domingo, 30 de junio de 2019

Consejos para novelistas

Las novelas pueden ser todo lo curas que quieras, pero, si quieres que sea cinematografica y que perdures, el fina debe quedar bien y felices, y comieron perdices, esta es la esencia de la novela romántica, realista o de superación.
El público, el lectro no quiere un final triste y tráfico sin retorno.

Otra asunto es la autobiografía, que los asuntos son como son, generalmente son tragedias, por eso se cuentan como ejemplos.

Pero una novela para que sea vendible y cinematrográfica los finales siempre acaban bien, con besos y casamiento, son las reglas. Y generalmente el malo, se muere, va a la cárcel o se marcha para siempre. Estoy hablando de novelas.

Ramón Fernández Palmeral

 Autor de "Cómo escribir novelas y relatos" de venta en Amazon

sábado, 29 de junio de 2019

Maquis, bandoleros comunistas, guerrilleros antifranqusita, pero asesinos y secuestradores

Según el historiador y general de la Guardia Civil, Francisco Aguado Sánchez, los 'maquis' —también conocidos como 'bandoleros comunistas'— cometieron durante la posguerra 953 asesinatos, 845 secuestros, 538 sabotajes y 5.963 atracos. Justo cuando terminó la Guerra Civil fueron conocidos como 'huidos', luego como 'guerrilleros antifranquistas' y finalmente con el término más popular que ha pasado a la historia, los 'maquis'. El Ministerio del Interior entiende que, al margen de cualquier posicionamiento ideológico, una acción terrorista, según la define la citada ley de 2011, es aquella llevada a cabo "por personas integradas en organizaciones o grupos criminales que tengan por finalidad o por objeto subvertir el orden constitucional o alterar gravemente la paz pública".

miércoles, 26 de junio de 2019

"Venceréis pero no convenceréis", le dijo Unamuno de Millán Astray

La nivola de Unamuno

Categoría (El libro y la lecturaEstafeta literariaGeneral) por Manu de Ordoñana, Ana Merino y Ane Mayoz el 26-06-2019

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Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-Salamanca, 1936) fue un escritor cuya obra crucial es Niebla. La escribió en 1907 —aunque no fue publicada hasta 1914— y en ella explora técnicas narrativas propias que atenúan la importancia del argumento, reducen la caracterización de los personajes y desdeñan el detalle en la descripción de ambientes, en clara oposición a las pautas empleadas por la novela realista y naturalista que se hacía a finales del siglo XIX.
Augusto Pérez es un burgués acomodado, cuya vida tranquila y rutinaria le impulsa a reflexionar sobre la condición humana y el misterio de la muerte. A lo largo de la novela, Unamuno va destapando su pensamiento por boca de su protagonista, mediante largos monólogos, que solo su perro Orfeo comprende, o aceradas discusiones con su amigo Goti. Esos pensamientos lo entretienen hasta que su novia Eugenia huye con otro hombre, después de que él abandona a Rosario, su empleada de hogar, a quien había prometido amor eterno. En esta situación, decide visitar al escritor Miguel de Unamuno para pedirle consejo. Este le responde que no tiene por qué preocuparse, ya que es un ente de ficción creado por él y que él puede hacerlo desaparecer en el momento que lo desee.
Esta intrusión del autor en el curso de la historia que está contando es un recurso ya fue utilizado por Cervantes en su Don Quijote.  El que un escritor se refiera a sí mismo en una obra, analice cómo se escribe, glose el proceso creativo… todo eso es propio de una técnica literaria denominada metaficción. El artificio lo utilizó más tarde el argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) en El Aleph y, posteriormente, una legión de seguidores adoptaron la fórmula.
Unamuno siempre quiso diferenciarse de sus coetáneos, hacer otro tipo de literatura en la que poder exteriorizar su mundo interno. Su estilo no busca ser elegante sino provocador, llamar la atención del lector sobre lo que dice y cómo lo dice y para eso usa un lenguaje seco, rápido; y no necesita argumento ni plan de escritura, como él mismo explica en A lo que salga.
Mas, una vez que me he decidido a escribir de cosas de técnica literaria, ruego al lector no profesional que me lo tolere, y desde ahora le aseguro que, aunque sé por dónde he empezado este ensayo—o lo que fuere—, no sé por dónde lo he de acabar. Y de esto es precisamente de lo que quiero escribir aquí, de esto de ponerse uno a escribir una cosa sin saber adónde ha de ir a parar, descubriendo terreno según marcha, y cambiando de rumbo a medida que cambian las vistas que se abren a los ojos del espíritu. Esto es caminar sin plan previo, y dejando que el plan surja. Y es lo más orgánico, pues lo otro es mecánico; es lo más espontáneo.
Sus personajes son planos, los define con un par de trazos; no se detiene a examinarlos a fondo. Se sirve de ellos para, mediante el diálogo o el soliloquio, formular preguntas sobre las cuestiones que a él le obsesionan. Son siempre preguntas sin respuesta, una forma de motivar al lector y obligarle a un esfuerzo intelectual para que las encuentre. Unamuno conocía muy bien el valor pedagógico de la mayéutica. Tenía fama de ser algo vanidoso, mas en su obra escrita no se atisba traza alguna de dogmatismo.
Los temas que plantea están a menudo relacionados con el hombre, tal y como declara en  el primer capítulo de su libro Del sentimiento trágico de la vida:
El hombre de carne y hueso, el que nace, sufre y muere —sobre todo, muere—, el que come y bebe y juega y duerme y piensa y quiere, ese hombre concreto, de carne y hueso como yo, como tú, lector mío, aquel otro de más allá, cuantos pensamos sobre la tierra. El hombre, dicen, es un animal racional. No sé por qué no se haya dicho que es un animal afectivo o sentimental. Y acaso lo que de los demás animales le diferencia sea más el sentimiento que no la razón.
Angustiado con el enigma de la inmortalidad, Unamuno introduce una singularidad a su visión ontológica: el para qué antes del por qué:
Si miramos bien, veremos que debajo de preguntas como de dónde vengo y adónde voy, no hay tanto el deseo de conocer el por qué como el de conocer el para qué; no la causa, sino la finalidad. Y la Causa Suprema, Dios, ¿qué es sino el Supremo Fin? Solo nos interesa el por qué en vista del para qué; solo queremos saber de dónde venimos para mejor averiguar adónde vamos.
Su conocimiento profundo de la lengua castellana le proporciona una extensa gama de recursos expresivos que utiliza con habilidad para exponer temas tan áridos como los que plantea; y su agudeza mental le permite construir metáforas de gran poder evocador, así como despertar la conciencia del lector mediante paradojas sutiles. Es notable el esfuerzo que realiza para ataviar su redacción, aunque a veces se excede en el uso de adjetivos ornamentales y palabras exóticas o culteranas.
Esta panoplia de elementos constitutivos califica la obra narrativa de Unamuno, claramente diferente de la que producían sus compañeros de la Generación del 98. Y para rematar la separación, el escritor vasco se permitió el lujo de inventar una nueva palabra, nivola, como título del nuevo género por él creado, tal y como lo explica en el prólogo de Niebla:
Esta ocurrencia de llamarle nivola —ocurrencia que en rigor no es mía, como lo cuento en el texto— fue otra ingenua zorrería para intrigar a los críticos. Novela y tan novela como cualquiera otra que así sea. Es decir, que así se llame, pues aquí ser es llamarse. ¿Qué es eso de que ha pasado la época de las novelas? ¿O de los poemas épicos? Mientras vivan las novelas pasadas vivirá y revivirá la novela. La historia es resoñarla.
Hacia la mitad de la novela, retoma la cuestión y despliega su ideario, cuando Víctor Goti le anuncia a su amigo Augusto que está escribiendo una novela para desquitarse de los quebraderos de cabeza que le da el embarazo de su mujer:
—Voy a escribir una novela, pero voy a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá. Me senté, cogí unas cuartillas y empecé lo primero que se me ocurrió, sin saber lo que seguiría, sin plan alguno, una novela sin argumento, el que vaya saliendo, el argumento se hace él solo. Mis personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a poco. Y a las veces su carácter será el de no tenerlo
—¿Y hay psicología?, ¿descripciones? —le pregunta Eugenio.
—Lo que hay es diálogo, sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen, que hablen mucho, aunque no digan nada. Cuando uno se encuentra con largas descripciones, sermones o relatos, los salta diciendo: ¡paja!, ¡paja!, ¡paja! A la gente le gusta la conversación por la conversación misma, aunque no diga nada. Hay quien no resiste un discurso de media hora y se está tres horas charlando en un café. Es el encanto de la conversación, de hablar por hablar, del hablar roto e interrumpido.
—Pues acabará no siendo novela.
—No, será… será… nivola.
—Y ¿qué es eso?, ¿qué es nivola?
—Pues le he oído contar a Manuel Machado, el poeta, el hermano de Antonio, que una vez le llevó a don Eduardo Benoit, para leérselo, un soneto que estaba en alejandrinos o en no sé qué otra forma heterodoxa. Se lo leyó y don Eduardo le dijo: “Pero ¡eso no es soneto!” “No, señor —le contestó Machado—, no es soneto, es… sonite”. Pues así con mi novela, no va a ser novela, sino… ¿cómo dije?, navilo… nebulo, no, no, nivola, eso es, ¡nivola! Así nadie tendrá derecho a decir que deroga las leyes de su género… Invento el género y le doy las leyes que me place. ¡Y mucho diálogo!
—¿Y cuándo un personaje se queda solo?
—Entonces… un monólogo. Y para que parezca algo así como un diálogo invento un perro a quien el personaje se dirige.
Cuenta Baroja que Unamuno le dijo una vez que pensaba hacer novelas en esqueleto y acabar con las descripciones baldías, algo parecido a lo que pretendía Víctor Goti con la suya. Como no era fácil llevarle la contraria, porque se excitaba, Baroja pensó, sin decírselo, que la idea no tenía ningún valor. Esta forma literaria es propia para el cuento, pero no para la novela:
Unamuno pensó en una época si las descripciones sobrarían en la morfología de una novela. Muchos habrán pensado lo mismo que él; pero, al ir a comprobar esa teoría se ve que no es cierta. Primeramente, un sinnúmero de obras novelescas antiguas no tienen descripciones, es decir, no hay en ellas una alusión al mundo exterior; pero, a medida que la novela se perfecciona, las descripciones entran más allá en ella. Eso no quiere decir que el abuso de detalles del medio ambiente sea una superioridad, no; pero cuando se lee un libro como “La guerra y la paz” de Tolstoi, lleno de descripciones, y que es una de las obras más logradas del siglo XIX, se ve claramente que la anotación del ambiente es indispensable (Pío Baroja. Memorias).
En febrero de 1924, Unamuno fue desterrado a Fuerteventura (Canarias) por atacar al Rey Alfonso XIII que había sancionado el golpe militar de 1923 y propiciado la dictadura de Primo de Rivera. En julio es indultado, pero él rechaza la gracia y se exilia a Francia. En Paris, empieza a escribir  Cómo se hace una novelaobra controvertida que Unamuno completa en Hendaya, villa fronteriza con España, en la que reside hasta 1930, hasta que cae el régimen y él regresa a Salamanca.
El análisis de Cómo se hace una novela no resulta fácil. Es una obra extraña en todos los aspectos. Su estructura narrativa es desordenada por no hablar de una falta de estructura; el argumento resulta irrelevante; el relato es improvisado, “a lo que salga”, y se interrumpe de manera continua con excursos que el autor inserta para expresar su punto de vista sobre los asuntos que le obsesionan: la eternidad y el tiempo, el perspectivismo como frontera entre realidad y ficción, los vínculos entre autor y personaje; todo eso aderezado con frecuentes embistes a la dictadura que lo condenó al destierro y numerosas alusiones a la degradación de España, con el auspicio de la clase pensante.
Algunos críticos ven en esta formulación una réplica a los criterios expuestos por Ortega y Gasset en su libro Ideas sobre la novela publicado en 1925. Unamuno estaba enfadado con los intelectuales españoles que, como Ortega, habían permanecido en España durante la dictadura de Primo de Rivera; se lo recrimina con excesiva dureza y les califica de “viles” y “prostitutos”.
Unamuno fue un escritor inagotable, polifacético; su personalidad, compleja; su erudición, difícil de superar; a menudo, contradictorio, rasgo que él valora como virtud. Valiente para enfrentarse a quien él cree que está errado, aunque fuere poderoso, como hizo el 12 de octubre de 1936, cuando se enfrentó al general Millán Astray, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca con aquella famosa frase “Venceréis, pero no convenceréis, lo que le valió vivir los dos últimos meses de su vida bajo arresto domiciliario. En la tarde del 31 de diciembre de 1936, murió don Miguel de Unamuno con 72 años, una de las figuras más universales que ha dado el humanismo español, y además un hombre honesto.

lunes, 17 de junio de 2019

MÁLAGA EN JORJE GUILLÉN. (LOS SÍMBOLOS CONCEPTISTAS DE «MÁS ALLÁ»)




MÁLAGA EN JORJE GUILLÉN.  (LOS SÍMBOLOS CONCEPTISTAS DE «MÁS ALLÁ»)
                          Por Ramón Fernández Palmeral




                                              PRELIMINAR
    La vida del poeta, crítico literario y catedrático de Literatura española Jorge Guillén, integrante de la generación del 27 fue larga, vivió 92 años, pero su madurez plena desde 1977 la vivió en la soleada Málaga hasta su muerte mirando al mar Mediterráneo  en su casa del Paseo Marítimo, cerca las playas de la Farola, del famoso restaurante Martín y  con vistas al puerto, hasta su muerte en 1984, y fue su voluntad que le enterraran en el cementerio inglés de esta misma ciudad.

    Breves apuntes de su biografía
   El propio Jorge Guillén mismo nos dirá: "Nací en Valladolid el 18 de enero de 1893, en el número 11 de la calle de Caldereros [hoy Montecalvo], cuya casa todavía se conserva. Está cerca de la calle Duque de la Victoria. Un poco más allá El Norte de Castilla. Toda mi infancia la pasé allí […]  Todo lo que yo sé lo he aprendido allí, con mi padre, con mi madre, con mi lenguaje, con mi sentido de la vida. Si mi infancia no hubiera transcurrido en Valladolid mi poesía hubiera sido distinta ». ("Más allá del soliloquio", Poesía, nº 17, Madrid, Ministerio de cultura, 1983.).
     Pedro Jorge Guillén Álvarez era hijo primogénito de Julio Guillén Sáenz y de Esperanza Álvarez Guerra. No sabemos con certeza de dónde procede el apellido Guillén -¿Valencia, Cataluña?-, aunque sí cuál era la procedencia de la familia del poeta. Consta, documentalmente, que ya en el siglo XV los Guillén fueron moradores de la villa de Montealegre (Valladolid) con un rango de privilegio: eran hidalgos vinculados al castillo-fortaleza, de donde fueron alcaldes.
    Cursó sus estudios primarios en Colegio de San Gregorio de su ciudad natal. A los diez y seis años se traslada a Suiza con el fin de completar su educación. Estudia francés en la ciudad de Friburgo. De regreso en España, estudiará Letras en las universidades de Madrid, se alojará en la primera Residencia de Estudiantes de la calle Fortuny 14. Se licencia en 1913.
   Viaja a París, donde reside entre 1917 y 1923, es lector de español en la universidad de la Sorbona,  sustituye a Pedro Salinas, comienza a escribir poesía, conoce a Paul Valéry, Jean Cassoy, Ezra Paind. En 1919 conocerá Germaine Cahen de origen judío, con la que se casará en París en octubre de 1921.
   Regresa a España en 1923 y, en 1924 consigue el doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid con la tesis Nota sobre el “Polifemo” de Góngora. 1925 obtiene la Cátedra de Literatura Española en la Universidad de Murcia. De 1929 a 1931 desempeña un lectorado en Oxford. Mas tarde es catedrático en la Universidad de Sevilla, donde le sorprenderá la guerra civil española, ciudad que se sublevó a las órdenes del general Queipo de Llano.
    Entre los días el 16 y el 17 de diciembre de 1927, participó junto siete literatos «madrileños» de vanguardia (José Bergamín, Juan Chabás, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Federico García Lorca y Rafael Alberti) a en el Ateneo de Sevilla en el Homenaje a Góngora por el trigésimo centenario de su muerte, en cuyo acto Guillén leería poemas inéditos de Cántico. Dámaso Alonso, maestro de ceremonias, se sentó preocupado por que el poema de Guillén no lo iban a entender el público, pero Jorge eligió unos «alimento suave para estómagos difíciles».   La idea surgió por iniciativa de los directivos del Ateneo: Blasco Garzón y José María Romero. Asistieron también José María Cossío y el torero Ignacio Sánchez  Mejías.
   Su vida transcurre paralela a la de su gran amigo Pedro Salinas  al que había conocido en la Residencia de Estudiantes con quien mantuvieron correspondencia hasta en la muerte de Pedro en 1951. Véase La Correspondencia  (1923-1951) entre ambos, editada por Andrés Soria Olmedo, Tuquets, 1992. En diciembre de 1935,  Pedro Salinas publicó en Indice Literario, y posteriormente en Literatura española del siglo XX, Alianza editorial, 1970. Dedicó un capítulo titulado «El Cántico, de Jorge Guillén», quien comentará sobre o Cántico: “Ni canto, ni cantar, ni canción, ni cante, sino precisamente eso, cántico. La palabra lleva infuso un sentido de gracias y alabanzas a la divinidad. La raíz de la poesía de Guillén está precisamente en el entusiasmo ante el mundo y ante la vida». Luego muchos años después en Homenaje-Reunión de vidas-, Milán. AllÍnsegna del Pesced d’Oro.1976. Le dedicaría  un poema largo, dividido en 5 partes titulado «Pedro Salinas» con la dedicatoria A Dámaso Alonso.
    Se casó dos veces, la primera vez con Germain Cahen con la que tuvo dos: hijos Teresa y Claudio. La segunda nupcias con Irene Mochi de Sismondi.
     Al empezar la guerra saca a sus hizo de España hacia Francia, a su regreso en agosto de 1936 es detenido con su esposa y encarcelado en Pamplona. Consigue la libertad gracias a las gestiones de su padre, pero es inhabilitado por el Ministerio de Educación para el ejercicio de cualquier cargo público. Regresará a Sevilla donde se ve obligado a quemar a las cartas que tenía de Azaña, por menos fusilaban a los sospechoso de no adherirse al Movimiento.
   En 1938 Sevilla se le abrió expediente y se le separa del Cuerpo de catedráticos de  dicha Universidad y tuvo que abandonar España cruzando a pie el Bidasoa  en julio de 1938. De Francia se trasladará a los Estados Unidos donde Pedro Salinas le había buscado un puesto en Middlebury College por un semestres. También daría  clases de literatura española en el Wellesley College de 1940 a 1951. Son éstos años de soledad y tristeza marcados por la muerte de su primera esposa y de su gran amigo Pedro Salinas.
   Su esposa Germaine fallece en octubre de 1947 de cáncer. En 1950 muerte su padre.  
   En 1957, antes de jubilarse recibe uno de los mayores honores que podía alcanzar, ser nombrado para la cátedra de Charles Elliot Norton en Harvard, la primera vez que la ocuparía un no-anglosajón.
   En 1958 profesó un curso en la cátedra Charles Elior Norton, de la Universidad de Harvard, y las conferencias pronunciadas con este motivo se convertirían posteriormente en un libro publicado en España con el título de Lenguaje y Poesía (1962). Alcanzada la jubilación académica se traslada a Italia, realizó frecuentes viajes por América y Europa, y visitó repetidas veces España.
  En 1961, el 11 de octubre, se casa en Bogotá con Irene Mochi Sismondi.
  En 1976 le es concedido el Premio Cervantes que recogerá el 23 de abril de 1973, junto a  amigos y familiares, no asistieron los tres ministros convocados y los Reyes se encontraban en el extranjero. E nombrado académico de honor de la Real Academia de la Lengua Española desde 1978.
   En 1980 publicará una recopilación de diversos artículos escritos en los años veinte y editados bajo el título "Cántico. Escritos de los años veinte".
    La Fundación Jorge Guillén se encuentra en Valladolid en C/ Aut. Puente Colgante, s/n. Monasterio de Prado. 47014 Valladolid, que  nació a partir de la donación que los herederos del escritor hicieron de su biblioteca. La dirige el poeta Antonio Piedra, experto en la vida del poeta y autor de Jorge Guillén, Valladolid. Consejería de Educación y Cultura, 1986. El criterio de la Fundación no es particularista, sino que sus estatutos recogen una vocación más amplia y universal acorde con la poesía de Guillén: ocuparse de la literatura contemporánea, incluyendo en plano de igualdad los legados de otros autores y fomentando también el estudio de sus obras. Como respuesta a esta actitud, son varios los autores que han confiado después sus legados a la Fundación Jorge Guillén: Rosa Chacel, Francisco Pino, Claudio Rodríguez, Justo Alejo, José Jiménez Lozano, Ángel Crespo, Francisco Javier Martín Abril, Francisco Soto del Carmen y Gabino-Alejandro Carriedo.

 

 Málaga en Jorge Guillén
   Jorge Guillén y su mujer Irene se instalaron  en la ciudad de Málaga en 1997, Operado de un riñón en la clínica Ruber de Madrid, (1977), pasa a recuperarse a Nerja, desde allí tienen que ser ingresado en el hospital de Carlos Haya, por la accesión renal. Restablecido viajó a Cambridge en 1978, y ese mismo años regresó a Málaga para quedar por siempre, en la Costa del Sol, en el «Más allá»
   Uno de sus asiduos visitantes y amigo personal será el profesor  Antonio A. Gómez Yebra, un careceño afincado en Málaga de donde es titular de la cátedra de Literatura Española Contemporánea, y autor de entre otros muchos artículos guillenianos, el libro Los grandes poemas de “Aire Nuestro”, Editorial Clásicos Castalia nº 220, Madrid,  1996.  Hemos de recordar que Aire nuestro Milán, All'Insegna del Pesce d'Oro, 1968, es un recopilación de los tres libro Cántico, Clamor y Homenaje,, sin embargo en la edición de Gómez Yebra se incluyen Otros poemas y Final, es el último poemario de Guillén, editado en Barral 1981. En torno a Final es la tesis con la que se licenció Gómez Yebra.
   Otra de las amigas personales era la poetisa malagueña María Victoria Atencia, el día que inauguraron el busto dedicado a Jorge Guillén en la glorieta de su nombre, cerca de la Farola, el poeta observó el acto desde el balcón de  la casa de María Victoria en el Paseo Marítimo. Se encontraba delicado de salud.
     La relación de  Jorge Guillén con Málaga venía de antiguo.  En abril de 1955, durante un año sabático estuvo en Málaga y Torremolinos, para conocer a Bernabé Fernández-Canivell, editor de la famosa revista de poesía Caracola y con su esposa Quinín. En Málaga se editaba también una revistas emblemática como Litorial.  En el verano de 1996 estuvo en Nerja  la familia, alojados en el Hotel Balcón de Europa, se reunieron con la familia de García Lorca, que tenían una casa en calle Carabeo. Aquí vivía Fernando de los Ríos. Por ese tiempo asistió a la procesión de la Virgen de la Victoria con Bernabé y Pablo García Baena.
    La posible amistad de Jorge Guillén con la familia de García Lorca, debía de provenir de cuando Guillén conoció a Fernando Giner de los Ríos (1917- 1995) en 1950 en México, cuando lo presentó en el Ateneo de la ciudad Federal de México. Giner de los Ríos se casó María Luisa Díaz-Canedo, hija de Enrique Díaz-Canedo (crítico literario, diplomático, embajador de España en Montevideo, autor de una Antología de poesía francesa). Fernando Giner de los Ríos Morales era primo hermano de Laura de los Ríos Giner, hija de don Fernando de los Ríos (ministro de Justicia durante la República, y tío de Francisco Giner de los Ríos). Por lo tanto el parentesco de Francisco Giner de los Ríos Morales y los García Lorca es el resultado del matrimonio de una Laura de los Ríos con  Fernando, un hermano del poeta. En los años 20 Federico García Lorca ya veraneaba en Nerja, en la casa de la familia de los Ríos, situada la calle Carabeo.
    El  11 de abril 1980 se le nombra  hijo adoptivo de la ciudad de Málaga. En noviembre de ese mismo años, «Doctor honoris causa” por la Universidad de Málaga, título que recogerá el 2 6 de junio de 1981. Con motivo de su 90 cumpleaños se le dedicó un gran homenaje
   Falleció en su casa de  Málaga el 6 de febrero de 1984. Por lo tanto había cumplido los 92 años. Vivía en Paseo Marítimo. Está enterrado en el Cementerio inglés junto a su  segunda esposa Irene Mochi Sismondi, pero tienen su explicación, esta fue su voluntad, él vivía muy cerca del Cementerio, en el Paseo Marítimo. Hemos de aceptar su decisión como una voluntad testamental del poeta que  sin duda debe guardar sus secretos más íntimos en el «Mas allá de su poema», no en vano fue un exiliado republicano, a la que habrá que unir  un gran manojo de innumerable quejas, a lo que hay que añadir su convencido ateismo, según me contó una de la empleadas del cementerio. La lápida de Guillén es de color pizarra y gris Borriol le llaman a este color.  La verdad puede ser otra, la de que le gustara el lugar, Guillén en Málaga desde 1997. un día leyendo un libro Cañada de los Ingleses (en las colecciones "Cuadernos de María Cristina", 1961), de María Victoria Atencia, conoció la existencia y del cementerio y fue a visitarlo, y debió gustarle.



  Jorge Guillén, poeta
   El estilo simbolista y conceptual de Guillén encajan más con Baudelaire o con el formalismo de Valéry, a quien conoce e intima a partir de 1921. Por su inclinación a la poesía pura, que nada tiene que ver con la Juan Ramón Jiménez como se ha escrito como o coletilla por quienes no estudian los poemas, sino que se dejan llevar por las demás opiniones, además   la posible amistad entre ambos poetas  se había roto rompió en junio de 1932.
   Su obra más representativa es Cántico fue editado por primera vez en 1923 en la Revista Occidente y constaba sólo de 75 poemas. La versión final, publicada en  Buenos Aires (1950), tiene 334 poemas divididos en cinco partes: «Al aire de tu vuelo», «Las horas situadas», «El pájaro en la mano», «Aquí mismo» y “Pleno ser”.  En esta obra exalta, desde una perspectiva optimistas el goce de existir, la armonía del cosmos, la gracia, plenitud del ser y la integración del poeta en un universo perfecto… Para algunos críticos  Cántico es la afirmación y exaltación de la existencia, etiquetado como "existencialismo jubiloso", sin embargo, esa exaltación no implica un desbordamiento romántico, ya que está sometido a un riguroso cauce formal, a un equilibrio perfecto. Sus imágenes van dirigidas a la memoria colectiva, son existenciales como la luz, el sol,  el aire, mar, los árboles, nubes… 
   La lista de lecturas juveniles de todos ellos incluye a Bécquer, Juan Ramón Jiménez hasta  el descubrimiento de autores no enteramente afines: Antonio Machado, Mallamé, Válery, al que tradujo. De Bécquer le atrae su lirismo, de Juan ramón el tono triste, de Machado es íntimo, su capacidad de herir la sensibilidad del lector con un verso sencillo. De los franceses el simbolismo de Rimbaud en Las iluminaciones, El barco ebrio.  Le atraen su hondo misterio poético existenciales así nueva forma de comprender el arte.     Es la expresión más auténtica de su ser profundo.  Puesto que escribir poesía equivale hasta cierto punto a crearse a sí mismos, varios entre ellos trabajan mucho sus poemas antes de entregarlos a la prensa: no quieren renunciar a la posibilidad de mejorar.
   El trabajo solitario, el trabajo del arte propio, sin lector, no publica porque se da cuenta que le falta ese “duende” del que hablaría garcía Lorca.  Para Alberti y para Prados es "la gracia". Otros se contentan con el nombre más corriente de la inspiración que para ellos tiene una significación casi equivalente a la de la intuición el rato platónico, el instinto de crear como una razón de inventarse a sí mismo desde una actitud humilde y sincera consigo mismo.
    La poesía guilleniana se apoya en la utilización del menor número posible de elementos expresivos, supresión de lo anecdótico, sustantivación de los adjetivos, limitación de verbos son coordinadas, precisión lingüística y concentración temática.

    Jorge Guillén y Miguel Hernández
   Como hernandiano que me siento, he de recordar que el universal poeta oriolano  Miguel Hernández, recogió una cita de Guillén  y la puso como lema en su octava real [X] (Sexo en Instante-I) de Cánticos, que dice : ¡Hacia ti que, necesaria,/ aun eres bella, que según averiguó Agustín Sánchez Vidal pertenece a la décima “Pasmo del amante”.  Según pudo comprobar José Carlos Rovira en los archivos hernandianos, Miguel había copiado a mano varias décimas de Cántico, como «Sazón», «Los amantes», «Escalas»… No en vano Jorge Guillén fue catedrático de la Universidad de Murcia en 1938, y además se fundó la revistas Vervo y Prosa con Juan Guerreo Ruiz «Cónsul de la poesía», según García Lorca.
     Solamente con leer el  título del poema «Más allá» ya nos evoca connotaciones espirituales, místicas, religiosas, celestiales, y también del más allá como comunicación con la otra vida, como lugar indefinido y sagrado, cósmico y divino. Un evidente juego de evocaciones religiosas cristinas (su madre era un gran cristina, como ya debió inculcárselo a su hijo). Un gran poema  dedicado a la creación del ser o la creación del hombre. Como voces del más allá que llegan hasta nosotros, del más allá de las estrellas, o los misterios del más allá, Guillén nos sugiere un mundo hermético, nos propone casi como acertijos poéticos, sobre su propio renacer, en un paraíso terrenal de este mundo presente.   Por el concepto de su complejo poema se podría apreciar  un hipotético regreso desde el más allá lo que implica una idea de retorno, llevando esta idea a su límite metafóricos podríamos sustituir  «Más allá» por el recambio de «Resurrección». Guillén, nos lo presenta íntimo, salido de su intuición, de su subconsciente, sin ocultar nada en una composición esquematizada, condensada de tal forma  como él concebía la poesía pura,  clasificada como de alta especialización, apoyada en la Historia del arte  la poesía que él conocía perfectamente, porque sin este apoyo, la poesía contemporánea no es posible el uso de tanto acarreo de símbolos ocultos en la memoria del lector.

    El primer grupo eutrófico se compone de quince cuartetas.

                          
        El alma vuelve al cuerpo,
        Se dirige a los ojos
       Y Choca.) -¡Luz! Me invade
       Todo mi ser. ¡Asombro!
   
    Nos encontramos con la idea espiritual del alma que indica el principio de la actividad conciente del hombre o principio de la vida. Una alma que  regresa o retorna a un cuerpo físico o materia, por eso dice vuelve, vuelve quien  se fue, es la idea de la resurrección carnal la que nos anuncia y parece seguir todo el poemas, quizás es una resurrección general, no personal, porque ese alma que vuelve al cuerpo se dirige a los ojos, a unos ojos indefinidos, pudo haber escrito a mis ojos, pero no lo hizo. Lo que hemos de entender como una resurrección después de la muerte. La concepción cristiana de la resurrección de la carne el día del Juicio Final
   Avanzando en el poemas, las cuartetas dos, tres y cuatro, corresponde a una misma idea, la idea de la creación Ruidos/Irrumpe. ¿Cómo saltan/ Sobre loa amarillos Se refiere al hipotético y enorme ruido que debió provocar el génesis de la creación, en un momento del renacimiento del mundo desde el punto de vista de la creación cristiano y bíblica del soplo de la vida. Tal que un sol hecho ternura, significa un sol niño, un sol tierno, nuevo que acaba de nacer y lo confirma con De rayo alboreado (v. 11), como rayos nuevos  Por ello en la cuarteta 5 se pregunta el ser que ha recibido el alma como soplo de vida nueva ¿Hubo un caos?  Muy lejos/ De su origen, me brilla… Este caos ese hervor de luz ¡Días! Es el Big-Bang, tras el caos primigenio del génesis aparece la luz, por eso más adelante dice:
        Y la mañana pesa,
        Vibra sobre mis ojos,

    Aquí nos encontramos con una transformación del sujeto en alma, un alma llegada del más allá que vibra en mis ojos, ya son los propios ojos de la voz lírica o del propio poeta, puesto que en esta época de la generación del 27, la voz lírica coincide con la del poeta, no se usa el artificio de la técnica de los poemas como artificios narrativos para buscar novedoso mundos.
      Más adelante encontramos la vida que  nace en la raí de siglos, dentro de un minuto Eterno. Y ya corre la vida Corre la sangre, corre / Con fatal avidez. Y anunciando aparece el ser, ya no hay nada más que ser Y basta. Es la absoluta dicha.  Guillén como un pintor busca la materia más allá del lenguaje, el lenguaje se le queda corto en la expresión espiritual. Todo lo que vive se convierte en materia protegido por su antimateria, «la materia es memoria», escribió Guilio Carlos Argan, llegando a extremos de tiempo el drama de nuestro ser-en-el-mundo.  La voz lírica rebosas dichosa de verse resucitado  gracias al azar  de las suertes /Únicas de un tropel. Es un tropel de fuerzas y de siglos, siglos anteriores en que se alzaba la memoria del ser anterior, como de otra vida ya vivida.
       Y a la fuerza fundirse
       Con la sonoridad
      Más tenaz: sí,sí, sí
       La palabra del mar.

   Aquí se ha fundido la fuerza proveniente del más allá, quizás la fuerza del fuego o de sol que como sonoridad y ruidos se ha creado la palabra del mar. El mar aparece aquí como origen de la vida terrestre, las olas del mar al romper en el rebalaje, la voz del mar  que es lo que significa en este metáfora breve: 
    En el último cuarteta de esta grupo primero. Nos detenemos en el verso Soy, más estoy. Respiro. Evidente mente cuando usa los verbos ser y estar, ya no queda más dudas sobre la llegada del ser, desde la filosofía del ser y el estar, del ser y no-ser, del que podríamos profundizar mucho más en la filosofía del pensamiento occidente de Parménides a Heidegger.  Aquí es un ser con noción de sustancia o ser por sí mismo.
   Pero cuando respira, este posible ser etéreo metafísico, se convierte en ser vivo, respira profundo aire, pero todavía no es ser humano  es leyenda.  Finaliza esta primera parte con ¡Salve!, que es una oración dedicada a la Virgen para el “Dios de salve María…  Por eso mi insistencia de que este poema contienen invocaciones religiosas.

     El  grupo estrófico II compuesto por 5 cuarteta  podría llamarse «Edén».
             No, no sueño, Vigor
             De creación concluye
             Su paraíso aquí:
             Penumbra de costumbre.

    Aquí vemos que  la creación del ser y del hombre por el advenimiento del aire  de la vida del alma  ha terminado, y ahora se encuentra en su paraíso, paraíso que podemos tomar como Edén, sin embargo, el ser descubre que se encuentra en el mundo con penumbra, en el mundo de siempre con costumbres. Ese paraíso podría ser un lunes trabajando en su casa con sus libros en la mesa.
   Más adelante en la cuarteta tercera nos hace ver que este Edén o paraíso es una cama, nos los evoca a través de las palabras almohada, lienzo, embozo (parte de la sábana encimera que se dobla sobre el resto de la ropa en contacto con el rostro), tendido cuerpo. Y en esta actitud, ese Ser avasallador /Universal,  representa al Dios creador, que se confirma con la quinta cuarteta Un más allá de veras /Misterioso, realísimo.  En esta verso aparece por primera vez  más allá que da título al poema.


    El  grupo eutrófico III compuesto por 5 cuartetas , podría llamarse «Enigma de la vida».
         ¡Más allá!  Cerca de veces,
         Muy cerca, familiar
         Alude a los enigmas.
        Corteses, ahí están.

        El más allá, no está muy lejos, está cerca o a veces está tan cerca que no lo vemos, por eso es  un enigma, un enigma largo y profundo, y este enigma converge hacia su habitación converge de la cuarteta siguiente, porque en realidad la habitación del ser también es su mente, su mente llena de recuerdos objetos nombrados, los nombres son recuerdos, que allanan a la mente. Y estos recuerdos convertidos en enigmas de siglos, de vidas vividas anteriormente Vives para mi ayuda, Amables a través/ De cuanto me circunda. Esta idea de vives para mi ayuda en lo que me circunda, debería referirse a todo el mundo que vive a su alrededor como un enigma sin cesar, cuyo móvil de unión es la trabazón de los vínculos, estos vínculos debe referirse a un familiar cercano que le cuida, quizás Irene su mujer convertida en Eva. En el verso De Cerrar su equilibro, podría ser en el equilibrio de la vida, la vida se mantiene en equilibrio, cuando la vida se rompe se rompe este equilibrio. Miguel Hernández en el  soneto 17 para El rayo que no cesa dedicado al toro diría que en los versos 3 y 4 «que el sabor de la muerte es el de un vino /que el equilibro impide de la vida».
 

   El grupo estrófico IV se compone  de otras 5 cuartetas, podría llamarse «La gracia de Dios».
          ¡Energía o su gloria!
          En mi dominio luce
          Sin escándalo dentro
          De lo tan real, hoy lunes.

    Aquí  la energía o su gloria es  la gloria de Dios, ya en  su dominio, el lunes, no es un lunes cualquiera, Guillén no suelta prenda, quiere referirse al primer día de la creación, y ya la vida como dominio luce sin escándalo, sin demasiada alegría por dentro, ya que resucitar supone un volver a empezar, un volver a  lo mismo. Nos encontramos con la existencia escolástica de la realidad de la cosa,  y  nos indica el poeta  es vivir en materia y en cuerpo es existir, simplemente ser, Shelling y Kierkegarad, sostienen que la existencia es el pensamiento.
     Ya en la última cuarteta de este grupo, nos detenemos en La materia apercibe/ Gracia de Aparición: Hemos de buscar por qué razón escribe Aparición en mayúsculas, porque Gracia se da por hecho al ser la primera letra de este verso, y sabe que Guillén usa la forma clásica de «enmayuscular», la primera letra de cada verso. Aparición debe entenderse como la visión de un ser sobrenatural. Ya para comprender que es sobrenatural y casi divino, toca la paredes de cal y el mimbre de su silla, para cerciorarse de que está en la tierra y no en los cielos. Por eso esto es cal, esto es mimbre, alude a silla y pared, y tanto es así que es el  siguiente grupo ya aparece la palabra pared.
   

   El  grupo  estrófico V de cinco cuartetas podría llamarse “La gloria del cielo”.
       Por aquella pared,
       Bajo un sol que derrama,
       Dora y sombrea claros
       Caldeados, la calma.
  
     Tenemos un símbolo material pared, como obra para cerrar un recinto, más lo inmateria de la luz, por un parte caldea, calienta la luz, esta luz errante sobre el verdor, sobre la materia que a la vez es el sufrimiento de la materia en transito hacia el descubrieto de sí misma, o sea, la conjunción de dos elementos dispares.  En toda esta  V parte parece el dominador es el sol,  la idea de sol y de cielo, en realidad  es una gozosa comtemplación, y la contemplación es conocer la verdad.  El sol va Por aquella pared,  omo un reloj de sol, luz que anda por la pared a 15 grados por hora, anotando y restando tiempo. Sonreido va el sol / Por la pared ¡Gozosa/ materia en relación!, la relación del tiempo y espacio.  Mas adelante vemos  alegría y  gozo porque la luz es una dádiva, un regalo irremplazable del mundo y un aroma que presiente.
     El último verso Voy a por él a mi alma. Expresión un tanto compleja, pudiera ser entendido como voy a por el sol para mi alma, para dar vida caliente y tiempo a mi alma que ha venido desde el más allá. Si hubiera querido referirse a Dios, este  él lo hubiera escrito en mayúscula como Él, o como el Ser.
    Aprecimos el ritmo cíclico del mundo sobre el ser lo que supone una prolongación de la existencia hacia la realidad, que veremos en el siguiente grupo.
    
    En grupo VI, compuesto por quince  cuartetas podría llamarse «Renacer». Es en realidad como un pequeño resumen de los anteriores. Empieza con un agradecimiento:
        ¡Oh perfección! Dependo
        Del Total más allá,
        Dependo de las cosas.
        Sin mí y ya están.
   
     Proclama con una interjección una invocación ¿Oh perfección! infinita y divina, de ti de pendo. Dependo del Total más allá (divinidad del más allá, que también significa el Todo como Todopoderoso, que aquí es Del Tota o del total del todo.
     El ser renacido ya tiene materia convertida en un volumen, un cuerpo, tiene manos, ya es escultura y el poeta depende de la alegría de un sol en cristal de balcón. Ese sol que antes iba por la pared ahora ha entrado a través de la transparencia del los cristales como una visita del alba y del más allá. Ya en el grupo IV, dijo Balcón, los cristales, con un hipérbaton.
     El ser que ha recibido el alma y la vida espiritual,  ya carnal escultura  y ya materia refinada, en una repetición serial o cinemáticas de otros seres que sienten lo mismo que él.
    La mañana es diáfana, ve nubes sobre el tejado, nubes distantes.  Podría ser el mes de abril sobre el mar, por Suena a orilla de abril, como nubes sobre el mar, ya que la orilla es tierra  contigua el agua de un río o del mar, y como el ser se ha convertido en Rotundidez humana / De edificio y refiere /Su fuerza a mi morada. Deberíamos imaginar que el ser humano se pone de pie como un edificio y toma fuerza a mi morada, morada como cuerpo, ya que la morada del alma es el cuerpo.
    Este cuerpo del poeta ha sido viajero Que balcón por países/ De transito deslizan. Por muchos países ha viajado de transito por muchos años, pero al final la querencia de la tierra-patria le atrapa y vuelve a su país que le obligó a exiliarse. Para aligerar equipaje, peso del Universo en jornadas eternas, totalmente dichosos/ con la tierra y el mar. Como elementos del mundo en constante lucha de continuidad Y es  luz del primer / Vergel que hemos de entender como Edén, en la Paraíso terrenal que aún fulge, perdura, ante mi faz o ante la flor del jardín. Apreciemos que los da dos elementos se refuerzan: Paraíso Terrenal con Primer Vergel y con jardín.
   Estos conceptos de renacer en lo sagrado, se consuman  en las cuarteta 14 y 15.
                                 Y con empuje henchido
                                 De afluencias amantes
                                 Se ahínca en el sagrado
                                 Presente perdurable.

  Vemos que en la penúltima cuarteta aparece un nuevo elemento en el hombre: el amor, que en un empuje henchido, que alude el henchido corazón.  De afluencias amantes, es como la fuerza del amor. Prosificando tenemos que un corazón henchido de amor por a los afluentes ríos del amor que convergen en el alma, que es presente y perdurable porque se supone que el alma es eterna y no muere. Pero terrenalmente nada hay tan fuerte como el amor verdadero. Entiendo que el sagrado… perdurable es el alma. No dice  en “lo” sagrado sino en “el” sagrado. 
   La cuarteta final es triunfante Toda la creación / Que despertarse un hombre. Prosificando tenemos, que finalizada la creación del hombre renacido, resucitado porque desde el primer verso de «Más allá» recibió el alma, y se lanza a la soledad A un tumulto de acordes, es decir, en soledad en medio de un conjunto combinados con armonía, ya que la vida es un acorde aunque creo que no perfecto.
   
    Finalizada esta aproximación del poema «Más allá», no me queda más que decir que para mí , el tema de la creación es sublime, junto en su medida, conceptismo puro, sutilezas expresivas, vocativos,  en definitiva una obra maestra de la poesía moderna, por ello Jorge Guillén lo situó encabezando su libro Aire nuestro, como acora para generaciones sucesivas.

                          

       

     Entre sus obras poéticas caben destacar:

  • Cántico (75 poesías), M., Revista de Occidente, 1928.
  • Cántico (125 poesías), M., Cruz y Raya, 1936.
  • Cántico (270 poesías), México, Litoral, 1945.
  • Cántico (334 poesías), Bs. As., Sudamericana, 1950.
  • Huerto de Melibea, M., Ínsula, 1954.
  • Del amanecer y el despertar, Valladolid, 1956.
  • Clamor. Maremagnun, Bs. As., Sudamericana, 1957.
  • Lugar de Lázaro, Málaga, Col. A quien conmigo va, 1957.
  • Clamor... Que van a dar en la mar, Bs. As., Sudamericana, 1960.
  • Historia Natural, Palma de Mallorca, Papeles de Sons Armadans, 1960.
  • Las tentaciones de Antonio, Florencia/Santander, Graf. Hermanos Bedia, 1962.
  • Según las horas, Puerto Rico, Editorial Universitaria, 1962.
  • Clamor. A la altura de las circunstancias, Bs. As., Sudamericana, 1963.
  • Homenaje. Reunión de vidas, Milán, All'Insegna del Pesce d'oro, 1967.
  • Aire nuestro: Cántico, Clamor, Homenaje, Milán, All'Insegna del Pesce d'oro, 1968, 1981, 1987,1993 (cuatro ediciones).
  • Guirnalda civil, Cambridge, Halty Eferguson, 1970.
  • Al margen, M., Visor, 1972.
  • Y otros poemas, Bs. As., Muchnik, 1973.
  • Convivencia, M., Turner, 1975.
  • Final, B., Barral, 1981.
  •  Final.  Clásicos castalia, núm., 176. Ed. De Antonio Piedra.
  • La expresión, Ferrol, Sociedad de Cultura Valle-Inclán, 1981.
Ha traducido Le cimetière marin, de Paul Valery (M., Paris, Bs. As., 1930). Premio Cervantes de Literatura 1976.

Prosa:
Lenguaje y poesía (1962)
El argumento de la obra (1969)
En torno a Gabriel Miró: breve epistolario (1973)
Cántico. Escrito de los años veinte (1980

  Premios
1955    Award of Merit of the American Academy of Arts and Letters
1957    Premio Città di Firenze
1959    Premio di Poesia Etna-Taormina
1961    Grand Prix International de Poésie, Bélgica
1964    Premio San Luca, Firenze
1976    Premio Cervantes.
1976    Premio Bennett de Poesía de Hudson Review, N. Y.
1977    Premio Alfonso Reyes
1977    Premio Feltrinelli de la Accademia Nazionale dei Lincei
1978    Medalla de Oro del Ateneo de Málaga
1982    Premio Ollin Yolitzli, México


       
   
 
                    REVITA PERITO (Literario-Artístico)