(Federico en la playa del Postiguet con alicantinos, diciembre 1932)
Por Ramón Fernández Palmeral
Siempre que llega el 18 de julio, además de
acordarme del inicio de la Guerra Civil de 1936, me acuerdo que es la
onomástica de San Federico, o sea, de San Federico
de
Utrecht, obispo y mártir, Príncipe de la paz, que es el significado de este
bello nombre de origen germánico. Su forma antigua es Fridureiks, en que
el primer elemento, Fridu, significa "paz" y el segundo, reiks,
significa príncipe. Nació en esta misma ciudad a finales del siglo
VIII. Fue educado por el obispo san Sigfrido, que una vez completados sus
estudios eclesiásticos le ordenó sacerdote.
Analizado los antecedentes del santoral de
San Federico, me acuerdo de otro mártir poeta, el nuestro, de Federico García Lorca
(1898-1936), poeta, dramaturgo y director de la Barraca, teatro universitario.
De mi amigo el investigador hernandiano Gaspar Peral Baeza, conocía que
Federico García Lorca estuvo en Alicante a finales del año de 1932, en el teatro
Principal. En el archivo de Gaspar encontró, la noticia de prensa en el Luchardor de Alicante de 28 de diciembre
d1932, una fotografía de Federico en la
playa del Postiguet, junto al pintor y muralista Gastón Castelló (a la derecha
de Federico) con el músico José Juan Pérez (Juan de apellido) y el periodista
Antonio Blanca. Yo le pedí a Gaspar que me escribiera la historia de Lorca en
Alicante para publicarla en le revista PERITO
(Literario-Artístico), impresa en Alicante que yo dirigí durante 28 números.
Pues bien en el número 9 del 9 de octubre de 2006, le publique sus artículos
que se titula: “Federico García Lorca con la Barraca en Alicante”.
La
Barraca tuvo dos funciones en el Teatro Principal. La primera representación
fue el 29 de diciembre con la interpretación de los entremeses de Miguel de
Cervantes titulados Las cuevas de Salamanca
con decorados de Santiago Ontañón y La
guarda cuidadosa y Los dos
habladores. La segunda representación fue el 31 de diciembre a las seis de
la tarde, entradas gratuitas se ofreció
La vida es sueño de Pedro Calderón de la Barca. Federico que además era
actos representó La Sombra, envuelto en amplios tules negros. La barraca estaba
codirigida por Eduardo Ugarte que era yerno del comediógrafo alicantino Carlos
Arniches, por estar casado con su hija Pilar. La hija Rosario se había casado
con José Bergamín (pero esta es otra historia). Después de la actuación de la
Barraca en Alicante machó a Elche y a Murcia, y será en Murcia en la casa del
periodista Raimundo de los Reyes, que dirigía la revista y editorial Sudeste, donde Federico y Miguel
Hernández se conocieron, en cuya editorial publicaría Perito en lunas.
Comentada brevemente la estancia de García
Lorca en Alicante, pasamos al 18 de julio (día del golpe de Estado), que es
parte del título de este artículo. En julio de 1936 Federico estaba en Madrid,
y pensó trasladarse a Granada, para celebrar la onomástica de su padre don
Federico García Rodríguez y el suyo propio, que como he aludido anteriormente
coincide con el fatídico día del 18 de julio. Por ello el 13 de julio Federico visita las oficinas de la revista Cruz y Raya, que,
al no encontrar a su director José Bergamín, le deja el manuscrito de Poeta en Nueva York. Pasa el día
con su amigo íntimo Rafael Martínez Nadal, quien lo acompaña a la estación de
Atocha, donde toma el tren a Granada. El 14 está en su casa la Huerta de San Vicente. El 20 es detenido su
cuñado, Manuel Fernández Montesinos, alcalde socialista de Granada, casado con
su hermana. Quien un 16 de agosto Manuel Fernández Montesinos, casado con
Concha, será asesinado por los fascistas en Granada. Federico García Lorca se ocultó en la casa
del poeta Luis Rosarles pero será detenido es conducido a Víznar, en las
cercanías de Granada, donde el día 19 de agosto será fusilado entre Víznar y
Alfacar.
Antonio Machado escribió en
dolorido poema titulado: “El crimen fue en Granada”, cuya primera parte dice:
Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.