lunes, 25 de marzo de 2019

Nombramiento de Ramón Fernández "Palmeral" como Socio de Honor de Espejo de Alicante

Ramón recibe el espejo de manos de Consuelo Jiménez de Cisneros
Se espejista es un gran placer y honor para mí, y mi mujer que también tiene merito por su colaboración en mis quehaceres artísticos, literarios y otras actividades.


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 Nota en Facebook de Carmen Amerigo Ramón Palmeral, te mereces ese título y muchos mas, todos te quieren y te estiman. Tú trayectoria en todo lo que has emprendido ha sido formidable, eres un dialogante magnífico y de tu boca salen palabras sabias que todo entendemos.

Nos has emocionado cuando te has referido a tu mujer, ella te quiere y lo que hace es por amor, no te quepa la menor duda.
La admiración que todos sienten por ti es real así es que mi querido Ramón puedes sentirte satisfecho.

"La influencia de Rilke en poetas españoles", Carlos Barral. El País 1976

Su influencia en nuestra poesía





Hoy se cumple el cincuentenario de la muerte de Rainer María Rilke (1875-1926). EL PAIS ha querido rendir tributo a una de las personalidades más vigorosas de la literatura del siglo XX. José Luis L. Aranguren relata su recorrido personal por la obra del poeta. Carlos Barral analiza su influencia en la poesía española. Félix Grande se explaya sobre las cartas de amor de Mariana Alcoforado y su repercusión en Rilke. Carlos Gurméndez, por último, analiza la vida y la muerte en la obra del escritor.
La suerte de la poesía y de la obra rilkeana en la sociedad literaria española, en eI ámbito lector y en el mundo asimilador de los escritores de versos, ha sido sumamente extraña. Mientras en los años treinta la obra del poeta pragués constituía uno de los nervios de mayor influencia en otras poesías, europeas y se multiplicaban las traducciones al francés o las ediciones bilingües en Inglaterra -pensamos en la evidente influencia que Rilke tuvo en el grupo de poetas de la poetry of experience-, los poetas de la antología de Gerardo Diego esa espléndida generación que se ha bautizado del 27, de la Dictadura o de la República, no parecieron tener comer cio alguno con la obra ya universal de uno de los mayores poetas del siglo. Es curioso que después, en los años de la inmediata posguerra, cuando el alemán devino -¡qué tiempos aquéllos!- lengua obligatoria, o prácticamente obligatoria en los estudios secundarios, tampoco Rilke se hizo presente por ningún resquicio. Las bibliografías dan razón de las abundantísimas traducciones trasatlánticas de un señor Marcos Fingerít (El amante y otros relatos, 1941; Hermano y hermana. Novela praguesa, 1941; Los sueños u otros relatos, 1941; El libro de horas, 1942), y unas sospechosas Poesías escogidas, que incluyen una presentación del traductor francés Angelloz, 1942). Ni yo, ni nadie que yo conozca vimos las versiones del señor Fingerit, que aparte de traducir a ritmo desusado es de suponer que recurrió a fuentes indirectas así parece confirmarlo el hecho de que la primera traducción igualmente argentina, de los Cuadernos de Malte Leurids Brigge (Losada, 1941) de Francisco Ayala hace notar ostentosamente en portada que se trata de una traducción directa del alemán. Vi, en cambio, en manos de José María Valverde, uno de los primeros rilkeanos de la posguerra, una versión española de las Historias del Buen Dios, de tapas verdes, pero debió de ser tan clandestina que no figura en las bibliografías (Walter Ritzer, Rainer María Rilke´s Bibliographic. 1951). También recuerdo una traducción de Dic Weije der Liebe md Tod... título dudosamente traducido por El canto de la vida y muerte del corneta Cristóbal Rilke, donde se sustituye estandarte abanderado o portainsignia por corneta, lo que nos lleva a imaginar al místico antepasado del poeta como un ridículo cornetín de órdenes (Vian, Buenos Aires, 1944), Rilke no circulaba, no corría, como se dice en la propia Argentina, más que entre los que habíamos aprovecha do un mínimo del alemán del bachillerato y habíamos comprado algún tomito suelto de las colecciones populares de la Ingel Verlag. El mito comenzó a crecer a fines de los cuarenta y cuajó a partir de la traducción firmada por Torrente Ballester del Requieni y de Las Elegías del Duino (Madrid, 1946). La traducción no era perfecta pero era más que suficiente ayuda para asomarse al texto alemán a fronte. Resulta raro que en una cultura oficial germanizada. Rilke no entra se o lo hiciese tan tardíamente o por vías tan excusadas. Sería contagio al fascismo es pañol de la poca simpatía que el poeta inspiraba a los sectores de la cultura nazi. Pero desde fines de los cuarenta se vino produciendo un curioso fenómeno. El rilkismo se extendió como una epidemia, prendió en casi todo el mundo como fiebre literaria, el poeta era citado por todos. saqueado por muchos y, comenzó a ser traducido por algunos. José María Valverde. antes que traductor, fue paciente de la rilkiana dolencia. Gabriel Ferrater, Jaime Gil de Biedma y yo mismo -por no citar más que en mi círculo de relación más próxima- la padecimos también.En los más fue una fiebre vacunadora que implicaba un futuro rechazo: otros la arrastramos más tiempo: me recuerdo recorriendo las pensiones de Ronda, en compañía de un joven poeta cordobés que ha pasado al anonimato, buscando rastro de la residencia de Rilke en aquella ciudad, sin sospechar que, como un turista cualquiera, había vivido en el lujoso hotel Victoria. Era en el verano de 1949. Cinco años más tarde aparecía mi traducción de los Sonetos a Orfeo, texto bilingüe, precedida de un prólogo pedante y farragoso (Adonais, 1954). En la literatura catalana, Rilke no habrá tenido mucha mejor suerte. El poeta Joan Vinyoli, rilkiano hasta estas fechas, publicó antes de la guerra civil una excelente traducción de unos cuántos poemas en La Publicitat. Luego, esporádicamente el mismo Vinyoli, Jaume Bofill, Ferro y ya más recientemente. el mallorquín Nadal han ido añadiendo traducciones sueltas a la bibliografía catalana. pero los libros importantes siguen sin versiones completas. Hasta la traducción general de José María Valverde en las literaturas hispánicas, Rilke ha continuado siendo una extraña cita para refinados. Cincuenta años después de su muerte es ya un mero clásico en buena parte necesariamente olvidable. Mi última cita sentimental con el poeta fue en los años sesenta, cuando quise detenerme, haciendo un alto de viaje, en el cementerio de Reron. Lamentablemente, el cementerio estaba en obras y la estela era inencontrable. Temo que ningún español la haya visto nunca.

viernes, 22 de marzo de 2019

Cronología de la vida de Rainer Maria Rilke. Fotografías



Cronología de la vida  de Rainer Maria Rilke, uno de los poetas más importantes del S.XX



 

1875.- Nace el 4 de diciembre, a las doce de la noche, nace en Praga (del Imperio Austro-húngaro). Hijo de Josep Rilke y de Sophie Enz.  Bautizado con René (Renacido, en francés). Su madre, que perdio a una hija mayor, le  vistió de niña y le daba muñecas hasta los cinco años de edad, lo que supuso un trauma de identidad posteriormente pero no fue ni afeminado ni homosexual.

1882.-  Ingresa en el colegio de los Piaristas.

1886.- Pasa a la escuela militar de Saint-Polten.

1890.- A primeros de setiembre, ingresa en la aca­demia militar de Máhrisch-Weisskirchen. Donde se siente prisionero.

1891.- Tiene que abandonar esta academia por moti­vos de salud. A finales de setiembre, entra en la escuela comercial de Linz.

1892.- El joven Rilke recibe lecciones particulares.

1897.-  El 9 de julio, aprueba el bachillerato.

 1895-1896.- Se matricula en la Universidad de Praga, Facul­tad de Letras (Historia del Arte, Literatura, His­toria y Filosofía) y, a continuación, en la Facultad de Derecho.
Conoce a la escritora rusa Lou Andreas-Salomé. A primeros de octubre, se traslada a Berlin donde prosigue sus estudios universitarios.

1898.- Marzo. Da por terminados definitivamente sus estudios. Viajes a Checoslovaquia (Praga), Ita­lia (Florencia y Viareggio) y Alemania.

1899.- Viajes a Austria y Checoslovaquia. El 24 de abril, sale para Rusia acompañado por Lou Andreas-Salomé a la que había conocido en San Petersburgo, con la que mantuvo relaciones íntima. A finales de abril están en Moscú para conocer a León Tolstói. A primeros de mayo se trasladan a San Petersburqo. Terminan el año en Alemania.

1900.- Hasta primeros de mayo, en Alemania. Después, segundo viaje a Rusia con Lou Andreas-Salomé. Viajan a Moscú y, desde finales de mayo a primeros de julio, permanecen en Tula. Visitan a Tolstoi en su propiedad de Yasnaya Polyana pasan por Cracovia, Nischnik-Novgorod, etc. Traban conocimiento con el poeta ruso Droski- ne A finales de agosto salen de San Petersburqo para Alemania (Danzig y Berlín). Al poco tiempo, Rilke se traslada a Worpswede, donde conoce a la escultora Clara Westhoff.

1901.-Contrae matrimonio con  Clara Westhoff. A fi­nes de marzo, la pareja se instala en Westerwe- de donde, el 12 de diciembre, nace su hija Ruth. El matrimonio dura un año. Clara lo abandona porque considera que no debe interferir en su obra de escritor y poeta, lo cierto es que no arendia en el hogar, ni cuidaba a la niña.

1902.-Hacia fines del verano, Rilke se instala en París, en el número 3 de la rué 1´ Abbe-de--l Epée cerca del escultor Auguste Rodin, para escribir un ensayo sobre este escultor francés

1903-1905.- Múltiples viajes a Italia. Alemania Dmamara y Suecia. El 15 de setiembre de 1905, Rilke va a vivir a casa de Rodin como secretario, en Meudon-Val-Fleury. El 14 de marzo, muere en Praga su padre. El 11 mayo, ruptura con Rodin, este no lo aguantaba. El 12 de mayo, alquila una habitación en París, en el 29 de la rué Cassetfc Viajes a Bélgica, Italia y Alemania. Viaje a Italia. A fines de mayo regreso a París Visita al «Salón de Otoño» (Cezanne). Viajes a Praga, Alemania, Austria e Italia Múltiples viajes a Italia, Capri, Alemania. A fines agosto, se instala en el «Hotel Biron», 77, ri Varenne, París.

1909-1910.-Conoce a la princesa alemana de Maria von Thurn y Taxis en el palacio Lucen de Praga. En abril, visita a la princesa de Maria, en el castillo de Duino. Viajes: noviembre, Argelia; diciembre, Túnez.

1912.- Viaje a Egipto. Más viajes. Finalmente, se retira al castillo de Duino en Trieste (Italia), propiedad de la princesa Taxi, situado en un acantilado del Adriático. Donde en enero da inicio a las famosas “·Elegías de Duino”. Permanece en Duino hasta el mes de mayo, de mayo hasta el 11 de setiembre, Italia (Vei cia, Zattere, San Vio). Del 12 de setiembre al 7 de  octubre, Duino. Del 14 al 29 de octubre, Ale­mania (Munich). El 31 de octubre sale para España.
1913.- Permanece en España (Toledo, Córdoba, Sevilla y Ronda, Hotel Reina Victoria) hasta mediados de febre­ro. El 27 se instala en París, 17, rué Campagne- Premiére. Nuevos viajes.

1914.- Hasta fines de febrero, vive en París. Después  se traslada a Berlín. A primeros de marzo, co­noce a Magda von Hattingberg, a la que todos llaman «Benvenuta». Después de su ruptura con ella, conoce, en setiembre, en un pueblo cercano a Munich, a Lou Albert-Lasard.

              1915-1918.- Múltiples viajes y prolongada estancia en Mu­nich (Alemania)
.
1919.-  Múltiples viajes a Suiza, Reencuentro con Bala- dine Klossovska, a la que llama «Merline» en su correspondencia.

1920.- Suiza, Italia, París «Hotel Foyot». El 12 de no­viembre, castillo de Berg am Irchel.

1921.- Hasta mediados de mayo, permanece en el cas­tillo de Berg am Irchel. En julio se traslada al castillo de Muzot.

1922.- Castillo de Muzot (cantón de Valais, Suiza). Su hija Ruth contrae matrimonio en Alemania.

1923.- Castillo de Muzot (comprado por un admirador). Su hija da a luz una niña. Viaje a Suiza. A fines de diciembre, se traslada a la clí­nica Val-Mont sur Territet. Publica las Elegias de Duino y sonetos de Orfeo.

1924.- A primeros de 1924, Muzot. Viajes. A fines de noviembre, vuelta a la clínica Val-Mont (Suiza).

1925.- Enero, viaje a París. Regreso a Muzot. Hacia fi­nes del año nuevamente a la clínica Val-Mont.

1926.- En el verano, se traslada a Muzot. Viajes a Sui­za y regreso a Muzot. A fines de noviembre in­gresa otra vez en la clínica Val-Mont. Se clava la espina de una rosa que le ofreció a una amiga egipcia. Cae enfermo con leucemia.  Muere a los 51 años el 29 de diciembre, a las 5 de la madrugada.

1927.- Es inhumado en Raron, en el cantón del Valais.

                                                                     Dibujo de Rilke por Palmeral


Album de Fotografias









jueves, 21 de marzo de 2019

Socios de honor de Espejo de Alicante y presentación del libro VIII libro EDA





                            (Saló de actos de la clínca Vissum, por Vistahermosa)




Ya estamos cerca del 25 de marzo, la presentación del VIII libro de EDA “Hablan los poetas”, está muy próxima. Hay una novedad importante: con motivo de las obras del Real Liceo Casino de Alicante, hemos tenido que trasladar la presentación al Salón de actos de la Clínica Vissum, Calle Cabañal, 1, 03016, Alicante, junto al Colegio Jesuitas. Se puede llegar con los autobuses número 9 y 23.
Desde las 18,30 horas se podrán recoger los libros por parte de los participantes, en la entrada del Salón de Actos. Los libros sólo se entregaran a los autores.
El nombramiento de Socios de Honor se realizará durante el transcurso de la presentación de la octava edición colectiva de Espejo de Alicante,el lunes día 25 de marzo, a las 19,30 horas.

SOCIOS DE HONOR 2018
D. Ramón Palmeral, como escritor;
Dª Vicenta Pla, como escultora;
Dª Jovita Gómez Couto, en música,
Dª Elvira Clemot, como pintora.
D. José María de la Cueva, como pintor

domingo, 17 de marzo de 2019

Exégesis de las Elegías de Duino de Rilke, ilustradas por Palmeral





 
 Compra el libro en ebook, de las Elegias de Duino del poeta checo-alemán Rilke, ilustradas y su cometnario, por Ramón Fernández Palmeral. Libro que tanto influyó en Vicente Ramos para las Elegías de Guadalest:

http://www.lulu.com/shop/ramon-fernandez-palmeral/ex%C3%A9gesis-de-la-eleg%C3%ADas-de-duino-de-rilke/ebook/product-24026535.html



    Ilustración de la elegía décima de Duino

miércoles, 13 de marzo de 2019

Gabriel Miró, manjar de minorias. por Joaquín Santo Matas

Gabriel Miró, manjar de minorías

26.05.2016 | 23:43/Información
Gabriel Miró, manjar de minorías
 
Fue el 27 de mayo de 1930 a las nueve y media de la noche cuando Gabriel Miró fallecía en su casa del paseo del Prado, nº 20, de Madrid. El día 10 ya no pudo ir a Monóvar para asistir al estreno de la obra teatral Angelita de su íntimo amigo Azorín cuya representación pondría punto y final a la presencia de José Martínez Ruiz en la ciudad que lo viera nacer.
Lo que parecía un resfriado común y luego una simple gripe, desembocó en una apendicitis; los médicos, entonces, no se atrevieron a operar a Miró y surgió la temida peritonitis que obligó a una intervención quirúrgica de urgencia la víspera de su muerte.

A comienzos de aquel mes se le había visto, cosa rara en él, encerrado en su mundo familiar e intimista, en un acto público, el homenaje rendido por un cenáculo madrileño de escritores a Miguel de Unamuno que llegó a decir de nuestro escritor: «Su inteligencia era la forma suprema de su bondad».
De entre los testimonios de su muerte, me quedo con dos, el del diario El Luchador, que da título a este artículo, y una nota necrológica de Carlos Esplá de la que entresaco los siguientes párrafos: «Gabriel Miró había convertido en palabras la claridad azul de nuestro mar y nuestro cielo. Una página de Miró era como una estrella de luz, de Mediterráneo, suspendida sobre el paisaje amarillo y verde tostado de los lugares que recorría melancólico y tímido».

Había nacido el 28 de julio de 1879 en el segundo piso del número 18 de la calle de Castaños y allí, cien años después, tuve el honor de organizarle un homenaje. Por entonces, Miró seguía siendo ese manjar de minorías que siempre podemos paladear en pequeñas cucharadas y para quien los elogios de los expertos son inversamente proporcionales al número de lectores. Aún en 2002 la revista literaria Quimera, en su número de abril, recogía que El obispo leproso había sido elegida como una de las diez mejores novelas del siglo XX.

Gracias a mis padres que tenían sus Obras Completas y a Vicente Ramos que acrecentó mi pasión por la literatura mironiana, amantes todos de los paisajes de Polop, el Ponoch y Aitana, me enfrasqué, siendo un joven veinteañero, en la tarea de rendirle un para mí merecido e imprescindible recuerdo.
Estuve en la alcoba donde viniera al mundo, que terminó siendo despacho del presidente de la Federación Alicantina de Boxeo, la prosa y lo prosaico encontrados, le colocamos una corona de laurel en el balcón y una lápida conmemorativa de mármol de Novelda en la fachada, presidiendo el acto que realizamos en la calle el conseller de Cultura José Peris Soler.

Fue entonces cuando comencé a escribir sobre Gabriel Miró e incité a la foguera de su plaza a homenajearlo como ya hiciera en 1935 en un acto que presidiera nada menos que Rafael Altamira. Y recuerdo que publiqué un artículo que se llamaba Gabriel Miró en la Rambla donde recordaba sus andanzas infantiles por el entonces llamado Paseo de la Reina a donde acudía a corretear con el criado Nuño el Viejo, según cuenta en su obra El humo dormido.

Dando un salto en el tiempo nos desplazamos a 2005 en que se cumplía el 75 aniversario de su muerte. Era yo a la sazón director del Instituto Alicantino de Cultura que lleva el nombre de Juan Gil-Albert el cual, por cierto, conoció a Miró en Madrid y lo describió como «triste en azul».

Publicamos el número 50 de la revista Canelobre bajo el título de Gabriel Miró; las cosas intactas, 260 páginas de pasión mironiana surgida de la pluma de diecisiete grandes expertos. Vieron la luz nuevas ediciones de algunas de sus obras, hubo un acto cultural en la Casa Museo Azorín de Monóvar, fundada un 10 de mayo de 1969, un Diálogo mironiano en el Aula de Cultura de la CAM entre dos inmensos especialistas, Vicente Ramos y Miguel Ángel Lozano, un seminario, en colaboración con la Universidad de Alicante titulado Nuevas perspectivas sobre Gabriel Miró, una conferencia del cronista de Orihuela Antonio Luis Galiano sobre Gabriel Miró y Oleza, el clamor de la verdad, seguido de un recital de textos de Miró a cargo de Maite Puerto, coordinados con la danza de Carlota Pérez y Armando Martén.

Entregamos también para su interpretación a la Banda Municipal de Alicante las partituras que guardaba el Gil-Albert de la pieza musical de Rafael Rodríguez Albert titulada Horas y caminos, basada en Años y leguas, encargo del entonces Instituto de Estudios Alicantinos.

Y si en esta amalgama de actividades en recuerdo a Miró participaron expertos de la talla de Ian Mac Donald, Isabel Clúa, Carme Riera, Luis Antonio Prieto de Paula, Francisco Díez de Revenga, Marina Mayoral, Antonio Porpetta, Juan Ramón Torregrosa o Jaime Mas, dejo para el final el acto impresionante de Polop, «el lugar hallado» de Miró donde disfrutara de sus veraneos familiares e inspiradores de páginas gloriosas de nuestras letras. Se desarrolló el mismo día de su muerte y a las nueve y media de la noche, guardando un minuto de silencio, las campanas de la iglesia tañeron a muerto porque, casualmente, había fallecido una vecina del pueblo. Allí estuve con el poeta Jaime Siles, con Miguel Ángel Lozano y mi compañera del instituto María José Zaragoza que tanto se involucró en el proyecto de aquel 75 aniversario.

Resulta un gozo para la memoria pensar en aquellos momentos y saber que aporté mi empeño y entusiasmo para el buen desarrollo de tantos actos, complementado ello en 2009 cuando, en colaboración con INFORMACIÓN, que lo distribuyó gratuitamente en formato CD, escribí Treinta alicantinos al servicio de la Humanidad y el capítulo de Miró lo titulé La excelencia descriptiva de la materia y el espíritu.

Ahora que la Fundación Caja Mediterráneo ha convocado la 59 edición del Concurso de Cuentos Gabriel Miró, emociona pensar que la memoria del escritor sigue viva en este certamen literario como lo está en la biblioteca que lleva su nombre, presidida por un busto que le hiciera el escultor José Capuz, así como en el despacho y biblioteca privada de Gabriel Miró que se conservan intactos junto a un piano de otro de sus grandes amigos, Óscar Esplá. Es la memoria viva de un paisano muerto, nacido en una ciudad adormecida donde las nuevas minorías se nos muestran evanescentes y estériles.

domingo, 10 de marzo de 2019

Desde 2004 Ramón Fernádez Palmeral publica sus libros en la prestigiosa Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante. 17 libros tengo

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La publiación de un libro en esta biblioteca es lento de 2 a 3 meses, por falta de personal y scaner de libros, pero merece la pena al espera. 

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