lunes, 12 de agosto de 2013

¿Quiénes son los lectores?


                                   (Hay que ser flexible a la hora de leer ante el ordenador)

Uno escribe con mucha fatiguita porque cree y piensa que su mensaje a alguien le puede interesar o le puede abrir los ojos, no por la vanidad de ser leído, sino para abrir los ojos sobre todo, en lo que uno cree es especialista: en la vida, en observar la sociedad de la que estamos rodeados.
   Pero el escritor o el escribidor, no sabe quién es el lector que, cómodamente en su ordenador o en su sofá, o como esta guapa contorsionista, nos lee. Y esto medra, da miedo, te incomoda y a la vez te hace mejorar y tener más cuidado con lo que se escribes, para no molestar o insultar a ninguna inteligencia física o intelectual. Ya quisiera uno ser como Antonio Burgos (1943-) que escribe a piñón fijo en el ACB desde que  el estaban poniéndole los cimientos a la Giralda, sobre lo que le parece o le viene a la cabezas o de lo que está en el punto de mira de la actualidad, por no decir en la punta de la ametralladora antiaérea.
   Diego Celemencín, murciano y comentarista de El Quijote se tiró más de diez años escribiendo con una erudición i sobre el la Literatura de los siglos XV y XVI, y no le conoce nadie. En cambio, si hubiera empleado el tiempo es escribir alguna novela, aunque hubiera sido costumbrista, porque saber sabía más que Nebrija, hubiera sido conocido, o estaría en algún diccionario de Literatura. Pero este es el problema de los ensayistas, que son sesudos estudiosos desconocidos, sin obra propia.  

Mariano José de Larra (1809-1837) en “Fígaro”, se preguntó sobre quién era el “publico”:

  Esa voz «público», que todos traen en boca, siempre en apoyo de sus opiniones, ese comodín de todos los partidos, de todos los pareceres, ¿es una palabra vana de sentido, o es un ente real y efectivo? Según lo mucho que se habla de él, según el papelón que hace en el mundo, según los epítetos que se le prodigan y las consideraciones que se le guardan, parece que debe de ser alguien. El público es «ilustrado»,   el público es «indulgente», el público es «imparcial», el público es «respetable»: no hay duda, pues, en que existe el público. En este supuesto, «¿quién es el público y dónde se le encuentra?»

    De igual manera yo me pregunto quienes son los lectores que desde el ordenador cazan unas frases en Googel, pinchan y te leen, al menos el titular. Porque todo el texto puede ser un desierto que no le provoque interés y por el contrario, le produzca tormenta de arena en los ojos.
    Es como los correos electrónicos, uno los dirige a alguien pero no tiene constancia de si lo ha abierto y leído. En Facebook pasa lo mismo, puede que te leen pero que no te digas si les gusta o no les gusta el tema. Y si es un libro idem de lo mismo: silencio y pitos.

  Actualmente el lector no tiene tiempo de atender a todo lo que le llega, carece de capacidad de atención, es como si viviera dentro un TBO o en un videojuego. Los escribidores nos convertimos en unos “giliputiense” de un botón más del teclado o "hosting" de sus ordenador o computadora.

   ¿Quiénes son mis lectores? Pues no tengo ni ideas, e incluso quizás el no saberlo me favorezca. No se sabe,  nada es absoluto, además cada cual tiene su ética y su moral.  Como dice el profesor Claudio Gutiérrez:

    En relación al contenido, ética y moral son más bien coincidentes: ambas se refieren a cuestiones de valor, es decir, a lo que consideramos bueno y lo que consideramos malo, lo que debemos aprobar, alabar o estimular, y lo que debemos más bien reprobar, condenar o tratar de evitar. La ética y la moral se refieren a lo que debe ser, discriminan entre acciones aceptables e inaceptables. 

    Por ello, desde aquí pido disculpas a mis lectores, si es tengo alguno, por estas exposiciones que nadie está obligado a leer, si siquiera en el mes de agosto, vacacional, caluroso, playero o de montaña, en ese lugar idílico y preconcebido que luego resulta ser de los más aburrido, pertinaz y tedioso de lo común. Otros no han podido tomarse unos días de asueto porque están trabajando y prefieren la soledad de las ciudades y pueblos de interior abrigados como la piel de un oso.

    De vez en cuando el escritor debe meter la cabeza en la palangana para refrescarse, y mirar al mundo por el espejo retroviso para que por el parabrisas porque, a veces, la vanidad  nos pone ciegos como ese borracho que llevaba tatuado el escudo de la Legión en un brazo. "Buenas tardes, señores, vayan ustedes mucho con Dios" diría un catizo sevillano como ese poeta  macareno que se enamoró a una Santa de la capilla de una iglesia y se quería casar con ellas, pero los curas no quisieron porque el poeta no tenía parné.


Ramón Fernández Palmeral
Agosto 2013
   

jueves, 1 de agosto de 2013

3.- Olivar de la plaza de la Viña



   El helado cadáver de la escultura homenaje a Miguel Hernández de la plaza de la Viña reclama una mirada de nuestros ojos, nuestra atención, es una cerámica del gran escultor Arcadi Blasco que presenta dos bloques decorados con cerámicas refractarias con dibujos que el propio Arcadi me dijo que eran geometría cinética para recordar a Eusebio Sempre, el artista nacido en Onil la que fábrica los juguetes. En una de sus decoradas moles nos muestra un ojo de cíclope, que a la sombra dibuja un hueco de sol que se mueve.
    En el huerto intelectual cerrado, aunque más jardín encarcelado que huerto, precipitado, circunvalado por una reja de hierro perimetral que le protege del depredador más terrible del mundo: el hombre, está poblado de pinos, palmitos, encinas, malezas y cambrones, más cuatro olivos sembrados a las cinco de la tarde, recuerdos de una herida cuando los destetaros de su madre del jardín botánico, de un hospicio de olivos trasplantado, y desde entonces se negaron a dar sus fruto redondos como olivas de cristal, perlas aceitunadas del collar de un cuello sometido al yugo del trabajo y el sudor.
   Mientras sentado en un banco de madera, fuera del jardín aherrojado, me concentro en contemplar su fauna, aparecen juguetones gorriones, pardos, blandos y mimosos, tras las palomas zuritas que han llegado en busca de algún trozo de pan que algún niño tiró de su bocadillo tras jugar en el jardín infantil que su proximidad se sitúa. O los negros  pajarracos, menores que cuervos, casi grajillas que por allí saltan entre los jarales, y la mansas maleza cuajadas aún de amarillas trompas.


    Sobre la tierra aparecen húmedas manchas que son la red de raíces de gomas de las manguera de riegos, que acariciando dulcemente la tierra la muerden con los aspersores, y algunas florecillas violetas, blancas de los romeros dejaron su huella de color en la imagen de los viandantes, que por la sombra de los tilos triste de la plaza de la Viña se dejan pasear con amarres, algunas veces, en los bancos de madera que hace poco renovaron.
    Otros días desde mi terraza puedo ver el jardín que casi puedo acariciar si lanzo el brazo en fantasías y siento como si se me diluyera la imaginación y asciendo hacia ti, para entrar a hablar con Miguel de cabras y de rayos, de cancioneros y de brisas del pueblo, herido poeta por la muerte joven quizás sombras de una guerra, de un odio entre hermanos que no se debe volver a repetir. Por este jardín encarcelado tiene olivos y palomas de la paz que un día el gran Pablo Picasso nos dibujara con manos de ángeles custodios, policías de los cielos y del mundo terrenal.

Alicante, 31 de julio 2013

Fiesta, tradiciones y diversiones en Frigiliana (Málaga).

<b>Día de San Sebastián</b>  Hasta 1967, la Feria, conocida hasta entonces por "La Función", se celebraba el 20 de enero, añadiéndose algunos días más según conviniese al calendario laboral. Por razones de tipo climatológico que habitualmente deslucían estas fiestas, la corporación municipal, el 5 de noviembre de 1966, tomó el acuerdo de trasladar "La Función" que hasta entonces se festejaba en honor del Santo Patrón San Sebastián, hasta el 13 de Junio y días contiguos, pasando el protagonismo al otro Santo Patrón de la Villa, San Antonio de Padua.

A partir de entonces la celebración del día 20 de enero se restringe exclusivamente a la función religiosa representada por la misa en honor al Santo y a la procesión que tiene lugar al término de ésta, durante la cual los vecinos y en especial los sebastianes, rinden tributo a las imágenes se San Sebastián y San Antón con vistosas quemas de fuegos de artificio a lo largo de todo el recorrido

<b>Carnaval </b> Febrero se celebran unas fiestas populares en las que se ha visto una directa relación con las Saturnales romanas, dado el carácter burlesco las de las mismas, y su relación con el inicio de la primavera, que viene secularmente representando el mito de la fecundidad de las tierras (y de la mujer), de ahí su arraigo en tierras agrícolas como Frigiliana, pasacalles, con lo que la serpiente multicolor que lo conforman hacen su recorrido. La costumbre es que la mayor parte de los disfraces sean de grupos de amigos o familiares que meses antes se ponen manos a la obra para planificar y preparar el disfraz de cada año.

<b>La Semana Santa </b>el primer jueves de primavera con luna llena, abre sus celebraciones y pasos procesionales el viernes anterior a la semana de pasión, muerte y resurrección.
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Feria de Frigiliana</b>  Se dedican actualmente a San Antonio de Padua, cuya festividad se celebra  el 13 de junio,  el mismo día que se saca a San Antón en romería. El pistoletazo de salida de cada feria tiene lugar cada año con la gala de elección de la reina de las fiestas, que sirve de inicio a las actividades, conciertos y eventos que tendrán lugar durante el día y la noche a lo largo de los días que duren las fiestas. Día tras otro, la caida de la tarde inaugura el bullicio, donde el estridente sonido de las sirenas y bocinas, confundidos con la competición de watios de las atracciones y el vocerío de los barraqueros, dan paso cerca de la media noche, al baile y las diferentes actuaciones de especial relevancia que tienen lugar en la caseta oficial.

Mención especial ha de tener el encierro y capea de vaquillas al amanecer generalmente del domingo de Feria. Si echamos la mirada atrás nos encontramos con episodios similares allá en los años ochenta, sin embargo es desde hace unos años cuando la tradición del encierro ha tomado fuerza, congregando en las inmediaciones de la plaza de toros habilitada a tal efecto, a más de 2000 personas que acuden desde toda la Axarquía a disfrutar de las "artes taurinas" de los más aguerridos.
San Antonio El 13 de Junio, día central de las fiestas y festividad , se celebra la tradicional romería en la que se procesiona el Santo Patrón sobre un carromato arrastrado por el paso cansino de los bueyes, desde la iglesia que lleva su nombre hasta un área de esparcimiento en el rio Higuerón conocida como "El Pozo viejo"
Esta tradición romera que conmemora la victoria de los cristianos sobre los moriscos en la consabida "Batalla del Peñón ", sirve como acto de convivencia entre los visitantes y vecinos que, a la sombra de los pinares de las márgenes del río comparte un buen almuerzo.
Como norma general las fiestas suelen terminar el mismo dia 13 con gran quema de Fuegos artificiales, aunque en función del calendario algunos años el día del patrón ha servido como día de inicio de nuestra semana Mayor. Primera quincena de junio.

<b>Romería en San Juan</b>, sábado de la semana de San Juan 24 de junio, en la Acebuchal, pedanía entre Frigiliana y Cómpeta. La misa se celebra en la ermita. Día de campo. Se celebraba en tiempos de posguerra.


LEER:  La Frigiliana Mágica