(Libro en LULU: Buscando a Gerald Brenan al Sur de Granada)
Ramón Fernández Palmeral en Yegen
Ramón en Alhaurín de la Torre
Ramón en el Cementerio inglés de Málaga donde está enterrado Brenan
Brenan y su mujer Gamen con Ernest Hemingway en Churriana, años cincuenta. Se alojó en La Cónsula.
Ramón en la antigua de Brenan en Chirriana, hoy por fin es su casa museo
Primera parta del libro "Buscando a Gerald Brenan al Sur de Granada" por Ramón Fernández Palmeral. 2007
Mucho ha cambiado esta España y sus laberintos desde que usted se fuera en cuerpo pero no en alma por la laguna Estigia. El próximo 19 de enero de 2007 se cumplirán los veinte años de su último viaje con Caronte, a mejor vida, sí, a pasar a mejor vida, como solemos decir los más castizos, si partimos de que esta vida tiene ciertas incomodidades. Este modesto trabajo quiere rendirle un pequeño homenaje particular en agradecimiento por haberme abierto los ojos en esto del investigar y del reportaje periodístico y mantener vivo el recuerdo de nuestro pasado cercano, en uno de sus mejores libros, para mí siempre será Al sur de Granada, un libro que siempre nos aguarda con sus secretos, siempre nos guarda alguna sorpresa como todos los verdaderos tesoros literarios. He de decirle que ha sido un libro que me gustó mucho leer y me sigue atrayendo porque me hace transportar a las costumbres que me enseñaron mis padres y mi familia oriunda de la Axarquía malacitana, unida, no separado con Granada por, la cremallera cerrada que es la Sierra Tejeda y Almijara.
Ahora le escribo estas cuartillas con todos mis
respetos, y le pido perdón de antemano por si en algo le pueden molestar mis
comentarios. Tan sólo pretendo ponerle al corriente de lo que ha pasado durante
estos veinte años después de su último viaje terrenal. Quiero
contarle cómo están los estudios "brenianos" o sobre sus
libros, o del lamentable estado de su Fundación y lo mucho que se le ha
criticado su actitud tan británica en el ámbito sentimental. Quiero tomarme la
libertad de hacerle algunas preguntas, preguntas insidiosas de periodista
ocasional e inoportuno, preguntas de asuntos personales que como hombre
mediterráneo y latino que soy me activan los puntos sensibles, es hora de
rendir cuentas, como por ejemplo, por qué se marchó usted en mayo de 1930
a Inglaterra dejando a Juliana embarazada en Yegen, y luego vuelve, tres años
después casado con la señora Gamel y adopta a la niña de Juliana,
también su hija natural para llevársela a Churriana y ser educada con los
modales de una lady británica, a la que no se le podía contar nada de su
madre alpujarreña ni hablarle en cristiano. Y esto supuso dos despropósitos,
uno privar a una madre de su hija, y dos, privar a una hija de su madre.
Don Gerardo,
se puede ser británico pero cuando se está en la Alpujarra hay que ser más
español que nunca. Pretendo seguirle los pasos que usted anduviera en Granada y
en Málaga, sin acritud, tomando como guía su libro Al sur de Granada,
que denominaré en adelante por sus iniciales AsdG. Quiero complementar
este libro con otros libros suyos, que completen sus estancias en España.
Tomaré notas, por ejemplo, de Autobiografía y también de La Faz
de España (LfdE). El primero es un diario que sin duda hemos de agradecerle, editado
recientemente por la editorial Península/Atalaya, primera edición del
2003, Barcelona, que contiene dos libros, Una vida propia (Uvp) que se
editaron en inglés, Uvp en 1962, Memoria personal (Mp) en 1974,
que contiene minuciosos detalles, propios de los escritores vocacionales que
quieren dejar constancia para que no se olvide nada a la hora de pasarlo a los
textos, como usted mismo dice sobre los diarios, en el prefacio de
Autobiografía. Si está bastante bien hecho, puede gustar e interesar (…)
carecía de tema para una novela y me di cuenta de que mi vida estaba a mano.
El segundo libro LfdE es un viaje literario
en la primavera de 1949 en la España de la posguerra, muy valiente y crítico. Pero
dejaré a un lado la política y no entraré en El laberinto español, su
libro tan apreciado por los historiadores, ardua labor ensayística. No
podemos dejar de un lado el libro de Juan Malpartida Brenan en el laberinto
español, editado en Letras Libres.
Gerald Brenan, por Ramón Fdez.
|
Tengo que decirle que mi primera lectura de AsdG
se remonta a 1988 cuando me recomendaron mi hermana Vicky y mi cuñado Paco
Capilla, un libro que me prestaron y luego compré un ejemplar en una
librería de Almería y he de confesar que me fascinó muy gratamente,
quizás el rescoldo de esas cenizas aún caliente hayan prendido en mí como el
«árbol talado que aún tiene la vida», para tomar este epistolario donde me
gustaría contarle cómo están los asuntos “brenianos”.
La descabellada idea de escribirle, se debe a que,
recientemente, en la primavera de 2006 empecé a maquinar un viaje a Granada, un
viaje con mi mujer (Julia Hidalgo). Y como casi todos mis viajes anteriores
acaban siendo literarios, en el último (8 mayo de 2005) fui a La Mancha en
a buscar a Azorín con motivo del I Centenario de la salida del libro La ruta
de don Quijote, y por ser también el IV centenario de publicación de la
primera parte del Quijote. Ante el proyecto de mi viaje a Granada,
decidimos visitar Yegen, luego me surgió la necesidad de visitar la
Huerta de San Vicente, y así, como armando un rompecabezas topé con García
Lorca, y supe que usted fue el primer investigador que indagó sobre el lugar de
la muerte del poeta en Nueva York, bueno en Nueva York no, sino por fusilamiento
en Víznar; de quien usted dice que le conoció en Granada en casa de los Temple.
Nos lo cuenta en la página 291 de AsdG, escribe: ...y mis dos
encuentros con García Lorca fueron tan insignificantes que solamente tengo un
vago recuerdo de ellos. Pero cuando, años después, leí su Romancero gitano
sentí cuán impregnado estaban esos poemas de la Granada de aquellos días…