lunes, 1 de abril de 2019

Presentación y firma de libros en el Real Liceo Casino de Alicante. 1 de abril 2019



Ramón Fernández Palmeral firmando libros de "Exégesis de las Elegías de Duino de Rilke" Real Liceo Casino de Alicante, 1 de abril de 2019.

..................................................................................................

"Comentario de Consuelo Jiménez de  Cisnerros"


ELEGÍAS DE DUINO, DE RILKE, POR RAMÓN PALMERAL


Gracias al trabajo de estudio y divulgación de Ramón Palmeral, autor-editor, presentamos hoy un libro de poesía extraordinariamente interesante, que nos acerca a uno de los poetas más importantes y de mayor influencia en la poesía del siglo XX. Hablamos de Rainer María Rilke (Praga, 1875-Valmont, Suiza,1926), poeta que se expresa en lengua alemana y cuyo lugar de nacimiento fue Praga, Checoeslovaquia, entonces perteneciente a la corona austrohúngara.
Rilke es a la poesía alemana lo que Juan Ramón Jiménez a la española: hay bastante paralelismo entre estos dos escritores ya que ambos se consideran poetas puros, buscan perfeccionarse en el arte de la poesía por encima de cualquier consideración, corrigen y pulen sus obras reiteradamente y son sostenidos por mujeres, pues ninguno de los dos tuvo un trabajo que les permitiera ganarse la vida; en el caso de Juan Ramón Jiménez fue su esposa, Zenobia Camprubí, quien lo mantuvo y apoyó en todo, y en el caso de Rilke sus amigas poderosas, aristócratas y ricas, que le prestaron sus palacios para que escribiera y alentaron de variadas maneras su labor literaria.
Ramón Palmeral muestra su apertura de intereses literarios al editar esta obra tan difícil que él nos ofrece de una manera atractiva gracias a los dibujos que acompañan los poemas, dibujos originales del autor, realizados a plumilla y de gran personalidad, para mí entre los mejores que he visto salir de sus manos. Pero además Ramón hace un estudio interesantísimo de la vida y la obra de Rilke, y en concreto de las Elegías de Duino que son el objeto de su edición.
La principal aportación de Palmeral desde el punto de vista de la investigación literaria es la relación que establece entre la poesía de Rilke y la de Vicente Ramos. Creo que precisamente está preparando un ensayo donde va a desarrollar más esta influencia. Por mi parte, puedo asegurar que tengo algo que ver con ello, ya que la primera frase que Vicente Ramos escribió en su Prólogo a mi tercer libro de poesía, Con las manos alzadas, es precisamente una definición de la poesía dada por Rilke. En aquella época yo era muy joven y ni siquiera había leído a Rilke, pero su definición de que poesía es experiencia me pareció muy apropiada para la poesía que yo escribía entonces y la que he seguido escribiendo hasta el día de hoy, así que podría decir que he sido y soy rilkeana de manera casi inconsciente.
Palmeral empieza su estudio introductorio con una aproximación a la vida de Rilke, que va desgranando junto a apuntes sobre su poesía, sus relaciones personales, el contexto histórico y todas aquellas circunstancias que pudieron tener algún peso en su escritura.
La vida de Rilke es una verdadera novela, desde su infancia marcada por el trauma de una madre que quería que fuese una niña hasta su paso, a instancias de su padre, por una Escuela Militar que el poeta calificó como “Abecedario de horrores”. Hizo estudios de literatura, arte y filosofia y fue amigo de mujeres relevantes de su época, como la escritora y sicoanalista Lou Andreas Salomé. Se casó en 1901 con la escultora Clara Westhoff con quien tuvo una hija, Rut, pero su mujer lo dejó al año de la boda al darse cuenta de que la poesía era lo más importante para él, por encima de sus obligaciones familiares. Fue auxiliado por otras mujeres que admiraban su talento, entre ellas la pintora Baladine Klosowaska, con quien inició una relación en 1919. Esta mujer fue la madre del también pintor Balthus, muy conocido por sus retratos de niñas que han suscitado polémica últimamente debido a la ultracorrección política, en mi opinión absurda y malsana, que hoy padecemos. Se dice que Rilke pudo ser el padre de este artista, que firmaba como Balthus, y de otro hijo que tuvo Baladine, pero él nunca lo reconoció. Falleció en Suiza en 1926. Hasta su muerte fue literaria, porque se cuenta que murió tras pincharse con la espina de una rosa que iba a ofrecer a una amiga, lo que le produjo una infección de la que no pudo recuperarse. Aunque habría que añadir que llevaba tiempo enfermo de leucemia.
Una curiosidad para nosotros los españoles es la visita que hizo Rilke a Toledo tras una sesión de ocultismo en la que sintió que debía ir a conocer esa ciudad. Toledo le fascinó enormemente. Desde allí viajó a Córdoba, Sevilla y Ronda, donde se sintió enfermo y ahí acabó su viaje por España. Pero precisamente en Ronda trabajó en sus Elegías de Duino y además nos queda el testimonio de su Epistolario español donde expresa su admiración y amor por nuestro país. 
Las Elegías de Duino deben su nombre a un palacio así llamado, ubicado en Trieste, (cerca de Venecia, frontera con Eslovenia), en la costa del Adriático (Italia), en donde Rilke pasó varios periodos escribiendo hasta conseguir completar su poemario, que dedicó a la propietaria del lugar que con tanta generosidad le había alojado: María von Turn und Taxi-Holenlohe. La destinataria correspondería años después de la muerte del poeta, al escribir un libro que tituló Recuerdos de Rilke (1935), el cual contribuyó a cimentar y difundir la fama que ya gozaba el poeta. En Duino pasó Rilke unas temporadas muy tranquilas y provechosas desde el punto de vista literario desde el 1911 hasta 1914, cuando la primera guerra mundial destruyó el castillo.
Rilke inicia estas Elegías en 1912 y las concluye en 1922, de modo que se trata de una obra sumamente cuidada y reposada. Se publicaron en 1923 junto con su otra obra cumbre, los Sonetos a Orfeo. Decíamos que no es una poesía fácil. Está cargada de imágenes y símbolos con referencias autobiográficas. Se escribe en el metro dactílico que usaban otros poemas alemanes y que está tomado del ritmo versal latino a base de grupos de tres sílabas, una larga y dos breves, similar a lo que practicó nuestro Rubén Darío en su conocido poema “Ínclitas razas ubérrimas…” Utiliza la figura alegórica del ángel,  muy usada en la poesía del siglo XX (la utilizan en España Luis Cernuda y de manera especial Rafael Alberti en su libro de poesía surrealista Sobre los ángeles (1929).
En español contamos con diversas ediciones de estas Elegías. Ramón ha elegido basarse en la traducción de José Joaquín Blanco de 1993. Posteriormente han aparecido varias versiones que dan idea del interés que esta obra suscita. Destacaría la versión bilingüe que se publicó en Lima (Perú) en 2012 a cargo de Renato Sandoval; Ramón Palmeral cita otra edición bilingüe anterior -alemán-español- a cargo de un doctor chileno, Otto Dor Zegers, publicada en 2001. Y cita también la edición de José María Valverde, gran poeta, en 1967, que fue donde él descubrió a Rilke. Sin olvidar -y Ramón no lo olvida- la cuidada edicion que hizo el poeta español Juan José Domenchina en México en 1945, que quizá sea la primera versión en lengua española de las Elegías, y que sirvió de base para la versión que haría luego el escritor mexicano Juan Rulfo, a través de la versión bilingüe del novelista español Gonzalo Torrente Ballester. En denifinita vemos el interés de otros poetas y escritores por esta obra. En tiempos más recientes y en España, la editorial Visor, que destaca por su cuidada selección de poesía, publicó las Elegías de Duino en 2002, junto con los Requiem y otros poemas de Rilke en un solo volumen. La editorial española Hiperion, también destacada en poesía, entre 1999 y 2007 lanzó tres ediciones de las Elegías de Duino. Insisto en que no es demasiado frecuente que un libro de poesía se reedite tantas veces en pocos años.
No voy a entrar en la exégesis, clara y concisa, que hace Ramón de la Elegías porque eso queda para la intimidad lectora de quienes se acerquen a este libro. Y vivirán sin duda una experiencia literaria fascinante y diferente. Muchas gracias.