8.- La Semana Santa
Marzo o abril con cáliz de misericordia a
mi boca sedienta de paz y sosiego llega la Semana Santa piadosa y alicantina,
con un cirio de flores ardiendo y yo descalzo arrastraré mi túnica morada con
la pesada cruz y la penitencia de la resaca de la fe, el vicio en el alma de
los largos años de mortal eterno, cansado de pecar, de escuchar mentiras y
palabras necias, odiando a muerte las siglas de los partidos políticos o
tránsfugas de urbanizaciones en la arena. Pero yo, silencioso y sudoroso, bajo con
mi cirio en llama viva por las crestas del barrio de Santo Cruz.
Me dice mi viejo amigo de biblioteca
Algazel que el primer dato escrito sobre Hermandades y Cofradías alicantinas se
remontan a primeros del siglo XVII, y que imagineros de misteriosas y hábiles
manos con la gubia afilada en la piedra de agua, esculpieron, por encargo del
cielo, figuras de cuerpos semidesnudos y lacerados a la imagen de la Pasión de
Cristo, Dolorosas, Sepulcros y Cenas.
Esos imagineros debieron ser impostores ángeles ebanistas más que
tallistas de la dulce madera de ciprés (no le ataca la calcoma). Magos del escoplo y de la gubia como Nicolás
Bussy o Salzillo autor del Cristo del Hallazgo, Lastrucci autor de la Virgen de
Santa Rendición o un anónimo crucificado.
No debemos buscar en estos días el
folklore o la competitividad entre Hermandades, ni la playa con olor a
incienso, ni que se parezca a la
cabalgata de Reyes o un desfile de Moroso y Cristianos, no, esto no son días de
asueto, sino días para el aseo del espíritu, vivamos una Semana Santa en el
máximo grado de fervor religioso. Cada punto tiene su lugar exacto en un
círculo, un lugar inamovible, equidistante; ya nos llegarán las Hogueras con sus
fuegos y su truenos, o la Pascua de Navidad, o la Peregrina con romeriía, caña
y nuestra ramita de romero.
Siento cómo mi río interior se hace
grande por el ruido de su alegría, a la gula la llevo a raya en la Cuaresma,
penitencia sin flagelos hipócritas, oposiciones más que exámenes de conciencia
me revelan que soy un pecador incorregible, en mí alma anidan los anhelos de
todos los pecados capitales. Seamos sinceros con nosotros mismos y respetemos
la tradición de esta santa semana a la que tanto quisieron y respetaron
nuestros padres y abuelos.
La procesión que más atractivo tiene es
la Hermandad de
la Santa Cruz: constituida en 1945, realiza su estación de penitencia con
cuatro tronos: el Cautivo, la Dolorosa y el Descendimiento de la Cruz, todas
obras de Antonio Castillo Lastrucci, y el Cristo de la Fe, conocido como El
Gitano, que fue realizado por Luis
Ortega Bru.
De mi libro "Robinsón por Alicante" de Ramón Fernandez Palmeral.
Que según mi amigo Algazel, al que no hay que hacer mucho caso, por la unión de la amistas, "Es el libro más maravilloso que se ha escrito sobre Alicante en los últimos años".