena anotarlo. En 1936 la viuda de Pagés, Berta Bergenman, contrajo segundas nupcias con un inspector de policía llamado Corrales Guerrero. Al inicio de la Guerra Civil detuvieron a toda la familia, fusilando al inspector Corrales en los primeros día de agosto. Doña Berta temiendo por la vida de sus hijos, encarcelados con ella en la “Checa” en que se convirtió el cine Europa, consiguió hablar con el Comisario Político responsable de su seguridad. Al explicarle que los hijos que ella tenía no eran de su actual matrimonio sino de su anterior marido el doctor Pagés, el Comisario Político ordenó la inmediata puesta en libertad de toda la familia. Pagés había sido el cirujano que le curó las graves heridas que sufriera en la Guerra de Africa de 1921.
           Con la conquista de Nador, Seganga, y Monte Arruit, el Protectorado se pacifica parcialmente y es repatriado un gran número de tropas y oficiales. Pagés regresa de nuevo a su destino en el Hospital de Urgencias de Madrid, incorporándose el 24 de diciembre.      En agosto de 1922 asciende al empleo de comandante continuando en el Hospital Militar de urgencias desempeñando su función de cirujano.
            A finales del mismo año publica en la Revista Española de Cirugía un trabajo que sin duda es uno de los mejores de sus artículos. “Heridas abdominales de guerra, mi experiencia personal”. Y desde el punto de vista quirúrgico es su mejor trabajo. En él se compendia toda su experiencia como cirujano en los Hospitales de Melilla, con heridos en abdomen por arma de fuego. Inicia el artículo intentando dejar clara su actitud frente a este tipo de heridos, teniendo en cuenta que durante la Gran Guerra las posiciones de los cirujanos se dividían en intervencionistas y abstencionistas. Pagés cree que lo indicado es la intervención inmediata de las heridas abdominales.
           Critica a Bergman por su abstencionismo: “La frase de Bergman “yo no opero moribundos”, hizo un proselitismo que seguramente ha acarreado más perjuicios que ventajas”. También hace referencia a Delorme y a MacCormak; “…el último conflicto mundial era tan contrario a la terapéutica-quirúrgica, activa en esta clase de heridas, que Mac Cormak  pudo difundir como una verdad admitida, como axiomática su célebre frase  “a herida de vientre abstención” y Delorme, en una comunicación titulada: “Consejos a los cirujanos, presentada a la Academia de Ciencias de París el 10 de agosto de 1914, insistía en la necesidad de someter a los penetrados de vientre al tratamiento incruento como más favorable para los heridos”.

           La razón principal que aducían los abstencionistas era la dificultad de practicar una intervención a un paciente en franco shock. Pagés no solamente niega este razonamiento, sino que incluso indica soluciones para sacar al paciente del shock. Lo que hoy en día llamaríamos reanimación preoperatoria. Para reafirmar su actitud intervencionista presenta su propia estadística: “En resumen: cuatro abstenciones impuestas, cuatro muertos”.
         Es curioso que la estadística que presenta en los puestos quirúrgicos avanzados es superior a la que obtiene en el propio Hospital Docquer, teóricamente mejor dotado, un 70% frente a un 52%. Probablemente esta diferencia se deba a la celeridad con que se operaban los heridos que eran evacuados a los puestos avanzados, mientras que transcurrían horas si la evacuación se efectuaba sobre el Hospital.  Pagés llega a afirmar que,  en gran parte, la actitud abstencionista de muchos cirujanos se debía al miedo de enfrentarse con una estadística elevada de mortalidad.
            En agosto de 1923 solicita permiso para marchar de vacaciones a Cestona. Sale de Madrid con toda su familia el 24 de agosto, dejando en imprenta el que sería su póstumo trabajo “Aspectos quirúrgico del estreñimiento”.        Antes de partir para Cestona, Pagés entrega en el Ministerio de la Guerra una instancia solicitando su pase a la situación de supernumerario dentro del Ejército; esto le sería concedido el 20 de septiembre. Según su amigo Gómez Ulla, a Pagés ya le habían sugerido con anterioridad la posibilidad de abandonar el Ejército y dedicarse por entero a su clientela, pero hasta la fecha se había resistido e incluso acudió voluntario a la guerra de África.
         El viernes 21 de septiembre Pagés decide regresar a Madrid con toda la familia. Emprende la marcha a primeras horas de la mañana con el fin de llegar en el día a su destino. A 15 kilómetros de Burgos, en el término municipal de Quintanapalla, en la llamada cuesta de “la brújula”, el vehículo derrapa y tras dar varias vueltas de campana choca contra un árbol. Como consecuencia del golpe, una hija de Pagés, Ascensión, sufre la amputación casi completa de la mano izquierda, el joven Teodomiro se fractura una clavícula y Pagés fallece, al parecer, en el acto. 

      Los restos son trasladados a Madrid el día 23 por ferrocarril hasta la estación del Norte, desde allí son trasladados entre una gran multitud hasta el Cementerio de San Lorenzo donde es enterrado. La muerte de Pagés deja inacabada su obra científica y por desarrollar una prometedora carrera de cirujano. Su precoz fallecimiento, murió a la temprana edad de 36 años, y el aislamiento científico y político de España contribuyeron de una forma decidida a que la obra de Pagés no fuera divulgada ni conocida en la comunidad científica.         
      En 1926, el Ministerio de la Guerra decide cambiar el nombre de Hospital Docker por el de Capitán Médico Fidel Pagés Miravé, en agradecimiento y reconocimiento a la labor asistencial desplegada por el doctor oscense en nuestra ciudad. “Sirviendo a la Patria, enalteció la ciencia” rezaba una placa conmemorativa en honor de nuestro cirujano en el quirófano de “su” hospital.       
          Ahora que se está construyendo un nuevo y excelente Centro Sanitario en el mismo lugar donde operó Pagés y donde se ubicaba el Hospital que, durante ochenta y seis años, ha llevado su nombre, sería emotivo y de justicia que este nuevo Hospital Universitario conservara el nombre de aquel que hoy ya sí es reconocido como el verdadero y auténtico pionero de la descripción de la técnica conocida como anestesia epidural.

lunes, 15 de febrero de 2016

Soldados de Regulares Indígenas de Melilla. Un soldado indigena rifeño era excepcional.




 La historia olvidada

El Primer soldado indígena[4] ingresa el 5 Agosto 1911 en Melilla del Ejercito Español. En realidad, el soldado Regular fue la primera tropa profesional (voluntaria) con remuneración. Lo que le ofrecían los Regulares al indígena era un sueldo, ropa nueva, comida respetuosa con sus creencias, alojamiento, sanidad, seguir profesando sin problemas su religión musulmana, posibilidades de ascenso y -los más afortunados- tener un fusil y montar un caballo (ambos, símbolos de gran estatus social). 
Todo esto hacía atrayente el enrolarse en un Tabor (batallón del ejército colonial). Cuando regresaban de permiso a sus aldeas o poblados, hacían un efecto reclamo o llamada y el resto de jóvenes veían lo bien vestidos que iban con sus chilabas nuevas cargadas de muchos bordados, manteniendo su turbante (rexa), que con sus 7,50 metros hacía de mortaja al fallecido, su pantalón (zaragüelles), calzado (babuchas), bolsa de costado (skara), bien alimentado y con un dinero en el bolsillo difícil de conseguir fuera del Ejército. Pero además, el bereber o rifeño era un soldado excepcional, resistente a la fatiga, abnegado y austero, buen jinete y magnífico tirador, perfectamente adaptado al terreno, al clima y al tipo de guerra al que se iba a enfrentar, características que le convertían en un guerrero nato, cualidades que le hacían estar por encima de su homólogo en las unidades peninsulares de recluta forzosa.



 S.M. el rey Alfonso XIII, felicitó al grupo por su brillante comportamiento en el campo de batalla. Decía la orden de la columna: “DEBO DE HACER ESPECIAL MENCIÓN AL PRIMER TABOR DEL GRUPO DE ALHUCEMAS DE RECIENTE CREACIÓN, QUE EN EL PRIMER COMBATE QUE CONCURRE, SE CUBRE DE GLORIA, ALCANZANDO EL OBJETIVO QUE LE DESIGNE, APODERÁNDOSE DE TAYUDAIT Y CONQUISTANDO COMO TROFEO EL CAÑÓN QUE TENÍA EL ENEMIGO EN SU PODER, TENIENDO QUE VENCER CON SU ARROJO LA OBSTINADA PERSISTENCIA QUE ANTES DE ABANDONARLO, DEMOSTRÓ HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO”.

domingo, 14 de febrero de 2016

Cédric Villani, matemático Francés, es el Premio Nobel de la Matemáticas. Profesor en la Universidad de Lyon

Cédric Villani

Cédric Villani
Cedric-Villani-Espace-des-sciences-2012-09-11.jpg
Cédric Villani en 2012.
Nacimiento 5 de octubre de 1973 (42 años)
Bandera de Francia Brive-la-Gaillarde, Francia
Campo matemática
Instituciones Institut Camille Jordan
Institut Henri Poincaré
Alma máter École Normale Supérieure
Supervisor doctoral Pierre-Louis Lions
Conocido por ecuación de Boltzmann
Teoría kinética
Problema de transporte
Premios
destacados
Premio Fermat (2009)
Premio Herbrand (2007)
Medalla Fields (2010)
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Cédric Villani (5 de octubre de 1973, Brive-la-Gaillarde, Francia) es un matemático francés especializado en ecuaciones en derivadas parciales y en física matemática. Ganó la Medalla Fields en 2010.

Índice

Biografía

Villani estudió en la École Normale Supérieure entre 1992 y 1996, donde trabajó como asistente de cátedra. Recibió su doctorado en la Universidad París Dauphine en 1998, bajo la supervisión de Pierre-Louis Lions, e ingresó como profesor en la École Normale Supérieure de Lyon en el año 2000. Actualmente es profesor de la Universidad de Lyon y desde 2009 es director del Institut Henri Poincaré, en París.1 2

Obra

Villani ha trabajado en la teoría de las ecuaciones en derivadas parciales relacionadas con la física estadística, específicamente en la ecuación de Boltzmann. Junto a Laurent Desvillettes, fue el primero en probar cómo aparece la convergencia rápida para valores iniciales no próximos al equilibrio.2 También ha escrito libros relacionados con este tema en conjunto con Giuseppe Toscani y trabajó con Clément Mouhot en el estudio del efecto del amortiguamiento de Landau.3 Recibió la Medalla Fields por su trabajo en el campo del amortiguamiento de Landau y la ecuación de Boltzmann.2

Obra no matemática

Es autor junto a Edmond Baudoin del cómic (en francés) Les Rêveurs lunaires: Quatre génies qui ont changé l'Histoire.4 5 6 Es autor junto al compositor y pianista Karol Beffa del livro (en francés) Les Coulisses de la création, editor Flammarion, 2015

Premios